Diferencia entre revisiones de «Marcelo Henríquez Tarea 3 - Módulo investigación T2 2015»

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Lo primero que se debe mencionar con respecto a este oficio es que la arquitectura es un arte, y a pesar de que en la antigüedad existiera la idea renacentista y burguesa de considerar como arte solo lo inútil<ref>José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 20</ref>, José María Valverde expresa con autoridad que ''“esta es la única arte del espacio necesaria e inevitable, porque vivimos dentro de ella y porque no podemos dejar de verla al circular por ahí, mientras que, en cambio, somos muy dueños de prescindir de algunas o de todas las demás artes”'' (Valverde 1992, 19-20)<ref>José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 19-20</ref>.  La Arquitectura es arte, no cabe duda. No obstante, cabe destacar que para que algo sea arte existen reglas, sobrelleva técnica y se deben satisfacer ciertos requisitos. Y es así, en este arte el arquitecto se manifiesta como un ''“sociólogo amoroso y con sentido fraternal”''(Valverde 10992, 25)<ref>José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 25</ref>  por el espacio y todo lo que acontece sobre el sitio donde se emplaza la obra a proyectar. La arquitectura no es arte por ser estética, sino por buscar satisfacer sensiblemente en una disposición talentosa las demandas físicas y psicológicas del cuerpo y la mente y las exigencias estéticas y emocionales de los seres.
Lo primero que se debe mencionar con respecto a este oficio es que la arquitectura es un arte, y a pesar de que en la antigüedad existiera la idea renacentista y burguesa de considerar como arte solo lo inútil<ref>José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 20</ref>, José María Valverde expresa con autoridad que ''“esta es la única arte del espacio necesaria e inevitable, porque vivimos dentro de ella y porque no podemos dejar de verla al circular por ahí, mientras que, en cambio, somos muy dueños de prescindir de algunas o de todas las demás artes”'' (Valverde 1992, 19-20)<ref>José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 19-20</ref>.  La Arquitectura es arte, no cabe duda. No obstante, cabe destacar que para que algo sea arte existen reglas, sobrelleva técnica y se deben satisfacer ciertos requisitos. Por ello en este arte el arquitecto se manifiesta como un ''“sociólogo amoroso y con sentido fraternal”''(Valverde 10992, 25)<ref>José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 25</ref>  por el espacio y todo lo que acontece sobre el sitio donde se emplaza la obra a proyectar. La arquitectura no es arte por ser estética, sino por buscar satisfacer sensiblemente en una disposición talentosa las demandas físicas y psicológicas del cuerpo y la mente y las exigencias estéticas y emocionales de los seres.





Revisión del 23:56 5 ago 2015



TítuloMacro canon creativos del Arquitecto
AsignaturaMódulo Investigación T2 2015
Del CursoMódulo Investigación T2 2015
CarrerasArquitectura
3
Alumno(s)Marcelo Henríquez


Revisión bibliográfica

Autores de apoyo

  • Bretón, André. 1980. “«Manifestes du surréalisme” Manifiesto del surrealismo. Traducido por: Andrés Bosch. Barcelona: Editorial Labor.
  • Cobo García, Pedro y Juan Canales Mourgues. 1996. Ordenanza general de urbanismo y construcción. Chile: Jurídica Conosur. Me explica las normas con las que debe involucrarse el arquitecto.
  • Giedion, Sigfried. 2009. Sobre los límites de lo orgánico en la arquitectura. Espacio, tiempo y arquitectura. Política y arquitectura. En Espacio tiempo y arquitectura, 827-833. Barcelona: Reverté. La arquitectura no puede tener una libertad absoluta, se mueve dentro de ciertos límites.
  • Iommi, Godofredo. “Carta del Errante”. (Valparaíso: Escuela de Arquitectura ucv,1976)
  • Pérez de Arce, Rodrigo. 2000. Arquitectura y juego. En Obra abierta: Guillermo Jullian, 20-47. Chile: Ediciones ARQ. Habla del proceso proyectual, gestualidad y juego, como el juego se da entre la libertad y los límites.
  • Raporot, Amos. 2003. Posdata: La necesidad del diseño abierto. En Cultura, arquitectura y diseño, 207-211. España: Edicions UPC. Habla que el diseño debe tener una coherencia espacial con el entorno.
  • Riskin, John. 2000. Las siete lámparas de la arquitectura. Barcelona: Editorial Alta Fulla. Habla de que la arquitectura es el arte de levantar y decorar los edificios construidos por el hombre, cualquiera sea su destino.
  • Siza, Álvaro. 2003. Esencialmente. En Imaginar la evidencia, 127-139. Roma: Abada editores. Habla que el diseño tiene límites poco definibles, ya que forma parte de un proceso carente de solución de continuidad que incluye por igual plan y proyecto.
  • Valverde, José María. 1992. Arquitectura y moral. España: Generalitat Valenciana. Muestra que la arquitectura es un arte y se debe mirar como tal.

