Taller de Amereida 2020

De Casiopea



Asignatura(s)Taller de Amereida
Año2020
Tipo de CursoRamo Lectivo
TalleresARQ 1º
ProfesoresJaime Reyes, Carlos Covarrubias, Isabel Margarita Reyes, Manuel Sanfuentes
EstudiantesEsteban Rejas, Carla Bejares, Marcos Arredondo, Tomás José Herrera Bustos, Valentina Cofré, Marina Cabezas, Paulina Zuñiga, Kiara Hernández
Palabras Claveamereida, América, poesía, oficio
Carreras RelacionadasArquitectura

Estudiantes

Primer Semestre. Presentación del curso

Estimados alumnos y profesores.

Atendiendo a la contingencia sanitaria que vive Chile y el mundo comenzaremos nuestro Taller de Amereida en forma no presencial en esta Wiki Casiopea. Les damos la bienvenida a este primer semestre 2020. Aprovecharemos de ver, revisar y estudiar algunos contenidos antiguos que nuestra posee en sus archivos, combinándolos con ciertas novedades. Estos contenidos son para todos los alumnos que tengan inscrita la asignatura de Taller de Amereida, luego los encargos y tareas estarán diferenciadas por ciclos y serán entregadas en esta wiki o bien a través del correo amereida@ead.cl.

Se trata de que los alumnos puedan acceder a estos contenidos en los mismos horarios en que están programadas las clases; los miércoles y los jueves de 12:30 a 13:30 hrs. Cada semana habrán nuevos contenidos. Cada alumno llevará una carpeta personal, de formato libre, en la que debe hacer sus apuntes sobre los contenidos presentados en cada clase. Se enviarán invitaciones cada semana a través de los correos institucionales (nombre.apellido@mail.pucv.cl).

En el correo amereida@ead.cl se recibirán consultas y dudas (pero debido a la gran cantidad de alumnos inscritos en este curso se ruega utilizar este canal de comunicación sólo ante estricta necesidad). Los correos de los alumnos serán respondidos en los mismos horarios antes señalados.

Los profesores de esta asignatura estamos desde ya disponibles para que exista una buena retroalimentación con nuestros alumnos, dadas las circunstancias actuales.

En principio estas clases no presenciales son hasta el 13 de abril.

Contenidos Iniciales. Semana 1 Miércoles 25 de marzo

Parte 1. Clase magistral de Alberto Cruz C. (1984)

Este año 2020 el Taller de Amereida y el Consejo de Profesores de esta Escuela estaba preparando un Aula especial, en la Ciudad Abierta, para realizar las clases con todos los alumnos y profesores de la Escuela. La contingencia sanitaria ha postergado todo esto.

A propósito de esto. En 1984 la Escuela inauguraba una nueva Aula en la casa de Matta 12. Para la inauguración de esa nueva Aula el profesor y arquitecto, entonces decano, Alberto Cruz (fallecido en 2013) dio una clase magistral ante todos los alumnos y profesores y especialmente ante las autoridades de la Universidad que asistieron invitadas a la inauguración. Esta Aula era el Aula Neumática (que coloquialmente llamamos "el Globo") y que hoy ya no es neumática y es ocupada por el Taller de Máquinas (para quienes deseen saber más sobre esta aula y otros proyectos similares desarrollados por la Escuela puede leer el artículo de 2014 del arquitecto y profesor Juan Ignacio Baixas: "Aulas neumáticas, Valparaíso, Chile".

DI glo 84 - Aula Neumática ( Taller Ivelic, Baixas, Méndez, Cruz) - 05.jpg DI glo 84 - Aula Neumática ( Taller Ivelic, Baixas, Méndez, Cruz) - 07.jpg DI glo 84- Diseño Aula Neumática (Sala Globo)-06.jpg

Podríamos decir que Alberto Cruz expone, desde el oficio de la arquitectura en relación con la poesía, un fundamento para la reunión de una Escuela entera; todos sus profesores y alumnos en un sólo cuerpo. Y nuestro Taller de Amereida, más allá de sus contenidos específicos es la ocasión de esta reunión. Ahora que no podemos realizarla bien vale oír ese fundamento y estudiar sus alcances. Esta ocasión fue además la ceremonia académica en que el profesor Fabio Cruz (fallecido en 2007) dejaba la dirección de la Escuela.

A continuación el video con la Clase de Alberto Cruz en 1984.

