Paulina Ramm Tarea 4 - Módulo investigación T2 2016

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Del CursoMódulo Investigación T2 2016
CarrerasArquitectura
4

Integración de la naturaleza en la obra arquitectónica

Archivo:Cascacaditia.png
Casa de la Cascada. “…todas las decisiones tomadas para su construcción van encaminadas a intergrar la edificiación con el paisaje y hacer que la obra se convierta en un elemento natural más del entorno, en plena armonía con el mismo y el paso del tiempo.” Fuente: https://es.wikiarquitectura.com/index.php/Casa_de_la_Cascada
  • Nombre: Paulina Ramm
  • Carrera: Arquitectura
  • Profesor: Andrés Garcés



ABSTRACT

En la actualidad gran parte de la población se concentra en las ciudades, en donde predomina lo construido por sobre lo natural y hace al habitante alejarse de su mismo origen, la naturaleza. Sin embargo la naturaleza no es algo menor a considerar en una obra de arquitectura, ya que a partir de ésta se puede tomar de ejemplo y en beneficio de la construcción, considerando que es el origen del humano y antes que todo estamos insertos en el planeta, el cual hemos intervenido para crear nuestro propio sistema de vida “civilizado” .

En esta investigación se pretende entender cuáles son los beneficios tanto psicológicos como físicos, de integrar en una obra arquitectónica elementos naturales como lo son la tierra, sol, agua, aire y vegetación al estar en el interior y un exterior, usándolos en favor para reducir las pérdidas de calor y lograr un ambiente confortable, junto a un exterior con arquitectura en armonía.

Todo esto incorporando la obra al sitio para convertirla en parte del mismo, dando continuidad al ecosistema, pero también a su entorno, osea una obra que sea estética y funcionalmente beneficiosa para el habitante y lo conecte directamente con la naturaleza en su vida diaria.

Palabras clave: naturaleza, arquitectura, habitante, beneficios, integración.

Nota previa

El siguiente trabajo se centra en la integración de la naturaleza y cómo el entorno se hace parte de una obra de arquitectura. Se inserta dentro del proyecto de título que se centra en el desarrollo de una Sede comunitaria.

Desarrollo

Dependencia del habitante con su entorno

El ser humano se ha alejado de la naturaleza a través de la ciudad, la cual crece y se van disminuyendo los espacios en los que se habita, desde la vivienda hasta los espacios verdes. Los espacios naturales como ríos, esteros o cerros no siempre son bien cuidados, incluso se ve que los esteros y las quebradas en Valparaíso se llenan de basura. Sin embargo “La naturaleza es la referencia primordial del hombre como ser social: su dependencia no solamente es física, sino psíquica. La arquitectura y la ciudad se consideran “la segunda naturaleza” por excelencia, al recrear una naturaleza alternativa, inspirada en la original pero moldeada según las necesidades propiamente humanas, que se verifica en lo tangible que le da cobijo, pero que también es el vehículo que relaciona al hombre con su entorno en lo intangible.” [1].Entonces toma una gran importancia el entorno en el que se vive, ya que la dependencia con la naturaleza al no ser sólo física, sino también sicológica, la hace necesaria para un adecuado desarrollo integral del habitante. “Se olvida que el hombre no es sólo un ser que vive en edificios, sino que necesita un entorno, unos espacios convivenciales.” [2].


