Me muevo con PICTOS

De Casiopea


TítuloMe muevo con PICTOS
Tipo de ProyectoProyecto de Titulación
Palabras Claveaccesibilidad cognitiva, discapacidad intelectual, diseño de servicios, ilustración pictográfica
Período2018-2018
AsignaturaTaller de Diseño Gráfico Titulación 3,
CarrerasDiseño Gráfico"Diseño Gráfico" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
Alumno(s)María Ignacia von Unger, Antonella Pastén
ProfesorHerbert Spencer, Katherine Exss

Introducción

MvonUnger - Datos Discapacidad Chile.png

En Chile, el 5,4% de la población presenta algún grado de discapacidad intelectual (SENADIS, 2016[1]), porcentaje que incrementa con la tercera edad. Con el envejecimiento de la población, se espera un aumento de esta condición en los próximos años a nivel mundial (Rodríguez-Sánchez, 2011[2]). En Valparaíso, específicamente, el aumento de esta condición no tiene un buen pronóstico, por la complejidad geográfica que presenta la ciudad, la cual se compone de una pequeña trama planificada ortogonal y de una gran zona de 42 cerros donde el crecimiento ha sido orgánico. Por lo tanto, esta expansión natural no es capaz de entregar un sistema urbano fácilmente comprensible para quienes deben recorrer la ciudad (Kapstein, 2009[3]).

MvonUnger - Valparaíso.png

Las personas con discapacidad intelectual se caracterizan principalmente por tener dificultades para memorizar o aprender cosas, tomar decisiones, navegar y comprender los espacios físicos, generando dependencia en el día a día (Bosch & Gharaveis, 2016[4]). Es imperioso, entonces, buscar soluciones a los problemas de las personas con DI que se desprenden del entorno urbano, como la dependencia de la memorización, la falta de formatos complementarios (visual, auditivo, multigráfico), la necesidad de utilizar habilidades organizativas complejas, y la falta de un lenguaje que se amolde a la comprensión de todos los receptores (Fundación ONCE, 2009[5]). Si se ofrecen los apoyos pertinentes dentro de la ciudad, el funcionamiento de las personas, por consiguiente, debiera mejorar (AAIDD, 2010[6]).

Hablamos de accesibilidad cognitiva cuando la información del entorno se estructura de tal manera, que resulta fácil o intuitiva de comprender por cualquier persona, independiente de sus capacidades cognitivas. En este contexto cualquier iniciativa que trabaje en beneficio de las personas con discapacidad intelectual apoyando su navegación por el espacio transaccional de los servicios, será útil para todas las personas (Larraz, 2015[7]), asegurando una mayor inclusión y una vida independiente. La accesibilidad cognitiva facilita no sólo la interacción de la persona con el espacio, sino que también la interacción entre personas (ASPADEX, 2015[8]). Su importancia radica principalmente en generar igualdad de condiciones y oportunidades de acceso a la información, o bien, en hacer esta brecha más pequeña para las personas con distintas capacidades cognitivas.

La accesibilidad cognitiva le permite a la persona con discapacidad intelectual, un mayor nivel de independencia y autodeterminación, lo cual le permitirá desarrollarse plenamente, otorgándole expectativas, dignidad, responsabilidad y oportunidades, aumentando su calidad de vida (Williams, 1989[9]; Vega & Álvarez, 2016[10]).

Las ciudades contemporáneas han presentado un aumento en su complejidad, por la densidad de sus servicios y las aplicaciones de la "sociedad de la información" en el entorno urbano, dificultando la comprensión a cualquier persona que necesite procesar tal concentración de información (Fundación ONCE, 2009). Para que el entorno urbano sea accesible cognitivamente, sus servicios deben organizarse de modo que cualquier persona pueda desenvolverse en ellos de la manera más independiente, segura y natural posible (Juncà, 2002[11]).

Mapa de las líneas del metro de la ciudad de Tokio

Wayfinding y discapacidad intelectual

Cuando una persona se enfrenta a un territorio desconocido, tiende a confiar más en la información que se ubica en el lugar físico, que en sus conocimientos por experiencias previas, creencias o apreciaciones (Bosch & Gharaveis, 2016). Aquí es donde aparece el wayfinding como una posible solución al problema planteado anteriormente, ya que se trata de la habilidad, cognitiva como conductual, de una persona para aprender y recordar rutas en un espacio, con el fin de movilizarse en él y llegar a su destino. Ésta comprende la capacidad para tomar y ejecutar decisiones, para procesar la información y para resolver problemas espaciales (Kitchin, 1994[12]; Passini, 1984[13]).