Fichas de lecturas

Primer Manifiesto Surrealista

Autor: André Bretón

Título: Primer Manifiesto Surrealista

Tipo de documento: Manifiesto

Editorial: Labor (Barcelona)

Año: 1980


“En la infancia, la ausencia de toda norma conocida ofrece al hombre la perspectiva de múltiples vidas vividas al mismo tiempo” André Bretón, “Manifestes du surréalisme” Manifiesto del surrealismo, (Barcelona: Labor, 1980), 17.


“Aquella imaginación que no reconocía límite alguno, ya no puede ejercerse sino dentro de los límites fijados por las leyes de un utilitarismo convencional” André Bretón, “Manifestes du surréalisme” Manifiesto del surrealismo, (Barcelona: Labor, 1980), 18.


“Querida imaginación, lo que más quiero en ti es que no perdonas. Lo único que todavía me exalta es la palabra libertad.” André Bretón, “Manifestes du surréalisme” Manifiesto del surrealismo, (Barcelona: Labor, 1980), 19.


“Reducir la imaginación a la esclavitud, cuando a pesar de todo quedara esclavizada en virtud de aquello que con grosero criterio se denomina felicidad, es despojar a cuanto uno se encuentra en lo más hondo de sí mismo del derecho de la suprema justicia.” André Bretón, “Manifestes du surréalisme” Manifiesto del surrealismo, (Barcelona: Labor, 1980), 19.


“Tan solo la imaginación me permite llegar a saber lo que «llegar a ser»” André Bretón, “Manifestes du surréalisme” Manifiesto del surrealismo, (Barcelona: Labor, 1980),), 19.


“No será el miedo a la locura lo que nos obliga a bajar la bandera de la imaginación” André Bretón, “Manifestes du surréalisme” Manifiesto del surrealismo, (Barcelona: Labor, 1980), 20.


“La diversidad es tan amplia que en ella caben todos los tonos de voz, todos los modos de andar, de toser, de sonare, de estornudar”André Bretón, “Manifestes du surréalisme” Manifiesto del surrealismo, (Barcelona: Labor, 1980), 24.


“La insoportable manía de equiparar lo desconocido a lo conocido, a lo clasificable, domina los cerebros” André Bretón, “Manifestes du surréalisme” Manifiesto del surrealismo, (Barcelona: Labor, 1980), 24.


“Todavía vivimos bajo el imperio de la lógica” André Bretón, “Manifestes du surréalisme” Manifiesto del surrealismo, (Barcelona: Labor, 1980), 25.


“La lógica también se basa en la utilidad inmediata, queda protegida por el sentido común” André Bretón, “Manifestes du surréalisme” Manifiesto del surrealismo, (Barcelona: Labor, 1980), 25.



Carta del errante

Autor: Godofredo Iommi

Título: Carta del errante

Editorial: Escuela de Arquitectura UCV)

Año: 1976


“La poesía se encuentra en la raíz de la libertad; en su doble giro de reconocimiento del caos de donde brota el hombre y de la luz con la cual un mundo puede ser ordenado. En este sentido ella es siempre creadora puesto que desvela la condición «poética» del hombre.” Godofredo Iommi, “Carta del Errante”, (Valparaíso: Escuela de Arquitectura UCV, 1976), 5.



