Los epitafios
Título | Los Eepitafios |
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Autor | Godofredo Iommi |
Páginas | 8 |
Imágenes | 8 |
Ancho | 21 cms. |
Alto | 27 cms. |
Fecha | 1945 |
Colección | Poesía |
Fondo | Iommi-Amunátegui |
Conjunto | Carpeta Celeste |
Número de Ingreso | 011 |
Nota | Versión original mecanografiado. Poema perteneciente al conjunto editado con el título Fuese (Escuela de Arquitectura UCV, Viña del Mar 1984). En la primera página se lee manuscrito «12» y «45 - 1946?»; esto último se repite en la página final 8. |
Archivo:Los epitafios.pdf | |
Código | IOM-POE-IAM-CCE-EPI-945-012 |
p. 1
Todo estaba listo. Una siembra entera, la época propicia
“Espérame”. – nos decía en el pretorio – “me lavaré las
manos”. – Su torso en el alfeizar de la ventana
vestido de muchacho
con tricolores.
venía el rumor desde el boquete
piedra, piedra mía - les escuchaba
invisibles
Si serán! ·– agregabas
sin importarte los ojos secos
llenos de terribles asaltos virginales
del niño.
Echabas humo,
te parecías a ellos. Me lo pareció siempre
y no me agrada confirmarme
en la espera.
p. 2
Dormitaban las siestas debajo del lago
el lago
desciende
sobre ellos
pasaba sus cabezas
los hombros
las aguas se enturbiaban.
Durante cierto tiempo
– en otras razas he vivido –
me arrodillaba conmovido
por la fidelidad
Eramos todos mujeres.
Pese a ello.
la canasta hueca. nos rozamos por las mismas
calles
sonreímos, saludamos con prisa, vecinos
los huecos terminados
blancos
p. 3
horas y horas nos quedan
la torre de los ingleses
hará antes que el silbato
la madrugada
buena cosa!
la canasta es hueca
hueca
échate hacia su materia oscura
pulverizada
no se vuelve más.
el oído nos envuelve
y los huesos se pierden en la primavera
su sonido nos hace los mismos
mismos
su paso habitual
como una ciudad
la sombría corteza
y de alguna manera sentado
sobre el fundamento
tenía también un perro y
p. 4
la canasta hueca.
Tu nos mirabas con los ojos huecos
puramente, puramente
parecía un amigo, un hermano que
al alba
abría la puerta
- La porta chiusa, Bo, amantes
es la noche, no nos vemos.
(la carta)
. . . . .pregunto acerca de ti
que extremo de la realidad sobre la tierra
es una persona...
. . . . .éramos, finalmente, los mismos, de cara
de hacer iguales cosas
y no había alguien.
p. 5
Sólo la luz silenciosa
y fluyente
pasaba sin que la notaran
y resbalaba
decepcionada y amarga
Ella volverá a sus nidos
mudando de colores
y le dirá: - “Suelta el agua
no hay nadie,
te han traicionado–” .
Veremos, veremos a
Cormack, el hechicero
y el llorará con decencia
con una joya blanca
y será tarde
y tu agua será agregada
al agua del cielo
y al agua del agua
p. 6
Eran de a cientos
para tu espejo, para la selva oscura
y tampoco seremos salvados.
el desterrado aprieta los ojos
sobre el campo
susurra, encerrado por la claridad
del alba:
- “La semilla retardada.
Tu párpado demora en levantar
y el ojo muere”.
pupilas, pupilas en la punta de cada rama
de la higuera.
Nada podíamos oírte,
tus palabras salían
del follaje
pero
el viento las
encerraba.
p. 7
Subirán por los muros
hasta que descifremos
los actos azules, fugaces
que nos atraviesan
en la luz
como respiraciones
El fango de las orillas
se habitúa a los pies
salvajes,
nos están
esperando.
“Ias visitas a tierra
las visitas a tierra”
sus ojos claros
su vestón blanco
espanta a los
peces
el marinero
“las visitas a tierra
las visitas a tierra”
p. 8
el agua sube hasta las puntas de las pajas
Desde la borda
de la barca
godo gritabas:
“ comencemos de nuevo. Te conozco. Soy amigo.
Soy pariente de Ud., Señor! ”
Pero nosotros no seremos sino pupilas,
los granos del higo
Y esta primavera
viene muy anticipada.
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Fondo Iommi-Amunátegui / Carpeta Celeste:
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