Parte 2. Aquel día de 1984

Carta de Carlos Covarrubias

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Parte 3. Ganarse la extensión

Dibujo de Isabel Margarita Reyes. Desde una calle sobre el Cerro Castillo mirando al Oriente hacia Avda, Marina y calle Valparaíso.

Hoy, una clase de Alberto Cruz. Esta me hace recordarlo a él. Él, que en alguna ocasión nos habló de este 'ganarse' tal como algunos de uds habrán oído, en el campo se dicen unos a otros: 'yo me gano aquí' cuando quieren, en alguna reunión, ubicarse.

En estos tiempos de cuerentena nos hemos quedado bastante desprovistos de extensión. Y, sin embargo, como nos dice Carlos, estamos llamados a abrir la opción de una obra que es lo que hacemos en la Escuela. Así, una pequeña tarea: un croquis de algo, entre lo que nos rodea, que esté puesto ahí por puras ganas. Pues, tal vez, lo no necesario nos abra a mirar, dentro de lo necesariamente confinado, permanece lo gratuito cual un "ganarse la extensión" que es ello lo que abre la opción de una obra.

Por atrás de los edificios y sobre los techos las salientes hacia atrás y sobre son un "ganarse" la extensión. Este "ganarse" es ¿por necesidad o por gratuidad?

20 de marzo, 50 años de la Ciudad Abierta

Diario Oficial, lunes 30 de marzo de 1970

En medio de la realidad más extrema que hubiéramos experimentado en nuestras vidas y encerrados casi todos en el confinamiento que ofrece una cuarentena ante una pandemia mundial, surge la mirada que uno mismo puede darse sobre las cosas suyas, de los demás y de todos juntos; en la proximidad de lo más propio se despliega el mundo que ha entrado hasta nuestras mesas y lo que está afuera ya no es tangible por un largo tiempo.

En la detención operan las virtudes; esta mañana Isabel Margarita enviaba un mensaje con un «Hoy, 20 de marzo, 50 años de la Ciudad Abierta». El día ya no podía reunirnos, solo conmemorar con esa distancia entre nosotros y junto al hecho mismo y su rememoración. Guardé silencio unos minutos cuando David Jolly respondió con «Apertura de los terrenos»,[1] y sin la dilación de un pequeño respiro, ella remata mortalmente con «la fecha que no pudo ser»; como una cifra a la que se le aplica una acción matemática a contrario sensu, palabra más se pronunció seguidamente, nada más se oyó hasta del fin del día en un chat que a diario bulle, y ahora más como vía de comunicación en el encierro; el tema de la fecha y «lo no sido» parece encerrar un confín poético que trataba de escrutar; tras ese impulso, me incliné a escribir estas anotaciones cuando caía en la cuenta que aquella y tanta edad que celebraba la Ciudad Abierta era también la mía; entonces cuanto podría yo venir aquí a decir atiende a mi relación hermana con su nacimiento, pues que fuimos dados a luz al mismo tiempo.

Isabel es inspiradora con su verso y anverso, platica con los números; su refugio en la intimidad del oficio que «oye a la poesía» nos abre la memoria hasta el punto que la origina –sabido es que el presente es eco de un origen; el recuerdo tiene su momento: kairós. El 20 de marzo de 1970 es una fecha «ha-lugar» en la fundación de la Ciudad Abierta; el valor del lugar y la fecha como acontecimiento aquí no existe puesto que ellos están desplazados en el tiempo por una indicación poético-filosófica que proviene también de otro lugar; Fédier había propuesto esa fecha para 1969, como conmemoración del «centenario de la muerte de Federico Hölderlin»; aquí hay un yerro doble: el poeta alemán nace en Lauffen am Neckar en la fecha, pero de 1770; de modo que se cumplían 200 años de su nacimiento al año siguiente; aquí hay algo imprevisto, puesto que efectivamente 1970 calzó con la proposición equivocada, y tendría lugar. Puede eventualmente deberse el mote a un error tipográfico en la edición del «Agora 7.1.1971»; lo que de ser, invalidaría esta notación que hago sobre el desplazamiento; pero continuo.

