Diferencia entre revisiones de «Técnica y Poética»
Sin resumen de edición |
|||
Línea 4: | Línea 4: | ||
|Autor=Jaime Reyes, | |Autor=Jaime Reyes, | ||
|Tipo de Publicación=Ensayo, Inédito | |Tipo de Publicación=Ensayo, Inédito | ||
|Colección=Amereida | |||
|Palabras Clave=poética, técnica, amereida | |Palabras Clave=poética, técnica, amereida | ||
|Línea de Investigación=Formación y Oficio | |Línea de Investigación=Formación y Oficio | ||
|Carreras Relacionadas=Arquitectura, Diseño Gráfico, Diseño Industrial, Náutico y Marítimo, Ciudad y Territorio | |Carreras Relacionadas=Arquitectura, Diseño Gráfico, Diseño Industrial, Náutico y Marítimo, Ciudad y Territorio | ||
}} | }} | ||
= | =El Pueblo de las Mesas.
La Hospitalidad en la Ciudad Abierta= | ||
==Resumen== | ==Resumen== | ||
La Ciudad Abierta de Amereida fue fundada en 1970 a través de una serie de actos poéticos, conocidos como la apertura de los terrenos. En dichos actos están cifradas las bases originarias de esta fundación poética, con el cual se ha intentado construir y habitar desde entonces esta Ciudad Abierta. | |||
La | La Ciudad Abierta de Amereida es un tiempo-lugar laboratorio donde se desarrolla una propuesta original, que se manifiesta principalmente en su arquitectura, el diseño y las artes; una propuesta de reunir vida, trabajo y estudio que ha sido llevada a cabo durante estas décadas. La poesía juega allí un rol esencial. | ||
La proposición poética esencial para el habitar en la Ciudad Abierta, desde su primer momento, es la hospitalidad. | |||
Es importante comprender el origen y la actualidad de la concepción poética de hospitalidad, consignada hasta ahora en los fundamentos de la Ciudad Abierta. Desde esa comprensión es posible abrir la realidad a nuevas fuentes para los oficios. | |||
A la luz de los hechos: qué es lo que verdaderamente ha sucedido; cuál ha sido la relación entre las voces poéticas que cantan la hospitalidad y las obras de los oficios que la construyen. | |||
La hospitalidad no es una idea inicial de esta comunidad de artistas, académicos y poetas, no está en el origen del grupo ni aparece en textos de los primeros años (1952). No se menciona ni una sola vez en en el poema Amereida. La hospitalidad es un concepto surgido de la poesía casi en el momento mismo del nacimiento de la Ciudad Abierta, en los inicios de la década del setenta, casi veinte años después de la refundación de la Escuela de Arquitectura. Ciudad Abierta y hospitalidad surgen al unísono y se deben una a la otra. La Ciudad Abierta requiere, para ser lo que es, que la hospitalidad sea su fundamento, y la realización concreta y actual existencia de la Ciudad Abierta es manifestación de la hospitalidad. | |||
Un modo concreto de construcción de hospitalidad es el habitar en hospederías, sin propiedad privada. Y dentro de estas hospederías se da la celebración del encuentro entre huéspedes a través de la mesa. | |||
Palabras Clave: hospitalidad, ciudad abierta, poesía, mesa | |||
==The People of the Tables. Hospitality in the Open City.== | |||
===Abstract=== | |||
The Open City was founded in 1970 by a series of poetic acts, known acts as the “opening of the land”. These kind of acts encrypt the original bases of poetic founding, which has attempted to build and inhabit the Open City since then. | |||
The Open City is a time-place lab where an original proposal is developed, which is mainly manifested in the architecture, design and the arts, but it is also a proposal to gather everyday life, work and study and has been carried out during these decades, where poetry plays an essential role. | |||
The essential poetic proposition for living in the open city, from its outset, is hospitality. | |||
Is important to understand the origin and topicality of the poetic conception of hospitality, recorded so far in the fundamentals of Open City. From this understanding it is possible open the reality to new matters for the ‘trades’. In light of the facts: what has really happened. Which has been the relation between the voices of poetry whom sing the hospitality and the works of the trades who build it. | |||
Hospitality is not an initial idea of this community of artists, scholars and poets, is not at the origin of the group and did not appears in texts from the early years (1952). It is not mentioned even once in the poem Amereida. Hospitality is a poetic concept poetry and emerged almost at birth of the Open City, in the early seventies, almost twenty years after the foundation of the School of Architecture. Open City and hospitality arise in unison and are due to the other. The Open City, to be what it is, to be what it is, requires to be what hospitality as its fundament, and concrete and actual implementation existence of the Open City is a manifestation of hospitality. | |||
A concrete method of construction hospitality is living in hospederías, without private property. And within these hospederías the celebration of the meeting between hosts occurs through the table. | |||
Keywords: hospitality, Open City, poetry, table. | |||
==La capacidad de oír al otro== | |||
La Ciudad Abierta nació para dar curso a la hospitalidad y ella está en el origen de todas sus obras. Pero no es un mandato formal, (las formas en libertad obedecen al cada vez, no a una fórmula) sino el acto principal que pretende ordenar la reunión del trabajo, la vida y el estudio. | |||
La primera explicación se halla en las palabras de Alberto Cruz C. que recogió Godofredo Iommi como definición para una hospitalidad poética: “¿Cuál es la hospitalidad poética? Una frase en boca de Alberto Cruz, hace muchos años, es la siguiente: “La capacidad de oír.” (Iommi 1984). Luego el poeta agrega que para que exista esa clase de hospitalidad se requiere oír con inocencia. Es la inocencia “en tanto que oír no es escuchar estando ya decidido, sino dejar que el otro se entrometa en el propio discurso con decisión o escisión” (Iommi and Cruz 1983). Pero el extremo de la hospitalidad poética va más lejos, no es suficiente permitir la intervención en el propio discurso, sino abrir la posibilidad de que lo otro sea junto con lo propio. Abrirse a una transformación. Por otra parte “es esta una hospitalidad frágil y gratuita pues por esencia es incoaccionable, se abre solamente ante el libre consentimiento mutuo. Débil e indefensa, siempre al filo de aparecer y desaparecer.” (Ibíd).
