Diferencia entre revisiones de «Marcelo Delgado EAD 4210-01. Tarea 1»

De Casiopea
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“La esencia de la palabra, no es decir lo que ya se sabe. La palabra dice lo que no se sabe, y solo cuando la palabra dice lo que no se sabe, es esencialmente palabra. Cuando dice lo que se sabe, es conversación.”
“La esencia de la palabra, no es decir lo que ya se sabe. La palabra dice lo que no se sabe, y solo cuando la palabra dice lo que no se sabe, es esencialmente palabra. Cuando dice lo que se sabe, es conversación.”
- Godofredo Iommi, (1979)
- Godofredo Iommi, (1979)
<ref> Godofredo Iommi, (1979) Hay que ser absolutamente moderno, [Audio en Podcast].https://soundcloud.com/archivo-jose-vial-a/sets/hay-que-ser-absolutamente </ref>
<ref> Godofredo Iommi, (1979) Hay que ser absolutamente moderno, [Audio en Podcast].https://soundcloud.com/archivo-jose-vial-a/sets/hay-que-ser-absolutamente </ref>
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Desde mi mirada del oficio, el ser moderno obedece un poco al desprenderse de lo conocido, para volver a mirar por primera vez. Esto, a mi parecer, abre camino hacia la búsqueda de un desconocido. Entonces, ¿cómo habitamos lo desconocido? Para ello es necesario ver los objetos desde su cualidad y no desde su ''significado instituido'', como lo define Godofredo. Con esto presente, para sentarse no es necesario una silla o similar, sino más bien una superficie horizontal, donde el respaldo y la distancia del suelo pasan a un segundo plano, ya que el acto a satisfacer es el sentarse, quitando el simbolismo clásico del este acto, lo que todos imaginamos como una silla: cuatro patas, una base y un respaldo.
Quiero comenzar citando a Godofredo Iommi, profesor y uno de los fundadores de la escuela de arquitectura y diseño, en donde a partir de su clase “Hay que ser absolutamente Moderno”, nos invita a reflexionar sobre ciertos conceptos e ideas. Desde mi mirada del oficio, el ser moderno obedece a desprenderse de lo conocido, para volver a mirar por primera vez. Esto, a mi parecer, abre camino hacia la búsqueda de un desconocido. Entonces, ¿cómo habitamos lo desconocido? Para ello es necesario ver los objetos desde su cualidad y no desde su significado instituido, como lo define Godofredo. Con esto presente, para sentarse no es necesario una silla o similar, sino más bien una superficie horizontal, donde el respaldo y la distancia del suelo pasan a un segundo plano, ya que el acto a satisfacer es el sentarse, quitando el simbolismo clásico de este acto, lo que todos imaginamos como una silla: cuatro patas, una base y un respaldo.


Munari nos dice que: ''“proyectar resulta fácil cuando se sabe lo que hay que hacer para llegar a la solución de algún problema”.''<ref> Munari B.(1983) Como nacen los objetos </ref> De esta misma manera podemos observar distintos modelos de sillas que apunten a satisfacer este acto o problemática de detención, pero todas se reducen a un irreductible en común, una superficie horizontal que recibe al cuerpo.
Munari nos dice que: “proyectar resulta fácil cuando se sabe lo que hay que hacer para llegar a la solución de algún problema” (B. Munari, 1983). <ref> Munari B.(1983) Como nacen los objetos </ref> De esta misma manera podemos observar distintos modelos de sillas que apunten a satisfacer este acto o problemática de detención, pero todas se reducen a un irreductible en común, una superficie horizontal que recibe al cuerpo.
 
El dibujo de observación es la herramienta que nos permite traer fragmentos de la realidad sin el peso de simbolismos o preconceptos, sino más bien lo que realmente está en presencia, por ejemplo, el fotógrafo observa a través de un elemento el cual filtra mecánicamente una imagen, en cambio quien observa a través del dibujo posee un trabajo de abstracción previo, el cual le permite filtrar desde la realidad lo que desea traer a presencia, es decir las particularidades.