Era una fecha dada, y como señala Godofredo Iommi, «sin ese propósito» (apertuda de los terrenos); a mi entender él la toma como signo de un «momento», y su desplazamiento en el tiempo hace que el lugar se vuelva «ha lugar», sólo por voluntad poética de «oír el llamado». Es el modo de tener lugar de una tal apertura; los actos realizados son entonces el calce de ese destiempo; con más precisión, «la fecha tuvo lugar en la isla de los pájaros» tomando para sí, la Ciudad Abierta, el océano Pacífico y su lugar-lonja en el continente americano; desde allí, ella tiene como horizonte su propia aventura –según la Cruz del Sur sobre América del Sur en Amereida. Una concepción del lugar que viene también de ella, de la travesía, del continente, cuya visión de América había otorgado un poema; Amereida aparece en 1967 como una obra de la palabra hecha por todos y convertida en poesía; el paso consecutivo era esa obra transformada por el arte de los oficios de hacer ciudad. Tras la Reforma Universitaria en 1967 y 1968, Godo aboga por una «agrupación» que aunara las realidades del servilismo de sus necesidades; 1969 es el año en ciernes. En esos tráfagos Henry Tronquoy murió de improviso; hecho crucial en la fundación de la Ciudad Abierta y la aparición de los Diseños en la Escuela de Arquitectura; mismo momento, mismo kairós.

El sentido y significación de esta fecha está expresamente tratado en un texto de Godo aparecido en el número 40 de la Revue de poésie de febrero de 1971 dedicada a Píndaro, que he traducido del francés como «Tres momentos»[2] y se puede leer en la edición Poética IV Ciudad Abierta, en preparación para este año 2020, en la cual se encuentran los escritos fundacionales de la Ciudad Abierta de la mano del propio poeta.

En efecto, si vamos al decreto que «autoriza la existencia» de la Cooperativa Amereida, dictado el 19 de marzo de 1970 y publicado en el Diario Oficial el 30 del mismo mes, tenemos esta otra fecha; la última, que da principio a la Ciudad Abierta, pero su origen está más atrás, como hemos visto, en aquél llamado.

Isabel quizá comprenda el valor del 0 (cero) en el conjunto de los números como un kairós, tiempo indeterminado en el que trabaja el dios, donde tiene lugar el origen y su aparecimiento; y la forma de manifestarse es un debate entre los días y los actos. El lapso que significa este momento de fundación, opera como una sustracción del tiempo en un espacio determinado:

   Ven! A lo abierto, amigo!
   Cierto, lo brillante restado,
   hoy, bajo y estrecho, nos encierra el cielo,
   ni los cerros están ni aun abiertas de los bosques
   las cumbres, al deseo
   y vacío descansa de canciones el aire.
   [...]

Hölderlin[3]

Manuel Sanfuentes


Semana 2. Miércoles 1º de Abril

Parte Primera. Eneida - Amereida

La semana pasada les presentamos una clase magistral del arquitecto y fundador de nuestra Escuela y de la Ciudad Abierta Alberto Cruz Covarrubias. Es el turno de hacerlo con el poeta Godofredo Iommi Marini, fallecido el 20 de febrero de 2001.

G. Iommi en un acto poético en Horcones, en 1964 G. Iommi en una Phalène en las playas de la Ciudad Abierta en 1973

Lo que sigue a continuación es la primera clase del Taller de América de 1981 y que fue editada y publicada internamente por el Taller de Investigaciones Gráficas, de la Escuela de Arquitectura UCV en 1982. Durante treinta años se leyó ese texto y se convirtió en uno de los fundamentos poéticos de nuestra Escuela, hasta que en 2011 hallamos en el Archivo Histórico José Vial Armstrong una caja llena de cassettes, sin rotular ni mayor información. Aunque decía en una pequeña etiqueta "Archivo de la Palabra". Para nuestra sorpresa estaban allí varias clases de nuestros maestros mayores; y estaba "Eneida Amereida". Oímos, digitalizamos, remasterizamos, transcribimos, apuntamos, etc. Hoy una buena parte del "Archivo de la Palabra" está disponible en la plataforma SoundCloud; lo antiguo y lo más nuevo.

En este segundo encuentro de nuestro Taller de Amereida 2020 entonces oiremos la clase magistral del poeta Godofredo Iommi "Eneida Amereida". Para ayudar en esta tarea hay varias alternativas:

  1. La edición primera de Eneida-Amereida está integra en nuestra Biblioteca Con§tel
  2. En 2016 publicamos Eneida - Amereida. Edición anotada que es un trabajo exhaustivo sobre la grabación original. De hecho se puede ir leyendo o oyendo la grabación al mismo tiempo.
  3. En el proyecto editorial "Colección Poética Godofredo Iommi" se publicó en 2018 el volumen III titulado América, Américas Mías. A partir de la página 59 está "Eneida Amereida". Esta edición se basó en los manuscritos de Iommi, conservados en el Fondo Iommi-Aminátegui, y en las grabaciones del AHJVA.