¿Qué es, realmente, oír al otro?, ¿cómo se ejerce esa capacidad? | |||
Uno de los hilos a seguir para hallar el origen de esta idea poética proviene del poeta alemán Friedrich Hölderlin, cuyos poemas fueron leídos en los actos de apertura; dice Hölderlin, en el segundo esbozo, en verso, de su poema Fiesta de la Paz: "Mucho ha experimentado el hombre. A muchos celestes ha nombrado, desde que somos un diálogo
y podemos oír unos de otros." (Onetto, 2005). | |||
Heidegger, interpretando estos mismos versos propone que “el ser del hombre se funda en el habla; pero ésta acontece primero en el diálogo”, donde el diálogo es “hablar unos con otros de algo.” (Heidegger 1988). El habla no es sólo un conjunto simple de palabras ordenadas por las reglas de la sintaxis. Se entiende el habla como lo hacía Hölderlin, es decir, como una conversación. Pero una conversación es algo más que hablar unos a otros acerca de algo. Una conversación, además de hablarnos, debe sostener y realizar el oírnos; oír unos de otros, oír al otro, a lo otro. Sólo al oírse mutuamente es posible llegar el uno al otro. El hecho de oír al otro, si se lo hace a conciencia y con verdadera entrega, trae consigo la transformación de quien oye. De hecho las palabras conversar y convertir tienen la misma raíz. El oír sincero es aquel que recibe lo que se oye para incorporarlo en lo propio, y así continuar, después de la conversación, con algo demás, con algo que antes no se tenía. Con-versar podría ser ubicar lo oído como palabra esencial, es dedicar el habla al hallazgo de las intimidades de las personas. Por eso Hölderlin sostuvo que toda nuestra existencia es portada en la conversación. Somos una conversación; que es cuando la palabra –la palabra esencial– relaciona lo uno con lo otro, a él con ella, a ella conmigo, a nosotros con ellos y con el mundo: “la unidad de este diálogo consiste en que cada vez está manifiesto en la palabra esencial el uno y el mismo por el que nos reunimos, en razón de lo cual somos uno y propiamente nosotros mismos” (Ibíd). Por eso lo que se propone hacer con la poesía, poetas y oficiantes, es oírla. En esa relación de conversación o diálogo sucede la posibilidad de disputar (“sin esta relación es también justamente imposible disputar” (Ibíd), y, según Iommi “debatir es permanecer abiertos” (cita requerida). En cuanto toda disputa tenga y contenga la posibilidad de transformar a quienes disputan. Para disputar es menester reunirse con lo otro, los otros, eso que Octavio Paz llamara la ‘otredad’. | |||
Por otra parte, el arquitecto y profesor Patricio Cáraves otorga a la hospitalidad la posibilidad de ser “aquel acto que el hombre realiza a partir de un encuentro. Así como
lo primero de un encuentro entre dos personas, es saludarse, cruce de palabra y gesto que crea lugar.” (Cáraves, 2007) | |||
== | ==El pueblo de las mesas== | ||
Godofredo Iommi consideraba a los ciudadanos abiertos (y a una comunidad poética en general) como “un pueblo de palomas”, en referencia dos citas: el verso de Rimbaud ''“L'Aube exaltée ainsi qu'un peuple de colombes”'' (del Alba exaltada como un pueblo de palomas) (Rimbaud and Jové 2003) y citando a Nietzsche en el sentido que “es a paso de paloma que se acercan los pensamientos que gobiernan el mundo” (Iommi 1984). Alberto Cruz C. y el propio Iommi, en sus clases, también se referían a este ‘pueblo’ comparándolo, como hiciera Lautreamont con la poesía, con una bandada de estorninos: | |||
<blockquote> | |||
Es el vuelo de una bandada de pájaros, que no vuela en ‘V’, por ejemplo, ni cómo muchos pájaros; como suelen pasar los patos que pasan por aquí unos tras otro, sino que vuelan dentro de una esfera. Dentro de la esfera los pájaros la cruzan, en todos sus diámetros, continuamente, al punto que uno mirando un pájaro pudiera pensar que la esfera no avanza. Y sin embargo, dentro de esta multiplicidad de movimientos la esfera se desplaza. Esta complejidad la frase aún no la ha conquistado</blockquote>. | |||
En un acto poético de la Ciudad Abierta, el poeta Carlos Covarrubias dijo que los ciudadanos abiertos eran “el pueblo de las mesas”. Esta imagen se ajusta a mejor a cómo se pretende ejercer la hospitalidad en la Ciudad Abierta; de hecho es un reflejo de cómo esta comunidad la ha puesto en práctica desde sus inicios. | |||
La hospitalidad nace con las rutas como una virtud que se ejercita con los peregrinos, los viajeros, acogiéndolos y prestándoles debida asistencia en sus necesidades. Ya en los antiguos caminos de Persia y luego en todos los que conducen a Roma debían existir lugares, distanciados por la duración de una jornada de viaje, que recibieran a los peregrinos. Por ejemplo La Caupona, de baja estofa frecuentada por vagabundos, prostitutas y viajeros pobres (Smith and Anthon 1870). La Tabernae, más parecidas a un hostal moderno (Ibíd). Las antiquísimas Locanda, también posadas y albergues de peregrinos, que conservan este nombre y función hasta hoy. Finalmente existieron las Mansio. Literalmente mansio, deriva de manere (que significa “lugar donde pasar la noche durante un viaje”) y eran paradas oficiales en una calzada romana, mantenida por el gobierno central para el uso de oficiales y hombres de negocios a lo largo de sus viajes por el imperio. Las mansiones estaban bajo la gerencia y supervisión de un oficial denominado mansionarius (Ibíd), de ahí al que se conoce como mesonero; el que tiene a su cargo un mesón. Este es el elemento que tenían todos estos lugares en común: el mesón. Lo primero de la hospitalidad es la existencia de un mesón, cuya principal característica es que además de servir como la mesa, sirve a la reunión de extraños reunidos en una ruta. No sólo se ocupa en la comida y la bebida, sino que provoca el encuentro de los huéspedes. La forma de ese encuentro no es otra que la conversación. En idioma español el huésped es al mismo tiempo el que es acogido y el que acoge; el que es recibido en la casa ajena como el dueño de casa. Se llama huésped al que hospeda y al hospedado. | |||
