Diferencia entre revisiones de «Isadora Aubel EAD 4210-01. Tarea 1»

De Casiopea
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== El elogio y la contemplación ==
''Reflexiones sobre "Hay que ser absolutamente moderno"''
Al escuchar esta clase, en lugar de leer, pude “percibir” la clase con entonaciones y pausas, abriendo dimensiones a las cuales no llegue las veces en las que únicamente leí el texto de la clase. La mayor diferencia, hablando desde la memoria, es que al leer, las pausas son párrafos, párrafos con ideas, y en eso se enfocó muchas veces mi lectura, en comprender y reflexionar sobre párrafos, mientras que al escuchar completamente esta clase, la narración fue más fluida y las ideas se conectan más con otras, como se escucha una conversación, un diálogo o una reflexión. Como un total, más que un conjunto de párrafos.
Esto me lleva pensar levemente sobre la tradición oral, el traspaso de conocimiento a través de la palabra dicha, lo que se dice, lo que no se dice, cuando es conversación, el elogio y el reconocimiento. ¿Cuál sería la relación entre la palabra y el cómo se dice esta? Tan antiguas como historias que se contaban hace tantos años en la antigua Grecia, ¿cuánto ha cambiado la condición humana a lo largo de estos cientos de años? Quizá la palabra poética se ha pulido, al igual que la forma de expresar estas palabras, y casi como las palabras de elogio se originaron con las musas, pero nos damos cuenta en la modernidad que la poesía va más allá, que escapa de la verdad y de la falsía, que el ir tras lo desconocido, en un constante develar.
La musas invistieron las palabras en los hombres, transformándolos en poetas desde el mundo griego. Trayendo consigo las palabras de elogio, donde el reconocimiento de las virtudes llevan a este mundo recién creado a la perfección, Pues sin re-conocimiento, no sería perfecto. Este elogio provoca gozo en quien lo pronuncia, quien es pronunciado y quien escucha <ref> Iommi, G. (1979). Hay que ser absolutamente moderno. Recuperado de https://soundcloud.com/archivo-jose-vial-a/sets/hay-que-ser-absolutamente </ref>. Por que es gozo, el regalo. Nos preguntamos entonces, ¿todo lo elogiado es perfecto?
En ''El Elogio a la sombra'' <ref> Tanizaki, J (1933) El elogio de la sombra</ref>, Junichiro Tanizaki le da reconocimiento a la sombra, a lo imperfecto y es así como ensalza la relación de la luz y la sombra, y como esta sombra es parte de la belleza de las cosas. No se habla de la verdad, ni se busca lo falso, Tanizaki narra como se comprende el mundo y como se contempla el mundo y la belleza.
Lo que nos hace regresar a lo hablado en clase, cuando se dice que la palabra es anterior a cualquier juicio. Y lo anterior al juicio es contemplación, pero, ¿cómo diferenciamos un juicio de la contemplación?
La poesía que no emite juicio, la poesía es la búsqueda de lo desconocido, la sed que nos lleva a él, pues sin esta sed, no comprenderíamos la poesía. Es ese amor invisible que sintió Ariadna en Creta, y es eso lo que nos trae a la poesía moderna, a diferencia de las musas.
La armonía y la belleza se mantiene lo desconocido.
No hay poesía si no hay desconocido.
Y entonces nos preguntamos ¿dónde están las musas ahora?
==== Referencias ====

Revisión del 17:50 24 ago 2020



TítuloIsadora Aubel EAD 4210-01. Tarea 1
AsignaturaSeminario de América
Del CursoSeminario de América 2020 2S
CarrerasArquitectura, Diseño, Magíster
1
Alumno(s)Isadora Aubel

El elogio y la contemplación

Reflexiones sobre "Hay que ser absolutamente moderno"

Al escuchar esta clase, en lugar de leer, pude “percibir” la clase con entonaciones y pausas, abriendo dimensiones a las cuales no llegue las veces en las que únicamente leí el texto de la clase. La mayor diferencia, hablando desde la memoria, es que al leer, las pausas son párrafos, párrafos con ideas, y en eso se enfocó muchas veces mi lectura, en comprender y reflexionar sobre párrafos, mientras que al escuchar completamente esta clase, la narración fue más fluida y las ideas se conectan más con otras, como se escucha una conversación, un diálogo o una reflexión. Como un total, más que un conjunto de párrafos.

Esto me lleva pensar levemente sobre la tradición oral, el traspaso de conocimiento a través de la palabra dicha, lo que se dice, lo que no se dice, cuando es conversación, el elogio y el reconocimiento. ¿Cuál sería la relación entre la palabra y el cómo se dice esta? Tan antiguas como historias que se contaban hace tantos años en la antigua Grecia, ¿cuánto ha cambiado la condición humana a lo largo de estos cientos de años? Quizá la palabra poética se ha pulido, al igual que la forma de expresar estas palabras, y casi como las palabras de elogio se originaron con las musas, pero nos damos cuenta en la modernidad que la poesía va más allá, que escapa de la verdad y de la falsía, que el ir tras lo desconocido, en un constante develar.

La musas invistieron las palabras en los hombres, transformándolos en poetas desde el mundo griego. Trayendo consigo las palabras de elogio, donde el reconocimiento de las virtudes llevan a este mundo recién creado a la perfección, Pues sin re-conocimiento, no sería perfecto. Este elogio provoca gozo en quien lo pronuncia, quien es pronunciado y quien escucha [1]. Por que es gozo, el regalo. Nos preguntamos entonces, ¿todo lo elogiado es perfecto?

En El Elogio a la sombra [2], Junichiro Tanizaki le da reconocimiento a la sombra, a lo imperfecto y es así como ensalza la relación de la luz y la sombra, y como esta sombra es parte de la belleza de las cosas. No se habla de la verdad, ni se busca lo falso, Tanizaki narra como se comprende el mundo y como se contempla el mundo y la belleza.

Lo que nos hace regresar a lo hablado en clase, cuando se dice que la palabra es anterior a cualquier juicio. Y lo anterior al juicio es contemplación, pero, ¿cómo diferenciamos un juicio de la contemplación? La poesía que no emite juicio, la poesía es la búsqueda de lo desconocido, la sed que nos lleva a él, pues sin esta sed, no comprenderíamos la poesía. Es ese amor invisible que sintió Ariadna en Creta, y es eso lo que nos trae a la poesía moderna, a diferencia de las musas. La armonía y la belleza se mantiene lo desconocido. No hay poesía si no hay desconocido. Y entonces nos preguntamos ¿dónde están las musas ahora?



Referencias

  1. Iommi, G. (1979). Hay que ser absolutamente moderno. Recuperado de https://soundcloud.com/archivo-jose-vial-a/sets/hay-que-ser-absolutamente
  2. Tanizaki, J (1933) El elogio de la sombra