Sofia López Tarea 3- Módulo investigación T1 2017

De Casiopea



TítuloSofia López Tarea 3 - Módulo Investigación T1 2017
AsignaturaMódulo Investigación T1 2017
Del CursoMódulo Investigación T1 2017
CarrerasArquitectura
3
Alumno(s)Sofia López

El habitante peri-urbano relacionado con condiciones cualitativas y funcionales de su entorno. En busca de un centro propio.

ABSTRACT

Se establece el concepto de ciudad cambiante, como la ciudad va a creando la periferia a partir de la priorización de sus actividades versus la vida domiciliaria. En este sentido, crea un espacio peri-urbano que carece de equipamiento y movilidad. Quedando en una especie de arrinconamiento que es suplido por el constante traslado a la ciudad, y por los espacios públicos a menor escala como menciona el artículo "Construcción Social de Espacio Público en Barrios Populares de Bogotá". La idea del ordenamiento del ensayo es someter el problema y a través del comportamiento del habitante según los autores con respecto a este aislamiento en la ciudad es que se propondrán los niveles de acercamiento de la ciudad y del espacio común con el habitante periférico. Lo que trae la interrogante de como se crearía este acercamiento con el habitante, de manera que lo que cree este acercamiento sea capaz de perdurar y conectarse no solo con el habitante periférico sino que también con la ciudad.

Palabras Claves: habitante periférico, ciudad, espacio común, periferia.


DISCUSIÓN BIBLIOGRÁFICA


La ciudad es un espacio que contiene diversas actividades, y a lo largo de su transformación esta se ha convertido para los habitantes en un lugar en donde pueden desarrollar su vida en comunidad, debido a que en ella trabajan, se relacionan y se transportan. Pero con el paso de los años la ciudad y sus habitantes han cambiado, en el sentido de que estos ya no buscan vivir en barrios específicos debido a distintos factores como la economía, o que en el centro de la ciudad cada vez queda menos sitio para vivir. Entonces lo que busca el habitante que ya no puede acceder a la vida en el centro de la ciudad, es movilidad para desarrollar todas sus actividades en la ciudad e individualidad domiciliaria. De esta manera, el centro de la ciudad ya no es el que alberga principalmente la vida doméstica sino que las actividades.

“(...) Se percibe la evolución del concepto de ciudad frontera (propio de la ciudad industrial) al de ciudad en red (expresión de la globalización). Este salto es fundamental porque -en la relación entre las urbes- se supera la lógica de jerarquía urbana, entendida a partir de la cantidad de población concentrada en cada una de las ciudades (...). Sin embargo, esta lógica sustentada en atributos demográficos tiende a ser superada por la presencia de relaciones específicas que articulan una red; es decir, de un verdadero sistema urbano, donde cada ciudad es un nodo de interconexión y no solo una cantidad de población contenida en un territorio”.(Canziani & Schejtman, 2013, p.21)

Las personas que siguen poblando la ciudad se ven desplazadas hacia los bordes de esta, sobre-poblando la periferia debido a que en la mayoría de los casos comienza siendo poblada por campamentos irregulares. Entonces vivir en la periferia no solamente significa vivir en las afueras de la ciudad y crear una mezcla sociocultural sino que también se llega a vivir a un espacio que no consta con servicios necesarios al alcance de la mano debido a que se auto construyo y no tuvo previa planeación territorial.

Con esto, digo que la ciudad ha ido progresando desde un plan de centralidad en donde las actividades y la vida confluyen en un centro hacia un tejido urbano que ya no tiene límites tan claros entre la ciudad y las afueras convirtiéndose en una red entre urbes, esto es debido al desplazamiento arbitrario de los habitantes ya que “al momento de escoger un barrio para vivir, los habitantes no se fijan en “que los vecinos sean de mi misma clase social” sino, más bien, en ventajas funcionales.” (sabatini, 2016, p.618). Siendo entonces la periferia un espacio que alberga distintos tipos de clases sociales, y con ello existe una des-apropiación del espacio debido a que las personas que vivían antes allí, casi totalmente poblado por campamentos, ahora son vecinos de edificios construidos por inmobiliarias y habitado por otro tipo de habitante. Todo esto mezclado en un espacio de la ciudad que no tiene servicios ni equipamientos cercanos, y por ello no hay una manera factible en que las personas puedan relacionarse con sus vecinos. Con estas problemáticas lo que se presenta no es solamente que estos habitantes fundadores que son los de campamento posiblemente migren debido a la llegada masiva de inmobiliarias sino que se queden desconectados, ambos tipos de moradores debido a que el arraigo al espacio ha desaparecido por una parte o no existió en absoluto por la otra. En esto se busca encontrar la construcción beneficiosa de la red urbana de manera que estos tipos de habitantes, que normalmente eligen vivir en la periferia debido a que es más tranquilo o es más barato, puedan crear vínculos con el espacio y con las personas que viven allí anteriormente, y viceversa; pero existen dos alternativas para responder a esta necesidad, la primera es funcional y la segunda es cualitativa. Pero cómo se busca en primer instancia encontrar el lugar del habitante en esta situación seguiré el camino de las condiciones cualitativas. En este sentido, lo cualitativo del espacio revela una interrogante con respecto a su manera de ser aplicado.