La poesía propone así que todos son huéspedes en la Ciudad Abierta, por eso los residentes permanentes habitan en hospederías y no en casas (fig. 1). El modo de habitar las hospederías nace en esa misma clase de encuentro, por eso lo primero de ellas es una mesa: “La Hospedería es “un espacio abierto a recibir al otro, el que pasa a ser un huésped y, para oírlo se lo recibe en la mesa blanca, que es el sitio donde todos los ahí sentados, están por igual” (Cáraves, 2007). El poeta Carlos Covarrubias una vez llamó a los ciudadanos abiertos “el pueblo de las mesas”. El primer edificio construido en la Ciudad Abierta, a comienzos de los años setenta fue la ‘Sala de Música’, recinto que subsiste hasta hoy en pleno uso (fig. 2). Por definición este edificio fue construido para la música, y la ha albergado en incontables oportunidades. Sin embargo, después de casi cincuenta años, el elemento principal que allí destaca no son ni instrumentos ni la posibilidad que tiene la sala de afinarse mediante sus paneles móviles: son sus mesas blancas. La ‘Sala de Música’ existe y se sostiene desde el inicio no porque allí se haya cuidado la música, no obstante la belleza, frecuencia o importancia de los intérpretes y los conciertos allí realizados, sino porque allí han sido dispuestas las mesas. Y en un número y disposición tales que puedan ser mesón. Allí los ciudadanos abiertos hacen de mesoneros (incluso con turnos establecidos, una vez a la semana, durante todo el año, desde hace décadas) y en ella son acogidos ellos mismos y los otros. Aunque no debe ser coincidencia que una sala de música se preste para dar cabida a la conversación, puesto que esa musa pide, primeramente, la capacidad de oír; ser, antes que nada, auditorio. Aunque hay un más bello nombre para aquellos que prestan su oído libre y desinteresadamente a algo, sin esperar ni reconocimiento ni crédito por ello: Oyentes. | |||
He aquí además la severa implicancia de la no propiedad; al igual que el mesonero, cada habitante de la Ciudad Abierta no es dueño de la hospedería que ocupa, sino que es huésped en ella. Cada habitante está en la misma condición que aque- llos que son recibidos al paso. Y cada habitante pretende dedicar su habitar a que en su mesa se produzca la conversación: “Vivir en hospederías ejerciendo la hospitalidad, ha llevado a concebir la mesa como espacio arquitectónico, es decir pensar – proyectar el vacío de la estancia desde la mesa.” (Cáraves, 2007)(fig. 3). | |||
Así comienza lo abierto. Sin embargo, esto es precisamente sólo el comienzo. | |||
La conversación que acontece en las mesas es el encuentro de los huéspedes no sólo en la fraternidad o en el saludo, sino también en los oficios. Ese encuentro ha sido llamado Ronda. Esta es muy distinta del trabajo en equipo, pues este último es una organización en la que cada componente tiene una función específica y acotada, en la que se actúa coordinadamente para un fin predeterminado; ya sea la obtención del triunfo deportivo o la conquista de un logro. Una ronda, en cambio, tiene el aire festivo y libre de los juegos, donde los seres son enlazados por el mismo pan y el mismo sueño (imágenes). | |||
La fiesta ‘ronda’ allí: | |||
<poem> | |||
donde
– ya sin pertenecernos ni vínculos aún pocos seremos | |||
multitud descompuestos descarados – | |||
ronda la fiesta (varios autores 1967)</poem> | |||
Habiendo dejado de pertenecerse es el grupo convertido, conversación mediante, en algo diferente que la sola suma de individualidades. Y no importa si el grupo está compuesto por muchos o por pocos. El rostro de cada cual ya no es la expresión exclusiva de la individualidad (fig. 4). En esta Ronda de los oficios los participantes han de estar disponibles y dispuestos para asumir y abocarse a cualquier tarea o labor, sin distinción de rango, para mantener abierta la vigilia y compartir la guardia del nacimiento del tiempo de lo abierto; la que cuida el debate de los oficios, lejos de su especialización. En la Ronda cada cual es centinela del goce de la obra hecha por todos. | |||
La hospitalidad puede suceder en cualquier ruta o lugar. ¿Cuándo y dónde ha lugar la hospitalidad? El propio Hölderlin lo dice en su poema Der Gang aufs Land, que fue leído en los actos de apertura de los terrenos de la Ciudad Abierta, en 1971: | |||
<poem> | |||
Venimos a consagrar con palabras plenas de sentido | |||
este suelo elevado, donde un sagaz mesonero | |||
construye una casa para que sus huéspedes | |||
puedan contemplar y saborear, como el más bello | |||
de los espectáculos, el panorama de esta rica comarca. (Hölderlin 1995)</poem> | |||
''Der Gang aufs Land'' no es una excursión al campo, ni una ‘salida a terreno’. Es la Tierra abierta y disponible al obrar de los oficios, pero a su vez augurando sus advertencias. La humanidad es apenas un soplo minúsculo en la vasta historia de la naturaleza y sean cuales sean nuestras acciones ella seguirá su curso. Con o sin la humanidad. Así ha sucedido desde la noche de los tiempos y así continuará allende la eternidad. Tal humildad ajusta los proyectos humanos y propone una Tierra lábil con cuyas transformaciones es posible unirse en un acuerdo breve, lúcido y potente. En ese acuerdo la humanidad acepta que todos sus esmeros convertirán a la Tierra en jardín sólo si se deja que todos vengan a él. | |||