Hablamos de un sistema de orientación espacial que favorece la accesibilidad cognitiva en el entorno urbano, ya que facilita la estrategia cognitiva que deberá tener una persona para movilizarse por un espacio (García, 2012[14]), lo cual afectará directamente en el nivel de independencia de ella.

Dentro del wayfinding se encuentra un recurso que facilita la navegación del entorno urbano –la señalética–, básicamente porque su objetivo es orientar las decisiones y acciones de las personas en los servicios (Costa, 1987[15]). Cuando una persona se enfrenta a un territorio desconocido, tiende a confiar más en la información que se ubica en el lugar físico, que en sus conocimientos por experiencias previas, creencias o apreciaciones (Bosch & Gharaveis, 2016). Es por esta razón que las referencias espaciales o hitos son tan importantes, puesto que al llamar la atención de la persona, funciona como apoyo al momento de comprender y navegar un espacio.

El uso de pictogramas para el apoyo del wayfinding en personas con discapacidad intelectual ha sido ampliamente estudiado (García, 2012; Larraz, 2015; Marquez et al, 2015[16]; Rodrigo & Anaut, 2016[17]), demostrando que estos pueden facilitar la comprensión de los mensajes escritos en las señaléticas. Si bien las personas con discapacidad intelectual son capaces de comunicarse en su vida diaria sin el uso de pictogramas, existen algunas que sí los necesitan. Lo cierto es que ellos complementan la comprensión de la información, influyendo positivamente en el desarrollo de la participación de la persona en su entorno (Rodrigo, & Anaut, 2016).

Grupo asesor y co-diseño

Este proyecto y su respectiva investigación se enmarca dentro del proyecto interdisciplinario “REIDI”, conformado por profesionales de las áreas de la educación especial, sociología, psicología, ingeniería informática y diseño, y por un grupo asesor conformado por 11 adultos con discapacidad intelectual, específicamente 7 mujeres y 4 hombres, con edades entre los 22 y los 54 años, características que le otorgan diversidad de perspectivas y experiencias a la investigación. Ellos fueron la principal fuente de información y posterior validación en los procesos de investigación y de diseño respectivamente. Cada miembro tuvo que firmar un consentimiento informado para poder ser parte de esta investigación.

MvonUnger - Tabla Grupo Asesor - 2.png

Según Sanders (2008[18]) al utilizar las metodologías participativas y de co-diseño, los roles se mezclan posibilitando que la persona que eventualmente recibirá el servicio sea considerada “experta en su propia experiencia”. Esto juega un papel importante en la investigación, y por ende en el desarrollo de conceptos, la generación de ideas y el desarrollo del conocimiento. La participación de las personas con discapacidad intelectual se considera un factor determinante y diferenciador en esta investigación y proceso de diseño, puesto que entrega resultados cualitativos de manera empírica.

El proceso de co-diseño se llevó a cabo mediante talleres colaborativos presenciales. Cada taller estuvo compuesto por dos momentos: en el primero el grupo asesor desarrollaba la actividad de manera grupal o individual según lo requerido. En un segundo momento se realizaba un intercambio de ideas sobre la temática abordada en el taller; opinaba tanto el grupo asesor como el equipo interdisciplinario. Luego de cada una de estas jornadas de trabajo colaborativo, el equipo interdisciplinario se reunía para analizar los hallazgos de cada taller, donde se traducían las ideas y sugerencias que entregaba el grupo asesor a la investigación y, por lo tanto, a la gráfica de las futuras ilustraciones pictográficas. Al tratarse de una investigación y proceso de diseño empírico y cualitativo, cada miembro participante tiene un papel importante y contribuye desde su propia perspectiva. La asociación con los usuarios finales garantiza su inclusión en el desarrollo del conocimiento, la creación de la idea conceptual y el desarrollo de los productos (Aguas, 2016[19]).