El edificio integrado con la naturaleza

El entorno del habitante es su casa y su trabajo o estudios, en donde pasa la mayor cantidad de horas al día. Luego están los lugares intermedios en los que se realizan actividades libres. La arquitectura envuelve la vida de cada persona en algún momento del día, es el entorno, por lo que debe ser considerada en beneficio del habitar. Para esto se propone integrar la naturaleza en la obra arquitectónica, ya que es fundamental para reconectar al habitante con su origen mediante los efectos positivos de la naturaleza. La naturaleza es también el origen, a partir de ella se puede observar, entender el funcionamiento de la vida y poder aplicarlo en la obra. “A lo largo de los años, el diseño ha tomado al mundo natural como ejemplo de refugio, sostén, orden jerárquico, valor estético y valor simbólico, siendo su ideal de belleza. El espacio absorbe su energía, en busca del sentimiento de pertenencia.” [3]. También desde la arquitectura se puede volver a integrar lo natural en la obra y entenderla como una extensión del lugar, que pertenece a su entorno: “La premisa de no alterar el medio natural en que la obra se incorpora lleva a dos estrategias: tocar mínimamente el sitio, como una posición de observación temporal,o , por el contrario, integrarse físicamente al sitio lo más posible.”[4]. Esto significa alterar lo menos posible el lugar en que se construirá la obra, de modo que lo natural de alguna forma pueda continuar conviviendo con la obra en el futuro y no desligarse de ella con una obra radical sin continuidad con su entorno natural. “El edificio adopta la forma del entorno natural, de la topografía, de la vegetación, buscando el menor contraste físico y visual posible y aprovechando al máximo las características de los materiales naturales.”[5].

A parte de considerar el entorno, también la misma naturaleza entrega las formas para diseñar la obra, como el arquitecto Frank Lloyd Wright que “sostenía que para lograr una adecuada adaptación, del diseño al entorno, era necesario tomar las ideas de la naturaleza, entendiendo que la metodología de construcción sería desde el interior hacia el exterior. Empleaba en sus proyectos dibujos extraídos de las ramas de los árboles e ideas de los planos volátiles que formaban las copas de los mismos. La distribución de las diferentes superficies, de los materiales traslúcidos y transparentes, y de las vistas estratégicamente establecidas, obligaba al espacio a abrir sus puertas hacia la naturaleza. Así pues, su diseño referenciaba de tal manera al exterior, que comprendía un firme lazo con su interior.”[6]. No sólo es necesario considerar el entorno, sino que también el interior debe relacionarse con su exterior de modo que la naturaleza pueda ser parte por completo de la obra.

Beneficios para el habitante a través de la integración de la naturaleza en la obra

“La ciudad representa la forma más radical de transformación del paisaje natural, pues su impacto no se limita a cambiar la morfología del terreno, nuevas construcciones, otro plano y disposición del territorio, ni tampoco la aglomeración humana o mecánica que determina, sino que todo ello modifica las mismas condiciones climáticas y ambientales, elevando la temperatura y afectando al régimen de precipitaciones y de vientos.” [7].

Las construcciones modernas se desligan de su entorno y la naturaleza, los materiales utilizados son estándar y no consideran el ambiente, produciéndose espacios calurosos en verano y fríos en invierno por lo que no es agradable estar en un interior. A partir del exterior se puede contribuir a hacer un interior más agradable, como mediante “La vegetación en la ciudad, que no sólo tiene una función ornamental (que la tiene), sino que tiene un papel regulador de la agresión ambiental: retiene las aguas atmosféricas, contribuye a la evapotranspiración, constituye un filtro contra la contaminación y representa un excelente regulador del intercambio de aire, calor y humedad con el entorno urbano; habría que hablar también del papel perceptual-paisajístico; desde antiguo se ha hablado de la necesidad psicológica del habitante de la ciudad por acercarse a la naturaleza, siendo conocidos los efectos terapéuticos: disminución de la tensión, de la fatiga y tantos otros aspectos.”[8]. Sólo integrando vegetación al entorno es posible beneficiar la vida del habitante, tanto ambiental como sicológicamente. La naturaleza, especialmente la vegetación, toma el rol de mejorar la calidad de todo lo que lo rodea haciéndose necesaria incorporarla no sólo en determinadas áreas de la ciudad como parques y plazas, sino que en cada lugar donde sea posible hasta la vivienda para poder beneficiar a toda la comunidad. “Se ha olvidado, con frecuencia, que el árbol es el primer y gran protagonista del verde en la ciudad, y con mucha mayor razón en nuestras ciudades cálidas. «La relación del árbol (y los espacios verdes por extensión) con la mejora del medio ambiente es estrecha y aparece con inmediatez. Las nociones de confort y de calidad de vida van ligadas a la de bienestar que proporciona la vegetación urbana, moderando todas aquellas componentes agresivas (contaminación, ruidos, exceso de radiación) y compensando la aridez, el consumo de CO2 y hasta la frialdad estética de las construcciones, basadas en lo mineral»”[9].