==La mesa y la fiesta== | |||
El arquitecto P. Cáraves ha postulado “proyectar el vacío de la estancia desde la mesa” en la Ciudad Abierta. Luego este elemento, más propio del diseño, también ha sido construido a través de una abertura original. Lo primero es decir, aunque sea obvio, que una mesa no es simplemente un “mueble, por lo común de madera, que se compone de una o de varias tablas lisas sostenidas por uno o varios pies, y que sirve para comer, escribir, jugar u otros usos” (RAE 2015). El diseñador industrial Ricardo Lang V. ha propuesto que una mesa es la construcción de un acto de celebración. Esta celebración es “el ritmo que pulsa la pura posibilidad de hacer visible esa ocasión y no otra de los hombres allí convocados. A eso hemos llamado Acto.” (Lang, ). | |||
Para que aquello ocurra es preciso concebir cada celebración como un ‘cada vez’, es decir, construyendo objetos “efímeros, leves, para ser usados una sola vez”, “objetos que son aparecimiento y no solución” (Ibíd) (fig. 5). La celebración así concebida es una obrar, y se desarrolla en Ronda, junto a maestros, estudiantes y huéspedes. “Docencia y trabajo estrechamente ligados a las dimensiones del oficio, el arte y la poética de lo abierto” (Ibíd). Una mesa es ocasión de crear no sólo el objeto mismo y su acontecer cada vez con una nueva propuesta y nuevas formas, sino el ejercicio directo de la hospitalidad a través de dar existencia a la verdadera fiesta de la condición humana. | |||
==Conclusiones== | |||
El cuento del gigante egoísta es una metáfora potente para quienes anhelan fundar ciudades abiertas; la Tierra no sólo niega sus dones a quien no es capaz de ofrecerla en plena hospitalidad, sino que lo castiga con su esterilidad y con la fuerza desgarradora de lo inhóspito. ¿Son entonces, los terrenos y el ámbito de la Ciudad Abierta, ese jardín posible? ¿Ha sido abierta enteramente al juego de todos, a la llegada de los otros? | |||
==Bibliografía== | ==Bibliografía== | ||
*Caráves, P. (2007). La Ciudad Abierta de Amereida. Arquitectura desde la Hospitalidad. Tesis Doctoral, Departamento de Proyectos Arquitectónicos Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, Universidad Politécnica de Cataluña. | |||
* | |||
*Heidegger, M. (1988). Arte y Poesía. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica. | *Heidegger, M. (1988). Arte y Poesía. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica. | ||
* | *Hölderlin, F. (1995). Hölderlin, Poesía Completa (edición bilingüe). Barcelona, Ediciones 29. | ||
* | *Iommi, G. (1984). El Pacífico es un Mar Erótico. Dos Conversaciones. Viña del Mar, Taller de Investigaciones Gráficas, Escuela de Arquitecturay Diseño, PUCV. | ||
* | **(1984). Hay que Ser Absolutamente Moderno. Cuatro Talleres de América en 1979. Hay que ser absolutamente moderno. Viña del Mar, Taller de Investigaciones Gráficas, Escuela de Arquitectura y Diseño, PUCV. | ||
* | *Iommi, G. and A. Cruz (1983). De la Utopía al Espejismo. REVISTA Universitaria nº9. Santiago, Pontificia Universidad Católica de Chile: 17-25. | ||
*Lang V., R. (2008). Diseño y Celebración. Valparaíso. Ediciones Universitarias de Valparaíso. | |||
*Rimbaud, A. and J. F. V. Jové (2003). Poesía completa. Ediciones 29. | |||
*Smith, W. and C. Anthon (1870). A Dictionary of Greek and Roman Antiquities, Harper. | |||
*varios autores (1967). Amereida. Santiago, Editorial Cooperativa Lambda. | |||
*Onetto, B. 2005. Friedensfeier Fiesta de la Paz F. Hölderlin (Esbozo en prosa del poema). Documentos Lingüísticos y Literarios 28: 66-71. | |||
*Lautréamont, d. and A. Pellegrini (1964). Obras completas: Los cantos de Maldoror, poesías, cartas. Ediciones Boa. | |||
� | |||
==Índice de Imágenes== | |||
*Fig 1: Clase de Alberto Cruz C. en la ‘Cubícula Locanda’, Ciudad Abierta, 2010. Archivo Histórico José Vial Armstrong. Código: CAO loc 10 - Cubícula Locanda (Taller de Amereida) - 074. | |||
*Fig 2: Almuerzo en la ‘Sala de Música’. Ciudad Abierta, 2013. Archivo Histórico José Vial Armstrong. Código: CAV-MI mie 13 - almuerzo sala de música (24 abril) - 24. | |||
*Fig 3: Mesa en la Hospedería Pie de Cruz, Ciudad Abierta, 1985. Archivo Histórico José Vial Armstrong. Código: CAO pie 85 - Hospedería Pie de Cruz - 06. | |||
*Fig 4: Acto poético en el ‘Ágora del Fuego’, Ciudad Abierta, 1990. Archivo Histórico José Vial Armstrong. Código: CAA cen 90 - Cenotafio de Verónica Ross - 33. | |||
*Fig 5: “Mesa” diseñada por Ricardo Lang y sus Alumnos para un brindis. Ciudad Abierta, 2009. Archivo Histórico José Vial Armstrong. Código: CAV mat 09 - Matrimonio De Larraechea & Jolly - 084.Bibliografía |
Revisión del 08:22 22 mar 2016
Título | Técnica y Poética, las preguntas de amereida |
---|---|
Año | 2004 |
Autor | Jaime Reyes |
Tipo de Publicación | Ensayo, Inédito |
Colección | Amereida |
Palabras Clave | poética, técnica, amereida |
Línea | Formación y Oficio |
Carreras Relacionadas | Arquitectura, Diseño Gráfico"Diseño Gráfico" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property., Diseño Industrial"Diseño Industrial" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property., Náutico y Marítimo"Náutico y Marítimo" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property., Ciudad y Territorio"Ciudad y Territorio" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property. |
El Pueblo de las Mesas. La Hospitalidad en la Ciudad Abierta
Resumen
La Ciudad Abierta de Amereida fue fundada en 1970 a través de una serie de actos poéticos, conocidos como la apertura de los terrenos. En dichos actos están cifradas las bases originarias de esta fundación poética, con el cual se ha intentado construir y habitar desde entonces esta Ciudad Abierta.
