Diferencia entre revisiones de «Ignacio Tampe»
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Según lo dicho anteriormente, la arquitectura de esta época comienza la preocupación de la proporción en relación al cuerpo. He ahí donde se manifiesta la levedad táctil. La cual, trasciende el sentido estructural de la obra, aquella levedad surge con bondad para que el cuerpo encuentre la armonía en su relación con el vacío. Una relación que no busca lo liviano según su peso físico, sino que lo busca según su peso sensible. Desde aquel peso sensible nace la capacidad de la arquitectura de volverse invisible, en donde la envolvente pierde el protagonismo, para que por medio de la proporción, la arquitectura no sea mas que un medio para lograr el propósito escencial de habitar. | Según lo dicho anteriormente, la arquitectura de esta época comienza la preocupación de la proporción en relación al cuerpo. He ahí donde se manifiesta la levedad táctil. La cual, trasciende el sentido estructural de la obra, aquella levedad surge con bondad para que el cuerpo encuentre la armonía en su relación con el vacío. Una relación que no busca lo liviano según su peso físico, sino que lo busca según su peso sensible. Desde aquel peso sensible nace la capacidad de la arquitectura de volverse invisible, en donde la envolvente pierde el protagonismo, para que por medio de la proporción, la arquitectura no sea mas que un medio para lograr el propósito escencial de habitar. | ||
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[[Archivo:ITVensayo2prespoligono2016.jpg|thumb|500px|center|Basílica Palladiana de Vicenza]] | |||
Revisión actual - 09:41 13 sep 2016
La proporción como elemento armonizador atemporal
Armonía Renacentista
En el Renacimiento, la búsqueda de la armonía se atribuía generalmente al cuidado de la simetría y de las proporciones. La simetría actualmente, ya no tiene la importancia que en aquella época tuvo. Ya que los objetos simétricos, en general, pierden movimiento. Mientras que la proporción, es gran parte de la herencia renacentista. Esto se debe a que en el cuidado de ésta, se trasmite un sentido de correlación de las partes.
Proporción Palladiana
El sentido de la proporción, como manera de ofrecer armonía a una obra, surge desde el sentido más primitivo del cuerpo. De manera que, el sentido común define si la proporción entre las partes es correcta. Por ejemplo, si un techo es amplio, los pilares que lo sostendrán serán gruesos. La herencia renacentista nace cuando se precisa llevar a palabras el sentido común, adjudicándole medidas a la proporción.
´´Los intercolunios se pueden hacer de un diámetro y medio del imoscapo; de dos diámetros; de dos y un quarto; de tres diámetros, y aun mas anchos: pero los antiguos no los usaron mayores que de tres diámetros sino en el Orden Toscano, en el qual haciendo los arquitrabes de madera daban anchura mayor á los intercolunios.´´ (Palladio, Los Quatro libros de la Arquitectura, Libro Primero Capítulo XIII)
Es con aquella sensibilidad que se demuestra una proporción armoniosa al ojo táctil, por donde se profundiza en el renacimiento, y luego, en el barroco. Formando aquella correlación entre las proporciones, y además, con el cuerpo.
´´Las colunas de qualesquiera Ordenes deben ser mas delgadas de arriba que de abaxo, y tener un poco de hinchazon en el medio. En esta diminucion se debe observar que quanto mas largas sean las colunas, tanto menos se disminuyan, puesto que la altura misma hace el efecto de diminucion con la distancia.´´ (Palladio, Los Quatro libros de la Arquitectura, Libro Primero Capítulo XIII)
Es así como el cuerpo pasa a formar parte de la proporción. Pero él no entra a este juego para formar una correlación con las partes, sino que entra como un observante, ya que el cuerpo es el que luego deberá comprender las proporciones desde la contemplación. Es por esto que Palladio controla la anchura de las columnas en su parte superior a través de la perspectiva.
Proporción con el cuerpo y el traspaso
En la Basílica de Vicenza, Palladio trabaja las proporciones entre el cuerpo en el exterior y el cuerpo en el interior, de manera que entre ellos, haya un entre. Un espacio vinculante habitable, con espesor. Es así como se construye una logia. Para formar estas proporciones de acuerdo al cuerpo, en el primer piso se levanta un espacio cercano a lo público, en donde los arcos entre las columnas se abren hacia la plaza, dando acceso por toda una fachada al primer piso. En el segundo piso, la relación del cuerpo con el exterior es contemplativa, la cual pasa a segundo plano al entrar la relación del cuerpo con el interior. Es así como el interior, se abre a la logia de la misma madera que la fachada se abre al exterior; abriendo sus arcos de manera transparente. Es así como se construye un umbral entre el interior y exterior que hace de aquel traspaso uno más paulatino y proporcionado a los usos que tiene un interior y un exterior.
Levedad Táctil
Según lo dicho anteriormente, la arquitectura de esta época comienza la preocupación de la proporción en relación al cuerpo. He ahí donde se manifiesta la levedad táctil. La cual, trasciende el sentido estructural de la obra, aquella levedad surge con bondad para que el cuerpo encuentre la armonía en su relación con el vacío. Una relación que no busca lo liviano según su peso físico, sino que lo busca según su peso sensible. Desde aquel peso sensible nace la capacidad de la arquitectura de volverse invisible, en donde la envolvente pierde el protagonismo, para que por medio de la proporción, la arquitectura no sea mas que un medio para lograr el propósito escencial de habitar.
