Diferencia entre revisiones de «Ignacio Favilla EAD 4210-01. Tarea 1»

De Casiopea
Sin resumen de edición
Sin resumen de edición
Línea 9: Línea 9:
=== Movimiento Moderno: conversación inconclusa- ===
=== Movimiento Moderno: conversación inconclusa- ===


Para Godofredo Iommi, poeta y autor del texto, la visión de cómo se es absolutamente moderno, se relaciona directamente con el aparecer de la palabra, entendamos ese aparecer como el momento en el cual se plantea algo nuevo. Si bien Iommi lo plantea así, nos es posible pensar que xtrabajo... en mi mirada del oficio, el ser(?) “moderno” se relaciona directamente con tres acciones: desprenderse, reincorporar y proponer. Lo tomo en relación a lo que en arquitectura se denomina y trata, quizá ya hasta de forma caricaturesca, como el Movimiento Moderno. En este, se propone que ocurre una situación disruptiva; se logra concebir no un estilo de arquitectura, sino que un modo de racionar, más allá de fines estéticos u ornamentales, proponiendo un cambio intermedio desde su concepción inicial: que la arquitectura ya no es lenguaje, sino espacio.
1
 
La clase “Hay que ser absolutamente Moderno” (Iommi, 1979) es un seminario en que el poeta, Godofredo Iommi, expone y propone las bases que conciben al concepto de poesía en la modernidad, entendido en el Taller de América como la contraposición a la tradición. Para el poeta, el ser moderno se relaciona directamente con el aparecer de la palabra, entendamos ese aparecer como el momento con el cual se plantea algo nuevo. El autor propone que se tiene una palabra en el quehacer poético cuando logramos la comunicación con el otro proponiendo como base nuestro quehacer.
“La esencia de la palabra no es decir lo que ya se sabe. La palabra dice lo que no se sabe, y sólo cuando la palabra dice lo que no se sabe, es esencialmente palabra. Cuando dice lo que se sabe, es conversación.”''<ref> Iommi, G. (1979) Hay que ser absolutamente moderno, [Audio].https://soundcloud.com/archivo-jose-vial-a/sets/hay-que-ser-absolutamente </ref>  
“La esencia de la palabra no es decir lo que ya se sabe. La palabra dice lo que no se sabe, y sólo cuando la palabra dice lo que no se sabe, es esencialmente palabra. Cuando dice lo que se sabe, es conversación.”''<ref> Iommi, G. (1979) Hay que ser absolutamente moderno, [Audio].https://soundcloud.com/archivo-jose-vial-a/sets/hay-que-ser-absolutamente </ref>  
</div>
</div>


Es desde el punto de vista de Iommi que surge la primera pregunta de base: ¿qué es una conversación?. En palabras de Alberto Cruz, la hospitalidad poética responde a “la capacidad de oír", y en acotación a esto, el poeta indica que ese oír debe ser con inocencia, lo que, desde mi visión del ser moderno, no puede condecirse con los preceptos del Movimiento homónimo. En relación a lo que ya definimos como impronta de este modo de hacer arquitectura, entendiendo el avance tecnológico de su época y su quiebre con los historicismos anteriores, sostengo sobre el mismo Movimiento Moderno arquitectónico: y que este no lo es, es una conversación de arquitectura. Esto, entendiendo que presenta un cambio en la concepción general, remata su propuesta de racionalización de los esfuerzos estilísticos en una valorización del espacio, con la inclusión de un nuevo material: el hormigón. Ahora bien, ¿es el hormigón armado un material propio del Moderno? No, deriva del proceso de industrialización primitivo logrado décadas antes, de lo que nacen otros modos de hacer arquitectura, aún ligados al estilo: el art decó, art nouveau y la construcción industrial. Como indica Hernández <ref> Hernández A.(2008) APUNTES vol.21.La arquitectura del Movimiento Moderno: entre la desaparición y la reconstrucción. Un impacto cultural de larga proyección </ref>
2
se piensa aún en este proceso que la obra puede recurrir al restauro, a conservar y no iniciar desde su base como algo nuevo. Si bien se plantea una concepción general nueva, el lenguaje post-industrial y su imagen general derivan de preceptos ya establecidos.
Es desde el punto de vista de Iommi que surge la primera pregunta de base: ¿qué es una conversación?. En palabras de Alberto Cruz, la hospitalidad poética responde a “la capacidad de oír", y en acotación a esto, el poeta indica que ese oír debe ser con inocencia. Con respecto a ello, lo tomaré en directa relación a lo que siempre ha sido mi primer objeto de estudio al referime a a modernidad, y es lo que en arquitectura se denomina y trata, quizá ya hasta de forma caricaturezca, como el Movimiento Moderno. En este, se propone una situación disruptiva; se logra concebir no un estilo de arquitectura, sino que un modo de racionalizar los esfuerzos de la obra, más allá de fines estéticos u ornamentales, proponiendo un cambio intermedio desde su concepción inicial: que la arquitectura ya no es lenguaje; sino espacio.
Si entendemos a esta corriente de pensamiento de diseño arquitectónico inscrita bajo el halo del estricto precepto del poeta ¿es el Movimiento Moderno, en efecto, una muestra de modernidad?