¿De qué manera se puede integrar al habitante peri-urbano a través de las condiciones del espacio compartido, a su contexto periférico? 

La primera posibilidad de integración del habitante peri-urbano a la comunidad, o que tenga la posibilidad de ser integrado en la construcción del diseño cívico si nos referimos a este también cómo “ello que lleva implícito arte público y diseño urbano, y se consideran las relaciones de la gente y sus lugares, movilidad, forma urbana y los procesos para lograr adecuados espacios públicos”(Inzulza, 2014, p. 5) es implementar el espacio público construido a partir de quienes viven en el espacio para lograr en ellos una especie de radicación. Esto se presenta en dos niveles.

El primero es a nivel macro en donde las relaciones interpersonales entre habitantes se generan en espacio de gran escala como los mall, colegios o parques debido a la integración del círculo familiar y no solo del individuo. “Ambos, centros comerciales y universidades, se erigen como lugares de encuentro de las clases sociales.” (Sabatini, 2016, p.612). El segundo nivel es a nivel micro en donde el habitante crea su propio espacio público, teniendo que ver más con la comunidad en la que habita, en el sentido de que el habitante quiere materializar una relación ya existente. Debido a que no existe o hay poca cantidad de infraestructura que pueda albergar estas relaciones. “Los habitantes de los asentamientos populares son los agentes principales en la producción del espacio público en los barrios” (Hernández, 2013, p.145). Aseverando así que es debido a que el habitante siente la necesidad de ubicar espacialmente sus relaciones y prácticas sociales que crea estos espacios. Que son pasajes convertidos en canchas, o esquinas de casas usadas con clubes sociales.

A partir de esta noción sobre la relación del habitante con el espacio social construido es que se determina la diferencia entre el primer nivel con el segundo. Debido a que los espacios mencionados en el primer nivel son creados por otros, casi siempre por profesionales en el ámbito de la construcción, y son ocupados por los habitantes circunstancialmente, de manera que no se vuelven parte de su vida. “Se podría decir que la relación gente-lugar tiende a ser débil (en los lugares construidos por otros). En los asentamientos populares la lógica es distinta, pues la gente (...) se relaciona con el entorno construido usándolo (...) y dándole forma. La materialidad y el lenguaje (...) corresponden (...) a lo que la gente ha decidido, siguiendo las dinámicas y posibilidades de los individuos y las comunidades. Hay una relación “a largo plazo” entre la gente y el lugar” (Hernández, 2013, p.173). Ambas situaciones hablan del emplazamiento de un espacio público que genere este enraizamiento de los habitantes de periferia, debido a que se establece que el espacio común trae a las personas oportunidades de relacionarse con otros, que es una característica básica del habitante. Pero estos espacios pueden tender a excluirse del uso del total de la ciudad debido a su aislamiento inicial, un aislamiento que no tiene que ver solamente con el aspecto de emplazamiento sino también con la clase social preexistente de las personas provenientes de asentamientos irregulares. Esto corresponde al concepto de seclusión. “La seclusión socioespacial es el concepto (...) que habla acerca del proceso por el que se cercan y se aíslan determinadas categorías y actividades sociales en un espacio físico y social.” (Inzulza & Galleguillos, 2014, p. 138). Si bien este concepto no fue mencionado anteriormente, refiere a la situación presentada, en donde se plantea la idea del habitante construyendo su propio espacio público, esto se muestra como algo positivo en el hecho de que ellos pueden identificarse inmediatamente con él, pero en la práctica estos espacios se cierran al exterior y con ello extinguen la idea de crear un equipamiento totalmente basado en la idea de la participación del habitante debido a que si se pretende que este sea un nuevo centro, este debe estar conectado con la ciudad y así proliferar. “El espacio público en los barrios populares, al igual que la vivienda, es en gran medida producido y transformado por los mismos habitantes. De la misma forma, estos espacios son principalmente usados por la gente que vive alrededor, con pocos ‘forasteros’ o visitantes haciendo uso de ellos.” (Hernandez, 2013, p.143)

Pero para conectarse con la ciudad se debe generar una relación entre lo cualitativo y lo funcional para así lograr la integración periférica a la ciudad. Que es el transporte y la gentrificación. Entonces es la gentrificación(1) la que aparece como una posibilidad beneficiosa en primer instancia, en donde “Los nuevos proyectos inmobiliarios y ofertas de viviendas y espacios concebidos prometen la conección de las diversas funciones en la ciudad (...) en una relativa cercanía a la vecindad o conjunto residencial, lo que a su vez reduce la fricción causada por una movilidad individual extrema y la necesidad de recurrir a una movilidad motorizada, favoreciendo el desarrollo de estrategias de low-impact” (Inzulza & Galleguillo, 2014, p.139). Se detalló su presencia en el tema anterior pero no su importancia. Ya que como se dijo antes, la idea de crear un espacio vinculante sólo considerando al habitante periférico podría cerrar el espacio a uno que solo les perteneciera a ellos, pero como se busca ser incluido en la ciudad, debe incorporar la arista de la mezcla social, es decir, habitantes que no estén arraigados al espacios tanto como lo están los pobladores fundadores. “(...) una muestra de 1 779 hogares residentes en Santiago y las ciudades de Antofagasta y Temuco. Entre 55% y 75% de los entrevistados declaró que “es bueno que personas de distintas clase social vivan cerca”, haciendo ver beneficios específicos para los integrantes de diferente condición social que son mayores que las desventajas también específicas que perciben los entrevistados” (sabatini, 2016, p.614)

