Diferencia entre revisiones de «Taller de Amereida 2004»

De Casiopea
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==Trimestre 1==
==Trimestre 1==
===Clase 1===
===Clase 1===
'''Fábula'''
Primera clase del 16 de marzo de 2004.
Antes de que el mundo fuese el mundo, antes de la creación de todas las cosas, existía un panteón de dioses que habitaban en Caos. Entre seres y no seres, dioses y entes y fuerzas oscuras se libraban feroces batallas que duraban eternidades inconmensurables. No había calma ni silencio ni paz ni descanso. Luego, en un instante feroz, el dios Cronos dio muerte a Caos, acaso su padre, y se convirtió en rey y dio inicio al tiempo. Instauró las eras, los transcursos, el devenir, pero mantuvo el desorden y gobernó cruelmente el pasado, el presente y el futuro. Él era todos los tiempos, todos los augurios, todas las herencias, todas las suertes. Cronos, el rey de los dioses y del tiempo, sufría el horror al final, al término, a que el anuncio del cumplimiento fatal de su propia vida fuese igual a la de su padre. Entonces mataba y devoraba a sus hijos para mantener el poder y la gloria. Así eliminaba el futuro sacrificando el presente. Edificó el reino estático, invariable, donde los hechos transcurrían eternamente del mismo modo y a la misma velocidad. La realidad se consumía sobre su figura y su trono derramándose como sangre y oscuridad. Hasta que fue engañado por su esposa. Hera salvó a uno de sus hijos del homicidio, lo ocultó y lo crió hasta que estuvo fuerte para enfrentarse al padre y así cumplir una vez más con la forma del tiempo. Fue Zeus, quien finalmente mató a Cronos y restableció el modo del tiempo griego; uno en que padres e hijos combaten y se dan muerte unos a otros para gobernar. Es el sino que gobierna desde la voz de los oráculos, cuyas divinaciones habrán de realizarse sin excepciones; el futuro, trágico o benéfico, está desde antes de antes establecido.
Zeus es ahora el rey de los dioses, y hereda también el temor a que sus hijos lo maten algún día. Decide entonces no tener hijos-dioses. Pero para ello hace falta otro universo distinto, uno en que existan otros seres y en que por ejemplo tenga sentido la historia, es decir, uno en el que el pasado, el presente y el futuro sean momentos radicales y soberanos. Zeus se aboca a la Creación, y crea el universo y todas las cosas y al hombre y a la mujer. Cuando ha terminado llama a todos los dioses para que contemplen la labor. Sobreviene un gran silencio de admiración frente a la belleza de la creación. Zeus les pregunta si hace falta algo y los dioses consienten en que sí falta algo. Falta la palabra, porque sólo la palabra elogia la belleza de la creación. Entonces Zeus crea las musas. Entonces los poetas pueden cantar cuando las musas se acercan a ellos.
Mnemosine, la madre de las musas, se convierte en la memoria y envía a Clío, la que ofrece la gloria, a danzar con algunos elegidos y así la historia nace para que el tiempo sea. Sin embargo, el tiempo griego es poderoso y todavía el destino está sujeto a la voluntad profunda de las fuerzas superiores que dominan incluso a los anhelos de los dioses mismos. Nadie puede escapar a lo que le ha sido designado y entregado.
Durante miles de años los hombres deben obedecer y toda rebelión es inútil. Y esta tradición pasa de generación en generación y de templo en templo por todos los confines de occidente. Hasta que un hombre -hijo de un dios- instaura un nuevo modo del tiempo, que ya no implica matar a su padre para heredar el reino. Fue Cristo quien propuso la libertad para hacer cada cual su propia vida y para que todos, sin excepción puedan heredar el reino.
Desde entonces es posible que cada acción sea una decisión libre y fundamental que sirva para construir el presente y el futuro e incluso el pasado. Desde entonces la historia cobra sentido porque el tiempo compuesto por pasado, presente y futuro ha sido instaurado como trinidad y ya no como un ente unitario intransformable que domina sanguinariamente sobre los otros. Desde entonces Clío vuelve y vuelve sobre la tierra para que los hombres conozcan su origen y así tengan el poder de construir su propio destino.
Y nuestro primer origen es Cronos. Y los hombres consagrados al primer origen harán crónicas. Y sólo desde ellas es que podremos preguntarnos y respondernos hacia el destino.
Por eso amereida recoge a los cronistas de América como voz poética fundamental y fundadora y durante este trimestre nosotros prestaremos oidos a esa extraordinaria canción.
===Clase 2===
===Clase 2===
===Clase 3===
===Clase 3===

Revisión del 11:47 16 oct 2012



Asignatura(s)Taller de Amereida
Año2004
TalleresARQ 1º, ARQ 2º, ARQ 3º, ARQ 4º, ARQ 5º, DIS 1º, DG 2º, DG 3º, DG 4º, DO 2º, DO 3º, DO 4º
ProfesoresAlberto Cruz, Jaime Reyes, Manuel Sanfuentes, Andrés Garcés
Palabras Clavearquitectura, poesía, diseño, amereida, poética
Carreras RelacionadasArquitectura, Diseño Gráfico"Diseño Gráfico" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property., Diseño Industrial"Diseño Industrial" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.

