Diferencia entre revisiones de «Teoría Barrial Ciclo 1»

De Casiopea
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[[Archivo:Croqui recoveco n.avsolomovich.jpg|thumb|300px|right|''‘‘el juego de multiples accesos construye una antesala común, los vecinos lo cuidan, se encuentran y saludan, lo hacen propio.’’'']]
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[[Archivo:Esquema vacío quebrada n.avsolomovich.jpg|thumb|300px|right|Esquema ladera abalconada (quebrada) y su manera de ser habitada: vínculo dentro de sí]]
La primera como la ladera inicial, es pronunciada y se abalcona hacia Valparaíso y su interior. Abarca desde el pie de cerro/quebrada hasta el pliegue de la pendiente (cambio de pendiente que cambia el modo de habitar (calles, orientación, etc)) y dentro de ella guarda '''el camino del asno y del hombre: las escaleras y pasajes (recovecos) y el ascensor (directo)''', ambos de tránsito peatonal.  La escalera y pasaje como la resultante de la necesidad de habitar la ladera, se adecua a la geografía y se ramifica en recovecos para poder abarcarla, en esta sinuosidad densa se regala la '''justeza''' como la cualidad espacial que permite la '''proximidad''', desde la cual se genera una '''intimidad común''' a partir de la apropiación de los espacios comunes, desplegando las intimidades de los vecinos. El ascensor, por el otro lado, es el resultado de una proyección e intención de llegar en línea recta al pliegue de la pendiente de manera rápida. Su construcción generó un '''centro de convergencia''' desde el cual comenzó a gestarse el barrio desde arriba (próximo a él). Desde estos dos elementos arquitectónicos se completa la ladera, armándose un circuito de flujos dependientes y complementarios por el ''acceder develando en intimidad desbordada'' (recorrido desde lo público a la intimidad privada).
La primera como la ladera inicial, es pronunciada y se abalcona hacia Valparaíso y su interior. Abarca desde el pie de cerro/quebrada hasta el pliegue de la pendiente (cambio de pendiente que cambia el modo de habitar (calles, orientación, etc)) y dentro de ella guarda '''el camino del asno y del hombre: las escaleras y pasajes (recovecos) y el ascensor (directo)''', ambos de tránsito peatonal.  La escalera y pasaje como la resultante de la necesidad de habitar la ladera, se adecua a la geografía y se ramifica en recovecos para poder abarcarla, en esta sinuosidad densa se regala la '''justeza''' como la cualidad espacial que permite la '''proximidad''', desde la cual se genera una '''intimidad común''' a partir de la apropiación de los espacios comunes, desplegando las intimidades de los vecinos. El ascensor, por el otro lado, es el resultado de una proyección e intención de llegar en línea recta al pliegue de la pendiente de manera rápida. Su construcción generó un '''centro de convergencia''' desde el cual comenzó a gestarse el barrio desde arriba (próximo a él). Desde estos dos elementos arquitectónicos se completa la ladera, armándose un circuito de flujos dependientes y complementarios por el ''acceder develando en intimidad desbordada'' (recorrido desde lo público a la intimidad privada).




[[Archivo:Mapa corazones barriales-barrios n.avsolomovich.jpg|thumb|700px|center|Mapa de servicios, accesos y calles superpuestos con el reconicimiento de proximidades, núcleos barriales y barrios.]]
[[Archivo:Mapa corazones barriales-barrios n.avsolomovich.jpg|thumb|700px|center|Mapa de servicios, accesos y calles superpuestos con el reconicimiento de proximidades, núcleos barriales y barrios.]]

Revisión del 18:42 8 abr 2013

TEORÍA BARRIAL: EL BARRIO NACE DESDE EL COMPARTIR

el compartir como el acto regalado que se potencia con el habitar y construye barrio (com-un-ión)

El acto de compartir visto de tres maneras, nace desde un compartir físico: la espacialidad de la geomorfología y como influye esta en el modo de habitar. Luego, este compartir físico se vuelve también social: la construcción de ritos comunes y como estos generan una identidad barrial. Para que así, con el paso del tiempo sea además un compartir histórico: La historia en común que regala el arraigo con el cual se consolida el barrio, es decir, podemos reconocerlo/experienciarlo como tal.


1. LA ESPACIALIDAD Y COMO INFLUYE EN EL MODO DE HABITAR: la intimidad como regalo del habitar el cerro

a. La topografía y su búsqueda de intimidad: ‘‘adentrarse en resguardo para encontrarse con el otro’’

Mapa del resguardo de los cerros en Valparaíso / cerros: azul / espacios de conectividad: verde / pie de cerro: rosado / quebradas/accesos: azul / cerros aledaños: morado / periferia: naranjo

Defino el acto de los cerros Florida, Mariposa, Monjas y La Cruz (azul) a partir de la observación de su resguardo dentro de la morfología de la ciudad (ubicación, orientación y desarrollo). Se retranquean de lo público del puerto y Almendral (espacios de conectividad: verde) ocultándose tras el pie de cerro (rosado), construyendo así un umbral público-íntimo desde colón al acceso de estos (quebradas: azul)). A su vez están resguardados/contenidos por el cuerpo de los cerros aledaños (morado); mientras cada cual, desde el eje de su quebrada, se repliega/vuelca en sí mismo generando en sus laderas espacios de intimidad.





b. La proximidad como valor espacial del habitar la ladera: ‘‘acceder adentrándose en umbrales de intimidad pública’’

‘‘El hombre camina derecho porque tiene un objetivo; sabe a donde va, ha decidido ir a determinado sitio y camina derecho. El asno zigzaguea, pierde el tiempo un poco, sesera esmirriada y distraída; zigzaguea para evitar los cascotes, para esquivar la pendiente, para buscar la sombra; se preocupa lo menos posible. El hombre rige sus sentimientos con la razón; reprime sus sentimientos y sus instintos en pos del objetivo que tiene. Gobierna a la bestia con su inteligencia. Su inteligencia erige normas que son efecto de la experiencia. La experiencia nace del trabajo; el hombre trabaja para no perecer. Para producir hay que tener una línea de conducta; hay q obedecer las reglas de la experiencia. Hay que pensar por adelantado el resultado. El burro no piensa en nada, en nada más que dar vueltas.

