Thiago Muñoz Tarea 3 - Módulo investigación T2 2015

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Del CursoMódulo investigación T2 2015, Módulo Investigación T2 2015
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Alumno(s)Thiago Muñoz


FICHAS DE LECTURA

  • Araya, Marcelo. Las aguas ocultas de Valparaíso. Revista ARQ n°73, Diciembre 2009.

"Valparaíso se comienza a entender en sus grietas, transversales todas. Ahí está su orden esencial. Del mismo modo como no se entiende la cordillera de los Andes en un dibujo de elevación —ignorando sus valles y cajones precordilleranos—, en Valparaíso hay que internarse en la quebrada, que es lo más profundo de los cerros. De esa forma nos daremos cuenta de que la quebrada casi siempre es ciega, sin salida, por lo menos no la salida convencional del automóvil; debemos bajarnos de él y caminar. Normalmente esto sucede a la altura de Avenida Alemania y es en este lugar donde caemos en cuenta que la calle por la cual subimos es hueca, que la quebrada se mete por debajo del cemento luego de sortear unas trampas para detener arena, barro y basura —desarenadores— y dejar pasar sólo al agua".

"Si visualizáramos la relación entre ambos personajes diríamos que la ocupación espacial del terreno en que se establecen es al modo de un engranaje, en que lo urbano avanza subiendo por la loma del cerro —administración vecinal, calles pavimentadas y agua potable—, pero se retrae en la quebrada. De la misma manera lo rural, que es lo que rodea la ciudad, avanza en sentido opuesto bajando por la quebrada e introduciéndose en lo urbano".

  • Andrea Pino y Lautaro Ojeda. Ciudad y hábitat informal: las tomas de terreno y la autoconstrucción en las quebradas de Valparaíso. Revista INVI n°78. Agosto 2013.

"La tercera es una escala de barrio: fase de apego territorial que se constituye con la auto-urbanización informal del espacio de carácter público común a la quebrada, en pos de una mejora del entorno de la vivienda. Esto puede implicar la instalación de redes básicas de suministro de agua y de electricidad, así como también el alcantarillado. Asimismo, el mejoramiento o creación de equipamientos de uso público".

Hábitat informal: participación gubernamental y reconocimiento ciudadano en decadencia

Nombre: Thiago Muñoz de Toledo. Carrera: Arquitectura. Profesores: Ursula Exss, Javiera Fernández y María Paz Urrutia.

ABSTRACT

La periferia de Valparaíso como una autoconstrucción a través del tiempo, en la cual se deben gestar nuevas articulaciones urbanizadoras, tener presente la conformación propia de la ciudad como la base, los cimientos a tomar en cuenta sin negar esta cualidad de Valparaíso. Este conjunto de la traza espontánea recae debido a la condición geomorfológica propia y particularmente única de Valparaíso, la cual condiciona y articula esta gran conglomeración de la traza, la cual se extiende a disposición de sus continuos pliegues.

Con toda la trama espontánea que se conforma en los cerros, se articula un gran espesor desplegado que se conforma como una gran periferia de la ciudad. En las quebradas surge un habitar informal en las quebradas, y es ahí donde nace la interrogante: ¿es este habitar informal el detonante de los basurales en las quebradas de Valparaíso? Este habitar particular de las quebradas de la ciudad se configura tanto a través de la ocupación de los habitantes de los terrenos para establecer sus viviendas y así una comunidad, como de la despreocupación y la falta de trabajos municipales como gubernamentales de constituir equipamiento urbano; la ausencia de vialidad interconectora y de servicios que permitan un desarrollo pleno y vigente de estas comunidades.

PALABRAS CLAVES

Autoconstrucción, geomorfológica, periferia, informal, ocupación, despreocupación, equipamiento y vialidad.

ENSAYO

Se debe tomar parte en la participación y reconocimiento ciudadano, reconocer con propiedad al espacio público y a su vez implementar servicios y equipamientos urbanos. Sin esto se potencia un descuido y un desuso de las quebradas, lo cual conlleva a un deterioro y una transformación de un espacio público a un basural donde predomina el descuido y el deterioro.