La Ciudad Abierta de Amereida es un tiempo-lugar laboratorio donde se desarrolla una propuesta original, que se manifiesta principalmente en su arquitectura, el diseño y las artes; una propuesta de reunir vida, trabajo y estudio que ha sido llevada a cabo durante estas décadas. La poesía juega allí un rol esencial. La proposición poética esencial para el habitar en la Ciudad Abierta, desde su primer momento, es la hospitalidad.
Es importante comprender el origen y la actualidad de la concepción poética de hospitalidad, consignada hasta ahora en los fundamentos de la Ciudad Abierta. Desde esa comprensión es posible abrir la realidad a nuevas fuentes para los oficios.
A la luz de los hechos: qué es lo que verdaderamente ha sucedido; cuál ha sido la relación entre las voces poéticas que cantan la hospitalidad y las obras de los oficios que la construyen.
La hospitalidad no es una idea inicial de esta comunidad de artistas, académicos y poetas, no está en el origen del grupo ni aparece en textos de los primeros años (1952). No se menciona ni una sola vez en en el poema Amereida. La hospitalidad es un concepto surgido de la poesía casi en el momento mismo del nacimiento de la Ciudad Abierta, en los inicios de la década del setenta, casi veinte años después de la refundación de la Escuela de Arquitectura. Ciudad Abierta y hospitalidad surgen al unísono y se deben una a la otra. La Ciudad Abierta requiere, para ser lo que es, que la hospitalidad sea su fundamento, y la realización concreta y actual existencia de la Ciudad Abierta es manifestación de la hospitalidad.
Un modo concreto de construcción de hospitalidad es el habitar en hospederías, sin propiedad privada. Y dentro de estas hospederías se da la celebración del encuentro entre huéspedes a través de la mesa.
Palabras Clave: hospitalidad, ciudad abierta, poesía, mesa
The People of the Tables. Hospitality in the Open City.
Abstract
The Open City was founded in 1970 by a series of poetic acts, known acts as the “opening of the land”. These kind of acts encrypt the original bases of poetic founding, which has attempted to build and inhabit the Open City since then.
The Open City is a time-place lab where an original proposal is developed, which is mainly manifested in the architecture, design and the arts, but it is also a proposal to gather everyday life, work and study and has been carried out during these decades, where poetry plays an essential role.
The essential poetic proposition for living in the open city, from its outset, is hospitality.
Is important to understand the origin and topicality of the poetic conception of hospitality, recorded so far in the fundamentals of Open City. From this understanding it is possible open the reality to new matters for the ‘trades’. In light of the facts: what has really happened. Which has been the relation between the voices of poetry whom sing the hospitality and the works of the trades who build it.
Hospitality is not an initial idea of this community of artists, scholars and poets, is not at the origin of the group and did not appears in texts from the early years (1952). It is not mentioned even once in the poem Amereida. Hospitality is a poetic concept poetry and emerged almost at birth of the Open City, in the early seventies, almost twenty years after the foundation of the School of Architecture. Open City and hospitality arise in unison and are due to the other. The Open City, to be what it is, to be what it is, requires to be what hospitality as its fundament, and concrete and actual implementation existence of the Open City is a manifestation of hospitality.
A concrete method of construction hospitality is living in hospederías, without private property. And within these hospederías the celebration of the meeting between hosts occurs through the table.
Keywords: hospitality, Open City, poetry, table.
La capacidad de oír al otro
La Ciudad Abierta nació para dar curso a la hospitalidad y ella está en el origen de todas sus obras. Pero no es un mandato formal, (las formas en libertad obedecen al cada vez, no a una fórmula) sino el acto principal que pretende ordenar la reunión del trabajo, la vida y el estudio.
