Maritza Benavente: Taller Amereida V

De Casiopea
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TítuloPoesía Espacial
AsignaturaTaller de Amereida 2014
Del CursoTaller de Amereida 2014
CarrerasArquitectura
Alumno(s)Maritza Benavente

Poesía espacial

La arquitectura y la poesía



"Hacer más humana la arquitectura significa hacer mejor arquitectura y conseguir un funcionalismo mucho más amplio que el puramente técnico"


Alvar Aalto



El vínculo entre ambos términos posee un significado que desde la mirada de aquél que tiene algún conocimiento de ello genera una idea de qué y cómo es la creación de “ buena arquitectura”. Lo cierto es, desde el lugar de aquél que le es familiar la conjunción de vocablos, que una buena arquitectura aparece al realizar todo un proceso en el cuál observación y fundamento se concretan en el aparecer de la forma, siendo este aparecer poéticamente observable por la sensibilidad de un otro; por lo que lo bueno se define como lo adecuado o favorable, muchas veces como lo útil, siendo esto una concepción literal de su significado y dejando de lado su significado poético, una paradoja entre la búsqueda de un significado de este vínculo con una representación literal.

La búsqueda de este concepto se remonta a circunstancias históricas en las cuáles el oficio de la arquitectura se pensaba desde el punto del pragmatismo y aquello de lo útil, construir por el hecho de conformar un espacio para vivir y convivir, el generar lo propio y lo compartido para una comunidad en la cuál lo poético no tenía significado alguno más que la metafunción de aquello que estaba construido.

Sin un significado convenido como correcto en este ámbito, se conoce como Arquitectura aquello que es el arte de proyectar y construir bajo ciertas particularidades. Es así como traemos al plano del estudio tres nuevos conceptos que acompañan al primero: arte, proyectar y construir.

La arquitectura como una actividad artística es puramente en ser aquello que quiere ser por sí mismo, otorgar vida propia a lo que se hace, un distingo de aquello que ya a sido creado, un proyecto. Es así como lo creado se proyecta, una idealización de un plan futuro pero concibiendo una idea en el presente y la manera de dar forma a aquella idea proyectada es construyéndola.

En este proceso de identificación de qué es Arquitectura es donde la poesía, o lo poético de las cosas, aparece como una respuesta a lo inexplicable al considerar una obra como arte. Para crear o inventar se debe idealizar lo que se desea, siendo la invención un hallazgo de aquello que está previamente inscrito en nuestra memoria y llegando indirectamente a reconocerlo, lo nuevo o lo que no se a creado que viene a partir de algo que ya se conoce es lo que hace aparecer la poesía, una luz entre la antítesis.

La poesía se expresa como la forma de explicar lo inexplicable mediante la lengua común en un lenguaje expresivo, análogamente lo hace la Arquitectura, mediante lo observado tras un fundamento que se da a conocer en la forma apelando emotivamente a otro; es el descubrir mediante la inferencia aquello que se nos quiere mostrar en el espacio.

La sensibilidad del ser humano, el ser que percibe su mundo, da a entender cuál es el mensaje que se desea transmitir, la poesía detrás de cada obra es este intercambio de información y como los espacios creados lo permiten. Los espacios se muestran objetivamente siendo tal como son, mientras que el ser los procesa subjetivamente observando aquello indescriptible en una generalización descriptiva.


El significante diferenciado de su significado.


La Arquitectura y lo Humano, la poesía.


En lo objetivo del estudio, la pregunta que trae a presente es como afecta la poesía en las obras arquitectónicas, en las cuales su intención se refleja en su forma pero que no se explica en lo observado si no como la sensación de lo que se observa. De cómo se necesita ser sensible para comprender el mundo y verlo distinto, de una manera diferente a las demás personas, de una manera en la cual un cierto grupo acotado se preocupe del cómo y del porqué de lo construido.

La falta de sensibilidad hacia lo poético se observa en lo espacial de la urbanización de las ciudades modernas, el fin o el fundamento de lo que se hace no tiene sentido, se vuelve a lo primigenio del hombre hacia una necesidad que se debe cumplir mostrando algo que es puramente estético, un engaño al ojo no entrenado en la observación de lo poético.

“Hacer más humana la arquitectura significa hacer mejor arquitectura y conseguir un funcionalismo mucho más amplio que el puramente técnico” alvar aalto


El aparecer de lo evidente deja sin sorpresa al descubrir la poesía, el desaparecer del asombro en la sensibilidad del hombre actual hacia sus espacios pero aún así, la disyuntiva de qué es Arquitectura y qué es Poesía sigue oculta, una involución a la revolución, un completo círculo vicioso.


Necesidad de crear un espacio, Espacio creado para una necesidad, Crear necesidad de un espacio.


Un tripartito de lo mismo, un significante con diversos significados de cómo la experiencia de ser se consume a sí mismo y se recrea, la poesía en la contradicción de la condición humana. Y es así como no se toma en cuenta la necesidad individual de la humanidad actual, ya que que se saca un promedio de cuantos seres habitan un espacio ¿Cuantos de ellos conforman una familia? ¿Se infiere a través de la poesía del convivir y compartir un espacio o se observa a través de la sensibilidad humana?

La respuesta está en la paradoja de la poesía, ¿Es lo que veo o es lo que siento? Y es en esto en que la arquitectura responde a ambas, o sea, arquitectura y poesía dan respuesta a las encrucijadas del hombre apelando a lo objetivo y subjetivo simultáneamente, como una pieza de arte de la cuál se sabe su concepto pero no su significado pero que se entiende sin conocerlo.

Dentro de los espacios es lo mismo, ¿Apareció de la nada o fue concebido? La Arquitectura responde a través de la forma, y es aquella respuesta lo que hace aparecer la poesía. ¿Es una ciudad fundamentada desde una idea o aparece sin más que como un conjunto de elementos? Nuevamente es lo mismo pero el responder se vuelve más intricado, el caer en la equivocación aterra al hablar de aquello que se entiende de mayor jerarquía y es aquí donde brilla lo poético de los espacios, disyuntiva de aquello que puede ser o no, en donde no es ni uno ni lo otro, solo ES.

Finalmente, donde un espacio existe y se observa, se entiende como algo conformado por elementos con o sin sentido alguno, y expresa algo sobre si mismo con un significado transmitido por un autor desconocido ¿Es un espacio útil o puramente estético? Entiéndase como útil a lo creado en función de un fin, siendo similar a lo estético, solo diferenciándose en qué y cómo el ser lo habita y lo hace suyo. La paradójico se vuelve real en la crítica de qué es correcto o no en la Arquitectura, siendo la Poética aquello que no se discute, lo verdadero e imbatible del fundamento en una obra.

Sin la Poesía no habría significado alguno, sólo una convención de qué es cada obra sin apelar al sentimiento humano cayendo en un error de lo que se busca en la Arquitectura, algo en que cada ser otorga un sentido del espacio, habitable o no, pero que lo hace suyo antes ni siquiera de habitarlo, que con sólo sentirlo se apropia de él.