M2: Encargo 1 TDH 2019 - Etapa de Especulación/ Juan Pablo Moscoso

De Casiopea
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TítuloM2: Encargo 1 TDH 2019 - Etapa de Especulación/ Juan Pablo Moscoso
AsignaturaTaller del Habitar
Del CursoTaller del Habitar 2019
CarrerasDiseño, Diseño Industrial"Diseño Industrial" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
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Alumno(s)Juan Pablo Moscoso

Croquis

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Observaciones

El diálogo es una situación que genera un cuerpo colectivo atravesado por vacíos que funcionan como extensión del cuerpo formado, estos vacíos permiten que las mismas personas que conforman un diálogo puedan a su vez crear un cuerpo de mayor o menor extensión.

Las personas que transitan en grupo mantienen una coordinación en sus movimientos que les permite tener el mismo ritmo facilitando el diálogo entre sus participantes, la mirada alterna entre la frontalidad y la horizontalidad del espacio.


Las personas dentro de un diálogo generan un límite con su parte trasera haciendo foco en lo frontal, las conversaciones generalmente forman un cuerpo lineal o de circunferencia, los primeros se abren a la contemplación hacia la amplitud haciendo que el entorno sea parte activa del diálogo, las circunferencias crean intimidad y limitan la contemplación a lo cercano.


Los diálogos son momentos extensos o fugaces, los diálogos extensos presentan muchas pausas que son llenadas con actividades externas y/o que complementan la interacción entre las personas. Los diálogos fugaces son parte de una actividad de mayor importancia que ocupa el centro de atención y sirven para llenar las pausas en esa actividad o se da en la simultaneidad.


Los factores importantes de los diálogos son el receptor, el emisor, el mensaje y la espacialidad por lo que la mirada alterna entre ellos, el factor más importante es el mensaje pudiéndose tratar de un objeto en concreto o uno virtual, al tratarse de un objeto en concreto la mirada de los participantes alterna entre sus caras y este objeto del que se habla, los diálogos que tratan de algo que no está hacen que la mirada se amplíe y alterne entre las caras de los participantes y la espacialidad (aunque muchas veces la espacialidad se convierte en el objeto del mensaje).


Las personas que dialogan intentan mantener la visualización mutua la mayor cantidad del tiempo por lo que tienden a formar figuras que permitan tener visibilidad de la mayoría/totalidad de integrantes creando circunferencias y medias lunas mayoritariamente, este factor está condicionado por la espacialidad y la movilidad, de manera que los espacios que guían a una posición única del cuerpo restringen esa capacidad de visualización desnaturalizando la gestualidad al dialogar por ejemplo; una banca de plaza guía a los cuerpos a adoptar una posición lineal grupal lo que impide crear un diálogo fluido que no se base en las miradas hacia otro participante, o un grupo de personas que camina se ve obligado a formar una o más líneas paralelas para no entorpecer la transición.


El diálogo es parte de una gestualidad colectiva que incluye o excluye a más personas dándose diálogos amplios o cerrados, los diálogos amplios con gran cantidad de participantes invitan a una mayor conglomeración y los cerrados se asocian a la intimidad y la exclusión.

Fundamento: Colectividad simétrica intermitente

El diálogo es una situación que enfrenta a dos o más personas dentro de una espacialidad determinada, estos enfrentamientos son pactados o de improviso pero ambos se centran en el mensaje y lo que este conlleva; la comunicación y la mirada. Ambos van de la mano como algo que nace desde la cara (entendiendo la comunicación como expresión de palabras en este caso) sumado a la movilidad de demás extremidades que complementan la fuerza del mensaje; que puede ser referido a un objeto concreto o virtual. El objeto concreto atrae la mirada de los participantes hacia él y a su vez al que está propagando información, lo virtual da mayor espacio a la imaginación y a su vez una contemplación hacia la amplitud. En este sentido se busca obtener la mayor capacidad visual entre los propios participantes manteniendo un hilo de conversación sin que logre interrumpirse tan seguidamente; es entonces cuando la búsqueda del otro crea un cuerpo en conjunto al que llamé colectividad ya que se entiende que este cuerpo formado tiene un interés común y foco concéntrico. Los integrantes de esta colectividad de diálogo mantienen siempre un ritmo similar en cuanto a movilidad de extremidades lo que permite una mayor fluidez y coordinación. La importancia del diálogo recae en cómo este se construye y se permite construir por los integrantes de la conversación por lo que la participación de cada uno vela por un fin común que es llevar a cabo esta situación, por lo tanto siempre se busca tener una similitud al otro adoptando una simetría en conjunto adaptándose a las condiciones que nos ofrece el espacio, si el eje principal de una reunión recae en el diálogo se buscará que se desarrolle de manera fluida a pesar de cualquier limitante, entonces yo denomino a estos limitantes como causantes indirectos de la intermitencia de este cuerpo colectivo. Hay distintas intermitencias dentro de esta situación; personales y grupales. Las intermitencias personales son aquellas que cambian la atención de cada uno con respecto a la contemplación, que puede atender al emisor/receptor, referirse al mensaje o perderse en la amplitud, y la intermitencia grupal que se refiere a la formalidad que adquiere este cuerpo en busca de simetría que puede tornarse hacia lo abierto adosándose a un vacío externo que invita a la atracción de más participantes o hacia lo cerrado generando uno o más vacíos internos dentro de este enfrentamiento creando a su vez en ambas situaciones una membrana con la parte posterior de cada cuerpo individual que excluye a diferencia de la frontalidad que invita.