"En relación con sus características socio-culturales, las quebradas, históricamente, han sido consideradas como lugares de mala reputación y poco atractivos para vivir, en vista de las deplorables condiciones sanitarias que presentaban a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Sin embargo, esta visión no ha cambiado mucho, ya que hoy aún existe una fuerte estigmatización hacia estos lugares, hacia sus habitantes y, por ende, hacia el hábitat que allí se ha desarrollado. Finalmente, las quebradas hoy en día son territorio que se encuentra en un constante proceso de reconfiguración socio-espacial y en un estado de indefinición en relación con las normativas e instrumentos de planificación, ya que estos últimos son escuetos en referirse a la forma en que las quebradas deberían ser manejadas".1

Obsolescencia del equipamiento y una proyección adecuada al contexto y a la época en que vivimos, donde aún hoy en día las quebradas presentan una condición marginal a la ciudad. No urbanizadas ni incluidas con la traza de la ciudad, no hay una interconexión fluida del traspaso entre quebradas y lomas de los cerros.

"En esta búsqueda nos encontramos con el equipamiento urbano para la vida en la pendiente, las escaleras de dos ritmos y los ascensores, con su terminal entre los 80 y 100 metros de desnivel, siendo la casa o terminal del ascensor la casa mayor del cerro y la más abstracta (vienen a ser algo así como el soporte de la virtualidad). En términos de trayecto y función, como las evaluamos, no son ni tendencia ni vigencia, sí son decadencia y obsolescencia. Como se ha visto, la casa-ascensor tiene un extraño dispositivo de puerta-ventana y puerta-basal, la cual tiene como función transformar el espacio natural en una suerte de laboratorio de la vertical, en la cual de entra por abajo, y se transmuta el espacio de la vertical en lo vertical. Estos primitivos testimonios tienen ciertos secretos según la proximidad que se tenga con ellos; es así como el trayecto (+ -) o del plan y los (+) 100 metros, muestra un fenómeno que de otro modo yacería en la tumba de los supuestos".2

"La amenaza de la insalubridad es la verdadera impulsora del desarrollo de los conceptos higiénicos, en la estructura física de la ciudad. En la acción local municipal se manifiesta a través de la "policía urbana", creada hacia 1830 con el objeto de materializar obras de saneamiento, operando sobre la infraestructura. Se construyen las redes de agua y alcantarillado, se adoquinan las calles y también se controlan las evacuaciones de las quebradas y cauces cercanos, el control de los cursos de agua permite atrincherarlos y rellenarlos en las desembocaduras donde nacerán las vías y espacios públicos que albergarán las plazas y plazuelas de la ciudad".3

"El hábitat informal presente en las quebradas de Valparaíso, en tanto que paisaje es un constructo social en el sentido expresado por Nogué, es decir, es un producto social que resulta de una proyección cultural sobre un espacio determinado".4

"En Chile, particularmente la crisis de la vivienda obedece a varios aspectos que derivaron paulatinamente en diferentes formas informales de acceso al suelo urbano y a la vivienda. Este es un problema que comienza a gestarse en algunos centros urbanos del país desde mediados del siglo XIX, producto de la modernización y la industrialización. Así, encontramos las siguientes causas comunes: 1- Migración campo-ciudad, generada por la concentración de los servicios en los centros urbanos. 2- Hacinamiento en los centros urbanos, producto de un agolpamiento de la clase trabajadora y campesina en insalubres conventillos, cuartos redondos y cités. 3- Inaccesibilidad a la vivienda formal, ya que la población más pobre del país no tiene acceso a comprar viviendas ni terrenos. 4- Ineficacia e insuficiencia de las políticas y programas gubernamentales, generados para dar una solución eficaz a la problemática de la vivienda. 5- Existencia de terrenos baldíos en los centros urbanos y grandes propiedades en las periferias urbanas que suscitan la especulación. 6- Desregulación del mercado del suelo urbano".5

