Isidora Ayala Ciclo 1 - Primer Semestre 2018
| Título | Isidora Ayala |
|---|---|
| Tipo de Proyecto | Proyecto de Taller |
| Palabras Clave | ciclo 1 |
| Asignatura | Taller del Acto y el Vacío: Tamaño arquitectónico del interior, |
| Del Curso | Taller del Acto y el Vacío - Tamaño Arquitectónico del Interior: 1° Semestre 2018, |
| Carreras | Arquitectura |
| Alumno(s) | Isidora Ayala |
| Profesor | Rodrigo Saavedra, Filippa Massa |
Entrega Ciclo 1
Acto de Leer en la plaza:
Permanecer en borde contenido por clara penumbra
Plaza la Conquista. Se da cabida a la multitud de actos que conforman la vida de plaza en orden circular de modo integrado y organizado. En ella se disponen espacios que limitan en horizontales circundantes distintos actos del habitar de plaza; el atravesar la pendiente, el juego inclusivo, la permanencia, el reposo. Y a diferencia de otros espacios públicos, donde los actos que componen el habitar chocan entre sí, esta plaza reúne en orden armónico, incluyendo en edad, género y contexto. Los círculos que limitan los espacios de la plaza se habitan dentro de sí en modos del habitar distintos. Habitar el interior del círculo en un rodear para atravesar, y el borde, en la permanencia concéntrica.
Se define el acto de la plaza como permanecer en borde concéntrico.
El acto de la lectura, que fue nombrado anteriormente como permanencia resguardada en matices envolventes, encuentra su lugar en la plaza la Conquista al realizar la búsqueda de un espacio donde se dé cabida a un permanecer resguardado, contenido. En él, aparece el borde como principal forma donde se da la permanencia, y luego, la vertical y su proyección de luz en el suelo, generando un aire de luz tenue. Es en la luz contenida bajo los árboles, que genera el espesor matizado semi oscuro, donde se observa el resguardo. El estar resguardado que contiene al cuerpo en lo templado que da calma y comodidad para permanecer en el acto de leer
En los espacios que componen la plaza La Conquista, hay algunos bordes que se encuentran contenidos en las verticales y su luz matizada donde tiene cabida la permanencia resguardada en matices envolventes, acto de la lectura en la plaza, de los cuales se eligió uno que rodea el espacio de la pérgola.
El curso del espacio pretende dar cuenta de la contención que acoge al cuerpo en la lectura, donde hay una penumbra clara que envuelve al cuerpo que reposa en una horizontal de borde orientada hacia un centro, a la escala de un tamaño que relaciona la distancia a la que se encuentra el cuerpo de la vertical que configura el matiz de la luz, y la proyección de la sombra en el suelo, donde aparece un espesor luminoso que envuelve este acto de la lectura en la plaza.
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