Tomás Valladares Tarea 3 - Módulo investigación T1 2017

De Casiopea



TítuloTomás Valladares Tarea 3 - Módulo investigación T1 2017
AsignaturaMódulo Investigación T1 2017
Del CursoMódulo Investigación T1 2017
CarrerasArquitectura
3
Alumno(s)Tomás Valladares Vergara

Paisaje y pendiente: aproximaciones a oportunidades y limitaciones de diseño en cerros

Archivo:VISTA02 Zócalo sanbernardo 1234.jpg
imagen conducente: Vista zócalo Sur, proyecto parches integrados San Bernardo, (Santiago Cerros Isla, 2016)

Tomás Valladares, Arquitectura, Mauricio Puentes y Rodrigo Saavedra.

Abstract

Los cerros son un elemento común e identitario en las diversas ciudades de Chile, pero muchas veces se repite el mismo caso en que la urbe no se hace cargo de tal accidente geográfico, lo rodea, cierra y aísla del tejido urbano dejándolo en un estado de deterioro tal, que perjudica gravemente los ecosistemas de los cuales forma parte. Actualmente, diversas son las entidades que buscan recuperar estos potenciales pulmones verdes, pero surgen las interrogantes sobre cómo intervenirlos o proyectar sobre ellos. Por lo anterior es que el presente escrito, por medio del análisis de casos referenciales, busca mostrar la manera en la que diversos autores intervinieron la pendiente para luego tratar de entender cuáles son las oportunidades y limitaciones que existen sobre el paisaje en pendiente. Para así poder dar luces sobre cómo sacar el máximo provecho sin dañar el ecosistema existente. [1]

Palabras claves: Cerros, parque en pendiente, casos referenciales, paisajismo.

Desarrollo

Comprender el paisaje

Poco a poco son más los proyectos que intervienen el paisaje de nuestras ciudades y su entorno. Proyectar en un entorno con pendiente siempre se considera un reto para los distintos profesionales, que para manejar la topografía siempre requieren de cierta ingeniería que lidie con tales singularidades territoriales. Resulta bueno tratar de entender cuáles son las potencialidades y limitaciones que existen al proyectar en pendiente.

Primeramente hay que definir y entender escuetamente el paisajismo y su rol. Personalmente del conocimiento que se tiene, es que el paisajismo busca ordenar el medio natural para el goce del hombre. Pero algunos autores sugieren que paisaje no es solo lo construido por el hombre.

"De esta manera dos paisajes coexisten uno al lado del otro en la ciudad. El primero es el paisaje cuidado del césped cortado, los lechos de flores, los árboles, las fuentes y espacios organizados que han sido el centro tradicional del diseño público (...) se da prioridad a las cuestiones estéticas (...) El segundo es el paisaje de la vegetación urbana naturalizada y de los lugares inundados tras la lluvia, que se pueden encontrar en las partes olvidadas de la ciudad (...)"(Hough, 1998, p. 6). En lo anterior, el autor sostiene una postura que valora la naturaleza en todas sus formas, destacando como expresión espontánea a la maleza.

Pero también existen visiones que son más filosóficas como sostiene Venturi en jardín y paisaje: "La ética indaga en la esencia del morar, es decir, del demorarse en un sitio. El ethos era originariamente el sitio, el lugar, el corral, la guarida: la morada del hombre y de los animales. El hombre, desde que existe, sobrevive sólo gracias a la construcción de un medio ambiente adecuado para su existencia: un ethos, en tanto espacio que abarca la vida humana en todos los componentes" (Calatrava, 2011, p. 161). Entonces, el hombre construye un lugar de demora sobre el paisaje, y es que existe gracias a ese espesor que le permite permanecer y retirarse a una temperie.

Hasta ahí, y de primer alcance podemos entender que el paisajismo surge en la intersección entre el ethos y la naturaleza, y es ahí donde yace su deber que es valorizar y construir una relación graduada que permita la existencia tanto del hombre como del medio natural.


Proyectar en pendiente

Ahora bien, del universo infinito de paisajes que puede habitar el hombre nos interesa detenernos en uno, el cerro isla. Creado por procesos geológicos naturales, es un hito rodeado y olvidado por la ciudad, pareciendo ser que la pendiente es la característica que limita su uso.

De lo anterior, sería bueno entender el valor de la topografía en el paisaje. Sergio Tapia, en su memoria de título sostiene que "La Topografía es un factor que en muchos casos le otorga identidad a un área verde y al lugar donde se emplazan. Mientras los parques planos son más fáciles de acceder y se pueden generar variadas actividades, en las áreas verdes con pendiente se rescatan otro tipo de valores como las percepciones desde y hacia la ciudad o diferentes calidades espaciales dentro del mismo parque"(Tapia, 2013, p. 33). Es clara y potente la vocación de mirador de estos lugares, en donde la cumbre gobierna sobre una relación macro ante el territorio.

