Diferencia entre revisiones de «Nicole Cofré - Módulo de investigación - T4»

De Casiopea
Línea 35: Línea 35:
Por lo antes mencionado, el borde norte del río Cachapoal, se convierte en un atrás velado, el cual está completamente desvinculado urbana y espacialmente de la ciudad.  
Por lo antes mencionado, el borde norte del río Cachapoal, se convierte en un atrás velado, el cual está completamente desvinculado urbana y espacialmente de la ciudad.  


Ante esta situación nace la intensión de preguntarse por el ¿cómo se habita este espacio limítrofe? y que importancia tiene dentro de la ciudad.
Ante esta situación nace la intención de preguntarse por el ¿cómo se habita este espacio limítrofe? y que importancia tiene dentro de la ciudad.


=Abstract=
=Abstract=

Revisión del 22:26 16 may 2015



TítuloRecuperación de la ribera como espacio público / Parque borde río Cachapoal
AsignaturaTítulo 1
Del CursoMódulo Investigación T1 2015
CarrerasArquitectura
4
Alumno(s)Nicole Cofré


Recuperación de la ribera como espacio público/

Parque borde río Cachapoal

Vista Área de Rancagua, relación ciudad-río/ Fuente Imagen:https://www.flickr.com/photos/fabianbarria/6246136779/in/photostream/


Alumna: Nicole Cofré Torres

Carrera: Arquitectura

Profesor Guía: David Luza

Fecha: 16 de mayo de 2015

Nota previa

El caso de estudio arquitectónico a abordar es la propuesta de un parque sustentable en la ribera norte del río Cachapoal, el cual se ubica entre el límite urbano de la ciudad de Rancagua y el río, provincia de Cachapoal. El terreno de la ribera norte del río Cachapoal tradicionalmente se ha ocupado como balneario, cumpliendo una función recreativa-social, donde el habitante se relacionaba con el río y se encontraba con los otros desde el ocio.

En los años 70’ el balneario, uso que se le daba de manera espontanea por los habitantes, se formaliza como tal, pasando a llamarse Balneario Municipal Cachapoal.

Debido a una serie de decisiones en el tiempo, tales como la tala de árboles, la creación de un botadero de escombros por los gobiernos locales como estrategia de encauce del río, la construcción del canal de relaves de CODELCO por superficie, formaron un espacio residual sin uso en el borde norte del río, que permitió acoger asentamientos irregulares que se consolidaron en el tiempo acrecentando el deterioro del lugar. Por lo antes mencionado, el borde norte del río Cachapoal, se convierte en un atrás velado, el cual está completamente desvinculado urbana y espacialmente de la ciudad.

Ante esta situación nace la intención de preguntarse por el ¿cómo se habita este espacio limítrofe? y que importancia tiene dentro de la ciudad.

Abstract

Palabras claves:

Borde urbano, parque urbano, Borde río, Límite urbano.

OBJETIVOS

OBJETIVOS GENERALES

Comprender la importancia de la valorización del río como elemento urbano conformador de ciudad y provincia y atender a las posibilidades de su espacio.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

- Análisis comparativo con el río Mapocho debido a sus características originales similares, ancho y pedregoso cauce, torrente.

- Reconocer el valor del borde urbano en el cual se enmarca el caso de la comuna de Rancagua.

- Indagar en la importancia comunal del río, visto como un referente común para las comunas aledañas a Rancagua.

- Entender cuales son las componentes que conforman el espacio fluvial, como avance en la propuesta del parque

Desarrollo

La ciudad de Rancagua se ubica en la sexta región, provincia del Cachapoal. Sus límites geográficos son, al este, la Cordillera de los Andes; al oeste, la Cordillera de la costa y al sur, el río Cachapoal. Rancagua se funda con un trazado ortogonal próximo al curso de agua del río, debido a la disponibilidad de este recurso para abastecer los solares y para el riego de los campos de cultivos. A pesar de la cercanía de la ciudad con el río, esta no se vincula con el directamente desde su trazado, si no más bien lo mantiene distante, pasando a ser este un límite urbano, el cual se entiende como "línea imaginaria que delimita las áreas urbanas y de extensión urbana que conforman los centros poblados, diferenciándolos del resto del área comunal". [1] La definición anterior habla del límite referido al crecimiento de lo urbano, pero no considera a este como un espacio habitable; como un borde donde se da la transición entre lo urbano y lo rural, vinculado estrechamente al entorno natural.