Citas

  1. Domínguez, Luis. “Pautas de diseño para una arquitectura sostenible”. Barcelona, España, 2004. Pág. 51.
  2. Gómez, Francisco. “Las zonas verdes como factor de calidad de vida en las ciudades”. Valencia, España, 2005. Pág. 423.
  3. Ayelén, Georgina. “Industrializar la naturaleza o naturalizar el diseño”. Buenos Aires, Argentina, 2012. Pág. 10.
  4. Domínguez, Luis. “Pautas de diseño para una arquitectura sostenible”. Barcelona, España, 2004. Pág. 61.
  5. Domínguez, Luis. “Pautas de diseño para una arquitectura sostenible”. Barcelona, España, 2004. Pág. 63.
  6. Ayelén, Georgina. “Industrializar la naturaleza o naturalizar el diseño”. Buenos Aires, Argentina, 2012. Pág. 11.
  7. Gómez, Francisco. “Las zonas verdes como factor de calidad de vida en las ciudades”. Valencia, España, 2005. Pág. 427.
  8. Gómez, Francisco. “Las zonas verdes como factor de calidad de vida en las ciudades”. Valencia, España, 2005. Pág. 420.
  9. Gómez, Francisco. “Las zonas verdes como factor de calidad de vida en las ciudades”. Valencia, España, 2005. Pág. 424.

Bibliografía

  • Ayelén, Georgina. “Industrializar la naturaleza o naturalizar el diseño”. Buenos Aires, Argentina, 2012
  • Domínguez, Luis. “Pautas de diseño para una arquitectura sostenible”. Barcelona, España, 2004.
  • Gómez, Francisco. “Las zonas verdes como factor de calidad de vida en las ciudades”. Valencia, España, 2005.



Anexo: fichas de lectura

FICHA 1

Autor: Domínguez, Luis

Título: Pautas de diseño para una arquitectura sostenible

Edición: Barcelona; España

Año: 2004

Domínguez, Luis. “Pautas de diseño para una arquitectura sostenible”. Barcelona, España, 2004.

“La naturaleza es la referencia primordial del hombre como ser social: su dependencia no solamente es física, sino psíquica. La arquitectura y la ciudad se consideran “la segunda naturaleza” por excelencia, al recrear una naturaleza alternativa, inspirada en la original pero moldeada según las necesidades propiamente humanas, que se verifica en lo tangible que le da cobijo, pero que también es el vehículo que relaciona al hombre con su entorno en lo intangible.” (pag. 51)

“La premisa de no alterar el medio natural en que la obra se incorpora lleva a dos estrategias: tocar mínimamente el sitio, como una posición de observación temporal,o , por el contrario, integrarse físicamente al sitio lo más posible.” (pag. 61)

“El edificio adopta la forma del entorno natural, de la topografía, de la vegetación, buscando el menor contraste físico y visual posible y aprovechando al máximo las características de los materiales naturales.” (pag. 63)


FICHA 2

Autor: Ayelén, Georgina

Título: Industrializar la naturaleza o naturalizar el diseño

Edición: Buenos Aires, Argentina

Año: 2012

Ayelén, Georgina. “Industrializar la naturaleza o naturalizar el diseño”. Buenos Aires, Argentina, 2012.

