Taller de Diseño Industrial 3ª Etapa

De Casiopea






Créditos10
CurrículumDecreto Académico 7/2001
Régimentrimestral
Pre-requisitoARQ 150,
Horas PUCV
* Las horas PUCV corresponden a periodos académicos de 35 minutos.

Descripción y Contextualización de la Asignatura en el Currículo

Se trata del estudio, bajo la forma metodológica de taller, de la relación directa entre la ciudad la esencia del habitar público y el diseño de objetos, a esta relación le llamamos "diseño a escala urbana" Para los alumnos se entregan visiones teóricas del espacio urbano (teoría), experiencias de materialización (oficio), pautas de observación de la realidad urbana y su complejidad (observación). Es posible diseñar mobiliario de uso público originado desde las realidades del propio lugar, el destinatario con lugar. Este principio se ha estudiado en distintos casos desde el año 2007, trabajando con los alumnos proyectos que proponen situarse, cada uno de ellos, en pequeños lugares baldíos o residuales en la trama urbana de la ciudad de Valparaíso, como también, definiendo los límites de un lugar, descubriendo comunidades latentes no explícitas o consolidadas.

Contenidos o Unidades de Aprendizaje

  1. ==Oficio==

    '"`UNIQ--h-0--QINU`"'Teoría

    Para desarrollar los espacios públicos se hace necesario tener una lectura urbana de su infraestructura, trama, su destino, su historia y desde la narrativa local, los valores tangibles espaciales, naturales, topográficos y topológicos

    '"`UNIQ--h-1--QINU`"'Observación

    Es primordial el proceso de abstracción que logramos cuando con la observación recogemos hacia el mundo de nuestras ideas los elementos de la realidad, la cual está llena de sujetos
  2. personas, objetos, situaciones, aquellas infinitas particularidades que traemos por separado, para dejar sólo el elogio en relaciones diversas y divergentes. Cuando esto lo guardamos como extensión como un dibujo del croquis y la anotación
  3. así construimos o logramos el abstracto, extraer elementos por separado, con esto podemos sintetizar de modo inductivo un Acto en palabras que luego damos forma para devolverlo a la realidad presente, aquí comenzamos a hacer, idear elementos formales en nuestra mente y que extendemos fuera de la misma en dibujos, maquetas hasta realizar un primer prototipo. Así creamos, hemos hecho la acción de que algo cobre existencia. Los diseñadores le otorgamos un valor al acto abstraído para devolverlo a la realidad presente. Siempre decimos que no diseñamos cosas, sino lo que desatan las cosas en el ánimo de las personas, este es el valor

    '"`UNIQ--h-2--QINU`"'Ocasión de Proyectos

    Se plantean la problemática siempre dentro de un área de la ciudad de Valparaíso, bajo la cota 100msnm, en palabras del geógrafo urbano Luís Álvarez, se trataría del “peri centro de la ciudad”, esta zona es propicia ya que en ella se concentra la infraestructura pública e inicia el pié de cerro, que en Valparaíso se caracteriza por tener un destino mixto, siendo residencial y aún comercial, combinación ideal para la constitución de barrio y comunidad. También aquí se junta trama urbana con topografía, las cuales en Valparaíso sabemos están siempre en la tensión de sus modos distintos, no acomodándose siempre con lo cual generan algunos retazos intersticiales indefinidos que para nosotros se convierten en oportunidad para el proyecto. A estos intersticios los llamamos “lugares residuales”.