Arquitectura y Moral

Autor: José María Valverde

Título: Arquitectura y moral

Tipo de documento: Libro

Editorial: Generalitat Valenciana (España)

Año: 1992


“Obsérvese la prensa diaria y se verá que cada periódico tiene en plantilla un crítico de arte –pintura, escultura y análogos-, otro de cine, otro de teatro, dos de música, alguno que otro de literatura, otro quizá de moda, y así hasta llegar a lo que algunos vale como una de las artes “performativas” el toreo. En cambio, no hay un crítico, habitual y militante de arquitectura, de la cual sólo se trata en ocasiones aisladas, quizá reuniendo para ello a unos cuantos profesionales. Y sin embargo, esta es la única arte “del espacio” necesaria e inevitable, porque vivimos dentro de ella y porque no podemos dejar de verla al circular por ahí, mientras que, en cambio, somos muy dueños de prescindir e algunas o de todas las demás artes” José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 19-20.


“Seguimos bajo la idea renacentista y burguesa, de que solo es arte lo inútil; de que la ingeniería no tiene que ver con lo estético” José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 20.


“El arquitecto debía ser un sociólogo amoroso, con imaginación y sentido fraternal, y con algo de ama de casa para los detalles” José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 25.


“En un edificio hay dos contabilidades diferentes: gastos de construcción y gastos de afeamiento” José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 26.


“La belleza tiene que empezar por ser casualidad de lo que manejamos y nacer de la fidelidad servicial a ese aspecto de nuestro vivir” José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 26.


“Si había que arrancar de cero en cada caso, el verdadero arquitecto tenía que renunciar ascéticamente a sí mismo: permanecer anónimo en un sentido radical” José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 30.


“El profético Frank Lloyd Wright mostraba que un edificio no tenía por qué ser un paralelepípedo” José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 38.


“La arquitectura no es un arte más, no es un ejercicio de creatividad personal, de resultados mayoritariamente desechables, sino que constituye un «estado de cosas»” José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 45.


“¿Por qué, una vez hecha posible la nueva arquitectura legítima, hija de la revolución, mental como nunca había habido antes en la historia, hemos venido a parar en esta situación? La culpa, claro está, es básicamente de la clientela, privada u oficial.” José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 53.


“Estamos dispuestos a comer poco con tal de lucir más, que haremos cualquier sacrificio con tal de no lucir menos que nuestros vecinos” José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 53.



Imaginar la evidencia

Autor: Álvaro Siza

Título: Imaginar la evidencia

Tipo de documento:Libro

Editorial: Abada Editores (Roma)

Año: 2003


“La relación entre la naturaleza y la construcción es decisiva en arquitectura. A pesar de ello, hoy tiende a hacia una extinción progresiva.” Álvaro Siza, Imaginar la evidencia, (Roma: Abada editores, 2003), 15.


“El diseño tiene límites poco definibles, ya que forma parte de un proceso carente de solución de continuidad que influyen por igual plan y proyecto.” Álvaro Siza, Imaginar la evidencia, (Roma: Abada editores, 2003), 127.


“Hoy se diseñan numerosas sillas que parecen ser siempre otra cosa. La necesidad de originalidad y diferencia conduce casi siempre al abandono de la esencia de un objeto determinado”' Álvaro Siza, Imaginar la evidencia, (Roma: Abada editores, 2003), 129.


“El ejercicio de la observación es prioritario para el arquitecto. Cuanto más observamos, en efecto, más clara surge la esencia del objeto. Una esencia que va a consolidarse como conocimiento vago e instintivo” Álvaro Siza, Imaginar la evidencia, (Roma: Abada editores, 2003), 131.


“Invito a los estudiantes con frecuencia a viajar y observar con atención. Aprender a «ver» es fundamental, o al menos los es para un arquitecto” Álvaro Siza, Imaginar la evidencia, (Roma: Abada editores, 2003), 135.



Cultura, arquitectura y diseño

Autor: Amos Raporot

Título: Cultura, arquitectura y diseño

Tipo de documento: Libro

Editorial: Ediciones UPC (España)

Año: 2003


“Los límites de este medio, la forma de marcar estos límites, las personas que pueden penetrarlo, etc. varían con la cultura.” Amos Raporot, Cultura, arquitectura y diseño, (España: Edicions UPC, 2003), 45


'“El vínculo entre reglas, comportamiento y cultura consiste en que, al cambiarse normas culturales, cambian también las actividades apropiadas para diferentes ambientes y las correspondientes señas.”' Amos Raporot, Cultura, arquitectura y diseño, (España: Edicions UPC, 2003), 46-47.


“la relación entre la cultura y la forma construida debería ser «holgada»" Amos Raporot, Cultura, arquitectura y diseño, (España: Edicions UPC, 2003), 209.