La primera explicación se halla en las palabras de Alberto Cruz C. que recogió Godofredo Iommi como definición para una hospitalidad poética: “¿Cuál es la hospitalidad poética? Una frase en boca de Alberto Cruz, hace muchos años, es la siguiente: “La capacidad de oír.” (Iommi 1984). Luego el poeta agrega que para que exista esa clase de hospitalidad se requiere oír con inocencia. Es la inocencia “en tanto que oír no es escuchar estando ya decidido, sino dejar que el otro se entrometa en el propio discurso con decisión o escisión” (Iommi and Cruz 1983). Pero el extremo de la hospitalidad poética va más lejos, no es suficiente permitir la intervención en el propio discurso, sino abrir la posibilidad de que lo otro sea junto con lo propio. Abrirse a una transformación. Por otra parte “es esta una hospitalidad frágil y gratuita pues por esencia es incoaccionable, se abre solamente ante el libre consentimiento mutuo. Débil e indefensa, siempre al filo de aparecer y desaparecer.” (Ibíd). ¿Qué es, realmente, oír al otro?, ¿cómo se ejerce esa capacidad?
Uno de los hilos a seguir para hallar el origen de esta idea poética proviene del poeta alemán Friedrich Hölderlin, cuyos poemas fueron leídos en los actos de apertura; dice Hölderlin, en el segundo esbozo, en verso, de su poema Fiesta de la Paz: "Mucho ha experimentado el hombre. A muchos celestes ha nombrado, desde que somos un diálogo y podemos oír unos de otros." (Onetto, 2005).
Heidegger, interpretando estos mismos versos propone que “el ser del hombre se funda en el habla; pero ésta acontece primero en el diálogo”, donde el diálogo es “hablar unos con otros de algo.” (Heidegger 1988). El habla no es sólo un conjunto simple de palabras ordenadas por las reglas de la sintaxis. Se entiende el habla como lo hacía Hölderlin, es decir, como una conversación. Pero una conversación es algo más que hablar unos a otros acerca de algo. Una conversación, además de hablarnos, debe sostener y realizar el oírnos; oír unos de otros, oír al otro, a lo otro. Sólo al oírse mutuamente es posible llegar el uno al otro. El hecho de oír al otro, si se lo hace a conciencia y con verdadera entrega, trae consigo la transformación de quien oye. De hecho las palabras conversar y convertir tienen la misma raíz. El oír sincero es aquel que recibe lo que se oye para incorporarlo en lo propio, y así continuar, después de la conversación, con algo demás, con algo que antes no se tenía. Con-versar podría ser ubicar lo oído como palabra esencial, es dedicar el habla al hallazgo de las intimidades de las personas. Por eso Hölderlin sostuvo que toda nuestra existencia es portada en la conversación. Somos una conversación; que es cuando la palabra –la palabra esencial– relaciona lo uno con lo otro, a él con ella, a ella conmigo, a nosotros con ellos y con el mundo: “la unidad de este diálogo consiste en que cada vez está manifiesto en la palabra esencial el uno y el mismo por el que nos reunimos, en razón de lo cual somos uno y propiamente nosotros mismos” (Ibíd). Por eso lo que se propone hacer con la poesía, poetas y oficiantes, es oírla. En esa relación de conversación o diálogo sucede la posibilidad de disputar (“sin esta relación es también justamente imposible disputar” (Ibíd), y, según Iommi “debatir es permanecer abiertos” (cita requerida). En cuanto toda disputa tenga y contenga la posibilidad de transformar a quienes disputan. Para disputar es menester reunirse con lo otro, los otros, eso que Octavio Paz llamara la ‘otredad’.
Por otra parte, el arquitecto y profesor Patricio Cáraves otorga a la hospitalidad la posibilidad de ser “aquel acto que el hombre realiza a partir de un encuentro. Así como lo primero de un encuentro entre dos personas, es saludarse, cruce de palabra y gesto que crea lugar.” (Cáraves, 2007)
El pueblo de las mesas
Godofredo Iommi consideraba a los ciudadanos abiertos (y a una comunidad poética en general) como “un pueblo de palomas”, en referencia dos citas: el verso de Rimbaud “L'Aube exaltée ainsi qu'un peuple de colombes” (del Alba exaltada como un pueblo de palomas) (Rimbaud and Jové 2003) y citando a Nietzsche en el sentido que “es a paso de paloma que se acercan los pensamientos que gobiernan el mundo” (Iommi 1984). Alberto Cruz C. y el propio Iommi, en sus clases, también se referían a este ‘pueblo’ comparándolo, como hiciera Lautreamont con la poesía, con una bandada de estorninos:
Es el vuelo de una bandada de pájaros, que no vuela en ‘V’, por ejemplo, ni cómo muchos pájaros; como suelen pasar los patos que pasan por aquí unos tras otro, sino que vuelan dentro de una esfera. Dentro de la esfera los pájaros la cruzan, en todos sus diámetros, continuamente, al punto que uno mirando un pájaro pudiera pensar que la esfera no avanza. Y sin embargo, dentro de esta multiplicidad de movimientos la esfera se desplaza. Esta complejidad la frase aún no la ha conquistado
.
