Título I, José Castro

De Casiopea
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Título
Alumno(s)José Castro González

La Lectura

Los fenicios (1200 a.C.- 539 a.C.) eran un pueblo que habitaba en una antigua región del cercano oriente que se extendía a lo largo del Levante mediterráneo, en la costa oriental del mar Mediterráneo. Al ser un pueblo comerciante tuvieron la necesidad de registrar cosas, y para esto desarrollaron un alfabeto fonémico que les permitía escribir los sonidos de las palabras, así permitiéndose almacenar información materialmente. Este alfabeto fue adquiriendo variaciones por su uso en diferentes lugares y sus culturas hasta que en un momento se creó el alfabeto del latín. Así se incorporó su práctica en diferentes, como es en el caso de la Grecia Arcaica existía sólo el lenguaje oral, y por esto toda la información permanecía guardada en las personas. Por esto adoptaron el uso de la escritura como una herramienta para el habla.

En el libro de Roger Chartier y Guglielmo Cavallo se explica el caso de esta forma:

"La alta Edad Media heredó de la Antigüedad una tradición de lectura que abarcaba las cuatro funciones de los estudios gramaticales (officia grammaticae): lectio, emendatio, enarratio y iudicium. La lectio era el proceso por el cual el lector tenía que descifrar el texto (discretio) identificando sus elementos -letras, sílabas, palabras y oraciones- para poder leerlo en voz alta (pronuntiatio) de acuerdo con la acentuación que exigía el sentido. La emendatio -un proceso que surge como consecuencia de la transmisión de manuscritos- requería que el lector (o su maestro) corrigiera el texto sobre la copia, por lo que a veces sentía la tentación de "mejorarlo". La enarratio consistía en identificar (o comentar) las características del vocabulario, la forma retórica y literaria, y,sobre todo, en interpretar el contenido del texto (explanatio). El iudicium era el proceso consistente en valorar las cualidades estéticas o las virtudes morales o filosóficas del texto (bene dictorum conprobatio). El lector había heredado también de la Antigüedad tardía un corpus de conocimientos gramaticales que servían más para facilitar el proceso de leer que para despertar el interés en el propio lenguaje.(...) Las gramáticas tradicionales consideraban la palabra como un fenómeno lingüístico aislado, utilizando criterios morfológicos para establecer un conjunto de clases de palabras llamadas "partes de la oración". Estas gramáticas presentaban y analizaban los paradigmas de formas asociadas ("declinaciones y conjugaciones") y las relaciones sintácticas superficiales entre las palabras en la construcción de oraciones ("concordancia"). De este modo las gramáticas eran de gran ayuda para el lector, facilitándole el análisis del texto y la identificación de los elementos de la lengua latina, que proporciona una gran cantidad de información morfológica por medio de temas y flexiones. Dicha ayuda resultó valiosísima durante los primeros años de este período, cuando los manuscritos se copiaban todavía en scriptio continua, es decir, sin separación de palabras ni indicación de pausas dentro de los párrafos."