Matías Oppermann
Ensayo 1: Relación entre el interior y el exterior en las villas renacentistas
Introducción
El renacimiento fue un período de muchos cambios, refiriéndonos a la arquitectura, con respecto a la época medieval, etapa que se llevó a cabo en los períodos ""Quattrocento"" y ""Cinquecentto"". Una etapa marcada principalmente por el atrevimiento del hombre a estudiar, analizar y fundamentar cosas para la creación, donde se desarrolló mucho el arte y las obras.
En el caso de la Arquitectura, se produjo un fuerte cambio con las Villas Renacentistas, con las cuáles el hombre salió a su encuentro con el horizonte, el paisaje, construyó sus límites y llevó la arquitectura al exterior de las grandes ciudades y centros urbanos. El hombre se atrevió a salir de las murallas medievales y comenzó a construir obras en espacios amplios, donde se dio paso a la construcción vinculada con su entorno.
Para fomentar el desarrollo territorial se concebían espacios amplios que gozaban de sus inmensos jardines, donde la geometría tomó protagonismo, imitando las construcciones interiores los arquitectos comenzaron a traer el interior de las construcciones hacia afuera, replicando figuras y vinculando el interior con el exterior. Desde adentro se construye el entorno, donde éstas dos situaciones no se cortan por un límite tajante, sino que se vinculan y conectan mediante distintas cualidades arquitectónicas. Al estar adentro se puede gozar del entorno y al estar afuera se pueden apreciar características y rasgos del interior.
La relación que se daba entre el interior y exterior se construía por elementos como, por ejemplo la Loggia, un elemento umbral o de traspaso de un adentro hacia un afuera, para suavizar este cambio con un límite pensado y construido. También la dimensión vertical aparece como conector entre el interior y el exterior, mediante las vistas que otorga el asomarse en altura por las ventanas hacia un horizonte en el cual se pueden observar cercanías y proximidades.
Una de las relaciones mas notorias sin duda es la simetría que aparece tanto en el interior de las villas como en el exterior. La simetría configuraba y ordenaba el espacio amplio. Las repeticiones que otorga una planta simétrica permiten un habitar continuo tanto adentro como afuera, obteniendo una concordancia. Por ejemplo, los bellos jardines poseían caminos y pastizales geométricamente armados, construyendo situaciones de espejo, lo que ordena generosa y fácilmente el espacio a la vista. Esto arma una concordancia con el interior, lo que provoca que el paso o mejor dicho, traspaso, no se abrupto, sino que haya una continuidad y el habitante sienta mas o menos la misma sensación al estar adentro o afuera.
En fin, el hombre dio paso al encontrarse con el horizonte y el poder gozarlo en su plenitud, lo que para la arquitectura significó un avance en la manera de pensar las construcciones no como un objeto, sino como una forma de habitar, poniendo como protagonista al hombre frente a una obra.
Ensayo 2: Los elementos arquitectónicos como vínculo con el entorno
Los períodos ""Quattrocento"" y ""Cinquecentto"" dieron cabida a la época del renacimiento, en la cual el hombre comenzó a pensar de distinta forma y se atrevió a estudiar y analizar el mundo, dando paso al desarrollo de las artes y las obras. Sin duda uno de los ámbitos que más desarrollo tuvo fue la arquitectura y es preciso desglosar cómo ocurrió este cambio y qué fue lo que cambió.
En el comienzo del Renacimiento en Europa, el hombre logró salir de la muralla medieval al construir y habitar el campo, dando cabida a las Villas Renacentistas. Estas se caracterizaron por la implementación de un interior relacionado con su entorno y la construcción del vínculo entre lo que está adentro y lo que está afuera. Se comenzó a pensar las obras para un entorno, y en cómo el habitante se podía encontrar con ellas y adentrarse en ellas. Se expondrán dos aspectos de las obras renacentistas para su análisis desde los elementos arquitectónicos: el exterior y la fachada.
El exterior
Las obras renacentistas tienen la cualidad de relacionarse con el exterior, con su entorno, gracias a que se comenzó a diseñar y construir estas relaciones. Esto es observable en las fachadas de las obras y la simetría con la que se les construía y organizaba. Una simetría diseñada a partir de lo contable como elementos repetitivos en las fachadas, por ejemplo la repetición de vanos y columnas, que permiten observar la obra en perspectiva. De esta manera la obra se relacionaba con el ojo humano al aparecer frente a él su dimensión vertical, al presentarse el eje dibujado de la división de los niveles o al ver la estatura de los pilares o columnatas y cualquier eje vertical que se ubicara en la fachada. También el ojo logró dimensionar la horizontalidad de las obras, al mostrarse en perspectiva se es capaz de observar una longitud hacia la profundidad, se logra identificar el detalle de lo próximo y se pierde en el fondo la pequeñez de lo lejano. Así la utilización de elementos concretó una relación de la obra con su exterior, siendo construida de su interior, hacia fuera y para el habitante.
La fachada
La construcción pensada de las fachadas de las obras significó un cambio en el traspaso desde afuera hacia adentro. Se pensó la fachada mas allá de una línea divisoria, sino que se logró habitar ese espesor creando una situación umbral que daba cabida al acto del antes de entrar. Así la implementación de la Loggia en las villas Palladinas y otras obras del Renacimiento, funcionó como elemento suavizador de ese traspasar el límite exterior-interior y finalmente poder habitarlo. Por ejemplo en las villas Foscari y Chiericati que utilizan la Loggia elevada un par de escalones y se construyen en base a columnas que crean una especia de pórtico, concretando y haciendo habitable el traspaso. También se comenzó a usar el arco como lemento umbral, como se puede observar por ejemplo en la Basílica de Vicenza que bajo su inmensa fachada se apoya en arcos que introducen a un pasillo angosto, el cuál acota la circulación evacuando inmediatamente hacia arriba. Así la Loggia logra establecer un antes de entrar, vinculando lo que está afuera con lo que está adentro, como un elemento enlazador, se deja el límite tajante y se construye un espesor habitado.
Tras éste análisis de las obras, se puede dar cuenta de cómo los elementos arquitectónicos logran establecer este vínculo de la obra con su contexto próximo y como éstos fueron utilizados para relacionar el adentro con el afuera.