En un acto poético de la Ciudad Abierta, el poeta Carlos Covarrubias dijo que los ciudadanos abiertos eran “el pueblo de las mesas”. Esta imagen se ajusta a mejor a cómo se pretende ejercer la hospitalidad en la Ciudad Abierta; de hecho es un reflejo de cómo esta comunidad la ha puesto en práctica desde sus inicios. La hospitalidad nace con las rutas como una virtud que se ejercita con los peregrinos, los viajeros, acogiéndolos y prestándoles debida asistencia en sus necesidades. Ya en los antiguos caminos de Persia y luego en todos los que conducen a Roma debían existir lugares, distanciados por la duración de una jornada de viaje, que recibieran a los peregrinos. Por ejemplo La Caupona, de baja estofa frecuentada por vagabundos, prostitutas y viajeros pobres (Smith and Anthon 1870). La Tabernae, más parecidas a un hostal moderno (Ibíd). Las antiquísimas Locanda, también posadas y albergues de peregrinos, que conservan este nombre y función hasta hoy. Finalmente existieron las Mansio. Literalmente mansio, deriva de manere (que significa “lugar donde pasar la noche durante un viaje”) y eran paradas oficiales en una calzada romana, mantenida por el gobierno central para el uso de oficiales y hombres de negocios a lo largo de sus viajes por el imperio. Las mansiones estaban bajo la gerencia y supervisión de un oficial denominado mansionarius (Ibíd), de ahí al que se conoce como mesonero; el que tiene a su cargo un mesón. Este es el elemento que tenían todos estos lugares en común: el mesón. Lo primero de la hospitalidad es la existencia de un mesón, cuya principal característica es que además de servir como la mesa, sirve a la reunión de extraños reunidos en una ruta. No sólo se ocupa en la comida y la bebida, sino que provoca el encuentro de los huéspedes. La forma de ese encuentro no es otra que la conversación. En idioma español el huésped es al mismo tiempo el que es acogido y el que acoge; el que es recibido en la casa ajena como el dueño de casa. Se llama huésped al que hospeda y al hospedado.
La poesía propone así que todos son huéspedes en la Ciudad Abierta, por eso los residentes permanentes habitan en hospederías y no en casas (fig. 1). El modo de habitar las hospederías nace en esa misma clase de encuentro, por eso lo primero de ellas es una mesa: “La Hospedería es “un espacio abierto a recibir al otro, el que pasa a ser un huésped y, para oírlo se lo recibe en la mesa blanca, que es el sitio donde todos los ahí sentados, están por igual” (Cáraves, 2007). El poeta Carlos Covarrubias una vez llamó a los ciudadanos abiertos “el pueblo de las mesas”. El primer edificio construido en la Ciudad Abierta, a comienzos de los años setenta fue la ‘Sala de Música’, recinto que subsiste hasta hoy en pleno uso (fig. 2). Por definición este edificio fue construido para la música, y la ha albergado en incontables oportunidades. Sin embargo, después de casi cincuenta años, el elemento principal que allí destaca no son ni instrumentos ni la posibilidad que tiene la sala de afinarse mediante sus paneles móviles: son sus mesas blancas. La ‘Sala de Música’ existe y se sostiene desde el inicio no porque allí se haya cuidado la música, no obstante la belleza, frecuencia o importancia de los intérpretes y los conciertos allí realizados, sino porque allí han sido dispuestas las mesas. Y en un número y disposición tales que puedan ser mesón. Allí los ciudadanos abiertos hacen de mesoneros (incluso con turnos establecidos, una vez a la semana, durante todo el año, desde hace décadas) y en ella son acogidos ellos mismos y los otros. Aunque no debe ser coincidencia que una sala de música se preste para dar cabida a la conversación, puesto que esa musa pide, primeramente, la capacidad de oír; ser, antes que nada, auditorio. Aunque hay un más bello nombre para aquellos que prestan su oído libre y desinteresadamente a algo, sin esperar ni reconocimiento ni crédito por ello: Oyentes.
He aquí además la severa implicancia de la no propiedad; al igual que el mesonero, cada habitante de la Ciudad Abierta no es dueño de la hospedería que ocupa, sino que es huésped en ella. Cada habitante está en la misma condición que aque- llos que son recibidos al paso. Y cada habitante pretende dedicar su habitar a que en su mesa se produzca la conversación: “Vivir en hospederías ejerciendo la hospitalidad, ha llevado a concebir la mesa como espacio arquitectónico, es decir pensar – proyectar el vacío de la estancia desde la mesa.” (Cáraves, 2007)(fig. 3).
Así comienza lo abierto. Sin embargo, esto es precisamente sólo el comienzo.
La conversación que acontece en las mesas es el encuentro de los huéspedes no sólo en la fraternidad o en el saludo, sino también en los oficios. Ese encuentro ha sido llamado Ronda. Esta es muy distinta del trabajo en equipo, pues este último es una organización en la que cada componente tiene una función específica y acotada, en la que se actúa coordinadamente para un fin predeterminado; ya sea la obtención del triunfo deportivo o la conquista de un logro. Una ronda, en cambio, tiene el aire festivo y libre de los juegos, donde los seres son enlazados por el mismo pan y el mismo sueño (imágenes). La fiesta ‘ronda’ allí:
donde
– ya sin pertenecernos ni vínculos aún pocos seremos
multitud descompuestos descarados –
ronda la fiesta (varios autores 1967)
Habiendo dejado de pertenecerse es el grupo convertido, conversación mediante, en algo diferente que la sola suma de individualidades. Y no importa si el grupo está compuesto por muchos o por pocos. El rostro de cada cual ya no es la expresión exclusiva de la individualidad (fig. 4). En esta Ronda de los oficios los participantes han de estar disponibles y dispuestos para asumir y abocarse a cualquier tarea o labor, sin distinción de rango, para mantener abierta la vigilia y compartir la guardia del nacimiento del tiempo de lo abierto; la que cuida el debate de los oficios, lejos de su especialización. En la Ronda cada cual es centinela del goce de la obra hecha por todos.
La hospitalidad puede suceder en cualquier ruta o lugar. ¿Cuándo y dónde ha lugar la hospitalidad? El propio Hölderlin lo dice en su poema Der Gang aufs Land, que fue leído en los actos de apertura de los terrenos de la Ciudad Abierta, en 1971:
Venimos a consagrar con palabras plenas de sentido
este suelo elevado, donde un sagaz mesonero
construye una casa para que sus huéspedes
puedan contemplar y saborear, como el más bello
de los espectáculos, el panorama de esta rica comarca. (Hölderlin 1995)
Der Gang aufs Land no es una excursión al campo, ni una ‘salida a terreno’. Es la Tierra abierta y disponible al obrar de los oficios, pero a su vez augurando sus advertencias. La humanidad es apenas un soplo minúsculo en la vasta historia de la naturaleza y sean cuales sean nuestras acciones ella seguirá su curso. Con o sin la humanidad. Así ha sucedido desde la noche de los tiempos y así continuará allende la eternidad. Tal humildad ajusta los proyectos humanos y propone una Tierra lábil con cuyas transformaciones es posible unirse en un acuerdo breve, lúcido y potente. En ese acuerdo la humanidad acepta que todos sus esmeros convertirán a la Tierra en jardín sólo si se deja que todos vengan a él.
