Suelo como reflejo de la extensión

De Casiopea
Revisión del 11:20 4 abr 2014 de Karol.barrera (discusión | contribs.) (→‎Tercer Recorrido)
(difs.) ← Revisión anterior | Revisión actual (difs.) | Revisión siguiente → (difs.)
TítuloSuelo como reflejo de la extensión
Tipo de ProyectoProyecto de Taller
Palabras Claverecorrido
Período2014-
AsignaturaTaller de Diseño Gráfico 7ª Etapa,
Del Curso4º DG 2014,
CarrerasDiseño Gráfico"Diseño Gráfico" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
Alumno(s)Karol Barrera
ProfesorKatherine Exss, Herbert Spencer
URLhttps://github.com/kbarrera/suelo-como-reflejo--de-la-extension/tree/gh page

Mapas Conceptuales


Recorrido

mapa del recorrido

Maparec.jpg
  • Cubícula del poeta
  • Confín
  • Mesa del entreacto
  • Hospedería de la Alcoba
  • Calzada de aguas
  • Sala de música

Primer Recorrido

La primera salida por Ciudad Abierta constó de ciertas restricciones en cuanto a la representación del espacio, ya que las herramientas para plasmar el lugar provenían del mismo lugar, me refiero a improvisaciones con distintas ramas y vegetaciones que reemplazaban el lápiz o el pincel.

Segundo Recorrido

Se decide crear una continuidad en el recorrido, para que el usuario se adentre sutilmente, ya que el recorrido no es llegar de un lugar A a un lugar B, sino lo que ocurre entre el lapsus de éstos dos

Rec2b.jpg
Rec2a.jpg

Tercer Recorrido

En la tercera salida a terreno se plantea utilizar una paleta de colores limitadas para que se realce los cambios de suelo y éstos tomen protagonismo ante un sinfín de elementos que crea mayores dimensiones, principalmente por el gran matiz que hay de color en los arbustos y el follaje de la naturaleza.

Es por ésta razón que se dibujan los contornos con una trazo negro, que crea una apertura del espacio para integrarse con un blanco dibujado que corresponde al soporte.

Cuarto Recorrido

Elementos gráficos

Texto seleccionado

Acto del Reflejo

10) Otrora continuo devol- al - viéndose, al inicio, pero su línea de frentes cambiados su gesticulación de los pies a los pies y tantas que van con las manos y aquellas que traen los brillos con los atrapados o devueltos. Pues al suelo en una sola secuencia cada pues. Así paso. Un aproximarse ¿dónde? A tal articulación de pie sin manos, en la discontinuidad que fija la palabra, cuando el rodear a lo - con referencias y lo. Luego sin ellas tras el tras la disgregación y translación en destellos de rotación a seña que deja, tanto cuanto en transparencia este suelo ya desmembrado. Tú, de origen y él con propio reconocido (¿a quién cuesta?) de su propio largo, de sus huellas, de sus celajes.

(11) Si en; sí opuestos ritmos sin brillos, de orientación y desorien- tación, hasta una marcha sin rastro donde atrapar con el brillo no, no la luminosidad sino tu cuerpo. Así del deambular, en el reflejo asimétrico, por la profundidad distada al perímetro que se fuga. Pues tú en múltiple y yo en puntos. Cual a cual diametralmente. Ya nunca asimétricos.


El día Lunes 7 de Octubre, en el bosque del Camping en Buenos Aires, a las 15 hrs., se oyó por los alto parlantes, la voz de Godofredo Iommi que decía unos pasajes de “Amereida”, con los cuales se abría el juego o “Acto del Reflejo”:

No es preferible un momento resistir con el instinto la nostalgia. Perdámosnos en pos de nuestros propios pasos. Detrás de la sobreluz hay siempre un signo.


El Acto del Reflejo consistió en crear una figura conformada por todos los profesores y alumnos portadores de una superficie reflejante. A partir de ella cada uno se desprendía de la figura hasta una dada detención y desde ella leía lo que tenía ante sí (la figura disgregándose y el trazo que su andar había grabado en el suelo). Esos textos respetados en su integridad fueron reunidos por conectivas por Godofredo Iommi al modo de ciertos actos de la "Phalène". Godofredo Iommi estableció a su vez su propia diagramación del texto resultante. Y cada alumno, fundamentándola, hizo la propia.


Esa misma tarde, cuarenta minutos después de iniciado el acto, la misma voz del comienzo decía ahora y siempre "Amereida":

¿Pero cómo hay nombres? Una mañana de 1927 ahora los veo, Alberto, témpanos marinos bajo la página azul asiste inagotable su blancura. Aparecidos, llevan y lejos de sí mismos se disuelven. Cada nombre contiene su desconocido.

Láminas

Iniciorec.jpg

StoryBoard

Planos

Seis planos.jpg

Trazo SVG

TRAZOSVG.jpg