Actividades de Aprendizaje

  1. ==Clases==

    '"`UNIQ--h-3--QINU`"'Investigación

    '"`UNIQ--h-4--QINU`"'Materializaciones

    '"`UNIQ--h-5--QINU`"'Observación

    '"`UNIQ--h-6--QINU`"'Proyecto

    '"`UNIQ--h-7--QINU`"'Propuestas en verdadera magnitud

    '"`UNIQ--h-8--QINU`"'Desarrollo a escala del proyecto

    ==Bitácora de estudio==

El diseño (design) en escala urbana

La ciudad, sus estructuras urbanas y sus habitantes

Las ciudades hoy presentan situaciones urbanísticas que han generado ciertas distancias respecto a sus habitantes. Existe una asincronía entre los procesos culturales y las transformaciones urbanas. Por otra parte la productividad ha dado pie a órdenes que han profesado la eficiencia vial en medio de una sobresaturación del uso vial predisponiendo la conectividad interurbana por sobre la integridad barrial. Las ciudades postindustriales han distanciado su forma tangible respecto a los ciudadanos, ya que las sociedades han migrado de su dependencia de la economía manufacturera a los servicios y luego a las tecnologías de la información. Esta situación deja tiempo y espacio al diseño, disciplina que opera a una escala ágil y adaptable por lo tanto potencialmente empática. Si nos damos cuenta, las decisiones se toman en base a lineamientos supra vitales, abstractos, financieros y muchas veces ideológicamente sesgados. Todo esto ocurre delante de nosotros los ciudadanos, construyéndose espacios con más mediaciones, formas que nos hacen aislarnos de nuestra realidad, sin que podamos gozar de lo que tenemos presente: nuestro espacio urbano habitable cotidiano. El espacio público, en general, como bien común no tiene formas espaciales ni equipamiento, pensados desde las realidades colectivas de sus propios habitantes. Aún más específicamente el espacio público barrial se debe delinear cultural y socialmente según sus propios habitantes, ya sea por tradición o por las realidades temporales de sus usuarios sobre la base de que los habitantes son personas que están interrelacionadas. Los modelos preexistentes responden a estilos de vida artificiales que finalmente son rechazados por las comunidades a razón de no generar pertenencia. El espacio público y su equipamiento deben cumplir un rol de permitir, al modo de una interface, que la voluntad de las personas desate hechos o acciones públicas positivas y constructivas, buenas acciones y a su vez satisfagan la voluntad o motivación de sus actores. En Chile se tiene una larga transición entre la construcción de la vida privada y la pública. Esta última, a razones políticas circunstanciales, fue desestimada pues en ella se construye la noción de ágora, espacial y cultural; para las dictaduras las ágoras son peligrosas pues en ellas se desarrolla el ocio con el consecutivo desarrollo de la libertad del pensamiento. Sin embargo, la necesidad de vivienda por la constante migración de personas campo-ciudad ha provocado la urgencia de construcción de poblaciones en base de pequeños cuartos ordenados a modo de tableros ortogonales; todo en pro de eficiencias económicas convencionales, sin considerar recursos espaciales que dignifiquen ni potencien la vida privada ni pública. La sola solución a la necesidad de vivienda (cobijo) provoca al mediano plazo la destrucción de la cultura pues esta no se contiene en los formatos pre establecidos; por ejemplo la negación de los elementos naturales, esencial en la vida del campo tanto componente del paisaje como del sustento familiar (pequeños cultivos). Las ciudades en américa hispánica tienen un orden a raíz de las Leyes de India. Ciudades puerto como Valparaíso, sin fundación, obedecen a un orden vernácular que mixtura el orden racional de las Leyes de India, los principios radiales de las ciudades romanas y finalmente la posibilidad topográfica. Estas tres variables nos permiten ver una ciudad divergente.

La trama urbana se entiende en base a ejes de tránsitos, los estructurales y los modelos formales categorizan estos ejes como vectores unitarios, en una ciudad viva estos ejes se deben descomponer para entender su orden interno y la relación de sus partes con las partes de otros para entenderlos como nodos o imputs, sectores que acogen comunidades en decurso del tiempo (variables tiempo –espacio).

