Diferencia entre revisiones de «Teotónio Caires - Vanguardia en LatinoAmérica»

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'''Vanguardia en LatinoAmérica'''
'''Movimientos de Vanguardia en LatinoAmerica'''


Las vanguardias latinoamericanas tienen una personalidad propia, por lo que no pueden considerarse meros epígonos de las europeas y deben resituarse al mismo nivel que éstas.
Las vanguardias latinoamericanas tienen una personalidad propia, por lo que no pueden considerarse meros epígonos de las europeas y deben resituarse al mismo nivel que éstas.

Revisión actual - 14:15 3 jun 2014

Movimientos de Vanguardia en LatinoAmerica

Las vanguardias latinoamericanas tienen una personalidad propia, por lo que no pueden considerarse meros epígonos de las europeas y deben resituarse al mismo nivel que éstas.

El análisis de su irrupción y desarrollo en los diferentes países (México, Cuba, Venezuela, Brasil, Chile, Uruguay y Argentina), pone de manifiesto su naturaleza dual entre las tendencias nacionalistas, de exaltación de las raíces prehispánicas, e internacional, asumiendo y desarrollando la modernidad artística, a la búsqueda de un arte latinoamericano específico y diferente.

Los artistas de la vanguardia concreta rioplatense hicieron uso de un arsenal de panfletos y manifiestos que la historiografía del arte latinoamericano ha estudiado y registrado copiosamente. En efecto, esas fuentes escritas que originalmente circularon en los catálogos, en folletos o en forma de volantes, pronto comenzaron a ser reproducidas en los órganos de difusión grupales o en algunas publicaciones culturales de la época y, posteriormente, han sido recopilados por sus propios autores e integraron anexos documentales de numerosos catálogos internacionales.

El caso del panfleto firmado por Jorge Brito, Alfredo Hlito, Claudio Girola y Tomás Maldonado, bajo el título de “Manifiesto de cuatro jóvenes”. Se trata de un texto que no lleva fecha escrita y que ha recibido diferentes dataciones, incluso de parte de sus propios autores. Procura analizar y datar este documento a partir del cruce de fuentes escritas y del empleo metodológico de la historia oral. Entendemos que este tipo de abordaje no sólo nos permitirá ajustar la datación sino también recuperar la densidad de la situación de comunicación para interpretar algunas de las marcas que, en el texto, aparecen veladas por el tono enfático del género manifestario.

Las primeras vanguardias latino americanas no solo constituyen un sistema cultural definible en el tiempo e el espacio, tienen además un carácter profundamente original y no pueden ser consideradas simples reflejo de las vanguardias europeas.

Es difícil hacer un trazado histórico sintético de estas vanguardias ya que son características es de la tener posiciones y juicios contrastantes mas que trazos comunes.

Tienen en común el hacer producido itinerarios trayectorias individuales de gran importancia que pueden explicarse como extrañas particularidades dentro de la inconsistencia de toda formación cultural periférica . Desde principios del siglo XX, los artistas latinoamericanos viajan a Europa y toman contacto con los movimientos de vanguardia.

Desarrollan propuestas relacionadas con el expresionismo, el cubismo y el futurismo, participando activamente de sus circuitos de exposiciones y debates, en ciudades como París, Madrid, Barcelona, Berlín, Florencia y Milán.

Sus obras y manifiestos insisten sobre la autonomía del arte y se alejan de la pintura y la escultura como modos de representación de la realidad. Durante los años 20, muchos de ellos regresan a sus países de origen y como protagonistas de las escenas nacionales, lideran las distintas batallas entre lo tradicional y “lo nuevo”.

El Neocriollo de Xul Solar (Argentina), la Antropofagia de Tarsila do Amaral (Brasil), así como el Vibracionismo y el Universalismo constructivo de Rafael Barradas y Joaquín Torres-García (Uruguay), son sólo ejemplos clave de aquellas vanguardias propias de las modernidades regionales latinoamericanas.