“Estos términos —holgura, flexibilidad, adaptabilidad y capacidad de respuesta— se resumen en el concepto de «abertura»” Amos Raporot, Cultura, arquitectura y diseño, (España: Edicions UPC, 2003), 210.



Guillermo Jullian: Obra abierta

Autor: Rodrigo Pérez de Arce

Título: Guillermo Jullian: Obra Abierta

Tipo de documento: Libro

Editorial: Ediciones ARQ (Chile)

Año: 2000


“En el acto creativo priman el azar, la pasión y el placer” Rodrigo Pérez de Arce, Guillermo Jullian: Obra abierta, (Chile: Ediciones ARQ, 2000), 21.


“Un segundo nivel puede establecerse en torno a la relación complementaria entre la matriz geométrica o formal de la obra y su vocación para el uso” Rodrigo Pérez de Arce, Guillermo Jullian: Obra abierta, (Chile: Ediciones ARQ, 2000), 21.


“El juego creativo se establece por la relación de libertad y limitación” Rodrigo Pérez de Arce, Guillermo Jullian: Obra abierta, (Chile: Ediciones ARQ, 2000), 25.



Espacio, tiempo y arquitectura

Autor: Sigfried Giedion

Título: Espacio, tiempo y arquitectura

Tipo de documento: Libro

Editorial: Reverté (Barcelona)

Año: 2009


“¿Dónde están los límites de la aproximación a lo orgánico en la arquitectura? Nada exacto puede afirmarse al respecto. Los límites de lo que comprende la arquitectura no pueden trazarse fácilmente, aunque pueden mantenerse –y se han mantenido- muchas posturas definidas.” Sigfried Giedion, Espacio, tiempo y arquitectura, (Barcelona: Reverté, 2009), 827.


“La arquitectura es un arte austero que debe obedecer leyes rigurosas. Esto es aplicable no solo a los materiales de los que se compone, sino también a las formas que adopta.” Sigfried Giedion, Espacio, tiempo y arquitectura, (Barcelona: Reverté, 2009), 827.


“La arquitectura no puede tener una libertad absoluta; se mueve dentro de ciertos límites que en cada periodo en particular tenían fuerza de las leyes eternas. La naturaleza de la arquitectura consiste en alcanzar su realización dentro de los límites de esas leyes” Sigfried Giedion, Espacio, tiempo y arquitectura, (Barcelona: Reverté, 2009), 827.


“El fundamento de la arquitectura está ligado a sus relaciones con las proporciones y con las formas geométricas. Pero la arquitectura no es solo estructura geométrica; No depende únicamente de unas leyes eternas; existe para servir al hombre, que es tan perecedero como una planta. Por eso la arquitectura tiene rasgos de los hombres y de las plantas” Sigfried Giedion, Espacio, tiempo y arquitectura, (Barcelona: Reverté, 2009), 827.


“Por medio de la intuición, la imaginación, el impulso místico -lo que se quiera- ese espíritu creativo es capaz de abrir nuevas esferas del inconsciente.” Sigfried Giedion, Espacio, tiempo y arquitectura, (Barcelona: Reverté, 2009), 829


“El espíritu creativo también está ligado a la tierra y al entorno social; no crece en recipientes herméticos; se ve afectado por impulsos primarios como el hambre, el amor y la autoestima” Sigfried Giedion, Espacio, tiempo y arquitectura, (Barcelona: Reverté, 2009), 830.



Abstract

Macro canon creativo del arquitecto

El siguiente ensayo abordará los límites creativos del arquitecto, entendiendo cuáles son sus libertades y márgenes con que se guía para crear una obra en el espacio. Las normas nos ordenan a desenvolvernos en los quehaceres, sin embargo, al observar y analizar las obras de arquitectura que surgen en la ciudad, se aprecian rasgos de diseño que se repiten, adquiriendo cierta lógica constructiva. Es ahí que esa lógica constructiva se torna una norma espacial que limita la creatividad, tornándose peligrosa, pues se apaga el fuego de la invención del arquitecto, esa hermosa locura creativa.

Es importante aclarar que al decir norma, no será enfocada hacia el listado de restricciones mínimas que se describen en la OGUC ni en los planes reguladores, sino a todos aquellos aspectos, criterios y leyes espaciales, propias del arquitecto, con las cuales comienza a discernir el proceso proyectual de una obra. El arquitecto tiene una perspectiva elevada sobre el espacio, y es esa capacidad de observación y determinación la que enriquece en este arte.