Cuando Zeus crea a las musas, para lograr la completitud del elogio a aquello creado, se nos presenta la idea de conclusión, un remate, el cierre de la creación del autor. Desde esto, podemos entender que el poeta propone que efectivamente he allí la esencia de lo moderno: el remate y la conclusión de la obra. Simultáneamente toma un elemento anterior: la musa se inscribe en el lenguaje de su creación primitiva. Si homologamos esto al Movimiento Moderno es símil, el hormigón armado, el lenguaje de la racionalización, la preocupación por el espacio y algunos elementos estilísticos derivan de aquello que le inspiró: la arquitectura náutica, el buque, los trasatlánticos y sus curvas, la pureza de su imagen. En efecto, el Movimiento Moderno, adscribiéndolo a la lógica de “hay que ser absolutamente moderno” no es tal, es una conversación de distintas tangentes antes presentes en el momento que la arquitectura experimenta su gran quiebre: del lenguaje estilístico a la concepción de espacio.
Según lo expuesto por el poeta, cuando Zeus crea a las musas para lograr la completitud del elogio a aquello creado, se nos presenta la idea de conclusión, un remate, el coronamiento de la creación del autor. Desde esto, podemos entender que el poeta propone que efectivamente allí reside la esencia de lo moderno: el remate y la conclusión de la obra. Simultáneamente toma un elemento anterior: la musa se inscribe en el lenguaje de su creación primitiva. Si homologamos esto al Movimiento Moderno es símil, el hormigón armado, el lenguaje de la racionalización, la preocupación por el espacio y algunos elementos estilísticos derivan de aquello que le inspiró: la arquitectura náutica, el buque, los trasatlánticos y sus curvas, la pureza de su imagen. En efecto, el Movimiento Moderno, adscribiéndolo a la lógica de “hay que ser absolutamente Moderno” no pareciera ser tal, pues antes que proponer un diálogo nuevo e instaurar palabra, propicia el diálogo de elementos tangibles antes presentes en el momento que la arquitectura experimenta su gran quiebre: del lenguaje estilístico a la concepción de espacio.


"El ser del hombre se funda en el habla; pero ésta acontece primero en el diálogo”, donde el diálogo es “hablar unos con otros de algo.” (Heidegger 1988). El habla no es sólo un conjunto simple de palabras ordenadas por las reglas de la sintaxis. Se entiende el habla como lo hacía Hölderlin, es decir, como una conversación." <ref> Reyes J.(2015) El Pueblo de las Mesas. The Open City or the People of the Tables </ref>  
"El ser del hombre se funda en el habla; pero ésta acontece primero en el diálogo”, donde el diálogo es “hablar unos con otros de algo.” (Heidegger 1988). El habla no es sólo un conjunto simple de palabras ordenadas por las reglas de la sintaxis. Se entiende el habla como lo hacía Hölderlin, es decir, como una conversación." <ref> Reyes J.(2015) El Pueblo de las Mesas. The Open City or the People of the Tables </ref>  
Línea 23: Línea 25:
Desde lo propuesto por Heidegger, es posible pensar que no existe una relación directa de intercambio en el Movimiento Moderno, hay un traspaso de preceptos desde estilos y modos de diseño anteriores a lo que en la década de 1930 se planteó como un quiebre crítico, es decir, podríamos hablar de un diálogo, pero en el diseño arquitectónico esto debe evidenciarse en ciertas reminiscencias, estilísticas al menos, que se pueden notar en el art-decó: desde el historicismo se toma el valor del ornamento y se decanta en su eliminación, para evidenciar la pureza de los elementos constructivos y materiales en los preceptos de la Bauhaus, por ejemplo. Desde aquí, es posible aseverar que existió un diálogo, escueto por lo demás, pero que aconteció un pase desde un estilo al otro, y si esta conversación fue a conciencia y además produjo una transformación en quien oye, en este caso quienes diseñaron las bases de la arquitectura moderna <ref> Reyes J.(2015) El Pueblo de las Mesas. The Open City or the People of the Tables </ref>, en efecto, podríamos aseverar que el Movimiento Moderno dialogó con sus antecesores y logró transformar sus bases para derivar en algo, no original, pero que fue parte de una conversación, y por tanto moderno.
Desde lo propuesto por Heidegger, es posible pensar que no existe una relación directa de intercambio en el Movimiento Moderno, hay un traspaso de preceptos desde estilos y modos de diseño anteriores a lo que en la década de 1930 se planteó como un quiebre crítico, es decir, podríamos hablar de un diálogo, pero en el diseño arquitectónico esto debe evidenciarse en ciertas reminiscencias, estilísticas al menos, que se pueden notar en el art-decó: desde el historicismo se toma el valor del ornamento y se decanta en su eliminación, para evidenciar la pureza de los elementos constructivos y materiales en los preceptos de la Bauhaus, por ejemplo. Desde aquí, es posible aseverar que existió un diálogo, escueto por lo demás, pero que aconteció un pase desde un estilo al otro, y si esta conversación fue a conciencia y además produjo una transformación en quien oye, en este caso quienes diseñaron las bases de la arquitectura moderna <ref> Reyes J.(2015) El Pueblo de las Mesas. The Open City or the People of the Tables </ref>, en efecto, podríamos aseverar que el Movimiento Moderno dialogó con sus antecesores y logró transformar sus bases para derivar en algo, no original, pero que fue parte de una conversación, y por tanto moderno.