Se hicieron específicamente cuatro talleres colaborativos, más la aplicación de una sonda. Todos se llevaron a cabo junto al grupo asesor y a los profesionales de todas las disciplinas. En la sonda se buscó entender cuáles eran las debilidades del entorno y habilidades de las personas con discapacidad intelectual al navegar un espacio desconocido, específicamente el Museo de Historial Natural de Valparaíso, mediante un mapa impreso. En los talleres colaborativos, se validaron y tomaron las decisiones que afectarían al contenido de los pictogramas. Los talleres grupales permitieron generar un entorno de trabajo cómodo y distendido, lo cual se reflejó en los posteriores hallazgos de cada taller.

MvonUnger - Tabla sonda y talleres.png

Hallazgos de los talleres

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Servicios y accesibilidad cognitiva

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Metodología de evaluación de un servicio

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Caso Metro de Valparaíso

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Me Muevo con PICTOS

La persona con discapacidad intelectual será más o menos autónoma en la medida que disponga de los apoyos necesarios para actuar como estime conveniente y desarrollar sus habilidades (Puyalto, 2016[20]). En este sentido, la autodeterminación se define como el proceso donde la acción de la persona es el principal agente causal de su vida, que le permite tomar decisiones y elecciones de manera libre y sin influencias externas no deseables (Rojas, 2004[21]). En otras palabras, deberá tener el control de sus pensamientos y acciones para considerarse autónoma o independiente.

Para que el entorno urbano sea accesible cognitivamente, sus servicios deberán organizarse de modo que cualquier persona pueda desenvolverse en ellos de la manera más independiente, segura y natural posible (Juncà, 2002).

Este proyecto propone un sistema pictográfico que tiene como objetivo ofrecer apoyos para aumentar la autodeterminación de personas con discapacidad intelectual al momento de usar los servicios, mediante el acompañamiento de la persona en sus tareas o transacciones, mejorando su calidad de vida. De esta manera, se pretende evitar el uso de habilidades organizativas complejas y de la memorización, para así facilitar la lectura del espacio (Fundación ONCE, 2009). Al descomponer una tarea gráficamente en pasos simples, se acompaña a la persona en el proceso, actuando como un apoyo visual y entregando seguridad de que lo que está haciendo es lo correcto.

Este proyecto plantea la construcción de un sistema de pictogramas como un puente que hará a los servicios accesibles cognitivamente, aumentando la autodeterminación e independencia de todas las personas que los usen, mediante la descomposición de sus tareas en pasos.

El contenido gráfico de este puente deberá ser inequívoco para representar lo que se encuentra en el espacio físico, permitiendo de esta manera la conexión entre el plano físico y el gráfico. La gráfica, por su parte, actuará mediante la coherencia visual, sistematizando el contenido de manera elocuente, preocupándose de la construcción tanto individual como secuencial del pictograma.

MvonUnger - Modelo Comunicacion Servicio Persona.png

Composición sistemática

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Validación de la gráfica de los pictogramas

Se propone la creación de una sonda digital como mecanismo para levantar data de campo y data emocional. Mediante este instrumento se pretende evaluar específicamente los pictogramas que serán parte de los servicios bajo cinco criterios (Bertola, 2017[22]): ambigüedad, iconicidad, complejidad gráfica, diferenciación y optimización. De esta manera, el instrumento tendrá la capacidad para evaluar y validar los pictogramas de cualquier servicio, sistematizando la creación de pictogramas accesibles.

Para llegar a una validación real, la sonda deberá ser contestada por diferentes grupos de personas, no únicamente el público objetivo: un grupo de adultos con discapacidad intelectual, otro de adultos neurotípicos, otro de niños neurotípicos y por último, equipo interdisciplinario. Todos estos elegidos bajo los criterios de frecuencia de uso del servicio, edad, nivel de escolaridad, situación laboral y presencia de alguna discapacidad (Bertola, 2017).

A continuación se muestra la tabla con toda la información necesaria para generar una sonda que se pueda utilizar para evaluar las ilustraciones pictográficas de cualquier servicio. Todas las preguntas fueron trabajadas y revisadas junto al equipo interdisciplinario.

