Javier Carvacho Taller de Amereida XI

De Casiopea
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TítuloTaller de Amereida XI
AsignaturaTaller de Amereida 2014
Del CursoTaller de Amereida 2014
CarrerasArquitectura
Alumno(s)Javier Carvacho

CLASE I

DANTE O NADA

“Dante o nada” El Taller de Amereida este año nos trae la palabra de Gerardo Mello Mourao. Con él el recuerdo de Edison Simons y las continuas lecturas de “Los Ojos del Gato & El Retoque Inacabado”y este camino lo detengo después de dar con La Hermandad de la Orquídea, como colectivo de autores y desde su propuesta americana. “Lo que pinto no es arte, sino una red de presagios, de signos y de cifras” G. Mello Lo que trae la Hermandad a nuestra Amereida es quizás, el reconocerse entre la multitud como ciudadanos de esta América cuestionada por no cuestionarse. Amereida, épica de una primera Travesía por América nos trae también esta relación de lo poético y lo cifrado. Puesto que no es poesía que se adhiera a la narrativa directa de esa experiencia de atravesar el continente - a excepción de la transcripción del diaro de ruta - sino que interpela, pregunta e invita al viaje. Quizás desde esta invitación es que aún “partimos a recorrer América” porque así como el trabajo encubre la mano que se arriesga la seña la verdadera seña miente como el día para salvar de otros usos la noche regalada Amereida nos da esa primera pista de la palabra poética entre el descifrar y el cifrar. Denuevo, como búsqueda más que como respuesta. Esa seña de la poética, que miente no para dar con algo sino para partir. La clase finaliza con una posibilidad, un guiño a nuestro presente: América abiera y no enteramente ocupada por tantas falsedades

CLASE 2

T.S. ELLIOT

Elliot era puesto en nuestra clase como testigo de un periodo al que no pertenecemos ni del cual podamos obtener referencias próximas. la poesía canta o no canta el presente canta o no canta el tiempo que se habita ¿Puede el poeta hablar de un tiempo ajeno? quizás el desdoblar al poeta es propio del tiempo moderno, entonces por más que el extranjero aprende el lenguaje - por tener su propio hogar como el poeta tiene su propio presente - no escapa de ser ese “ser pregunta” que propone Jacques Derrida Tomo, como posibilidad a Pablo de Jolly, poeta chileno que consagra su poética a la Francia del renacimiento, su aristocracia y a Luis XIV

(...) y ni siquiera el brillo lejano de todo el reconocimiento del mundo en mis palabras podrá desviar mis intenciones esenciales que son como la eternidad en mis salones de Versailles en cambio el mundo es indeciblemente transitorio y todo rey como hombre tiene su final.

CLASE 3

HEREDAD

El hombre siempre ha buscado interpretar las condicionantes y suertes que le rodean, en una idea de escapar de la oscu- ridad de la ignorancia y de lo desconocido... el hombre siempre ha tendido a temer a lo desconocido, a aquello que es ajeno a su propia memoria. Por eso el hombre nombra, por eso da significancia, por eso investiga y averigua, se acerca y establece relaciones. Para no perder este "avance", el hombre ha buscado perdurar, e inventado escrituras, códigos y claves para de, alguna manera, heredar en los suyos su patrimonio de la memoria, que es con la palabra, a la vez que conservarlo del descono- cido. La información por ende es pues el principal tesoro, considerando información como aquello que se va heredando.

Como se hablaba en clases de la criptología, cultivar la incertidumbre aleja al hombre de aquello que le vuelve a ese desconocido.

CLASE 4

CONSERVAR

¿Conservar el significado como un conservar la identidad? Perder el significado es salirse de uno y caer en un vacío que no contempla límites. Se expande el espectro de la pala- bra pero se pierde toda medición, interpretación y relación con el hombre, ya que la condición poética es con la palabra y esta tiene que tener necesariamente una significación, si yo interpreto (y/o entiendo) al otro, puede haber comunica- ción, de otra manera seriamos agentes individuales de una pluralidad enorme que es el mundo. Sin embargo, no hay significancia prima, y de ahí que el hombre a construído un sinfín de nuevas maneras de dar "sig- nificado" - valga la redundancia - a misterios que hasta así le son desconocidos... De esta manera y, en palabras del taller, nace la aventura."

CLASE 6

TRAPANANDA

Recojo otro fragmento de la Carta del Mar Nuevo. Búsqueda americana de aprehender un nombre que no le es propio ni cercano sino perdido e interrogante: Trapananda, me suena a palabra oriental, a nombre de imperio legenda- rio. aparece en varios escritos independientes. Era todo el oscuro país de naufragios y penas. en él debía estar cifrado el origen de esta tierra. Trapalanda, gracias a esa L la palabra sonaba como localización geo- gráfica. La misma que Nueva Zelanda. Trapa-Landa. Tierra de la Trampa. Trápala significa río de voces, lugar de alboroto. Esto es lo que traigo a presencia por el Coraje de buscar no el nombre, sino el ser detrás de la “seña” de ese nombre

CLASE 7

OIR

Oir como máxima del estar abierto. Cuando ese oir deja de ser auditivo a ser de todos los senti- dos. Da paso a la contemplación. Como si de caminar a volar se tratara. El mismo cuerpo en una otra tensión. los mismos sentidos en toda su función pero descalzados de su uso cotidiano. “Formular una bella pregunta es el fin más bello de la inteligencia” Era una afirmación de la clase. Con la cual concuerdo. La pregunta trae respuesta pero antes trae silencio. Porque el preguntarse, es decir darle paso a la pregunta y adentrarla para que responda, es dar tiempo a escuchar lo que tengo para responder. Pregunta: ¿El habla no es un sentido? ¿significar y reproducir no son dos articulaciones de las que valemos la vida y la historia?

CLASE 8

MEMORIA

“Cualquier cosa que es no podría haber sido de otra manera” Los viajes se hacen con un cronista. Las travesías las pens- mos con un grupo de registro. De alguna manera hemos enten- dido la fuerza que tiene ese saber de la experiencia. Las teorizaciones son viajes de turista, sin asentarse. Cuando se aprende con la experiencia se tiene el valor, cuantitativo: cuánto me asombra, cuánto me descoloca esto nuevo ante mí. las puertas de la teorizacion dan a pasillos y escaleras, intrincados o despejados. La experiencia abre balcones, tejados, patios, explanadas. Este saber no queda en un detrás del saber teórico -que se dice empírico- puesto que más que corroborar hipótesis es volver a ese saber propio del hombre. Más allá de la forta- leza de la ciencia