Diferencia entre revisiones de «Pabellon del elogio: Luz inferior indirecta»

De Casiopea
Línea 147: Línea 147:


Después de sacar muchos metros cúbicos de tierra para que una persona alta entrase por la entrada trasera ya logramos colocar todo el suelo, con sus dos terrazas. Tras caminar tantas veces por estas terrazas había un sitio en el que siempre una persona u otra se sentaba para poder observar, leer... Este va a ser el sitio donde haya un banco para leer. La esquina con los dos ventanales.
Después de sacar muchos metros cúbicos de tierra para que una persona alta entrase por la entrada trasera ya logramos colocar todo el suelo, con sus dos terrazas. Tras caminar tantas veces por estas terrazas había un sitio en el que siempre una persona u otra se sentaba para poder observar, leer... Este va a ser el sitio donde haya un banco para leer. La esquina con los dos ventanales.
El día a día en el megaterio empieza desde que me levanto siempre en un ligar extraño que no es mi casa, echando en falta el calor de mi ciudad. Empieza aquí siempre mi espera infinita en la calle a que pase la micro correcta, el paseo mirando al mar hasta llegar a viña con el traqueteo mientras escuchas las música raras que pone el micrero, el observar las montañas llenas de todos los colores por las miles de casitas. El caminar diario hasta el megaterio pasando por todas las hospederías que siempre llaman la atención sobre todo para mí la del errante. El saludo diario con los compañeros. Lo que es el ir a comer y que tía Olivia siempre cocine unos platos exquisitos, el contar experiencias de cada uno de nosotros en la comida, la sobremesa todo al final nos ha hecho conocernos todo el grupo un poco mas cada día. Por último la vuelta a casa después de los días de trabajo, cansado oscuro ahora la micro se vuelve menos movida y siempre puedes descansar un poco para el día siguiente.
El día a día en el megaterio empieza desde que me levanto siempre en un ligar extraño que no es mi casa, echando en falta el calor de mi ciudad. Empieza aquí siempre mi espera infinita en la calle a que pase la micro correcta, el paseo mirando al mar hasta llegar a viña con el traqueteo mientras escuchas las música raras que pone el micrero, el observar las montañas llenas de todos los colores por las miles de casitas. El caminar diario hasta el megaterio pasando por todas las hospederías que siempre llaman la atención sobre todo para mí la del errante. El saludo diario con los compañeros. Lo que es el ir a comer y que tía Olivia siempre cocine unos platos exquisitos, el contar experiencias de cada uno de nosotros en la comida, la sobremesa todo al final nos ha hecho conocernos todo el grupo un poco mas cada día. Por último la vuelta a casa después de los días de trabajo, cansado oscuro ahora la micro se vuelve menos movida y siempre puedes descansar un poco para el día siguiente.
Atentamente
Javier Ibáñez Martínez

Revisión del 13:32 2 jun 2011


TítuloPabellon del Elogio: Luz indirecta inferior
Tipo de ProyectoProyecto de Taller
Palabras ClavePabellón del Elogio, Ciudad Abierta, Ritoque, Taller de Obras
Período2011-2011
AsignaturaTaller Arquitectónico 10ª Etapa,
Del CursoTaller de Obras 2011,
CarrerasArquitectura
Alumno(s)Javier Ibañez
ProfesorPatricio Cáraves, David Jolly, David Luza

TALLER DE OBRAS 2011

Profesores: Patricio Cáraves, David Jolly, David Luza

Investigación

Catastro de ciudad abierta

Obras

Antes de empezar nada en Ciudad Abierta, tuvimos que conocer primero toda la obra que habia en Ciudad Abierta, por eso hicimos un catastro de todas las obras que existen, y asi empezar a situarnos en donde ibamos a construir nuestros espacio.

Grandes cambios de planos te van descubriendo la obra.
Brisa moviendo los arboles descubre el juego de las fachadas.
Obra y naturaleza se unen en un mismo objeto.
Curvas inclinidas enfocan el vehiculo y la entrada.

Textos fundacionales

Estudio Urbanistico para una Poblacion Obrera en Achupallas Autor:Alberto Cruz, Año:1954

Un gran eje longitudinal con pendiente constante que es la avenida ocho norte que es la que genera la poblacion.

“Una ciudad en Achupallas que no se ha edificado aun, pero que ya esta invisiblemente totalmente edificada. Terrenos,limites,precios, costos, capacidades, inscritos.”

“Tramos rectos, pendientes suaves.”

“Boulevard con arboles frondosos en plena línea recta, gran plaza mirador.”

“Bulevares rectos, pendiente constante, arboles frondosos, plazas miradores.”

Taller de los prototipos

Boris Ivelic, Fabio Cruz, Juan Ignacio Baixas. Grupo Ciudad Abierta 1990


Obra construida por alumnos de Diseño de Objetos durante un periodo de travesía y dos faenas, cada una de tres semanas, realizadas por grupos de 16 alumnos quienes prefabricaron los elementos constructivos y los montaron en la obra. Hay un interior semienterrado en el que solo hay una franja de ventanas pequeñas, y los otros 2 lados abiertos y de vidrio, pudiendose entrar desde ambos flancos. Las mesas fueron fueron diseñadas tambien por los diseñadores al igual que la iluminacion del recinto. Los planos superiores generan una densidad de tramas a modo de ramaje, mientras que el horizonte visual inferior es abierto y despejado. Dos talleres se situan cercanos constituyendo un conjunto de lugares de trabajo manual que comparten espacios exteriores.

