Jorge Gutiérrez - La geometrización de la forma en el arte moderno

De Casiopea

A lo largo de la historia el ser humano, ha tenido la necesidad de representar lo que ve, lo que observa, lo que siente y se imagina, tal vez por un afán de trascendencia o para darle connotación nueva a las cosas que lo rodea, lo que si nos consta es que el uso de la geometría, en la forma de llevar a cabo el arte y especialmente la arquitectura, impulsa a la armonización de la forma; es así como muchas veces nos encontramos como observadores apreciando una obra y, sin tener claridad de sus medidas, podemos apreciar la coherencia del total y la completitud.

Las vanguardias en el arte moderno, se han encargado de cierta forma de minimizar los elementos de las obras proyectadas, lo llamo linealidad de la forma contemporánea, y es que si nos remontamos a una época pasada, como el barroco por ejemplo, podemos dar cuenta de que la obra se recargaba de decoro y formas complejas. En cambio, las vanguardias manifestadas a principios del siglo XX, llevan a una idea mucho más progresista y radical del arte; el cubismo por ejemplo, fragmenta y rompe con la perspectiva, parámetro esencial y muy cuidado en las pinturas renacentistas del siglo XVI – XVII. La geometría en las vanguardias entonces, queda en total evidencia: líneas rectas, fragmentadas, angulares, circunferencias perfectas, planos carentes de profundidad constituyen muchas de las vanguardias que se desarrollan. El naturalismo desaparece.

Pero, ¿Cuál es el propósito del minimalismo en la forma? Y siendo así, ¿cómo nos damos cuenta de la completitud de la forma con tan pocos elementos?

En mi condición de estudiante de arquitectura, la teoría de que “menos es más” se abre paso constantemente para dar lugar a la forma. Es así que llego a comparar la realización del Curso del espacio con la construcción de una escultura vanguardista como las de Claudio Girola, encontrando elementos en común y otros que finalmente marcan la diferencia entre ambos. Primero que todo, el hecho de trabajar en la construcción de un curso del espacio, lo considero vanguardista desde la idea de ir más allá, y entender la observación desde otra perspectiva, dando forma a lo intangible, abstrayendo una idea previamente visualizada. Es en este proceso constructivo que lo relaciono con la realización de una escultura, en el cómo y cuándo decidimos que la obra esta culminada, si incorporar un elemento más o uno menos influye en el total y en lo que se quiere expresar, y en el caso del curso del espacio si realmente cumple con la construcción del vacío que se quiere proyectar.

Si observamos el tipo de escultura de Claudio Girola, podemos constatar la levedad con que se constituye el total de la forma, donde el apoyo suele contenerse en los vértices necesarios, dando cuenta de que la obra se sustenta por sí sola, con los elementos precisos; la obra se aprecia ligera, limpia, plana.