Ante esta inquietud, es que se indaga en el concepto de borde urbano, el cual se refiere al territorio que conforma el margen de la ciudad, donde se dan diversas dinámicas y que además tiene la potencia de vincular la ciudad con su entorno, ya sea este natural, rural o urbano. El cual se define como “Franja territorial que denota una transición de los aspectos urbanos predominantes: densidad de ocupación, morfología, usos urbanos, dinámicas socio-culturales, etc. a lo natural, o hacia los usos del suelo rurales. Cuyas características son intrínsecas a las dinámicas que en esas franjas desarrollan, afectando o no, un espacio de importancia ecológica, y constituyendo un área potencial de enlace de las relaciones: campo-ciudad, ciudad-ciudad, y de otras escalas” (Toro, Velasco, Niño, 2005).[2]

Frente a esto cabe plantearse al río como elemento configurador del borde urbano, considerándolo como un espacio complejo articulador de la ciudad y de su entorno, en cuanto incorpora el paisaje y naturaleza en el ordenamiento del territorio.

SOBRE EL VALOR DEL RÍO

Importancia urbana

El río junto a la ribera son elementos de importancia urbana, ya que forman un borde abierto al territorio, desde el cual aparece la relación oriente-poniente, el enfrentamiento de las cordilleras. El cual tiene la potencia de ser un borde-terraza de traspaso entre la ciudad y lo extenso. Acá también hablar del traspaso desde lo urbano a lo rural .

Importancia ambiental

Este borde territorial, actualmente se encuentra desvinculado urbana y espacialmente de la ciudad, debido a la existencia de un canal de relaves de CODELCO por superficie que crea una ruptura en la relación río-ciudad, y a las malas decisiones en cuanto a su planificación. Este lugar se ha convertido en un espacio residual, sin una función definida a lo largo de todo el borde río que tiene contacto con la urbe, acogiendo diversos actos irregulares, entre ellos asentamientos de campamentos, botaderos de escombros y basura, etc.

El arquitecto paisajista francés Clement Gilles, define estos lugares como el tercer paisaje, que se refiere a “la gran cantidad de espacios indecisos, desprovistos de función, a los que resulta difícil darles nombre. ..Está situado en sus márgenes: en las orillas de los bosques, a lo largo de las carreteras y de los ríos, en los rincones más olvidados de la cultura, allí donde las máquinas no pueden llegar. Cubre superficies de dimensiones modestas tan dispersas como las esquinas perdidas de un prado. Son unitarios y vastos como las turberas, las landas y ciertos terrenos yermos surgidos de un desprendimiento reciente. Entre estos fragmentos de paisaje no existe ninguna similitud de forma. Sólo tienen una cosa en común: todos ellos constituyen un territorio de refugio para la diversidad. En todas las demás partes ha sido expulsada.”[3]. El autor nos hace ver estos espacios como lugares potenciales, en cuanto son refugio de la diversidad, poniendo en valor al territorio abandonado y su condición de límite y además da cuenta de que “Los límites – interfaces, canopeas, lindes, bordes- constituyen por si mismos grosores biológicos. Su riqueza es a menudo superior a la de los medios que separan.” [4].

Es importante poner en valor la condición de corredor biológico que tiene el río y su función de proveer de servicios ambientales a la ciudad. Entender este territorio como un continuo, donde cada tramo natural sostiene la existencia del otro, comportándose como un ecosistema único, de gran valor para los habitantes, ” los corredores fluviales son ecosistemas de gran valor, sobre todo en áreas urbanas y periurbanas, por sus características intrínsecas y también por ser corredores capaces de conectar entre sí distintos ecosistemas” [5].

Importancia intercomunal

Las comunas de la provincia de Cachapoal aledañas a Rancagua, tales como Machalí, Olivar, Doñihue, Coltauco, encuentran en el río un referente común. Todas se emplazan en proximidad a este, por lo que se presenta como un lugar de potencia articuladora intercomunal. Como referencia podemos nombrar lo que sucede con el río Mapocho en la región metropolitana, el cual se presenta como un elemento urbano que articula las comunas ribereñas, como señala José Luis Gómez, “Cabe encontrar en el cauce del Mapocho, en su condición de horizontal común a doce comunas, el más claro elemento de la estructura metropolitana de espacios libres: un corredor natural que evoca y ofrece la presencia imponente de los Andes y que nos hace sentir, apostados en cualquiera de sus puentes o lugares de sus riberas, inmersos en esa corriente de la vida, en esa historia del infinito, que para Elisée Réclus —en su espléndido libro El Arroyo— supone cualquier río.” [6].