En el SoundCloud del Archivo Histórico José Vial Armstrong:

Parte segunda. Poesía y oficio

Carta de Carlos Covarrubias

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Parte tercera. Distancia, lejanía

Godo nos dice: ' la piedad latina'. Abertura, hospitalidad, extensión o "pietas". La Piedad de Miguel Angel en San Pedro, Roma. La extensión del cuerpo laxo sobre los pliegues del vestido que lo acogen.
Asomarse por una ventana en la casa y observar algunos perfiles, cercanos o lejanos. ¿Cuáles otorgan lejanía y no mera distancia? O, ¿cuáles son pura distancia sin lejanía?
Una observación desde el Muelle Barón. Aún permanacen esos negros en Valparaíso. Ellos ubican los perfiles de las edificaciones contra el cielo cual puntos densos. Así mismo, pájaros posados en la grúa. Negros. Puro perfil. Los perfiles, cual el horizonte, otorgan lejanía más allá de la distancia

Parte cuarta: La Eneida en América

Mapa Portugués, 1490; en Narrative and critical history of America Vol. II p. 41; Winsor, Justin, 1831-1897; Boston, New York : Houghton, Mifflin and Company, c1884-c89.

A partir de las últimas lecturas precedente,[4] se puede aventurar una premisa general que se propone aunar la nueva América a la tradición de Occidente, ésto, a través de la Eneida que resuma la épica de la fundación del pueblo nuevo que dará origen a la latinidad, Roma. En esta conjunción es donde surge el poema de [Amereida] para trocar en virtud el impedimento, América tiene lugar en esa aceptación; para ello el poema da pie a un rendez-vous (sic) donde se encuentra lo dispar y lo homogéneo; se está ante un lugar no previsto pero que abre entonces la posibilidad de un mundo nuevo. La configuración renovada del mapamundi incorpora, al paso de sus hallazgos, las tierras nuevas descubiertas que van palmo a palmo dibujando el nuevo mapa de América; como una epifanía, su aparición revelaba algo al mundo, otorgaba una completitud de la que hasta allí carecía: un Todo, y la idea de sí mismo como totalidad. No poco se ha notado este momento como promotor de los Tiempos Modernos; y a su vez, el paso consecutivo al Renacimiento en Europa occidental no omite su remisión a la hazaña de Colón y los conquistadores en las nuevas Indias occidentales. Acaso momento tal en la historia de la humanidad no tendrá un origen conmemorable, sino más bien una ráfaga de acontecimientos en los que la aparición de América parecía «acabar mundo» para dar paso a una unidad inédita hasta ese minuto. El soberbio y a la vez humilde gesto del desembarco en tierras incógnitas, se convertía en una metáfora del «más allá» que Occidente ya no tenía; debieron cruzar las puertas de Heracles para adentrarse al más ignoto de los mundos… para encontrar lo nuevo.

América hallada así de improviso no pudo inmediatamente advertir de su tamaño, y tardó a lo menos un siglo en cartografiar su inmensa envergadura de norte a sur, su continentalidad. En medio de este infinito esplendor sus pueblos fueron avasallados por esa misma épica del nuevo mundo; el humanismo tardío de la época sucumbió también ante la legislatura y normativa de la capital del Reino al otro lado del planeta. Junto a los escribanos, daban fe de los hechos en la Nueva España, la dispar pertinencia entre los hijos raptados de Europa y los indios a cuyas almas había que conquistar. El por qué no se respetó su culto es clave del proceso colonizador. Occidente tenía su épica ya separada de su ética más profunda. El mito de Europa conlleva la violencia del rapto.

