Las escaleras como una dilatación y ritmo de las sombras fragmentadas
1- Experiencia y observación
Aparición del viaje dentro de la ciudad
El viaje se conforma como un registro luminoso que sucede en el transitar y ritmo de las cosas, existe una secuencialidad propia de esta luz que hace presencia en la ciudad o entorno. La luz se deforma, desliza ,expande, contrae, se torna difusa o repleta el lugar observado . La luz configurada en el espacio, da la apertura al lugar y revela ciertos bordes o delineaciones que permiten captar la forma de este entorno.Ases cambiantes de luz que atraviesan y separan lo luminico de lo sombrio que aporta la cuidad.
2- De la observación al croquis
El vaiven y la densidad luminosa del viaje
El ritmo que surge dentro del viaje, actua como un acompañante que entrega continuidad luminosa en la extension de la ciudad. Aparece en lo dinamico del trasladarse.
Bordes luminosos presentes en la ciudad, que se fragmentan y contrastan con la intervencion de sombras en el lugar.
3- Argumentar y construir
Acto revelado por la ciudad
La ciudad se construye respecto a sus caminos, en base a escaleras, que en su constante aparición en el entorno van generando esta secuencialidad luminosa y sombria,con interrupciones en el paso a paso y detención en el pasar, que va dando cabida a la reunión o estadía temporal sobre ella.
Cuando se emprende este viaje , aparece esta permanencia en el lugar, un situarse, apropiarse , lo cual va acompañado de un ritmo.
Lugar que aparece donde se vuelca nuestra mirada
La escalera abre paso, atravesando diagonalmente por su forma.En un paso de lo lineal, recto a lo diagonal elevado. Este atravesar sobre la escala entrega una vista a quien la recorre; superior o inferior, vista que va mostrando leve, fugazmente partes, trozos de lo que está más arriba o abajo; generando un pasar movedizo.
4- Abordar el lugar como un campo luminoso y sombrio
Grafias que revelan contrastes luminosos y sombrios
El acceder a un lugar tiene este traspaso de sombras y luces y esta luz perfilándose sobre cada escalón que devela una forma. La sombra que se desliza y cae sobre los escalones, crea con ello delineaciones luminosas como una suerte de bordes a través de cada peldaño. Estas fragmentaciones se reúnen con otras y se esparcen finalmente. El avanzar por las escaleras trae un paso sucesivo, un ascenso o bien un descenso, donde bajo el cuerpo el acto ocurre de manera fugaz y fragmentada con las sombras expandidas o contraídas en el suelo.
Aparicion del blanco entre el negro
El blanco aparece proporcionando luz en el interior negro o gris. Compuesto por trazos alargados o salpicados hechos con chinches y alfileres
Surco alargado y gris
Surcos largos que se dan para denotar detalles , delinear o conformar una trama densa sobre un blanco o tonos grisaceos.
Blanco fugaz o difuso
Utilizado en medio de los fondos de cada postal, como puntos o esparcidos con pequeños toques de alfiler sobre la tempera humeda o con la cabeza del chinche.
Surcos rasgando el papel
El blanco y gris que aparecen al rasgar el papel mas en profundidad
5-Composicion de la imagen
Bordes y fragmentos luminosos
El viaje surge en este recorrer, volver a ir, por la ciudad. El viaje conduce y permite conocer o bien re-conocer lo observado.Tal cual se vivio en un exterior e interior del metro. Se reconoce como un registro luminoso del transitar y traspasar un lugar perteneciente a la cuidad. El caminar que conduce por este, lleva a la aparición de las escaleras que tienen esta secuencialidad y ritmo por su atravesar.
Postal 2: viaje en metro
Postal 1: viaje por escaleras
Cuando se asciende el cuerpo adopta este avanzar que se trasforma casi en un ciclo o secuencia: el de subir y luego bajar los pies. Para atravesar el lugar se despegan los pies una y otra vez, escalón tras escalón, hasta recorrer completamente esta extensión diagonal. Al observar una escalera y esta deformación creada al pasar de las sombras, parecen diluirse en estas divisiones de concreto. Entre algunas cosas el cuerpo se alarga y divide por trozos, logrando igualmente extender cierta continuidad mediante estos sucesivos manchones lineales o fugaces entre cada escalón.
Aquí van surgiendo estas intercalaciones de luz y sombra, esta reunión de cosas opuestas que dan paso al ritmo como alude Octavio Paz en su libro El arco y la lira, donde expone que el ritmo no es una medida, no se mide dentro de una escala sino que se da como una corriente donde tenemos por ejemplo una frase que nos lleva a otra, casi secuencialmente o bien referido a como las palabras se juntan y separan atendiendo a ciertos principios rítmicos.
Los pies al pasar van dejando estas estelas luminosas y fragmentadas, en conjunto con sombras tras ellos que definen este paso. Los pies parecen crear una extensión luminosa y sombría en el suelo. Trazos lineales luminosos que varían de acuerdo a este desplazamiento realizado con el cuerpo, y que tienden a desaparecer bajo los pies fugazmente. Las sombras también conforman un estado variante, donde el gris llega a un negro, a veces, destacando estos bordes que se originan, además de perfilar el cuerpo. Los cuerpos que se posan sobre los peldaños, permiten que debajo y tras ellos las sombras se agrupen logrando mostrar trazos de luz y sombra difusa fragmentada.
“El ritmo que es imagen y sentido, actitud espontanea del hombre ante la vida, no está fuera de nosotros: es nosotros mismos, expresandonos” El arco y la lira, Octavio Paz
El abordar una escalera trae esta deformación del cuerpo en las sombras, expansión que se da en las escaleras, determinada por quiebres o pausas en el ascender o descender; pausas que van entregando estas divisiones sombrías de la escalera y el cuerpo que interviene sobre ella, en el transitar.
Al observar una escalera y esta deformación creada al pasar de las sombras, parecen diluirse en estas divisiones de concreto. Entre algunas cosas el cuerpo se alarga y divide por trozos, logrando igualmente extender cierta continuidad mediante estos sucesivos manchones lineales o fugaces entre cada escalón.
El cuerpo se curva y contrae sombras alrededor de si , en donde un cuerpo apoyado en la escalera, se ve sostenido en otro espacio el propio y el traspasado al suelo, creando así continuidad, mediante este posarse. Posar que entonces se torna en un traspasar, al ir avanzando de una diagonal a un plano, del espacio grisáceo al iluminado, se crea una interioridad de un espacio contrastado con el otro.
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