La escala
Título | La escala |
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Autor | Godofredo Iommi |
Páginas | 8 |
Imágenes | 8 |
Ancho | 21 cms. |
Alto | 27 cms. |
Fecha | 1941 |
Colección | Poesía |
Fondo | Iommi-Amunátegui |
Conjunto | Carpeta Celeste |
Número de Ingreso | 007 |
Nota | Versión original mecanografiado. Poema perteneciente al conjunto editado con el título Fuese (Escuela de Arquitectura UCV, Viña del Mar 1984). Al final del poema, se lee manuscrito: «1941». |
Archivo:La escala.pdf | |
Código | IOM-POE-IAM-CCE-ESC-941-007 |
p. 1
Seña de mi carruaje
la garza
dice adiós sobre los vientos
y como un párpado
en el corazón
tiembla la noche
p. 2
LA ESCALA
oculto en el viento
y aquella
geografía extendida
delante del viento
(para sobrepasar el hambre, la alegría, la sed ajena de en-
frentarse como dos ojos)
desprende nuevos seres
hurtos veloces
el ademán que sustraiga
los nombres interiores
de una virgen
un vínculo
en la activa muerte con que las presas de caza
aumentan el mundo
p. 3
Sin alrededor
para sentir el fuego
la justa presión de la especie tu desobediencia
transparente
uno que abría las parvas
y aparecían las estrellas
sobre las manos culpables
las almas viejas nos embisten en mi sombra
el hambre el hambre
que ensancha la campana
y en los vientos pobres
hay otras medidas, más nuevas
y duras
para que solo las guerras
abran la caricia cierta
generosa
p. 4
Se llenaba de estampidos procaces
de calles
la voz golpea contra
los bordes de este cuerpo
y la imagen se hunde
en el mar
– con signos suaves
volvía a la superficie
entre destellos muertos.
El único día que el tiempo pierde
– tantas vésperas indefinidas
el agua el orgullo
consume las energías del parto
el origen cálido
que sube a la mirada
– un animal entero en tu desorden
invicto
con el rigor de la verguenza
y las manos en alto
vértebra salvaje
las luces portuarias
ofenden vuestra clemencia vuestras
y el vestigio
un origen
la escollera
que en la fuente se levanta sin reparo
tenaz
entre los miedos y las cobardías.
p. 5
Tu secreto de iguales pasados
en la cara del mendigo
Un aire deja sus leyes femeninas
sobre el pasto
las custodias
abren sus términos
nos duele la inminencia
y alguien se descalza
– el llanto
para que el joven encuentro su huella
encima de los usos de este cuarto
bajo una misma luz pareja, inhabitable
que guarda la bahía
entre dos noches
p. 6
ellos me someten a su esfuerzo
a bocanadas de pájaro que crece y disminuye
los indicios en el mueble
el objeto
un eco
de rodillas
te niegas al duro perfil
de las camas
del océano
prendido en las luces de las candelas
y el ruido blando
que se derrama en el suelo
ante los ojos del orante
y la vida
desnuda tu
exacta y circular en el
miedo
p. 7
tanta facilidad
acomoda sus maderas
hoteleras
y la oscuridad insensible al azar
por su odio
su odio interno al hombre
con reflejos en las hilachas
en vano, en vano dios mío
porque él está lleno de ciencia
impío
y el hombre, solo el hombre llora
– sus papeles asienten
su indiferencia no abre
el cautivo
nada de su silencio
resuena en otro astro
p. 8
O la ida delicada con que un objeto noble
en el repostero
deja abierto su espacio
para que el hombre alcance una existencia
y el llanto entraba
y se hacía
otro
el miedo, el miedo, sus grandes estadios
Tu no viniste nunca, la sombra en el vidrio
la madrugada rota
– Así también he sido pasado. Una noche de 1941
Abril en Bahía, desde las once a las seis de la madrugada
o poco menos.
Después empezó el día.
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Fondo Iommi-Amunátegui / Carpeta Celeste:
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