Se descubre el edificio entre las dunas y el sonido del ferrocarril.
Entrada entre muros, que se abren en el terreno y la naturaleza.
Resto metalico que descansa fuera del edificio, crea una union entre las dos.

Megaterio

”Aparecer abordando en vigilia”

El proyecto para el megaterio consiste en sacar dos apoyos que salgan del suelo, donde se apoyara el tejado del mirador, y todo el espacio que crea estara abierto por ventanales. Pudiendo dejar la vista hacia el "abismo" abierta de manera que te pudieras sentar en la punta extrema y observar toda la vista hacia el mar. Como si fuera el comienzo de un puente hacia el infinito que se hubiera cortado nada mas empezar. La ubicacion de poner la construccion al final es para destacar la subida y bajada del valle, y asi poder crear un punto final que destaque sobre el resto del megaterio. Desde este punto de vista los dos grandes apoyos, se mezclaran con los arboles creando una continuacion en la fila de arboles, de manera que te enfocaran mucho mas hacia el abismo que queremos observar.

Una gran losa sale de dentro de la tierra apoyado en patas muy delgadas.
horizontales enfocan a la libertad del sonido del mar.
Interior distinto al punto desde el que enfoca el tunel.

Humedal

”Avistar en despligue”

La localizacion del proyecto para el humedal sera en la zona donde está localizada la piedra que se mete dentro del estero. La forma del mirador inspirandome en los versos de la Divina Comedia sera un pasillo que se vaya adentrando que te vaya llevando hacia dentro del estero, donde el camino continue dentro del agua pero tu te puedas quedar fuera para poder observar, empezara siendo mas ancho, reduciendose por la parte mas cerca del estero, y finalmente abriendose donde se situara el mirador. La materialidad serán laminas de madera para el suelo, asi como para las lamas que enfatizan el camino. He querido poner las lamas verticales tambien por enfatizar el camino y ademas por que en mis observaciones habia descubierto mucho el viento que circula por el estero, de manera que pondria estas lamas como si fueran ramas que se movieran con el viento.

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Obra

Materias tratadas

Ronda

Despues de presentar al grupo nuestras propuestas individuales, hicimos una ronda entre los alumnos para que nos quedara la resonancia de las obras, para hacer la propuesta general, y asi sacar las ideas fundamentales de todas estas propuestas para sacar una entre todos en la que participara las ideas de todos los integrantes del taller de obra.

Que precisa un interior

Durante el transcurso de las faenas tuvimos que decir que creíamos QUE PRECISA UN INTERIOR, la primera vez dije, que tuviese VENTILACION porque aun trabajando con el suelo, la cantidad de viento que había en el megaterio tendría que seguir pasando cuando consiguiéramos cerrarlo. La segunda vez ya teníamos todo el suelo terminado, y sentándose en el suelo era cuando te dabas cuenta que había que agacharse para poder ver el exterior, entonces por eso elegí que el interior precisa que tenga una VISION DEL EXTERIOR. Por último ya con casi todos los cerramientos hechos lo que precisaba mas que nada era que la TEMPERATURA fuera CONTROLADA, para que no hiciera mucho frio o mucho calor en el interior de la sala de lectura, además para este último interior se nos pidió que dijéramos con que se podría construir, que serian CERRAMIENTOS EXTERIORES.

Continuidad

Para mí la obra en el megaterio es de continuidad, es la continuación de la materia hacia el mar, el enfoque longitudinal que nos da el techo del megaterio, es la que nos ayuda a crear el suelo por sus enormes vigas de cuelgue que nos ayudan a crear también los cerramientos exteriores al bajar la proyección de estas.

Obra del megaterio

Cuando llegamos por primera vez a la obra con nuestras herramientas, hicimos el camino de acceso, para limpiar todas las malas hierbas, y empezar a nivelar la pendiente en la que está construido el megaterio, dejando así un sitio por donde se pueda acceder en la parte superior y otra en la parte inferior, mientras hacíamos esto tuvimos un primer acto en el que gracias a unos parapetos que fabricamos (2 por alumno) que servían para poder apoyarnos, escuchamos un poema escrito por los dos poetas, Jaime Reyes y Carlos Covarrubias. Días después estos parapetos nos sirvieron para crear una exposición para cuando vinieron los pares, en la que presentábamos nuestras laminas del catastro así como la propuesta grupal del megaterio como del humedal.