Entonces, ¿Cuáles son aquellos límites y cánones espaciales con que se enfrenta el arquitecto en el proceso creativo? ¿Con qué libertad aborda su oficio? Es importante discernir estas respuestas mediante la mirada holgada de la observación y así abordar con responsabilidad la posesión del espacio.

Palabras Claves

Arquitecto, criterios espaciales, capacidad de observación.



Ensayo

Antecedentes / Informaciones

  • Autor: Marcelo Henríquez
  • Carrera: Arquitectura
  • Profesores: Ursula Exss; Maria Paz Urrutia; Javiera Fernandez Allendes

Macro canon creativo del arquitecto

Desde los orígenes del análisis del espacio, se ha discutido la naturaleza técnica y artística de la arquitectura, muchas veces arrastrándola de un lado a otro, transformando su definición de acuerdo a quien la describe y trata de definir; sin embargo, en su esencia la arquitectura debe cumplir con ciertas exigencias que la conformaron en un inicio, como lo es el perfeccionar la calidad de vida del ser humano.


La Real Academia Española, en su diccionario de la lengua, define a la arquitectura como: Arte de proyectar y construir edificios. Significado que podemos emplear como base y nos permite observar un tramo de su esencia. Sin embargo, el arquitecto ha tenido que vivir con ciertas restricciones de índole cultural, social, geográficas y con normativas que se conjugan en el proceso creativo, en donde el arquitecto mediante su ojo observador decide la espacialidad de la obra.


LO PALPABLE

Lo primero que se debe mencionar con respecto a este oficio es que la arquitectura es un arte, y a pesar de que en la antigüedad existiera la idea renacentista y burguesa de considerar como arte solo lo inútil[1], José María Valverde expresa con autoridad que “esta es la única arte del espacio necesaria e inevitable, porque vivimos dentro de ella y porque no podemos dejar de verla al circular por ahí, mientras que, en cambio, somos muy dueños de prescindir de algunas o de todas las demás artes” (Valverde 1992, 19-20)[2]. La Arquitectura es arte, no cabe duda. No obstante, cabe destacar que para que algo sea arte existen reglas, sobrelleva técnica y se deben satisfacer ciertos requisitos. Por ello en este arte el arquitecto se manifiesta como un “sociólogo amoroso y con sentido fraternal”(Valverde 10992, 25)[3] por el espacio y todo lo que acontece sobre el sitio donde se emplaza la obra a proyectar. La arquitectura no es arte por ser estética, sino por buscar satisfacer sensiblemente en una disposición talentosa las demandas físicas y psicológicas del cuerpo y la mente y las exigencias estéticas y emocionales de los seres.


“Todavía vivimos bajo el imperio de la lógica” (Bretón 1080, 25)[4], es una frase que André Bretón dice en el primer Manifiesto Surrealista, aludiendo a ciertos criterios y/o normas que están delimitando el mundo creativo, o dicho de otra manera, apagando la imaginación. No obstante, la imaginación es la herramienta principal de todo arquitecto, aquella virtud con que Bretón manifiesta su admiración diciendo: “Querida imaginación, lo que más quiero en ti es que no perdonas. Lo único que todavía me exalta es la palabra libertad” (Bretón 1980, 19)[5]. La libertad en este arte radica en la capacidad de imaginación, y la capacidad de observación para comprender el espacio, pues “el ejercicio de la observación es prioritario para el arquitecto. Cuanto más observamos, en efecto, más clara surge la esencia del objeto. Una esencia que va a consolidarse como conocimiento vago e instintivo” (Siza 2003, 131)[6], por ello es que Álvaro Siza invita a los estudiantes de arquitectura a viajar con frecuencia y observar con atención, pues el aprender a ver es fundamental y categórico en sus oficios [7].


Llegado el momento de sentarse a proyectar una obra, lo primero es tener certeza de lo que se quiere crear, tener una piedra angular que ni las normas, ni el contexto espacial puedan afectar y cambiar corazón del proyecto, lo que en la Escuela de Arquitectura de la UCV se denomina como Acto Arquitectónico, ese acto que se protege con el alma todo y a pesar de las límites, el arquitecto logra darle voluntad cuando la obra se erige.