“Nosotros aprendemos de la naturaleza solamente por medio de la idea que de ella formamos: una idea cultural, vinculada a la verdad del hombre y del mundo, que la historia humana, tanto por medio del arte cuanto de la filosofía y de la ciencia, no cesa de elaborar y cuestionar.” A la hora de justificar el uso de la mímesis, se debe pensar en la conexión entre hombre y naturaleza, en el instinto imitativo de este ante la realidad exterior. (pag. 6)

A lo largo de los años, el diseño ha tomado al mundo natural como ejemplo de refugio, sostén, orden jerárquico, valor estético y valor simbólico, siendo su ideal de belleza. El espacio absorbe su energía, en busca del sentimiento de pertenencia. (pag. 10)

Frank Lloyd Wright sostenía que para lograr una adecuada adaptación, del diseño al entorno, era necesario tomar las ideas de la naturaleza, entendiendo que la metodología de construcción sería desde el interior hacia el exterior. Empleaba en sus proyectos dibujos extraídos de las ramas de los árboles e ideas de los planos volátiles que formaban las copas de los mismos. La distribución de las diferentes superficies, de los materiales traslúcidos y transparentes, y de las vistas estratégicamente establecidas, obligaba al espacio a abrir sus puertas hacia la naturaleza. Así pues, su diseño referenciaba de tal manera al exterior, que comprendía un firme lazo con su interior. (pag. 11)

La naturaleza fue hecha para la admiración del hombre, para su disfrute y para que encuentre en ella soluciones a sus mayores problemas. “La solución de cada problema está contenido dentro de sí mismo. Su plan, forma y carácter se determinan por la naturaleza del sitio, la naturaleza de los materiales utilizados, la naturaleza del sistema utilizado, la naturaleza de vida y el objeto del propio edificio.” Su estructura está compuesta por elementos esenciales, que son el mecanismo para desatar la incógnita de todo problema. (pag. 14)

FICHA 3

Autor: Gómez, Francisco

Título: Las zonas verdes como factor de calidad de vida en las ciudades.

Edición: Valencia, España

Año: 2005

Gómez, Francisco. “Las zonas verdes como factor de calidad de vida en las ciudades”. Valencia, España, 2005.

La vegetación en la ciudad, no sólo tiene una función ornamental (que la tiene), sino que tiene un papel regulador de la agresión ambiental: retiene las aguas atmosféricas, contribuye a la evapotranspiración, constituye un filtro contra la contaminación y representa un excelente regulador del intercambio de aire, calor y humedad con el entorno urbano; habría que hablar también del papel perceptual-paisajístico; desde antiguo se ha hablado de la necesidad psicológica del habitante de la ciudad por acercarse a la naturaleza, siendo conocidos los efectos terapéuticos: disminución de la tensión, de la fatiga y tantos otros aspectos. (pag 420)

Se olvidaba que el hombre no es sólo un ser que vive en edificios, sino que necesita un entorno, unos espacios convivenciales. La calle no era sólo un sitio por donde pasaban los vehículos o la gente para trasladarse de un lugar a otro, sino donde convivía realmente. (PAG 423)

Se ha olvidado, con frecuencia, que el árbol es el primer y gran protagonista del verde en la ciudad, y con mucha mayor razón en nuestras ciudades cálidas. «La relación del árbol (y los espacios verdes por extensión) con la mejora del medio ambiente es estrecha y aparece con inmediatez. Las nociones de confort y de calidad de vida van ligadas a la de bienestar que proporciona la vegetación urbana, moderando todas aquellas componentes agresivas (contaminación, ruidos, exceso de radiación) y compensando la aridez, el consumo de CO2 y hasta la frialdad estética de las construcciones, basadas en lo mineral» (Pag 424)

La ciudad representa la forma más radical de transformación del paisaje natural, pues su impacto no se limita a cambiar la morfología del terreno, nuevas construcciones, otro plano y disposición del territorio, ni tampoco la aglomeración humana o mecánica que determina, sino que todo ello modifica las mismas condiciones climáticas y ambientales, elevando la temperatura y afectando al régimen de precipitaciones y de vientos.(Pag 427)