Lugares donde surge la contemplación en la espera que muestra el acto de las manos
Experiencia del ritmo del viaje que vacila entre el movimiento y la quietud del hombre
“es posible afirmar que el ritmo es inseparable de nuestra
condición[…] nos hace ser hombres: ser temporales, ser
mortales y lanzados siempre hacia “algo”, hacia lo “otro”.”
El Ritmo, Octavio Paz
Propuesta de la experiencia del viaje
El viaje consiste en el transitar de una persona desde un punto de partida hasta un punto final y entre estos hay un recorrido. La manera de ver este viaje será como el lugar se propone a sí mismo para un deambular y la forma en que este desenvuelve el actuar de la gente. La experiencia del paseo se propondrá a través de dos series de postales, son imágenes que recogen las ideas que surgen en la observación y se construyen desde los croquis con una técnica llamada punta seca sobre papel couche.
La quietud es la espera en la contemplación
Por el contrario desde la quietud surge también su opuesto, es decir, lo móvil. El movimiento es el transitar que mueve a una persona de un espacio a otro, es el pasear que muestra el habitar de la gente y como lugar habitado se hace parte de la cuidad. Incluso lo móvil existe dentro de la quietud, puesto que un cuerpo no puede permanecer completamente inmóvil, así se define el movimiento en la espera como el actuar leve de las personas, los gestos de las manos que se abren a la contemplación y al dialogo del hombre.
Lo móvil es el paseo por el espacio
En el viaje en tren se vio como rituales e indicios que definían el actuar de la gente, la quietud es uno de esos gestos que consisten en la permanencia de la persona que anticipa un suceso, en este caso sería la llegada del tren. En el tomar café, lo inmóvil se entiende como la permanencia del cuerpo de la persona en un mismo espacio mientras que sus gestos son reducidos al solo actuar de la manos y este actuar genera un dialogo entre las personas.
Entonces la quietud es la espera que se abre a la contemplación del espacio como por ejemplo la manera en que la amplitud de la estación se dispone como una extensión a través de horizontes luminosos y al mismo tiempo los horizontes aparecen en el tomar café dividiendo lo que está sobre la mesa y lo que se ensombrece por debajo. Son estas luces que aparecen en la observación las que definen al espacio.
Invitacion al lugar donde la luz se elabora para mostrar el acto de las manos
“El ritmo engendra en nosotros una disposición de ánimo que
solo podrá calmarse cuando sobrevenga “algo”. Nos coloca en
actitud de espera”
El Ritmo, Octavio Paz
“el contemplador mismo debe entrar en escena, asumir un papel de actor en la acción imaginaria” Visibilidad, Italo Calvino
Luz que crea espacios luminosos para la contemplación
Al hablar de espacios luminosos nos referimos a la manera en que se divide el espacio por lo que se encuentra sobre y bajo la mesa. Son espacios que definen la manera de contemplar el lugar pues lo que ilumina la luz elaborada es hacia donde se dirigirá la mirada, es decir, donde se concentra la importancia del dialogo y del actuar de la gente.
Luz elaborada como artificio creado por el hombre
En una cafetería se habla de una luz elaborada puesto que se trata de una luz artificial, es decir, un artificio construido por el hombre con una intensión. La luz está colocada por una razón, iluminar lo que aparece por sobre la mesa a diferencia de la luz natural que es difusa, el artificio apunta a algo, es un foco que le entrega más importancia a la gestualidad de las manos.
Luz que muestra la gestualidad de las manos
Si la luz del tomar café apunta hacia el dialogo de la gente a través del actuar de las manos en el espacio. Son gestos leves pero bien definidos que surgen en la espera del hombre y que transmiten claramente mensajes de manera visual, esto se puede comparar a la manera en que este proyecto transmite sus propias ideas a través de imágenes construidas con grabado.
Sea un viaje en tren o en una cafetería el espacio se dispone a través de luces, el lugar se extiende o muestra como el hombre en su contemplación se abre al dialogo mientras se encuentra en un estado de quietud que anticipa un suceso o permanece en una detención casi absoluta.