La utopía y su misterio se trasladaron a América en tanto escenario factible de una tierra prometida, predicha por Colón; por eso la idea del rendez-vous como encuentro exótico, viene a exponer el modo europeo de despliegue y fundación; las Leyes de Indias son el más fiel testimonio de un llevar adelante que interviene con un procedimiento el llano y virgen esplendor de las tierras conquistadas. Así procedió Roma; así Occidente, así nosotros. La esperanza del encuentro es la posibilidad de dar lugar para que haya acontecimiento y marque la historia; entendiendo a ésta como el hilo de Occidente que toca el nuevo continente; la épica de Europa se transfiere desde el más lego polizón hasta el primer gobernador de La Española en 1492, y se traduce en la capacidad de civilización y pertenencia a un ethos, que finalmente da dominio sobre otros en los que no reconoce esos atributos; con esto puede así la ética derribar las fronteras de su humanidad, para volverse finalmente, y sin advertirlo, en víctima de su propia cultura. El pecado capital en América fue comprender lo nuevo no como un hallazgo sino como la continuidad civilizadora de los descubrimientos hasta el día de hoy. El término equívoco de «Indias» otorgado también por Colón a las tierras recién descubiertas, obedece a la omisión racional y consciente del continente nuevo, para habérselas –sabidamente– con las tierras del oriente que sí estaban en el proyecto impracticable de navegar hacia el poniente abriendo las rutas que llevara, a la vuelta del globo, a la India y a la China donde abundan las especias y el oro –se puede ver graficada esta omisión en el mapa de Paolo Toscanelli, que ya antes de partir Colón lo refería en sus escritos.

Mapa de Toscanelli, c. 1474; reconstrucción tomada de Das Ausland, 1867; ibid p. 103

La detención sobre Cristóbal Colón, su reiteración y su hito, tiene un valor trascendente, puesto que da curso en adelante al advenimiento de una tradición heredada de la antigua Grecia donde la vacilación, la piedad –pietas– y la muerte, juntas, representados en Eneas frente a Turno antes de sellar el destino de ambos, son constituyentes del espíritu latino que nos trae primeramente el genovés y enseguida el proceso transatlántico de la Conquista, tornando con ello el nuevo territorio en vasallo de un imperio colonial, en principio español, donde la latinidad tiene línea directa a través del Mediterráneo. Tratamos con una cultura traspasada en el tiempo: En el siglo I a.C. Virgilio escribe la Eneida que sigue los hechos de la Odisea del s. VIII a.C, en ella Homero va más atrás todavía; hacia un espíritu y un ethos que se nutren del coraje y determinación de darle forma al mundo a través de la propia vida; de semejante manera, en el siglo XIV, Dante se guía de Virgilio en el camino de la Divina Comedia. Bajo el mismo influjo, más tarde, los himnos y odas de Friedrich Hölderlin, en el XIX, como es el caso de Ida al campo, cantando idéntica luz, se allegan hasta nosotros poniendo de relieve la luz que llegando de escorzo, perfila aquí una cultura entrelazada con una visión ancestral del mundo que no tiene origen en Europa; por eso la ceguera sin historia del «eslabón perdido» dejó sin lugar a los pueblos antiguos hasta reducirlos y desaparecer. Será recién en los siglos XX y XXI donde asistiremos a una revisión del ser americano a la luz de la historia que había recorrido ya 500 años; Amereida se ubica en el primero, en continuidad y contrapunto con la modernidad europea, y que para el siglo XXI replegará su reflexión en territorio americano y latinoamericano; dejando su correspondencia con Europa sin continuidad.

Con todo, el rendez-vous y el encuentro, tras el hecho contumaz, puede albergar las diferencia y reconocer los vínculos que abren una comprensión latino-americana del propio continente y su posición en el mundo. Vacilación, piedad y muerte, son momentos de un mismo acto que funda la tradición de Occidente; velis nolis, todavía la nuestra.


Manuel Sanfuentes.


Semana 3. Miércoles 15 de Abril

Parte Primera. Acto de la Demora

En el otoño de 1989 todos los alumnos de la escuela recibimos una invitación.

invitación original

La Ciudad Abierta nos invitaba a todos al Acto de la Demora. La celebración fue desde las diez de la mañana hasta el atardecer. El año pasado en 2019, decenas de ex alumnos de la Escuela nos reunimos en la Ciudad Abierta para celebrar los treinta años del Acto de la Demora. Algunos de ustedes, alumnos actuales de la Escuela, estuvieron presentes para esta celebración de tres décadas después.

Sucede que aquel acto poético tuvo y aún hoy mantiene vigente sus aberturas extraordinarias. En ocasiones como esta cada uno de los asistentes construye su propio recuerdo, su particular relato y ha elabora su cuento al respecto. Sin embargo, en raras oportunidades la memoria se vuelve colectiva más allá de la individualidad; se produce comunidad cuando la poesía alcanza a cantar un mito. Aquel día el poeta hizo a cada uno, en susurros al oido, una pregunta. Para todos fue exactamente la misma. Y es la pregunta que todos los exalumnos fuimos a replantear (jamás a responder) treinta años después de celebrado el acto: ¿Cuál es el alba perpetua de tu origen?