Entonces el transporte, como la parte funcional. Rompe este círculo que se crea al querer construir un espacio común en el sector de la periferia que no sea semi-público como un mall ni tampoco restrictivo como lo es el espacio público creado por el habitante del barrio popular. Entonces este espacio público idílico se manifiesta de manera de que tenga la medida del espacio que habita pero sea abarcable por la ciudad en una medida justa, ya que de otra manera no sería propio de los que habitan el lugar. “ Desde el punto de vista de la relación con el transporte, la importancia de esta definición radica en que los modos de transporte son capaces de vincular a las personas con las diversas actividades de la ciudad, potenciando las condiciones de accesibilidad para que esto ocurra.” (roa & rojas, 2013. p.46)


A modo de conclusión

La mención del cambio de la ciudad desde un plan centralizado hacia una red urbana tiene que ver con la directa relación que tiene esto con el cambio de ambición en los habitantes, que fue influenciado no solo por cuestiones económicas sino que porque la ciudad se saturó de las actividades sociales y comerciales, entonces ya no había sitio para la vida doméstica. Esto creó un espacio en donde todo lo que sobra en la ciudad, tiene lugar. Pero al mirar de cerca este lugar que es la periferia, aparecen muchas variables que crean falencias en la vida de los habitantes fundadores como los nuevos. Estas falencias se van ordenando según prioridad, la primera y que es desencadenada por las siguientes, es el desapego del espacio debido a la pérdida de arraigo que tiene que ver con el cambio del paisaje urbano al introducir edificios en barrios populares. Que es causado no solo por el cambio del paisaje urbano, sino que estos espacios se van creando la marcha, por lo que no tienen una estructura urbana que los soporte, el transporte no llega con la afluencia necesaria, los negocios o equipamientos son de menor escala creados por lo propios habitantes. Y se convierte en una especie de isla que se conecta con la vida diaria de la ciudad solo a través del transporte. Por lo que en el ensayo se dictamina los niveles de espacio público que tienen relación con este tipo de habitante, ya que se acepta que este espacio es un nuevo espacio, separado de la ciudad. Un nuevo centro, entonces al aceptar eso, el transporte se vuelve un impulsor de este espacio común que puede ser un equipamiento o un servicio que no sólo pertenezca a los habitantes de la periferia, sino que también a la ciudad. Para que este perdure, y que a través de algo que es propio de ellos (el espacio común construido) que está siendo compartido con la ciudad puedan crear una relación sustancial con la ciudad. En un dar y un recibir.


BIBLIOGRAFIA

1.-Canziani, J., Schejtman, A. (2013) Ciudades intermedias y desarrollo territorial. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. (21-33)

2.- Hernández, J. (2013) Construcción Social de Espacio Público en Barrios Populares de Bogotá. Revista INVI 78 (28): 143-178.

3.-Inzulza, J. (2014) La recuperación del diseño cívico como reconstrucción de lo local en la ciudad intermedia: el caso de Talca, Chile. Revista Aus, 15:(4-8)

4.- Inzulza, J., Galleguillos, X. (2014) Latino gentrificación y polarización: transformaciones socioespaciales en barrios pericentrales y periféricos de Santiago, Chile. Revista de Geografía Norte Grande, 58: 135-159.

5.- Roa, H., Rojas, C., Carrasco, J., Tudela, A. (2013) Mobilidad urbana e indicadores de exclusión social del sistema de transporte: evidencia en una ciudad intermedia chilena. Revista Transporte y Territorio Nº 8 (45-64)

6.- Sabatini, F., Valadez, L., Cáceres, G. (2016) La invención del espacio público en la ciudad fragmentada. Programa de Maestría y Doctorado en Urbanismo, UNAM, (599-637)


NOTAS DE PIE

(1) GENTRIFICACIÓN

1.- “La gentrificación es una forma de desarrollo urbano de fuerte expansión a nivel internacional con implicaciones para nuestras ciudades de América Latina. Hay una animada discusión en torno a los efectos sociales de la misma, siendo mayoritarias las voces que la ven como negativa, aunque los puntos de vista alternativos, asignándole más bien como un proceso abierto y con efectos también positivos, van tomando fuerza”. (SABATINI, 2016)

2.- “La gentrificación es justamente el resultado del cruce de estrategias de mezcla social y funcional, con los intereses del sector inmobiliario y actores privados de estratos socio-económicos medios y altos” (Inzulza & galleguillos, 2014)