Debido a la potencialidad que tiene la ribera del río como lugar vinculador es que se debería proponer, por parte de las autoridades, la recuperación de esta a través de espacios públicos de importancia dentro de la comuna y que construyan el vínculo con las comunas aledañas. Pensarlo como multiplicidad de secuencias que forman un sistema áreas verdes (parques, plazas, jardines, etc.), que configuran un eje verde dentro de la provincia. Declarando esta zona como protegida con destino de parque urbano, entendiendo la diversidad de paisajes entorno a él, junto con su flora y fauna. Tal como propone José Luis Gómez sobre el caso de Santiago “Cada tramo comunal del río podría encontrar la manera de difundir esa condición natural de la ribera, a través de algunas de sus calles perpendiculares al cauce, peatonalizándolas y cargándolas de usos colectivos, enlazando el verde de ribera con el de algunas placitas, equipamientos y lugares cívicos más notables. Cada comuna podría así contribuir al valor natural colectivo con su particular puerta al río, enhebrando, a lo largo de ambas riberas con la mayor continuidad y diversidad posibles, una secuencia lineal metropolitana de parques, museos, miradores, centros cívicos y monumentos.” [7].

Todos estos proyectos tienen que comprender la relación ciudad-paisaje valorizando y aprovechando los rasgos del espacio ribera, y generando la relación de espacios provincia, entendiendo que “ Un tramo de un río no puede aislarse del resto, sino que es parte de un sistema. En consecuencia, la ordenación de un tramo del sistema fluvial influye en los demás y debe realizarse con un enfoque de conjunto.”(Ureña, 2002) [8].

CONFIGURACIÓN DE LA RIBERA DENTRO DE LA CIUDAD

sector específico del parque del borde del río Cachapoal

Con respecto a la ordenación del borde dentro de la cuidad, se debe entender como bien lo establece José Mª Ureña “La integración debe realizarse desde abajo, desde el diseño y la normativa urbanística de cada una de las partes de la ciudad. Si desde este primer nivel se comprende la importancia de integrar el sistema fluvial como uno de los principios que debe dirigir la ordenación urbanística, posteriormente se comprenderá la conveniencia de integrar los elementos más visibles del sistema fluvial (los cauces principales) en la ordenación urbana.” [9].

Ahora bien, centrándonos en tramo del río que atañe al lugar de proyecto de título, es preciso considerar lo siguiente: para intervenir el área fluvial o áreas colindantes a estas, es necesario conocer las zonas que las componen, que son tres: el cauce mayor, ocupada por el flujo de agua; el cauce amplio, que suele coincidir con el corredor ripario o área de interface entre el ecosistema acuático y terrestre; y las llanuras de inundación, que son los espacios anteriores. Además se define un espacio de transición entre las áreas edificadas o rurales y la área fluvial. (Ureña, 2002). [10].

Los terrenos donde se propone el parque del borde norte del río Cachapoal corresponden por una parte a las llanuras de inundación y por otra, al área de transición, con la acepción que existe gran parte que está sobre una terraza de 5m formada por la acumulación de escombros y basuras en el tiempo. Se recomienda “Ocupar lo mínimo posible las llanuras de inundación, pero en caso necesario hacerlo exclusivamente por usos del suelo que puedan ser inundados con una cierta periodicidad (por ejemplo, áreas deportivas, excepcionalmente edificios de viviendas con bajos exentos y construidos a prueba de los empujes del lujo de agua y sólidos).” (Ureña, 2002).[11]. Es necesario aclarar que el parque no supone una intervención directa en el cauce mismo, si no más bien el uso de la terraza (situación elevada) con accesos a la orilla. Y con respecto a los espacios de transición “Los usos recreativos o de parque más intensos y los espacios naturales menos transformados (agricultura menos intensiva, mantenimiento del arbolado, etc.) deben establecerse, en lo posible, como espacios de transición entre los espacios edificados y rurales y las áreas fluviales, reservando estas últimas como espacios con acceso más restringido.” (Ureña, 2002).[12].

Para la intervención es necesario mantener las particularidades del lugar, como un modo de cuidar su identidad ligada al valor paisajístico que este posee.

Consideraciones finales

- Los límites urbanos se deberían considerar como aquello que limita pero también vincula, como un espacio de transición entre el contexto urbano edificado, y lo natural/rural. Más que un límite, un borde urbano, valorizándolo como un área compleja que articula la ciudad con su contexto ya sea éste natural o urbano, y que este normado por un instrumento de planificación territorial, atribuyéndole un uso de suelo.