El asno ha trazado todas las ciudades del continente, incluso París, desgraciadamente.En las tierras que las nuevas poblaciones invadían poco a poco, la carreta pasaba así a contento de las prominencias y de los huecos, de los guijarros o de la turba; un arroyo era una gran obstáculo. En el cruce de rutas, al borde del agua, se contruyeron las primeras chozas, las primeras casas, los primeros poblados; las casas se alinearon a lo largo de las rutas, a lo largo del camino de los asnos.’’ (La Ciudad del Futuro, Le Corbusier, pág. 15)


Plano de accesos y circulaciones superpuesto con las áreas reconocidas según su grado de intimidad.
Plano topográfico (quebradas) superpuesto con mapeo de las pendientes de las quebradas y cimas. Celeste: Laderas abalconadas / Amarillo: Laderas sumergidas

El habitar la ladera como resultado del camino del asno y del hombre: desde la huella del agua (quebrada) se accede al cerro, por ser esta lo más próximo al cuerpo. A partir de este eje principal (calles principales/ tránsito alto) surgen escaleras, pasajes y calles que se sumergen en las laderas y que, por medio de recodos (quiebre horizontal) y repliegues (quiebres verticales), permiten abarcarlas completamente, apropiándose del lugar (asentamiento/arraigo). En este recodo sobre recodo replegado, sobre volcamiento del cerro propio de la quebrada (fusión del camino del hombre y del asno), se van construyendo espacios de proximidad, intimidades medidas por el alcance del sonido (sonidos del interior de las casas extendidos al espacio común, conversaciones a distincia, etc.), es decir, espacios con sonidos propios (retiro) por el irse adentrando en umbrales de intimidad; esta proximidad física hace que el acceso a las casas sea un espacio abarcable, completo en sí mismo, por lo que permite desplegar la intimidad privada de cada cual (colgar la ropa, hacer un asado, conversar, etc), apropiándose de él y construyendo una intimidad común (com-un-ión), es decir una proximidad social.

La conexión de varias proximidades (vecindades) arman los corazones o núcleos barriales, patios/accesos comunes donde se fecunda la conciencia y encuentro con el otro a través del compartir/tener en común. Este compartir va desde un sentido social / humano: saludo, encuentro, reunión en estos espacios, a un sentido arquitectónico / arraigo: muro cortafuego común, fachada continua, escalera, etc., lo que genera una consideración por el otro. Estas dos variables le regalan al habitante un sentido de pertenencia: el ser parte de algo, el reconocimiento del barrio ya constituído.

Defino dos tipos de ladera y, por lo tanto, dos tipos de corazones barriales (conjunto de proximidades) para habitarlas; la ladera abalconada (áre celeste) y la ladera sumergida (áreas amarillas):

Esquema relación intimidad privada y común a través de la casa barrial
Los dos tipos de ladera y su pliegue como una línea imaginaria que denota dos modos de habitar










DE LOS RECOVECOS: ‘‘acceder develando en intimidad desbordada’’

‘‘el juego de multiples accesos construye una antesala común, los vecinos lo cuidan, se encuentran y saludan, lo hacen propio.’’
Archivo:Esquema vacío quebrada n.avsolomovich.jpg
Esquema ladera abalconada (quebrada) y su manera de ser habitada: vínculo dentro de sí

La primera como la ladera inicial, es pronunciada y se abalcona hacia Valparaíso y su interior. Abarca desde el pie de cerro/quebrada hasta el pliegue de la pendiente (cambio de pendiente que cambia el modo de habitar (calles, orientación, etc)) y dentro de ella guarda el camino del asno y del hombre: las escaleras y pasajes (recovecos) y el ascensor (directo), ambos de tránsito peatonal. La escalera y pasaje como la resultante de la necesidad de habitar la ladera, se adecua a la geografía y se ramifica en recovecos para poder abarcarla, en esta sinuosidad densa se regala la justeza como la cualidad espacial que permite la proximidad, desde la cual se genera una intimidad común a partir de la apropiación de los espacios comunes, desplegando las intimidades de los vecinos. El ascensor, por el otro lado, es el resultado de una proyección e intención de llegar en línea recta al pliegue de la pendiente de manera rápida. Su construcción generó un centro de convergencia desde el cual comenzó a gestarse el barrio desde arriba (próximo a él). Desde estos dos elementos arquitectónicos se completa la ladera, armándose un circuito de flujos dependientes y complementarios por el acceder develando en intimidad desbordada (recorrido desde lo público a la intimidad privada).


Error al crear miniatura: Archivo más grande que 25 MP
Mapa de servicios, accesos y calles superpuestos con el reconicimiento de proximidades, núcleos barriales y barrios.