La pregunta: ¿qué sucede con nuestra vida cotidiana en nuestros barrios ? La concepción victoriana de espacio público con el volumen fachada construido como límite con la calle derivando la vida pública a los parques y paseos, construidos con gran belleza, pero en una época dominada por las costumbres burguesas donde el pasatiempo se separa de la vida cotidiana. Para el vulgo, sin espacios públicos para el pasatiempo esto se transforma negativamente con una retórica de dejación, la calle como espacio de aquello que existe por defecto y sin dueño, es de nadie, casi en la idea de tiniebla. No es al modo griego en donde el espacio de debate es al aire libre, lo público y por tanto se hace un esfuerzo por la construcción del ágora.

Culturalmente hoy a la calle se le agrega el concepto de vacío e gubernamentalmente se tipifica de espacio público. Las plazas han quedado relegadas a veces como área verde, bolsas de terrenos, bien nacional o bien de uso público. No obstante, en el espacio público se deben los derechos y obligaciones, el cuidado del mismo es tarea de los ciudadanos, esto ha desatado políticas de descuidos. El vandalismo, la reacción al modelo impuesto, el cambio por el cambio, el desarme de las culturas locales ha desatado la reacción vandálica. Que en directo con el equipamiento ha obligado el desarrollo de un diseño anti vandálico, cada vez más distante de lo sensible, encarecido su costo, lo cual repercute en la escases y/o lentitud en la generación de estos espacios equipados. El equipamiento es el elemento urbano de contacto con las personas, las personas se asientan, descansan, se encuentran, informan, dialogan; es más que una idea de un accesorio ante la imagen de un conjunto de edificios. El diseño a escala urbana comprende que más allá de los objetos, lo esencial está en el proceso motor de la apropiación, estratégicamente cobra valor al actuar sobre la realidad, cambiándola de manera coherente y participativa.

La participación de los habitantes con su vida pública, expresión y extensión de la persona, hace necesario revitalizar el concepto de ocio, aquel estadio donde recaen las artes y hoy cobran relevancia los espacios para las manifestaciones artísticas populares; las ciudades no están preparadas ni para la recepción de la obra ni para la gestación de las mismas. En la calle formalmente no recibe (no es hospitalaria) para el diálogo ni la estadía. Hoy confundimos el ocio en contraposición al trabajo o a la labor, se entiende como el tiempo sin actividad y nuevamente basado en un discurso sin narrativa en que el trabajo es por sobre el descanso errando su sentido original de que el ocio es un tiempo en donde se mira más allá de lo inmediato, donde el pensamiento divaga y las personas construyen su punto de vista, es el espacio al dialogo con lecturas no directas, sino entre líneas; el desarrollo del intelecto. Para desarrollar los espacios públicos se hace necesario tener una lectura urbana de su infraestructura, trama, su destino, su historia y desde la narrativa local, los valores tangibles espaciales, naturales, topográficos y topológicos. Las infraestructuras públicas de servicios primarios o comerciales son polos que ordenan y contrapesan la actividad de una ciudad. Un colegio, hospital, centros comerciales entre otros, generan aglomeraciones. Aquí los equilibrios entre conectividad e integridad son relevantes. Si en una ciudad hoy no hay integración se provocan aglomeraciones que incitan privilegiar la conectividad provocando la muerte de los intersticios urbanos. Los habitantes saltan de un punto a otro de la ciudad privilegiando vías directas y por defecto generando bolsas despobladas e inhóspitas de vida pública, ni siquiera prosperan los pequeños comercios con lo cual se comienza a provocar una marginalidad interior y ya no sólo periférica. En esto el orden de la información orientada al ritmo del peatón facilitan que el ciudadano arme sus propias rutas. El hecho de la consolidación de áreas no implica aislación y segregación, para esto los sistemas de información son primordiales a la hora de recibir y a acoger e integrar en igualdad a todos los habitantes de una ciudad.