- Es necesario que se genere un plan conjunto desde los instrumentos de ordenación territoriales, para denominar la ribera como área de protección, haciéndose cargo del estado actual de los tramos mas deteriorados, restaurando y preservando los sistemas biológicos que este acoge.

- No basta con pensar el espacio ribera desde la intervención de tramos independientes uno de otros, si no más bien como una red de áreas verdes que potencien la condición de corredor biológicos, dándole la potencia de ejes verdes dentro de la provincia.

- Los espacios de transición son aquellos que se encuentran entre el área urbana edificada y el espacio fluvial, se recomienda que en estas se emplacen los programas asociados con actividades recreativas, como parques, con el fin de preservar el mantenimiento del cauce.


Bibliografía citada

1. Artículo 52° Ley General de Urbanismo y Construcciones.

2. Gilles,Clement (2007) "Manifeste du tiers-paysage" Editorial Gustavo Gili

3. Gómez, José Luis (2009) "Río de ideas". ARQ, n. 72 Ríos urbanos, Santiago, agosto 2009, p. 32-37.

4. Toro, Carolina; Velasco, Vanessa; Niño, Alexander (2005) "El borde como espacio articulador de la ciudad actual y su entorno". Revista Ingenierías Universidad de Medellín, vol. 4, núm. 7, julio-diciembre, 2005, pp. 55-65.

5. Ureña, josé (2002) "La ordenación del espacio fluvial en las ciudades". Libro Ríos y ciudades, Pablo de la cal y Francisco Pellicer Coordinadores.


Anexo: Fichas de lectura

Ficha 1

  • Autor: Toro Vasco, Carolina; Velasco Bernal, Vanessa; Niño Soto, Alexander
  • Título:El borde como espacio articulador de la ciudad actual y su entorno
  • Año: 2005
  • Editorial:Revista Ingenierías Universidad de Medellín, vol. 4, núm. 7, julio-diciembre, 2005, pp. 55-65
  • Breve resumen: Este texto aborda la problemática de borde desde 4 aspectos: definición e historia, lo ambiental y lo urbano, metodología de análisis de borde y modelo de planeación y finalmente los lineamientos de borde como espacio articulador. Es útil ya que lleva el concepto a campo de la espacialidad.
  • Citas

“Las distintas acepciones se refieren a la misma porción de territorio que rodea, circunscribe o conforma el margen de las complejas organizaciones de las ciudades. Cada organización urbana manifiesta diferentes dinámicas en este espacio de múltiples contactos, según las características de la región o país donde se ubican.”

“María Clara Vejarano describe el borde como un límite a lo construido urbano, consolidación de lo suburbano y área de enlace de las relaciones regionales.”

“El Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá, Decreto 469 de 2003, en su artículo 91, define el Corredor Ecológico de Borde como una franja de 50 a 100 metros de ancho en suelo rural, contiguo y paralelo al perímetro urbano. Y en su Decreto 619 de 2000, enuncia el papel que deben cumplir las áreas periféricas, suburbanas y rurales, atribuyéndoles las siguientes funciones: ï Contener procesos de conurbación de la ciudad. ï Cumplir una función articuladora de la ciudad región. ï Incorporar la escala regional para el desarrollo y planeación de los equipamientos e infraestructuras. ï Consolidar un modelo de ciudad-región, posiblemente de carácter poli céntrico o sistema de ciudades, basado en la diversificación y especialización de funciones. ï Afianzar y precisar su papel como valor paisajístico y ambiental que incluye reconocer su función como proveedora de servicios ambientales.”

“El Protocolo Distrital de Pacto de Borde, define los bordes urbanos como territorios de retos y oportunidades, por su sistemático incumplimiento de la norma urbanística, cambios y conflictos en el uso del suelo, situaciones de riesgo, degradación de la Estructura Ecológica principal y procesos de conurbación no planificados; espacio donde se <juega> el ordenamiento de la ciudad”

“Franja territorial que denota una transición de los aspectos urbanos predominantes: densidad de ocupación, morfología, usos urbanos, dinámicas socio-culturales, etc. a lo natural, o hacia los usos del suelo rurales. Cuyas características son intrínsecas a las dinámicas que en esas franjas desarrollan, afectando o no, un espacio de importancia ecológica, y constituyendo un área potencial de enlace de las relaciones: campo-ciudad, ciudad-ciudad, y de otras escalas”

Ficha 2

  • Autor: Clément, Gilles
  • Título: Manifeste du tiers-paysage
  • Año: 2007
  • Editorial: Editorial Gustavo Gili, Barcelona.