MvonUnger - Tabla sonda 5.png

Se comienza por una primera sección, cuyo objetivo es caracterizar al usuario que va a responder. De esta manera, se pretende obtener información relevante en cuanto al tipo de respuestas que se entreguen en las secciones posteriores.

Luego de la caracterización, comienza la evaluación de los pictogramas, uno por uno. Se evalúa la secuencia completa, pidiendo recomendaciones o sugerencias para cada uno de los pictogramas mostrados.

Soportes de visualización

Anteriormente se habla de este apoyo como el acompañamiento de la persona en las tareas o transacciones de un servicio, mediante la descomposición gráfica de tareas en pasos simples, siendo éstos concretamente secuencias de pictogramas que podrán visualizarse en la pantalla de celular del usuario, cuando éste ingrese al portal web del servicio. Una vez ingresado, se mostrarán todas las actividades que se pueden realizar en ese servicio específico, para que sea el usuario quien determine qué es lo que quiere o necesita hacer. De esta manera, Me Muevo con PICTOS pretende entregar libertad a la persona con discapacidad intelectual para que, teniendo los recursos necesarios, sea ella quien tenga la independencia necesaria para tomar sus propias decisiones.

A partir del trabajo realizado en el proyecto de investigación interdisciplinario “REIDI”, se pensó en la posibilidad de que Me Muevo con PICTOS no fuera únicamente un apoyo para las personas con discapacidad intelectual, sino que también sirviera como método para la evaluación –por un grupo asesor capacitado para ser evaluador– de accesibilidad cognitiva de los servicios. Esta nueva cualidad del proyecto viene agregarle valor a la propuesta original, dado que los servicios podrán contar con la posibilidad de recibir un informe con su nivel de accesibilidad cognitiva, evaluado directamente por personas con discapacidad intelectual, lo que les permitirá mejorar sus falencias con recomendaciones previamente validadas.

Existen dos usuarios, entonces, que harán uso de este proyecto. El primero corresponde a cualquier persona que requiera del apoyo, ya sean personas con discapacidad intelectual, adultos mayores, niños, personas sin discapacidad intelectual, etc. Este usuario se beneficia directamente del proyecto, ya que, al contar con este apoyo gratuito y fácil de usar, tendrá la posibilidad de ser más independiente y tomar sus propias decisiones.

El segundo usuario corresponde al grupo que evaluará la accesibilidad cognitiva de los servicios, también mediante este apoyo, aunque con un enfoque distinto. Este grupo deberá estar conformado por personas con discapacidad intelectual previamente capacitadas para ser evaluadores de servicios.

Aparece aquí un tercer usuario a considerar: el administrador del servicio. Este usuario será el encargado de crear los aspectos específicos del apoyo que ofrece este proyecto, como las tareas y pasos propios del servicio. Deberá ser una persona –o más– sin discapacidad intelectual y con conocimientos en accesibilidad cognitiva y lenguaje fácil. Así, las instrucciones se crean de manera accesible desde un principio.

Este sistema de pictogramas para la navegación espacial, se pensó para ser visualizado en dos formatos: uno análogo, que sería un afiche ubicado en el lugar físico del servicio y que permitiría ser visualizado de manera simultánea por muchas personas; y uno digital, a través de la pantalla del celular, el cual permitiría que la persona llevase consigo la instrucción.

Soporte análogo: Info-esquema

El formato análogo mostrará todas las tareas que se puedan realizar en el servicio, con su paso a paso. Deberá encontrarse en un lugar visible, con buena iluminación, para ser abordado de manera efectiva por todas las personas que quieran acceder a la información. Independiente de si este afiche se encuentra en una estación exterior o interior, estos requisitos básicos siempre deberán cumplirse.

Se bosquejó originalmente el afiche en formato vertical, pero al momento de hacer el bosquejo digital, se optó por la horizontalidad principalmente por tratarse de un formato que permite un mayor protagonismo de las secuencias de ilustraciones, a diferencia del formato vertical donde, como se muestra en la primera imagen de la galería a continuación, las secuencias están "obligadas" a ser de menor tamaño para caber en el afiche.