Las semanas pasaron y parecía que nunca íbamos quitando tierra de la parte inferior del megaterio, pero teníamos que conseguir la medida establecida por un miembro del taller (Erlend) el más alto de todos. Ya cuando tuvimos la altura deseada, empezamos con el chuzo a hacer agujeros en el suelo para introducir los pollos, ya teniendo los pollos, con una sierra mecánica cortamos el saliente que nos sobraba para que pudiéramos nivelar el suelo, mientras nivelábamos también pusimos las vigas de unión entre pollos y una diagonal para asegurarlo mejor, terminada toda esta parte trajimos las maderas del suelo y empezamos a crear nuestras dos terrazas.

Teniendo las dos horizontales hechas, subimos los cerramientos necesarios para empezar a crear los muros, lo primero que montamos fue el enfoque que queríamos hacer, los dos grandes ventanales que pasaran de un lado a el otro dándole transparencia a la sala de música así como la iluminación, y teniendo estas ventanas, pusimos 2 ventanas más en los lados opuestos, y así empezar a ir cerrando la obra. Cuando nos faltaba cerrar ya solo el muro sur, nos dijeron que hiciéramos un muro teselado, después de que cada uno hiciera una propuesta, se decidió finalmente por la utilización de cuadrados de dos tamaños, de veinte y de treinta centímetros, montados en dos planos desplazados dejando asi entrar la luz por medio de estos, asi también poder ventilar en interior.

Estudio sobre la luz

Noche

La oscuridad del exterior solo te deja ver la pequeña luz que hay dentro del megaterio que se escapa por las grandes ventanas que tiene.

Ocaso

Al tener el sol tan bajo, los grandes pilares se acentuan con la sombra que generan.

Mediodia

Un dia con tanto sol ayuda a ver las sombras, y su reflejo completo sobre las superficies.

Alba

Error al crear miniatura: Archivo más grande que 25 MP
El sol de la mañana es completamente difuminado, no se ve claro los rayos por donde vienen, es todo una luz conjunta.

Carta a Fabio Cruz y Salvador Zahr

Mi primera visión del megaterio, fue en las observaciones que tuvimos que hacer sobre ciudad abierta y todas sus construcciones, ahí me di cuenta antes de saber que íbamos a construir en ella que era al impresionante. Sin saber nada sobre el megaterio pensé que era una obra terminada y que era un mirador, cuando estás en la parte superior tienes la percepción de todo lo que te rodea. Estas en la cumbre en la parte más alta de ciudad abierta, sola como si fuera el hito, cuando llegas hacia ella aparece de la montaña.

Cuando supimos que íbamos a construir en él, la mayoría de nosotros nos fuimos a la parte de arriba y siempre siendo algo por así decirlos que rozase el megaterio, en ningún momento se unía con él. Luego ya bajando me di cuenta que el techo del megaterio junto con la tierra del suelo hace un gran cañón hacia el marque te obliga a mirar hacia donde la longitunalidad de esta obra quiere. Con estas observaciones y haciendo una ronda solo los del taller de obra nos encaminamos para hacer algo que tuviera parte de todas las propuestas de cada alumno.

En cuanto tuvimos el chuzo, la pala y todos los materiales nos pusimos manos a la obra a empezar nuestro sitio de lectura, y cada día mientras quitábamos las malas hierbas con el sudor de ir levantando e chuzo para picar la tierra, al igual que el ir clavando la pala una vez tras otra y ver como la tierra de dentro del megaterio en ningún momento pareciera que estuvieses sacando nada. Mientras tanto en cada uno de nosotros se iba afianzando que esta construcción tenía que ir en la parte de abajo del megaterio siguiendo sus líneas de muro, las vigas, además en la parte con menos altura donde tu vista esta mas controlada por estas vigas. Para poder conservar esta visión teníamos que dominar la horizontal y en un suelo con tanta pendiente la única manera era la de crear pequeñas terrazas, al igual que la gran terraza que es el techo del megaterio, una gran losa longitudinal y horizontal.

Después de sacar muchos metros cúbicos de tierra para que una persona alta entrase por la entrada trasera ya logramos colocar todo el suelo, con sus dos terrazas. Tras caminar tantas veces por estas terrazas había un sitio en el que siempre una persona u otra se sentaba para poder observar, leer... Este va a ser el sitio donde haya un banco para leer. La esquina con los dos ventanales.

El día a día en el megaterio empieza desde que me levanto siempre en un ligar extraño que no es mi casa, echando en falta el calor de mi ciudad. Empieza aquí siempre mi espera infinita en la calle a que pase la micro correcta, el paseo mirando al mar hasta llegar a viña con el traqueteo mientras escuchas las música raras que pone el micrero, el observar las montañas llenas de todos los colores por las miles de casitas. El caminar diario hasta el megaterio pasando por todas las hospederías que siempre llaman la atención sobre todo para mí la del errante. El saludo diario con los compañeros. Lo que es el ir a comer y que tía Olivia siempre cocine unos platos exquisitos, el contar experiencias de cada uno de nosotros en la comida, la sobremesa todo al final nos ha hecho conocernos todo el grupo un poco mas cada día. Por último la vuelta a casa después de los días de trabajo, cansado oscuro ahora la micro se vuelve menos movida y siempre puedes descansar un poco para el día siguiente.

Atentamente

Javier Ibáñez Martínez