  • Breve resumen: En este texto el autor define un nuevo tipo de paisaje nombrado como “el tercer paisaje” , el cual se refiere a los espacios residuales, desprovistos de función dentro de la ciudad. Nos hace ver estos espacios como lugares potenciales, en cuanto son refugio de la diversidad, poniendo en valor al territorio abandonado y su condición de límite.
  • Citas

“la gran cantidad de espacios indecisos, desprovistos de función, a los que resulta difícil darles nombre. Este conjunto no pertenece ni al dominio de la sombra ni al de la luz. Está situado en sus márgenes: en las orillas de los bosques, a lo largo de las carreteras y de los ríos, en los rincones más olvidados de la cultura, allí donde las máquinas no pueden llegar. Cubre superficies de dimensiones modestas tan dispersas como las esquinas perdidas de un prado. Son unitarios y vastos como las turberas, las landas y ciertos terrenos yermos surgidos de un desprendimiento reciente. Entre estos fragmentos de paisaje no existe ninguna similitud de forma. Sólo tienen una cosa en común: todos ellos constituyen un territorio de refugio para la diversidad. En todas las demás partes ha sido expulsada.”

“Los conjuntos primarios, son espacios que jamás han estado sometidos a explotación y que poseen una amplia diversidad.”

“Los residuos que son el resultado del abandono de una actividad, son espacios poseedores de una diversidad heterogénea y caótica.”

“Las reservas son conjuntos protegidos de la actividad humana, por decisión. Son considerados frágiles y escasos, ricos en una diversidad que se encuentra en peligro.”

“Los límites – interfaces, canopeas, lindes, bordes- constituyen por si mismos grosores biológicos. Su riqueza es a menudo superior a la de los medios que separan.”

“La representación de los límites del tercer paisaje no puede traducir objetivamente su grosor biológico, pero puede evocarlo.”

Ficha 3

  • Autor: Natalia C. Villamizar-Duarte, Jeny Stephany Luna Sánchez
  • Título: Bordes urbanos: una pregunta desde el crecimiento de las ciudades hacia la concepción de una categoría para el análisis y la proyectación de territorios urbanos.
  • Breve resumen: En este texto el autor define un nuevo tipo de paisaje nombrado como “el tercer paisaje” , el cual se refiere a los espacios residuales, desprovistos de función dentro de la ciudad. Nos hace ver estos espacios como lugares potenciales, en cuanto son refugio de la diversidad, poniendo en valor al territorio abandonado y su condición de límite.
  • Citas

El texto se dirige a precisar preguntas que orienten en la conceptualización de “borde urbano”, llevado al análisis y proyección de territorios urbanizados. Para esto hacen la revisión de varios puntos de vista de los bordes urbanos, que son expuestos en citas a continuación.

“En el caso chileno, el inicio del nuevo siglo se ha caracterizado por un proceso de crecimiento a partir de expansiones urbanas desarrolladas mediante grandes piezas que se conforman como fragmentos. En el caso específico de Santiago, estas expansiones se han dado hacia las zonas norte sur de la región metropolitana. Esta expansión urbana se ha dado bajo un modelo de desarrollo suburbano en áreas de alto valor ambiental pero que cuentan con poca oferta de estructuras urbanas, infraestructuras o equipamientos. Estos nuevos desarrollos ofrecen un tipo de ciudad asociado a la naturaleza 3 y a una vida de lujo a costas de la incorporación como suelo urbano de miles de hectáreas anteriormente rurales. Bajo este modelo de desarrollo la idea de borde se diluye en una expansión sin fin de áreas urbanas (Torres, 2012).”

“En diversos contextos, la realidad territorial del borde hoy lo ha mostrado como un elemento menos definido, más difuso; menos línea y más como una franja, un espacio en donde convergen y coexisten diversas dinámicas sociales, económicas y ambientales en un continuo urbano-rural que tiene diversos niveles de relación con la ciudad y el territorio circundante. Esta condición ha planteado la necesidad de superar la idea de límite (al interior de áreas urbanas, entre áreas urbanas y rurales, entre áreas naturales de diversas características, etc.) como una condición física, esto implica incluir en la reflexión otras dimensiones de conocimiento que aporten al estudio de este elemento, que hoy por hoy, es crucial para comprender las dinámicas de urbanización a lo largo del siglo XX y lo que va del XXI, que ha generado una serie de desequilibrios territoriales que se manifiestan en un deterioro ambiental y en el constante conflicto social y de intereses de diversos actores (Talavera, H., Villamizar, N.,2012)”

“¿seria posible pensar que la arquitectura y el planteamiento de los bordes podrían dar luces a las decisiones políticas que se tomen sobre estos territorios?”