Generatriz de diseño a escala urbana

Las tramas urbanas que pierden su ortogonalidad debido al encuentro con la topografía generando ciertos vacíos o terrenos vagos propios para un destino de convergencia en la vida pública de los barrios. La forma del equipamiento debe abstraer atributos del lugar, teniendo una comprensión de lugar en relación a la estructura barrial. Estos a distintas medidas pueden ser significativos. Cabe destacar, que para el Estado se trata de bienes nacionales de uso público, para la administración se llaman áreas verdes no consolidas y para las personas no alcanzan a definirse, pues en su estado baldío no expresan la utilidad que prestan ni dan respuesta a las demandas de la comunidad circundante, por lo que no cobran valor significativo para sus habitantes. En contraposición el estado define que “La calle es una interioridad social, donde se extrovierten las actividades, rasgos y valores de los conciudadanos, y donde se puede leer el grado de compromiso de éstos con lo colectivo”. [Chile -MIDEPLAN, 1998, p. 1.2/1]. La mirada más alta, está a escala urbana, nos permite ver el lugar como núcleo que vincula cerro y plan, su planta de infraestructura próxima como colegios, hospitales y vías estructurales entre otras, pero principalmente mirar la conectividad y/o integridad para poder arrojar la figura ordenadora de un proyecto. Conformación del Diseño desde la unidad discreta al sistema total. Saber leer la escala urbana para poder integrar un trazado grueso, es figura primera y suelo de un mobiliario que conforme un lugar al habitar hombre en su vida pública. Anhelo que verbalizamos en transitorios actos que definen la vida cotidiana de las personas y sus relaciones dentro de las ciudades cuando se espera, intercambia, conversa, come, alberga, descansar, juega y otros tantos que caben en los estadios de lo inmediato y lo mediato. Por una parte podemos pensar en la “banca de la plaza” para la transacción y en la plaza “ágora” del debate de los destinos. En lo concreto nuestros mobiliarios reciben al cuerpo de las personas proponiendo una gestualidad particular, la que no omite otras sólo ensalza o resalta un modo de estar, comer, conversar, etc. Modo para dos o más, entre dos o más, generando una distancia que media y otra de consideración. Para todo lo antes mencionado el secreto está en lograr lo discreto, aquello que está siempre dispuesto, invita, permite y acoge, pero se resta para que todo en él acontezca. Este modo de generarse desde un elemento cercano y en contacto directo con las personas, matriz inversa a la urbana, pero que un punto se encuentran conformando lo mayor, la plaza. El espacio mayor primero se nombra y luego se traza, “emplazándose” como notas en la partitura, nuestra unidad discreta va constituyendo el lugar, que el habitante percibirá como un todo, lo musical.

Diseño a escala de Comunidad y configuración de lugar

Partimos así nuestro proyecto buscando un lugar oportuno, a aquel lugar sin nombre al cual podamos potencialmente poner en valor desde la propia realidad cultural y vida comunitaria circundante, el acto en dos momentos, el único particular y otro colectivo.

Para pensar y resolver el diseño a escala urbana, diseñar el espacio intermedio que se genera desde el equipamiento para el espacio público, hay que leer la ocasión de una comunidad como la partida del reconocimiento del sujeto lugar y personas, los “para quienes”. Con observación es más bien entre leer la realidad. Y la creatividad no aparece si no tenemos un sujeto enfrente, aquel que en su ánimo da cabida al valor en un presente. Identificar una comunidad que comparte un actividad en el espacio público urbano nace de observar la actividad y el lugar, determinando un espacio y un acto que relaciona extrayendo y nombrando su cualidad atribuyéndole rasgos formales con los que se puede iniciar la formalización de las unidades discretas que dispuestas en el espacio conformaran un lugar. Estos lugares o plazas dan lugar a las comunidades de personas, identificadas, colocándoles en el realce de los actos que le son propios.

El espacio público es presente y un valor de todos quienes lo habitamos pero debemos comprender que el todo es un conjunto al cual pertenezco, por lo tanto es un bien común, es tanto mío como de muchos otros, esto es una construcción cultural necesaria que llamaremos “apropiación compartida”, y este es un hoy un problema de nuestras ciudades. Se trata de una oportunidad para los diseñadores.