Archivo:Pasarela renacanorte 1234.jpg
Corte Pasarela Parque Natural Reñaca Norte, (Rencoret y Rüttimann, 2009)

Bajo la misma línea, es que la topografía también está sujeta a procesos erosivos muchas veces ocasionados por la acción humana, por hechos tan simples como el circular por el terreno. Es por eso que se toma como valor importante el caso del Parque Natural Reñaca Norte, en donde sus proyectistas buscaron mediante una pasarela de madera, conectar dos puntos con 70 metros de diferencia en altura, buscando en todo momento delimitar los recorridos sobre la duna para poder preservar su delicado ecosistema. Desde este proyecto es que se puede ver cómo la limitante del ecosistema se transformó en la oportunidad de proponer un recorrido que valoriza tanto las vistas como la ladera.

Archivo:Img renacanorte 1234.jpg
Planta emplazamiento Parque Natural Reñaca Norte, (Rencoret y Rüttimann, 2009)


Claro está que la necesidad de recorrer un lugar es dado por usos que atraerán a las personas, en el caso de Reñaca Norte, es poder conectar la parte alta residencial con la parte baja del lugar que da acceso a la costanera. Es por ello que toda propuesta de paisaje no ocurre espontáneamente por intenciones ambientales que busquen recuperar el paisaje original. Debe existir una estrecha relación entre los usos y el programa, tal y como proponen los autores del proyecto ganador del concurso Cerros Isla - Corredor Verde San Bernardo en el que visualizan una serie de operaciones que creen necesarias para reactivar todo el corredor. Se destaca la primera operación, que a grandes rasgos propone a los pies de cada cerro una serie de usos que activen el sector y potencien las dinámicas sociales con la ciudad, permitiendo así dar un primer paso que invite a la ocupación de los cerros.

Archivo:PARCHE NEGRO img1234sanbernardo.jpg
Vista Aérea Parche cerro Negro, proyecto parches integrados San Bernardo, (Santiago Cerros Isla, 2016)

Posteriormente en la idea, van subiendo y reconociendo las distintas potencialidades de la altura en los cerros, a la cota 20 proyectan un anillo de circulación que se relaciona visualmente con el territorio de la ciudad.

Así es como a medida que se va subiendo en el cerro la propuesta de revitalizar estos espacios, es sostenida por un uso que busca educar y recuperar la flora y fauna nativa del lugar. Pero nuevamente, no se sostendría si no hubiese un origen y destino en el lugar.

La cumbre surge como único destino dentro del recorrido en el cerro, su vocación de mirador es clara y hasta obvia. Pero si bien es una oportunidad innegable, es bueno mirar casos en los cuales esta oportunidad es realzada con una propuesta programática distinta.

Un caso singular son las piscinas Antilén y Antupahue, en la cumbre del cerro San Cristóbal. Nacen como el primer encargo por parte del estado para construir paisaje en la ciudad. En ellas, el arquitecto Carlos Martner crea de manera única una relación entre el paisaje y la obra humana, que en palabras de Rossetti se explica: “el cerro de Martner, como elemento artificial, genera una relación de gran escala con el paisaje lejano. Con las piscinas Tupahue y Antilén aparece, entonces, un nuevo tipo de sensibilidad hacia el paisaje: mientras se interviene lo arquitecturizado para que en ello se integre lo natural, también se modifican las formas de la naturaleza para que en ello se integre lo natural...” (Rossetti, 2009, p.32) De esta forma, se van hilando relaciones espaciales y territoriales en la intervención de la pendiente. Quedan en un trasfondo, pero no olvidadas, las limitantes técnicas que ocurren a la hora de proyectar en pendiente, temas que atañen al mundo de la lógica y los números tal y como muros de contención y manejo de aguas. Sobre ello, diversos son los escritos que tipifican las pendientes y los usos adecuados en cada una, así como tamaños y medidas. Para los efectos de este escrito es bueno valorar cómo las diversas propuestas ven la oportunidad de dar un vuelco a la obviedad y las limitaciones (que parecen ser culturales) que inciden a la hora de proyectar en los cerros.

Finalmente no se busca hacer un listado comparativo entre oportunidad y limitación, sino que dar cuenta de cómo el paisaje que proyecta el hombre actual busca potenciar y equilibrar la relación con su medio natural, tratando de alejarse de las propuestas meramente técnicas e invasivas, carentes de toda conciencia.

Archivo:Img antilen 1 1234.jpg
Vista Piscina Antilén, (Laborde, 2015)

Bibliografía

  • Calatrava, J. and Tito Rojo, J. (2011). Jardín y paisaje. Madrid: Abada.
  • Hough, M. (2004).Naturaleza y ciudad. 1era ed. Barcelona: Gustavo Gili.
  • Rossetti, F. (2009). Arquitectura del paisaje en Chile: hacia un quehacer contemporáneo. 1era ed. Providencia, Santiago: Ocho Libros.


Anexo: fichas de lectura

(Registro de todas las fichas de lectura realizadas para el trabajo)

Notas al pie

  1. Este análisis de casos referenciales forma parte del proyecto de título "Parque Cerro de la Virgen Los Andes" que se centra en la rehabilitación de un cerro isla ubicado en la ciudad de Los Andes.