“desde la ecología el borde se plantea como algo más que una línea ya que este elemento que separa dos unidades obtiene propiedades de las dos unidades y esto lo constituye como una unidad funcional que requiere ser estudiada bajo esta condición de entidad. Se entiende entonces que el estudio del borde implica ampliar la mirada hacia la región desde dimensiones ambientales y funcionales que soportan y permiten el desarrollo económico y humano en estos entornos urbanos (González, 2012).”

Ficha 4

  • Autor: René Cerda Gosselin
  • Título: Cuando el territorio se vuelve paisaje
  • Año: 2007
  • Editorial: Revista CA nº131 (agosto-septiembre 2007). pág 48-49
  • Breve resumen: En este texto el autor define un nuevo tipo de paisaje nombrado como “el tercer paisaje” , el cual se refiere a los espacios residuales, desprovistos de función dentro de la ciudad. Nos hace ver estos espacios como lugares potenciales, en cuanto son refugio de la diversidad, poniendo en valor al territorio abandonado y su condición de límite.
  • Citas

En este texto el autor señala la definición de paisaje y los diversos factores que se involucran en su configuración. Es interesante ya que nos invita a ser sensibles en el momento de analizar un territorio.

“Un paisaje está configurado por una infinita red de relaciones territoriales, biológicas, sociales, histórico-culturales, económicas, perceptuales, que cuando comienzan a operar de forma simultanea develan su presencia en el total.”

“El paisaje se vuelve patrimonio de quien lo percibe y vive, reconociendo sus diversas escalas desde el nivel macroterritorial hasta el particular tangible, y su totalidad a través de la visión, del recorrido y de la experiencia histórica y física de cada hombre o lugar…del ojo y del pie”

“La intervención del paisaje será entonces producto de un profundo análisis de los factores comprometidos en esta red de relaciones multidisciplinarias y multicontextuales y, con la superposición de estos estratos, no es necesario más que solo un pequeño gesto: “subrayar en lugar de reescribir lo que existe: subrayar la palabra paisaje”

Ficha 5

  • Autor: Ángel L. González Morales
  • Título: Sinergias afectivas. El paisaje como origen de un proceso de intermediación ecológico-cultural.
  • Año: 2014
  • Editorial: Revista Urbano nº 30/ Nov 2014. Pág. 104-111
  • Breve resumen: El siguiente texto da cuenta de la evolución de la definición de paisaje, centrándose en el nuevo giro tomado desde la convención europea del paisaje realizada en Florencia, Italia, menciona que estás premisas de ha poco se han ido incorporando en las políticas europeas y hace la comparación con las normativas chilenas, que tratan el tema desde una manera incipiente. Finalmente el autor plantea una nueva metodología de trabajo, el cual considera al paisaje como origen de un proceso de intermediación ecológico cultural. Este plantea concebir el proyecto arquitectónico y urbano en conjunto con los habitantes del territorio a intervenir, lo cual permitirá trabajar con relaciones reales.
  • Citas

“el del paisaje, un giro a la hora de considerar el papel de la arquitectura en general –y del arquitecto en particular-, que implica pasar de ser el único origen de los procesos de cambio, a considerarla/nos una herramienta capaz de constituirse y construir un verdadero proceso de intermediación en el contexto de este constante cambio social y ecológico que venimos describiendo.”

“la búsqueda y definición de un paisaje elegido, como origen de un proceso de intermediación ecológico-cultural, el cual basándose en un concepto como es el de la percepción de los propios habitantes, nos permitirá frente a los modelos urbanos actuales basados todos ellos en modelos utópicos, la de conocer y trabajar con relaciones reales.”

“plantearemos en primer lugar el entender de ahora en adelante el proyecto -arquitectónico y urbano- como un instrumento al servicio de una población determinada, el cual a través del estudio de la construcción de los signos que definen su identidad y su carácter, permitirá a dichos habitantes el paso de la simple acción de “conocer” a la de “conocerse”, y a través de procesos y estrategias participativas que potencien su invención y su creatividad, de este “conocerse”, a un concepto todavía más importante como es el de “reconocerse”, haciendo de esos mecanismos de potenciación de esa afectividad una alternativa de proyecto.”