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Fotografías

Clases de Jaime Reyes

Trimestre 1

Clase 1

Fábula

Primera clase del 16 de marzo de 2004.

Antes de que el mundo fuese el mundo, antes de la creación de todas las cosas, existía un panteón de dioses que habitaban en Caos. Entre seres y no seres, dioses y entes y fuerzas oscuras se libraban feroces batallas que duraban eternidades inconmensurables. No había calma ni silencio ni paz ni descanso. Luego, en un instante feroz, el dios Cronos dio muerte a Caos, acaso su padre, y se convirtió en rey y dio inicio al tiempo. Instauró las eras, los transcursos, el devenir, pero mantuvo el desorden y gobernó cruelmente el pasado, el presente y el futuro. Él era todos los tiempos, todos los augurios, todas las herencias, todas las suertes. Cronos, el rey de los dioses y del tiempo, sufría el horror al final, al término, a que el anuncio del cumplimiento fatal de su propia vida fuese igual a la de su padre. Entonces mataba y devoraba a sus hijos para mantener el poder y la gloria. Así eliminaba el futuro sacrificando el presente. Edificó el reino estático, invariable, donde los hechos transcurrían eternamente del mismo modo y a la misma velocidad. La realidad se consumía sobre su figura y su trono derramándose como sangre y oscuridad. Hasta que fue engañado por su esposa. Hera salvó a uno de sus hijos del homicidio, lo ocultó y lo crió hasta que estuvo fuerte para enfrentarse al padre y así cumplir una vez más con la forma del tiempo. Fue Zeus, quien finalmente mató a Cronos y restableció el modo del tiempo griego; uno en que padres e hijos combaten y se dan muerte unos a otros para gobernar. Es el sino que gobierna desde la voz de los oráculos, cuyas divinaciones habrán de realizarse sin excepciones; el futuro, trágico o benéfico, está desde antes de antes establecido.

Zeus es ahora el rey de los dioses, y hereda también el temor a que sus hijos lo maten algún día. Decide entonces no tener hijos-dioses. Pero para ello hace falta otro universo distinto, uno en que existan otros seres y en que por ejemplo tenga sentido la historia, es decir, uno en el que el pasado, el presente y el futuro sean momentos radicales y soberanos. Zeus se aboca a la Creación, y crea el universo y todas las cosas y al hombre y a la mujer. Cuando ha terminado llama a todos los dioses para que contemplen la labor. Sobreviene un gran silencio de admiración frente a la belleza de la creación. Zeus les pregunta si hace falta algo y los dioses consienten en que sí falta algo. Falta la palabra, porque sólo la palabra elogia la belleza de la creación. Entonces Zeus crea las musas. Entonces los poetas pueden cantar cuando las musas se acercan a ellos.

Mnemosine, la madre de las musas, se convierte en la memoria y envía a Clío, la que ofrece la gloria, a danzar con algunos elegidos y así la historia nace para que el tiempo sea. Sin embargo, el tiempo griego es poderoso y todavía el destino está sujeto a la voluntad profunda de las fuerzas superiores que dominan incluso a los anhelos de los dioses mismos. Nadie puede escapar a lo que le ha sido designado y entregado.

Durante miles de años los hombres deben obedecer y toda rebelión es inútil. Y esta tradición pasa de generación en generación y de templo en templo por todos los confines de occidente. Hasta que un hombre -hijo de un dios- instaura un nuevo modo del tiempo, que ya no implica matar a su padre para heredar el reino. Fue Cristo quien propuso la libertad para hacer cada cual su propia vida y para que todos, sin excepción puedan heredar el reino.

Desde entonces es posible que cada acción sea una decisión libre y fundamental que sirva para construir el presente y el futuro e incluso el pasado. Desde entonces la historia cobra sentido porque el tiempo compuesto por pasado, presente y futuro ha sido instaurado como trinidad y ya no como un ente unitario intransformable que domina sanguinariamente sobre los otros. Desde entonces Clío vuelve y vuelve sobre la tierra para que los hombres conozcan su origen y así tengan el poder de construir su propio destino.

Y nuestro primer origen es Cronos. Y los hombres consagrados al primer origen harán crónicas. Y sólo desde ellas es que podremos preguntarnos y respondernos hacia el destino.

Por eso amereida recoge a los cronistas de América como voz poética fundamental y fundadora y durante este trimestre nosotros prestaremos oidos a esa extraordinaria canción.

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