El segundo paso es conocer la normativa del sitio de obra, y es aquí el primer límite que debe sortear el arquitecto, pues la imaginación debe estar amparada bajo el techo que la ley establece, y eso de por sí no se puede atropellar. En esta disyuntiva, Sigfried Giedion expresa: “La arquitectura no puede tener una libertad absoluta; se mueve dentro de ciertos límites que en cada período en particular tenían fuerza de las leyes eternas” (Giedion 2009, 827)[8]. Acá el arquitecto muestra su autoridad espacial, pues por ejemplo, la normativa constructiva puede decir que se permite una rasante de 70° desde el eje de la calle, pero el arquitecto observó con sensibilidad el contexto urbano y se auto limitó la rasante en 60° para mantener una riqueza espacial. El arquitecto tiene una perspectiva sublime ante el espacio, y es esa capacidad de observación y determinación la que enriquece en este arte.


El canon que sigue, es uno de los mayores pilares de este arte. Comprender el contexto espacial, o emplazamiento del sitio, requiere de un poder de sensibilidad y de observación que sea capaz de intuir la mejor forma de relacionar la obra con su sitio y contexto. Acá es donde se pone en juego la geometría y proporción de la obra, y que Rodrigo Pérez de arce plantea como una relación complementaria entre la matriz geométrica o formal de la obra y su vocación para el uso[9], sin embargo esa geometría y proporción de la obra no se pueden cuestionar sin la capacidad de observación, ni menos visualizar cuales son las virtudes y defectos de la obra al emplazarla.


LO IMPALPABLE

¿Y la naturaleza? “La relación entre la naturaleza y la construcción es decisiva en arquitectura. A pesar de ello, hoy tiende hacia una extinción progresiva” (Siza 2003, 15) [10]. En algunas zonas más que otras, está en jaque y en un presente desafío, el cómo dar cabida a la naturaleza dentro de la ciudad, otorgando un óptimo convivir entre la obra y lo natural.


Algo similar ocurre con la cultura, donde muchas veces se pasa por alto el contexto cultural, transgrediendo las raíces propias de la ciudadanía, por sobre el sostenimiento de un diseño apetecible a la vista. “El vínculo entre reglas, comportamiento y cultura consiste en que, al cambiarse normas culturales, cambian también las actividades apropiadas para diferentes ambientes” (Raporto 2003, 46-47) [11]. Cada obra es parte de un entorno cultural y social que influye en el buen o mal recibimiento del proyecto por parte de la ciudadanía.


Al evidenciar el oficio del arquitecto, aparece el juego creativo como la relación entre libertad y limitación, y si bien alguien puede enfatizar con mayor detención sobre algunos de los canon expuestos, lo macro es que la arquitectura es un arte, en donde prima el azar, la pasión y el placer por el espacio, donde el trabajo delicado y sensible proviene con la buena base de la observación del espacio y las necesidades del hombre. Todo esto se realiza para mantener viva la esencia arquitectónica inicial de la obra al traspasar por el proceso creativo y enfrentarse a los límites. Esta es la libertad del arquitecto, que la esencia sea tratada con sutileza, hasta la concreción de la obra.

Bibliografía citada

  1. José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 20
  2. José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 19-20
  3. José María Valverde, Arquitectura y moral, (España: Generalitat Valenciana, 1992), 25
  4. André Bretón, “Manifestes du surréalisme” Manifiesto del surrealismo, (Barcelona: Labor, 1980), 25
  5. André Bretón, “Manifestes du surréalisme” Manifiesto del surrealismo, (Barcelona: Labor, 1980), 19
  6. Álvaro Siza, Imaginar la evidencia, (Roma: Abada editores, 2003), 131
  7. Álvaro Siza, Imaginar la evidencia, (Roma: Abada editores, 2003), 135
  8. Sigfried Giedion, Espacio, tiempo y arquitectura, (Barcelona: Reverté, 2009), 827
  9. Rodrigo Pérez de Arce, Guillermo Jullian: Obra abierta, (Chile: Ediciones ARQ, 2000), 21
  10. Álvaro Siza, Imaginar la evidencia, (Roma: Abada editores, 2003), 15
  11. Amos Raporot, Cultura, arquitectura y diseño, (España: Edicions UPC, 2003), 46-47