La mesa y la fiesta
El arquitecto P. Cáraves ha postulado “proyectar el vacío de la estancia desde la mesa” en la Ciudad Abierta. Luego este elemento, más propio del diseño, también ha sido construido a través de una abertura original. Lo primero es decir, aunque sea obvio, que una mesa no es simplemente un “mueble, por lo común de madera, que se compone de una o de varias tablas lisas sostenidas por uno o varios pies, y que sirve para comer, escribir, jugar u otros usos” (RAE 2015). El diseñador industrial Ricardo Lang V. ha propuesto que una mesa es la construcción de un acto de celebración. Esta celebración es “el ritmo que pulsa la pura posibilidad de hacer visible esa ocasión y no otra de los hombres allí convocados. A eso hemos llamado Acto.” (Lang, ).
Para que aquello ocurra es preciso concebir cada celebración como un ‘cada vez’, es decir, construyendo objetos “efímeros, leves, para ser usados una sola vez”, “objetos que son aparecimiento y no solución” (Ibíd) (fig. 5). La celebración así concebida es una obrar, y se desarrolla en Ronda, junto a maestros, estudiantes y huéspedes. “Docencia y trabajo estrechamente ligados a las dimensiones del oficio, el arte y la poética de lo abierto” (Ibíd). Una mesa es ocasión de crear no sólo el objeto mismo y su acontecer cada vez con una nueva propuesta y nuevas formas, sino el ejercicio directo de la hospitalidad a través de dar existencia a la verdadera fiesta de la condición humana.
Conclusiones
El cuento del gigante egoísta es una metáfora potente para quienes anhelan fundar ciudades abiertas; la Tierra no sólo niega sus dones a quien no es capaz de ofrecerla en plena hospitalidad, sino que lo castiga con su esterilidad y con la fuerza desgarradora de lo inhóspito. ¿Son entonces, los terrenos y el ámbito de la Ciudad Abierta, ese jardín posible? ¿Ha sido abierta enteramente al juego de todos, a la llegada de los otros?
Bibliografía
- Caráves, P. (2007). La Ciudad Abierta de Amereida. Arquitectura desde la Hospitalidad. Tesis Doctoral, Departamento de Proyectos Arquitectónicos Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, Universidad Politécnica de Cataluña.
- Heidegger, M. (1988). Arte y Poesía. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica.
- Hölderlin, F. (1995). Hölderlin, Poesía Completa (edición bilingüe). Barcelona, Ediciones 29.
- Iommi, G. (1984). El Pacífico es un Mar Erótico. Dos Conversaciones. Viña del Mar, Taller de Investigaciones Gráficas, Escuela de Arquitecturay Diseño, PUCV.
- (1984). Hay que Ser Absolutamente Moderno. Cuatro Talleres de América en 1979. Hay que ser absolutamente moderno. Viña del Mar, Taller de Investigaciones Gráficas, Escuela de Arquitectura y Diseño, PUCV.
- Iommi, G. and A. Cruz (1983). De la Utopía al Espejismo. REVISTA Universitaria nº9. Santiago, Pontificia Universidad Católica de Chile: 17-25.
- Lang V., R. (2008). Diseño y Celebración. Valparaíso. Ediciones Universitarias de Valparaíso.
- Rimbaud, A. and J. F. V. Jové (2003). Poesía completa. Ediciones 29.
- Smith, W. and C. Anthon (1870). A Dictionary of Greek and Roman Antiquities, Harper.
- varios autores (1967). Amereida. Santiago, Editorial Cooperativa Lambda.
- Onetto, B. 2005. Friedensfeier Fiesta de la Paz F. Hölderlin (Esbozo en prosa del poema). Documentos Lingüísticos y Literarios 28: 66-71.
- Lautréamont, d. and A. Pellegrini (1964). Obras completas: Los cantos de Maldoror, poesías, cartas. Ediciones Boa.
�
Índice de Imágenes
- Fig 1: Clase de Alberto Cruz C. en la ‘Cubícula Locanda’, Ciudad Abierta, 2010. Archivo Histórico José Vial Armstrong. Código: CAO loc 10 - Cubícula Locanda (Taller de Amereida) - 074.
- Fig 2: Almuerzo en la ‘Sala de Música’. Ciudad Abierta, 2013. Archivo Histórico José Vial Armstrong. Código: CAV-MI mie 13 - almuerzo sala de música (24 abril) - 24.
- Fig 3: Mesa en la Hospedería Pie de Cruz, Ciudad Abierta, 1985. Archivo Histórico José Vial Armstrong. Código: CAO pie 85 - Hospedería Pie de Cruz - 06.
- Fig 4: Acto poético en el ‘Ágora del Fuego’, Ciudad Abierta, 1990. Archivo Histórico José Vial Armstrong. Código: CAA cen 90 - Cenotafio de Verónica Ross - 33.
- Fig 5: “Mesa” diseñada por Ricardo Lang y sus Alumnos para un brindis. Ciudad Abierta, 2009. Archivo Histórico José Vial Armstrong. Código: CAV mat 09 - Matrimonio De Larraechea & Jolly - 084.Bibliografía