Pregunta del poeta.png Pregunta del poeta 2.png

El video que está arriba es una edición breve del registro completo del acto. Este registro completo también está en nuestra plataforma de Vimeo y se puede ver aquí.

La Demora en Amereida

en la página 182, Amereida, también intenta una traducción del verso was bleibet aber stiften die dichter, que aparece en el poema Andenken, de Friedrich Hölderlin. Reconociendo la dificultad insalvable que enfrenta siempre este ejercicio de pasar una voz desde una lengua a otra: Amereida se pregunta:

¿qué quiere decir stiften?
no es fundar y es fundar dar ocasión stiften es el donador
aquel cuyo presente o don hace posible una realización
el poeta es tal donador sobre lo cual puede ser realizado
lo que demora

virgilio como donador de la latinidad

Parte segunda. Vacilación y demora

La vacilación de Eneas.En ella se produce un instante en el que se detiene la acción. Se queda alli 'entre': entre lo a acometer y el cometido. En ese instante, en ese pequeñísimo tiempo, allí, habita la piedad.

De-morar. De 'morar'. Permanecer, habitar, morar demoradamente entre un instante y otro.

Hoy estamos en un tiempo demorado. Este tiempo no es un instante. Se demora. Permanece en su morar y, al demorarse, lo habitamos. En nuestras casas habitando demoradamente pues la espada sobre nuestras cabezas se ha detenido, ya sea para bajar o retirarse, por un tiempo largo. Ahí, entonces, observar aquello que está 'entre' dosy extremos, dos lugares, dos momentos. Ello proviene de aquí: el Muelle Vergara.

Aproximándonos al agua en un nivel más bajo. Pero nos quedamos entre arriba y abajo ante el horizonte. También este estar 'entre' conforma o está en esa potencia de interior, aún aquí, en esta intemperie.

Parte tercera. ¿Cuál es el alba perpetua de tu origen?

Carta de Carlos Covarrubias

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Notas

  1. La «Apertura de los terrenos» es el momento fundacional de la Ciudad Abierta, su relación original entre palabra y lugar; David tiene razón aquí con adjuntarla a la fecha recordada por Isabel. Es en la edición Ciudad Abierta | Ágora 7.1.71, donde se documenta los 4 «actos de apertura de los terrenos».
  2. En rigor, el escrito carece de título, con las palabras « Trois moments » da inicio a lo que parece más una carta; tomamos esa entrada para nombrarlo. Dentro del conjunto de los escritos de Godofredo Iommi sobre la Ciudad Abierta, éste escrito no estaba documentado; hace un par de años el envío y posterior lectura de la edición original, de parte de Oscar Andrade que lleva estudios doctorales sobre la ronda, y probablemente sus vínculos poéticos, me aportaba una visión ampliada de los «actos de apertura» al cotejarlos con la edición del «Ágora 7.1.71» (comúnmente llamada «Apertura de los terrenos»). Esta amplitud va desde la noción de lugar señalada, hasta el otro lugar que ha sido testigo de su nacimiento; Godo le habla a Europa, lo que ha señalado en la «Apertura de los terrenos»; pero esta vez es más intimista, va más lejos en su relato, señala nuevos episodios de esas fechas.
  3. «Ida al campo», fragmento, Hölderlin, Friedrich. Gedichte 1800-1804, Elegien. Der Gang aufs Land. Poema leído en los actos de apertura; el canto nombra poéticamente palabras caras a la Ciudad Abierta en su fundación; desde aquellos días una placa de bronce con los versos grabados conmemora el momento.
  4. Me refiero particularmente a la lectura propuesta de Eneida-Amereida de Godofredom Iommi, en sus variantes escritas y de audio; doy por supuesto su conocimiento al referirme a conceptos e ideas allí planteados. Me remito también al texto casi idéntico, pero más contractado, que Godo expuso en la Universidad de Concepción en enero de 1982 con el título de La Eneida y América; sin hacer mención alguna a Amereida, despliega los mismos argumentos aquí tratados como constituyentes; dicha omisión da cuenta que el proceso cultural puede presentarse sin su remisión a una poética; sin embargo, tal vez modestia aparte (sería extraño), el hilo descrito pasa efectivamente por obras poéticas; y Amereida sería entonces una de ellas, sin que su autor lo señale expresamente, quizá para no dejarla como una respuesta.