“será necesario entender el patrimonio natural contenido en estas áreas como una llave hacia la sobrevivencia económica y cultural -y no solo como un instrumento hacia el ocio y el bienestar físico o mental-, que permita a dicha población su desarrollo social y económico relacionándolo directamente con un sentimiento de pertenencia y de apropiación de un lugar”

“cómo partir de la consideración del paisaje como un instrumento de potenciación y defensa de una diversidad –sea social, que ambiental- nos llevará obligatoriamente a tratar y estudiar las relaciones ecológicas, económicas y sobre todo emotivas y afectivas, existentes en un territorio.”

Ficha 6

  • Autor: Jaume Busquets Fàbregas, Albert Cortina Ramos
  • Título: Gestión del paisaje
  • Año: 2009
  • Editorial: Editorial Ariel
  • Breve resumen: En este capítulo del libro se habla sobre las temáticas u objetivos de los que se ocupan los diversos planes existentes en España en relación al paisaje.
  • Citas

“Espacio territorial y paisaje son dos realidades íntimamente asociadas.”

“La construcción de paisajes como objetivo asociado a la creación de nuevas áreas de extensión urbana o a la reforma de las existentes. Mediante las pautas de ordenación urbana, más o menos precisas según el carácter del plan, se establecen las condiciones para un paisaje que materializarán y concretarán la arquitectura, la urbanización y la jardinería”

“la permanencia de aquellos paisajes a los cuales atribuimos un gran valor estético, identitario o ecológico.” En primer lugar, preservando su espacio del alcance de las propuestas de transformación física que propone el propio plan y, en segundo lugar protegiendo la lógica económica de las actividades que han construido y dado sentido funcional a estos paisajes, ya sean barrios populares de la ciudad o viñedos en el campo. (381)

“La legislación urbanística de Cataluña prevé que los planes directores urbanísticos puedan tener en determinados casos finalidad específica, que puede ser próxima a la problemática del paisaje. Este es el caso del plan director urbanístico del sistema costero (2005) que protege los espacios todavía no urbanizados de la franja costera como un claro objetivo de preservación del paisaje.”

Ficha 7

  • Autor: José Luis Gómez Ordóñez
  • Título: Ríos de ideas
  • Año: 2009
  • Editorial: ARQ, n. 72 Ríos urbanos, Santiago, agosto 2009, p. 32-37.
  • Breve resumen: El texto habla de las percepciones recogidas por el autor luego de recorrer la ciudad de Santiago y el río Mapocho. Es interesante ya que recae en la ubicación y su entorno geográfico, en la importancia del río como un elemento estructurador urbano vinculante de 12 comunas ribereñas, de las redes de parques y espacios públicos que se forma entorno al río y de los vías de transporte estructurante de la región metropolitana.
  • Citas

“Cabe encontrar en el cauce del Mapocho, en su condición de horizontal común a doce comunas, el más claro elemento de la estructura metropolitana de espacios libres: un corredor natural que evoca y ofrece la presencia imponente de los Andes y que nos hace sentir, apostados en cualquiera de sus puentes o lugares de sus riberas, inmersos en esa corriente de la vida, en esa historia del infinito, que para Elisée Réclus —en su espléndido libro El Arroyo— supone cualquier río.”

Santiago “Cada tramo comunal del río podría encontrar la manera de difundir esa condición natural de la ribera, a través de algunas de sus calles perpendiculares al cauce, peatonalizándolas y cargándolas de usos colectivos, enlazando el verde de ribera con el de algunas placitas, equipamientos y lugares cívicos más notables. Cada comuna podría así contribuir al valor natural colectivo con su particular puerta al río, enhebrando, a lo largo de ambas riberas con la mayor continuidad y diversidad posibles, una secuencia lineal metropolitana de parques, museos, miradores, centros cívicos y monumentos.”

Ficha 8

  • Autor: José Mª Ureña Francés
  • Capítulo: La ordenación de los espacios fluviales en las ciudades
  • Título: Ríos y ciudades, Aportaciones para la recuperación de los ríos y riberas de Zargoza. Coordinadores: Pablo de la Cal y Francisco Pellicer.
  • Año: 2002
  • Editorial: Institución «Fernando el Católico», 2002.
  • Breve resumen: El texto habla de las percepciones recogidas por el autor luego de recorrer la ciudad de Santiago y el río Mapocho. Es interesante ya que recae en la ubicación y su entorno geográfico, en la importancia del río como un elemento estructurador urbano vinculante de 12 comunas ribereñas, de las redes de parques y espacios públicos que se forma entorno al río y de los vías de transporte estructurante de la región metropolitana.
  • Citas

"Territorio. Los ríos no están limitados a su cauce, sino que su territorio está formado por un espacio más amplio, que incluye las llanuras de inundación, territorio que ha sido conformado por el propio río. En consecuencia, la ordenación de los ríos debe realizarse conjuntamente con la de su llanura de inundación; esto es, ordenar las áreas fluviales completas no sólo sus cauces."