"Valparaíso se comienza a entender en sus grietas, transversales todas. Ahí está su orden esencial. Del mismo modo como no se entiende la cordillera de los Andes en un dibujo de elevación —ignorando sus valles y cajones precordilleranos—, en Valparaíso hay que internarse en la quebrada, que es lo más profundo de los cerros. De esa forma nos daremos cuenta de que la quebrada casi siempre es ciega, sin salida, por lo menos no la salida convencional del automóvil; debemos bajarnos de él y caminar. Normalmente esto sucede a la altura de Avenida Alemania y es en este lugar donde caemos en cuenta que la calle por la cual subimos es hueca, que la quebrada se mete por debajo del cemento luego de sortear unas trampas para detener arena, barro y basura —desarenadores— y dejar pasar sólo al agua".6

Equipamiento urbano precario, donde no hay una vialidad fluida y conectada. La mayoría de las quebradas se encuentran al margen del cerro, donde se cortan los traspasos y accesos.

"Si visualizáramos la relación entre ambos personajes diríamos que la ocupación espacial del terreno en que se establecen es al modo de un engranaje, en que lo urbano avanza subiendo por la loma del cerro —administración vecinal, calles pavimentadas y agua potable—, pero se retrae en la quebrada. De la misma manera lo rural, que es lo que rodea la ciudad, avanza en sentido opuesto bajando por la quebrada e introduciéndose en lo urbano".7

"La tercera es una escala de barrio: fase de apego territorial que se constituye con la auto-urbanización informal del espacio de carácter público común a la quebrada, en pos de una mejora del entorno de la vivienda. Esto puede implicar la instalación de redes básicas de suministro de agua y de electricidad, así como también el alcantarillado. Asimismo, el mejoramiento o creación de equipamientos de uso público".8

Se deben gestar nuevas articulaciones urbanizadoras, tener presente la conformación propia de la ciudad como la base, los cimientos a tomar en cuenta sin negar esta cualidad de Valparaíso. Este conjunto de la traza espontánea recae debido a la condición geomorfológica propia y particularmente única de Valparaíso.

El basural en las quebradas de Valparaíso surge así a través de la falta de implementación de servicios y equipamiento urbano; ya que sin una vialidad adecuada que interconecte los cerros en su totalidad (tanto en lomas como en quebradas), sin que la mayoría de las quebradas rematen en una huella ciega que no conduce a otro camino. A su vez falta un sentido de pertenencia de lo público en la ciudad, conllevando a un cuidado y un uso de estos espacios.


BIBLIOGRAFÍA

1. Pino, Andrea. Quebradas de Valparaíso: memoria social autoconstruida. Santiago: Edición Lautaro Ojeda y Andrea Pino, Enero 2015. p. 27.

2.Casanueva, Manuel. El barrio acantilado. Viña del Mar: Editor José de Nordenflycht. 2009. p. 48-49.

3. Álvarez, Luis. Origen de los espacios públicos en Valparaíso: el discurso higienista y las condiciones ambientales en el siglo XIX. Revista de Urbanismo n°4, Julio de 2001. p. 6.

4. Andrea Pino y Lautaro Ojeda. Ciudad y hábitat informal: las tomas de terreno y la autoconstrucción en las quebradas de Valparaíso. Revista INVI n°78. Agosto 2013.

5. Andrea Pino y Lautaro Ojeda. Ciudad y hábitat informal: las tomas de terreno y la autoconstrucción en las quebradas de Valparaíso. Revista INVI n°78. Agosto 2013.

6. Araya, Marcelo. Las aguas ocultas de Valparaíso. Revista ARQ n°73, Diciembre 2009.

7. Araya, Marcelo. Las aguas ocultas de Valparaíso. Revista ARQ n°73, Diciembre 2009.

8. Andrea Pino y Lautaro Ojeda. Ciudad y hábitat informal: las tomas de terreno y la autoconstrucción en las quebradas de Valparaíso. Revista INVI n°78. Agosto 2013.