La poesía busca traer a presencia nuestra cotidianidad, el presente, a través de la palabra como herramienta norteadora de nuestros proyectos. Traigo a presencia un fragmento de Amereida II
La poesía busca traer a presencia nuestra cotidianidad, el presente, a través de la palabra como herramienta norteadora de nuestros proyectos. Traigo a presencia un fragmento de Amereida II
<poem>"...llevada a todo lugar
<poem>"...llevada a todo lugar
la estrella cardinal la estrella de los cua-
la estrella cardinal la estrella de los cua-
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ción del allá atornillando las mitades desigua-
ción del allá atornillando las mitades desigua-
les la una a la otra para que haya un signo..."
les la una a la otra para que haya un signo..."
(Amereida, 1986)<ref>Amereida II p4 (1986) https://wiki.ead.pucv.cl/Amereida_II</ref>
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, en este caso el acto de nombrar nos otorga el sentido y dirección al fundamentar desde la palabra.
De esta misma manera y entendiendo que habitamos no desde los objetos, sino más bien desde sus cualidades y como estas ven componen este habitad según sus relaciones, me quiero situar desde un punto de vista, en donde los elementos que constituyen un espacio habitable no están presentes, es decir, desde un vacío. Con esta primicia me pregunto ¿cuáles son los elementos que sustentan el habitar?
<blockquote>”Que nosotros ocupemos un aula no significa automáticamente que la habitemos. Cuando uno sólo ocupa un espacio, se trata de una estructura que ya está dada: muebles, costumbres, todo está ahí y nos espera.” (Dussel y Caruso, 1999)<ref>Dussel y Caruso (Argentina) La invención del aula, año 2003</ref>
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<ref>Amereida II p4 (1986) https://wiki.ead.pucv.cl/Amereida_II</ref>, en este caso el acto de nombrar nos otorga el sentido y dirección al fundamentar desde la palabra.
En el Taller de Amereida, realizado en la ciudad abierta, lo que sustenta esta clase no es un equipamiento diseñado para esa clase o ese lugar, ya que este Taller de Amereida, no presenta un lugar fijo o establecido para esta asignatura. Es la arena y la voz de los poetas son quienes logran sostener esta clase, la arena como un soporte que recibe al cuerpo, el cual deja una huella sobre esta. La voz, la cual entrega el dinamismo y el ritmo de esta clase, esta se articula en torno a estos elementos.


El dibujo de observación es la herramienta que nos permite traer fragmentos de la realidad sin el peso de simbolismos o preconceptos, sino más bien lo que realmente está en presencia, por ejemplo, el fotógrafo observa a través de un elemento el cual filtra mecánicamente una imagen, en cambio quien observa a través del dibujo posee un trabajo de abstracción previo, el cual le permite filtrar desde la realidad lo que desea traer a presencia, es decir las particularidades.
El cuerpo es quien construye su estancia, es él quien construye su habitáculo, donde existen elementos externos, como el sol, viento y suelo, los cueles condicionan la permanencia en esta aula, entonces es por medio de la propia postura que va adoptando el cuerpo, es así como se comienzan a construir distintos tipos de permanencia, no existe un solo tipo de permanencia o detención, ya que serán en base a las distintas interacciones con estos fenómenos externos.


Entonces, ¿para qué me sirve la experiencia si debo constantemente volver al no saber? Para precisamente ser, como lo define Godofredo, absolutamente modernos, para poder diseñar desde una cierta distancia de ideas o preconceptos y enforcarlos en lo esencial para dar solución a la problemática de diseño.
Entonces, ¿para qué me sirve la experiencia si debo constantemente volver al no saber? Para precisamente ser, como lo define Godofredo, sobre esto el Profesor de la escuela de arquitectura y Diseño, Jaime Reyes, en una clase del Taller de Amereida se refiere sobre este volver a no saber, agrega:
<blockquote>“Cualquier huella que los pies o el cuerpo marca en las arenas son borradas por el viento. Las pistas y las sendas desaparecen, de suerte que se las puede rehacer o andar a través de un paseo o trayecto diferente cada vez: las arenas son siempre o vuelven a ser vírgenes.” (J.Reyes, 2020)<ref>Jaime Reyes, Taller de Amereida 2020, semana 8 / https://wiki.ead.pucv.cl/Taller_de_Amereida_2020#Semana_8_Mi.C3.A9rcoles_20_de_mayo</ref>
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El volver a no saber no habla de una ingenuidad o ignorancia, sino más bien de todo lo contrario, la experiencia y conocimiento son las herramientas que nos permiten volver a no saber, para lograr desprendernos de todo significado instituido, así nuestra observación al momento de proyectar apunte a su real problemática o propósito.

Revisión del 20:27 7 sep 2020



TítuloMarcelo Delgado EAD 4210-01. Tarea 1
AsignaturaSeminario de América
Del CursoSeminario de América 2020 2S
CarrerasArquitectura, Diseño, Magíster
1
Alumno(s)Marcelo Delgado

Habitar desde lo desconocido

“La esencia de la palabra, no es decir lo que ya se sabe. La palabra dice lo que no se sabe, y solo cuando la palabra dice lo que no se sabe, es esencialmente palabra. Cuando dice lo que se sabe, es conversación.” - Godofredo Iommi, (1979) [1]

Quiero comenzar citando a Godofredo Iommi, profesor y uno de los fundadores de la escuela de arquitectura y diseño, en donde a partir de su clase “Hay que ser absolutamente Moderno”, nos invita a reflexionar sobre ciertos conceptos e ideas. Desde mi mirada del oficio, el ser moderno obedece a desprenderse de lo conocido, para volver a mirar por primera vez. Esto, a mi parecer, abre camino hacia la búsqueda de un desconocido. Entonces, ¿cómo habitamos lo desconocido? Para ello es necesario ver los objetos desde su cualidad y no desde su significado instituido, como lo define Godofredo. Con esto presente, para sentarse no es necesario una silla o similar, sino más bien una superficie horizontal, donde el respaldo y la distancia del suelo pasan a un segundo plano, ya que el acto a satisfacer es el sentarse, quitando el simbolismo clásico de este acto, lo que todos imaginamos como una silla: cuatro patas, una base y un respaldo.

