Razón y Naturaleza en el Ser Americano

De Casiopea
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TítuloRazón y Naturaleza en el Ser Americano
AsignaturaPresentacion 5º ARQ 2014 1T
Del CursoPresentacion 5º ARQ 2014 1T
CarrerasArquitectura
Alumno(s)Constanza Lizama Campos

El ser humano de por si convive tanto social como individualmente con dos polos que lo mantienen en una tensión constante, manteniéndolo en dos mundos paralelos pero que se relacionan y complementan entre sí: La razón por un lado, la naturaleza del ser, por otro. La razón va de la mano con los preceptos sociales establecidos a lo largo de nuestra historia, de las épocas que nuestra sociedad ha vivido, de la influencia exterior, de sociedades diversas tales como la que viene del mundo europeo, la del medio oriente y la de África y la Asia. Estereotipos y cánones pre-fijados que hemos aceptado y también forman parte de nuestro SER americano. Somos seres impactados por bombas sociales que abarcan distintos tipos y ámbitos de carácter social, conformado por: modas, periodos literarios, históricos, económicos, entre otros. Por un lado, tenemos la visión de un artista latinoamericano influenciado fuertemente por una sociedad europea como es la que se vive en Barcelona, España. Torres García habla de estos cánones, refiriéndose a una regla universal que hace al arte verdadero arte: “La obra del civilizado es sólo aquella en la que hay un equilibrio entre vida y abstracción…el arte en el que la naturaleza no está inscrita en el orden es un arte bárbaro”. Se puede apreciar en la cita anterior, que propone un arte tradicionalista, condicionado y alineado a dogmas preestablecidos que a su parecer dan sentido al arte y lo intensifican, llegando a su extrema pureza. Excluye en su totalidad a la naturaleza en el proceso creativo que debe tener un artista al momento de enfrentarse al cómo hacer arte, porque para él la naturaleza no tiene forma, es desorden, y no se adecua a prototipos preexistentes, llevando el arte a un caos irracional, sin sentido y brutal. Solo si esta se inscribe en un orden, en una regla el arte que puede nacer de ella, es verdadero arte.

Pero, además de esta parte racional, nuestra naturaleza, humana y la que nos rodea, tiene ese lado instintivo, emocional, que surge de una mezcla entre sentir y pensar, mente y corazón. El arte nace de lo más profundo de nuestro sentir, es el reflejo de emociones, estados psicológicos conscientes e inconscientes, en los que nos vemos envueltos de acuerdo a la etapa o periodo que estemos viviendo en la vida, y esto, va de la mano con el periodo social y cultural en que estamos insertos y cómo lo recibimos en nuestra espiritualidad individual de ser humano es crucial para el proceso creativo. La naturaleza es parte del arte, porque surge del ser, y no de una regla inventada y acordada con anterioridad que encasilla el expresar y lo enajena. El arte es concretizar lo no concreto, lo intangible, es el producto visible y táctil de la mezcla del sentir y el pensar, porque no solo somos emociones, estas se procesan en el pensamiento y este, a su vez, guía la mano que crea. Así, las emociones y la razón son complementarias, una no excluye a la otra, es por esto que no se puede formar un juicio definitivo en la creación del arte diciendo que esta sólo tiene sentido si el artista se guía y se adhiere a una regla universal que todo lo encausa y lo dicta.

Si nos situamos en la escuela de arquitectura y diseño de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y nos vamos al origen de esta podemos ver que el diseño y la arquitectura nacen de la poética porque es esta la única que revela la verdadera condición del ser humano. Amereida viene a ser la materialización del ser latinoamericanos según quienes se embarcaron en la primera travesía de re-conocer el mar interior de nuestro continente y de re-descubrir lo que ya habíamos descubierto, lo que ya conocemos, como las arenas de ciudad abierta que nos llevan a volver a no saber, arenas renovadas una y otra vez por la brisa, por el viento. Y este volver a no saber está íntimamente relacionado con sentir el re-descubrir un lugar, develar su esencia y regalarle algo que refleje esta identidad única e irrepetible. Amereida es el reflejo de la mezcla armoniosa que se forma cuando razón y sentir confluyen en un mismo punto. Poesía del sentir, de nuestra condición humana expresada en rimas y ritmos, expresada en la técnica poética.

Nota: Todas las citas fueron extraídas del libro Universalismo Constructivo de Joaquín torres García, páginas: 487, 488, 489 y 490