"La integración debe realizarse desde abajo, desde el diseño y la normativa urbanística de cada una de las partes de la ciudad. Si desde este primer nivel se comprende la importancia de integrar el sistema fluvial como uno de los principios que debe dirigir la ordenación urbanística, posteriormente se comprenderá la conveniencia de integrar los elementos más visibles del sistema fluvial (los cauces principales) en la ordenación urbana."

"Las propuestas de ordenación deberán tener además en cuenta que en las áreas fluviales se pueden distinguir tres zonas (figura 1): — El cauce mayor, una porción de suelo que es ocupada frecuentemente por el flujo de agua y sólidos y que incluye el cauce de aguas bajas. — Este cauce amplio no es fijo sino que se mueve dentro de un espacio que geomorfológica y ecológicamente forma parte del río, esta zona suele coincidir aproximadamente con el corredor ripario o área de interfase entre el ecosistema acuático y el terrestre."

"Ocupar lo mínimo posible las llanuras de inundación, pero en caso necesario hacerlo exclusivamente por usos del suelo que puedan ser inundados con una cierta periodicidad (por ejemplo, áreas deportivas, excepcionalmente edificios de viviendas con bajos exentos y construidos a prueba de los empujes del lujo de agua y sólidos)."

"Tratar los espacios colindantes a las riberas como espacios de transición entre los usos urbanos y un espacio natural como alternativa a la consolidación de las riberas mediante calles o paseos urbanizados."

"las áreas fluviales deben encontrarse en el interior del conjunto de espacios libres urbanos y del conjunto de áreas protegidas rurales. Los usos recreativos o de parque más intensos y los espacios naturales menos transformados (agricultura menos intensiva, mantenimiento del arbolado, etc.) deben establecerse, en lo posible, como espacios de transición entre los espacios edificados y rurales y las áreas fluviales, reservando estas últimas como espacios con acceso más restringido."

Referencias Bibliográficas

  1. Artículo 52° Ley General de Urbanismo y Construcciones.
  2. Toro, Carolina; Velasco, Vanessa; Niño, Alexander (2005) El borde como espacio articulador de la ciudad actual y su entorno/ Revista Ingenierías Universidad de Medellín, vol. 4, núm. 7, julio-diciembre, 2005, pp. 55-65.
  3. Gilles,Clement. (2007) Gilles,Clement (2007) "Manifeste du tiers-paysage". Editorial Gustavo Gili.
  4. Gilles,Clement. (2007) Gilles,Clement (2007) "Manifeste du tiers-paysage". Editorial Gustavo Gili.
  5. Ureña, josé.(2002) "La ordenación del espacio fluvial en las ciudades". Ríos y ciudades, Pablo de la cal y Francisco Pellicer Coordinadores .
  6. Gómez, José Luis. (2009) "Río de ideas". ARQ, n. 72 Ríos urbanos, Santiago, agosto 2009, p. 32-37.
  7. Gómez, José Luis. (2009) "Río de ideas". ARQ, n. 72 Ríos urbanos, Santiago, agosto 2009, p. 32-37.
  8. Ureña, josé.(2002) "La ordenación del espacio fluvial en las ciudades". Ríos y ciudades, Pablo de la cal y Francisco Pellicer Coordinadores .
  9. Ureña, josé.(2002) "La ordenación del espacio fluvial en las ciudades". Ríos y ciudades, Pablo de la cal y Francisco Pellicer Coordinadores .
  10. Ureña, josé.(2002) "La ordenación del espacio fluvial en las ciudades". Ríos y ciudades, Pablo de la cal y Francisco Pellicer Coordinadores .
  11. Ureña, josé.(2002) "La ordenación del espacio fluvial en las ciudades". Ríos y ciudades, Pablo de la cal y Francisco Pellicer Coordinadores .
  12. Ureña, josé.(2002) "La ordenación del espacio fluvial en las ciudades". Ríos y ciudades, Pablo de la cal y Francisco Pellicer Coordinadores .