Renata Villaserñor: Amereida II trimestre

De Casiopea
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TítuloAmereida Trimestre II 2014
AsignaturaTaller de Amereida
Del CursoTaller de Amereida 2014
CarrerasArquitectura, Diseño Gráfico"Diseño Gráfico" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property., Diseño Industrial"Diseño Industrial" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
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Belleza de recoger la identidad de un lugar

¿quién no se sorprendió otro en plena distracción desconocido? ya en amplias gesticulaciones americanas o en sorpresivas flexibilidades que desaparecen en la decisión como ciertos ríos en sus médanos y aún entre pasiones flotando en la banalidad o en las generosidades involuntarias ya en ciertos abandonos ciudadanos como fruta caída o en nuestra certeza de inconstancia y afirmaciones excesivas buscando patrias verbales y en diluídas e irremediables negaciones que no se atreven a poseer sus propios extremos entre simulacros y fantas mas imitamos…

Un lugar, por ejemplo, una ciudad, es en sí misma, es en su completitud y complejidad, nace del encuentro de uno mismo con la América, con el nuevo continente que se considera como el hallazgo, el encuentro de algo no buscado. Es la construcción física del oficio que se evidencia en la infraestructura de ésta. Cada lugar tiene sus riquezas y particularidades, historias, antecedentes, hechos conmemorables. La pregunta es: ¿Cómo una visita se pone en un lugar, como Valparaíso, y recoge lo que es esta ciudad ?

Una persona nacida y criada en un lugar, ha visto el crecimiento de Valparaíso, la progresión como ciudad portuaria, el desarrollo de la cultura y crecimiento geográfico. Ésta se considera como un regalo, el cual consta de un acto poético permanente, es decir, la construcción de un lugar que conoce tanto los detalles de un proceso como la actualidad. Sin embargo, cuando una persona viene, no existe el tiempo suficiente para recorrer la infinidad de calles, se considera el caminar como un acto de resistencia que privilegia la lentitud, la disponibilidad, la conversación, el silencio, valores opuestos a la sensibilidades de nuestros tiempos. El ir caminando abierto a lo que nos va adviniendo por el camino, la ciudad para el caminante, caminar es una apertura al mundo y a tomar el instante, caminar nos propone una distancia propicia con las cosas y una disponibilidad a las circunstancias, caminar es habitar el instante. “El caminar es una apertura al mundo. Restituye en el hombre el feliz sen- timiento de su existencia. Lo sumerge en una forma activa de meditación que requiere una sensorialidad plena. A veces, uno vuelve de la caminata transformado, más inclinado a disfrutar del tiempo que a someterse a la urgencia que prevalece en nuestras existencias contemporáneas. Caminar es vivir el cuerpo, provisional o indefinidamente. Recurrir al bosque, a las rutas o a los senderos, no nos exime de nuestra responsabilidad, cada vez mayor, con los desórdenes del mundo, pero nos permite recobrar el aliento, aguzar los sentidos, renovar la curiosidad. El caminar es a menudo un rodeo para reencontrarse con uno mismo(…), es aquí, entonces, cuando la ciudad habla por sí misma y pone a presencia lo esencial de ésta mediante un regalo que ésta misma emite hacia otro y hacia un nosotros. La importancia de que una parte trascendente entregue en forma neta la esencia, algo complejo y a la vez preciso. Valparaíso en sus plazas muestra la esencia de la ciudad, ésta esencia la creamos nosotros mismos, somos constructores del mundo, somos el génesis, somos los encargados de darle forma al mundo en una instancia de permanencia. En este centro social, que es un pequeño tiempo para abarcar una inmensidad. Más allá de un descanso, es un estar con otros, con el otro en un contexto que no se encuentra a la cuadra siguiente. La capacidad de matices encontrados en Plaza O’Higgins, por ejemplo, es una muestra de esto, una muestra de una realidad. Reconocer la realidad cayendo en la cuenta de donde se está. Para poder Reconocer, es necesario conocer dos veces, o mejor dicho ver dos veces, enfrentando esta dualidad de lo real que es construida ante nosotros. La ciudad, además de territorialmente se conoce en una captura de lo esencial, esta captura solo puede ganarse a través de la experiencia de un presente, vale decir, vivir en el presente, es vivir un regalo constante. Vivir de acuerdo a un modo poético, es una idealización que abre lo original y así poder crear el mundo en que habitamos donde se observan los matices, se comparte con el entorno y con la gente.

Plaza O’Higgins comprende una gama de actividades que revela el aire de Valparaíso, es el encontrar, es la construcción física del espacio, se construye algo más, se construye lo infinito, que parte desde uno mismo como un sentimiento que se alberga en el ser humano, es el asombro ante lo desconocido en un permanente hallazgo, en un compartimiento espacial, en lo lúdico del jugar de los niños, la pasividad del contemplar, la paciencia en cada mesa de ajedrez, lo agitado de las esquinas que gritan a sus clientes, el ritmo de los paraderos, el cauteloso andar dentro de una feria de antigüedades y la “chispa” que llega en cada saludo de los mendigos. Así mismo en el Barrio Puerto, se contempla los matices de situaciones. Donde vive a la vez la vida diaria como se encuentra normalmente en otra ciudad, o en un contexto de antigüedad y trascendencia. Así lo muestra por ejemplo, un negocio de muebles antiguos, donde se lleva el producto envuelto en papel, a una cuadra de un supermercado de la actualidad. Está en esta capacidad de diversidad, la invitación a vivir la experiencia que recoge lo esencial de un lugar.

Ven a lo abierto amigo(…)