Tranvía de Lisboa

De Casiopea

Historia

Hacia 1870 Valparaíso era el puerto principal de las costas occidentales de América del sur: la perla del Pacífico. Un deseo de progreso indefinido invadía a sus habitantes. Lucía más bello que nunca y su carácter cosmopolita se acentuó con las nuevas colonias española e italiana. Es la época de los elegantes paseos dominicales por la Plaza Victoria, aunque también del trasnoche desinhibido en los burdeles. Desde 1880 y hasta principios del siglo XX las grandes firmas tuvieron su época dorada. Valparaíso era la capital económica del país. El salitre fue el producto más exportado a Europa; desde el Puerto salía un 42% de toda la producción. Muchas familias hicieron su fortuna gracias a ese mineral. Muestra de ello es el palacio que mandó a construir Pascual Baburizza, el principal empresario salitrero del país en ese entonces, en el Paseo Yugoslavo del Cerro Alegre. El espíritu pionero que desarrollaron los habitantes de la ciudad durante la primera mitad del siglo XIX, siguió en pie. Uno de los avances más significativos fueron los ascensores. De 1880 a 1930 se construyó una treintena, con la intención de que cada cerro tuviese uno. En un comienzo los ascensores funcionaban con calderas de carbón, después surgió el sistema de balanzas de agua, y el primer ascensor a electricidad fue el del cerro Barón, todavía conocido como “el eléctrico”. Esta tecnología se aplicó en 1904 a los tranvías de tracción animal que circulaban por la ciudad e hizo posibles rutas únicas en Chile por sus empinadas subidas; hasta la cima del Cerro Barón, por un extremo y en el otro, hasta el cementerio de Playa Ancha. Una empresa alemana estaba a cargo de su funcionamiento, pero con la 1ª Guerra Mundial el servicio y el estado de los carros decayó fuertemente y en 1920 los usuarios protestaron quemando 56 tranvías. Tras tales disturbios el sistema pasó a manos españolas. Se hicieron nuevas vías hacia los cerros Santa Elena y Las Zorras y con el tiempo se pudo ir hasta Chorrillos en Viña del Mar. Lamentablemente, luego de la expropiación de la empresa por el Estado en 1945, se fueron acortando los recorridos y desapareciendo los carros, hasta que en 1952 los tranvías fueron reemplazados por trolebuses. A partir de 1880 habían empezado a llegar a Valparaíso inmigrantes italianos y españoles que, sumados a ingleses, alemanes y franceses, emprendieron negocios en la ciudad. Pero la suerte de los nuevos extranjeros fue distinta; se les hizo más difícil el ascenso social y económico. No sólo se veía lujo y riqueza en la ciudad, sino que estaba la contraparte de extrema pobreza, hacinamiento e insalubridad de la vida de la gente en los conventillos. Los tranvías circulaban por rieles colocados a lo largo de la ciudad. Entre medio de los dos rieles principales se ubicaba en algunos casos un tercero, este servía de freno ya que los tranvías usaban el sistema de detención a base de electroimanes. Para andar eran colgado al tendido electrico que suministraba la energía, un sistema similar al que utilizan los troles. La Compañía de Electricidad de Valparaíso fue expropiada por el gobierno chileno el 15 de septiembre de 1945. La nueva compañía estatal Empresa Nacional de Transportes, la que también adquirió el sistema de tranvías de Santiago y las redes de autobuses en otras ciudades, anunció un programa para eliminar los tranvías de Chile, desde entonces se comenzaron a acortar los tramos a modo de terminar con el sistema.

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