Munari nos dice que: “proyectar resulta fácil cuando se sabe lo que hay que hacer para llegar a la solución de algún problema” (B. Munari, 1983). [2] De esta misma manera podemos observar distintos modelos de sillas que apunten a satisfacer este acto o problemática de detención, pero todas se reducen a un irreductible en común, una superficie horizontal que recibe al cuerpo.

El dibujo de observación es la herramienta que nos permite traer fragmentos de la realidad sin el peso de simbolismos o preconceptos, sino más bien lo que realmente está en presencia, por ejemplo, el fotógrafo observa a través de un elemento el cual filtra mecánicamente una imagen, en cambio quien observa a través del dibujo posee un trabajo de abstracción previo, el cual le permite filtrar desde la realidad lo que desea traer a presencia, es decir las particularidades.

La poesía busca traer a presencia nuestra cotidianidad, el presente, a través de la palabra como herramienta norteadora de nuestros proyectos. Traigo a presencia un fragmento de Amereida II

"...llevada a todo lugar
la estrella cardinal la estrella de los cua-
tro ángulos del tiempo en la jornada rectangular
por nuestra trapa de nueve frentes nuestra
muda espera políglota nuestra girante rosa de
los vientos nuestra veleta que inviste las ciu-
dades en todo sentido trazando signos sobre las
casas apropiándonos hasta el acabóse el papel
de ángeles tomando a nuestro cargo “realizar” las
promesas figuradas desde siempre encajando so-
bre el terreno el macrocosmos y el microcosmos
ayuntando aquí la piedra cruda con la prescrip-
ción del allá atornillando las mitades desigua-
les la una a la otra para que haya un signo..."
(Amereida, 1986)[3]

, en este caso el acto de nombrar nos otorga el sentido y dirección al fundamentar desde la palabra.

De esta misma manera y entendiendo que habitamos no desde los objetos, sino más bien desde sus cualidades y como estas ven componen este habitad según sus relaciones, me quiero situar desde un punto de vista, en donde los elementos que constituyen un espacio habitable no están presentes, es decir, desde un vacío. Con esta primicia me pregunto ¿cuáles son los elementos que sustentan el habitar?

”Que nosotros ocupemos un aula no significa automáticamente que la habitemos. Cuando uno sólo ocupa un espacio, se trata de una estructura que ya está dada: muebles, costumbres, todo está ahí y nos espera.” (Dussel y Caruso, 1999)[4]

En el Taller de Amereida, realizado en la ciudad abierta, lo que sustenta esta clase no es un equipamiento diseñado para esa clase o ese lugar, ya que este Taller de Amereida, no presenta un lugar fijo o establecido para esta asignatura. Es la arena y la voz de los poetas son quienes logran sostener esta clase, la arena como un soporte que recibe al cuerpo, el cual deja una huella sobre esta. La voz, la cual entrega el dinamismo y el ritmo de esta clase, esta se articula en torno a estos elementos.

El cuerpo es quien construye su estancia, es él quien construye su habitáculo, donde existen elementos externos, como el sol, viento y suelo, los cueles condicionan la permanencia en esta aula, entonces es por medio de la propia postura que va adoptando el cuerpo, es así como se comienzan a construir distintos tipos de permanencia, no existe un solo tipo de permanencia o detención, ya que serán en base a las distintas interacciones con estos fenómenos externos.

Entonces, ¿para qué me sirve la experiencia si debo constantemente volver al no saber? Para precisamente ser, como lo define Godofredo, sobre esto el Profesor de la escuela de arquitectura y Diseño, Jaime Reyes, en una clase del Taller de Amereida se refiere sobre este volver a no saber, agrega:

“Cualquier huella que los pies o el cuerpo marca en las arenas son borradas por el viento. Las pistas y las sendas desaparecen, de suerte que se las puede rehacer o andar a través de un paseo o trayecto diferente cada vez: las arenas son siempre o vuelven a ser vírgenes.” (J.Reyes, 2020)[5]

El volver a no saber no habla de una ingenuidad o ignorancia, sino más bien de todo lo contrario, la experiencia y conocimiento son las herramientas que nos permiten volver a no saber, para lograr desprendernos de todo significado instituido, así nuestra observación al momento de proyectar apunte a su real problemática o propósito.

  1. Godofredo Iommi, (1979) Hay que ser absolutamente moderno, [Audio en Podcast].https://soundcloud.com/archivo-jose-vial-a/sets/hay-que-ser-absolutamente
  2. Munari B.(1983) Como nacen los objetos
  3. Amereida II p4 (1986) https://wiki.ead.pucv.cl/Amereida_II
  4. Dussel y Caruso (Argentina) La invención del aula, año 2003
  5. Jaime Reyes, Taller de Amereida 2020, semana 8 / https://wiki.ead.pucv.cl/Taller_de_Amereida_2020#Semana_8_Mi.C3.A9rcoles_20_de_mayo