Al mostrar todas las tareas del servicio con su paso a paso, este formato está pensado para ser utilizado por cualquier persona que requiera del apoyo en el lugar físico, ya sean personas con discapacidad intelectual, sin discapacidad intelectual, adultos mayores o niños. Si la persona quisiera llevar consigo alguna tarea específica, el afiche tendrá el sitio web escrito en una sección junto con un código QR que, al escanearlo con el celular, permitirá a la persona acceder a la misma información que se encuentra en el afiche pero de manera digital.

Soporte digital 1: Apoyo y evaluación

El formato de apoyo digital, al igual que el análogo, mostrará todas las tareas que se puedan realizar en el servicio, con su paso a paso. La persona podrá acceder a este apoyo digital descargando la aplicación Me Muevo con PICTOS en su celular. Podrá buscarla directamente en la App Store o Google Play, o podrá escanear el código QR ubicado en el afiche, que la llevará a la descarga de la aplicación.

(Arq info)

La persona deberá registrarse antes de poder utilizar las funciones de la aplicación. Se le pedirá el nombre, edad, sexo, presencia de discapacidad y tipo de discapacidad (si responde sí a discapacidad). La aplicación captará automáticamente el número telefónico de la persona al ingresar sus datos, para poder confirmar el usuario a futuro. Justo antes de terminar el registro, la persona deberá confirmar sus datos.

(Pantallas registro)

La primera vez que la persona entre a la aplicación, se le preguntará si quiere activar el audio permanente o mantenerlo desactivado. En cualquier caso, el usuario podrá entrar a su información de perfil –en la esquina superior derecha– y cambiar la preferencia de audio. También podrá editar su información de usuario.

(Pantallas preferencia de audio y perfil)

La siguiente vez que la persona ingrese a la aplicación, ésta le pedirá confirmar que su cuenta es la que está abierta. Si no es, la persona podrá iniciar sesión con su cuenta.

(Pantallas confirmación e inicio de sesión)

Una vez iniciada la sesión, el usuario podrá seleccionar el servicio que quiera visualizar por ubicación –donde se mostrarán los servicios de menor a mayor distancia caminable del usuario– o por categoría, donde primero se filtrará por tipo de servicio antes de mostrarlos por ubicación. También, existirá la posibilidad de utilizar la barra de búsqueda en caso de que la persona así quiera. De esta manera, se le da la libertad al usuario para que seleccione el servicio de la manera en que mejor la parezca.

(Pantallas menú de búsqueda)

Ya dentro del servicio, se mostrarán todas las tareas disponibles para esa sucursal, con la opción de entrar al perfil del servicio, donde se podrá acceder a todas las sucursales con sus respectivas tareas.

(Pantallas tareas y perfil servicio)

Al seleccionar una tarea, el usuario deberá decidir si quiere hacer uso del apoyo o evaluarla.

(Pantalla pre-funciones)

Si decide hacer uso del apoyo, se mostrará la secuencia de pictogramas + instrucción de la tarea en un pictograma por pantalla, con la posibilidad de avanzar y retroceder en la tarea a gusto. Al final de la secuencia, se le pedirá al usuario que la califique con una nota del 1 al 5. De esta manera, el sistema recopila información útil para el servicio.

(Pantallas secuencia y calificación)

Si, por otro lado, decide evaluar la tarea, primero se mostrará un tutorial de cómo evaluar, recordando el papel de investigador de la persona con DI. Seguido de esto, se mostrará una primera sección de preguntas contextuales del servicio en general, para luego empezar con las preguntas –que estarán divididas por categorías específicas–. Todas las categorías de preguntas tendrán la misma estructura, por lo que son fácilmente replicables. Al final de la evaluación, se mostrará un resumen con la calificación de cada una de las categorías de preguntas, a modo de cierre. Así, la persona podrá tener sensación de cierre y editar sus respuestas antes de terminar la evaluación.

(Pantallas de tutorial, evaluación y resumen)

Una vez terminada la tarea, ya sea en la versión de apoyo o de evaluación, se mostrará la pantalla con las tareas disponibles en el servicio. Sólo en caso de que la tarea haya sido evaluada, el botón cambiará de color a rojo. En caso de haber terminado la versión de apoyo, la pantalla permanecerá igual.

(Pantallas de tarea realizada)

Soporte digital 2: Administrador del servicio

Escribiendo...

Proyección del sistema

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Conclusión

Escribiendo...

Referencias bibliográficas

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