Por lo tanto, y según lo estudiado, entendemos que para Iommi lo moderno se halla en la palabra, para Heiddeger
En relación a lo que ya definimos como impronta de este modo de hacer arquitectura, entendiendo el avance tecnológico de su época y su quiebre con los historicismos anteriores, sostengo sobre el mismo Movimiento Moderno arquitectónico: y que este no lo es, es una conversación de arquitectura. Esto, entendiendo que presenta un cambio en la concepción general, remata su propuesta de racionalización de los esfuerzos estilísticos en una valorización del espacio, con la inclusión de un nuevo material: el hormigón. Ahora bien, ¿es el hormigón armado un material propio del Moderno? No, deriva del proceso de industrialización primitivo logrado décadas antes, de lo que nacen otros modos de hacer arquitectura, aún ligados al estilo: el art decó, art nouveau y la construcción industrial.
 
 
Como indica Hernández <ref> Hernández A.(2008) APUNTES vol.21.La arquitectura del Movimiento Moderno: entre la desaparición y la reconstrucción. Un impacto cultural de larga proyección </ref> se piensa aún en este proceso que la obra puede recurrir al restauro, a conservar y no iniciar desde su base como algo nuevo. Si bien se plantea una concepción general nueva, el lenguaje post-industrial y su imagen general derivan de preceptos ya establecidos
 
 


3
Según lo dicho, lo que plantea Iommi no tiene relación a lo que podemos llamar como Movimiento Moderno en lo que, desde mi visión de la modernidad, puede condecirse con los preceptos del Movimiento homónimo. Bajo mi mirada del oficio el ser “moderno” se relaciona directamente con tres acciones: desprenderse, reincorporar y proponer. Entendiéndolo así desde la lógica de Godofredo Iommi, no podríamos aseverar que el otrora Movimiento Moderno es una aseveración de modernidad, es, en efecto, una conversación de arquitectura ya que decanta la maduración de distintos preceptos, si, pero no es una puesta nueva, se habla de lo que ya se sabe habiéndolo trabajado bajo el tamiz de la conversación estilística formal y, por tanto, no es palabra.






==== Referencias ====
==== Referencias ====

Revisión del 06:16 14 sep 2020



TítuloIgnacio Favilla EAD 4210-01. Tarea 1
AsignaturaSeminario de América
Del CursoSeminario de América 2020 2S
CarrerasArquitectura, Magíster
1
Alumno(s)Ignacio Favilla

Movimiento Moderno: conversación inconclusa-

1 La clase “Hay que ser absolutamente Moderno” (Iommi, 1979) es un seminario en que el poeta, Godofredo Iommi, expone y propone las bases que conciben al concepto de poesía en la modernidad, entendido en el Taller de América como la contraposición a la tradición. Para el poeta, el ser moderno se relaciona directamente con el aparecer de la palabra, entendamos ese aparecer como el momento con el cual se plantea algo nuevo. El autor propone que se tiene una palabra en el quehacer poético cuando logramos la comunicación con el otro proponiendo como base nuestro quehacer.

“La esencia de la palabra no es decir lo que ya se sabe. La palabra dice lo que no se sabe, y sólo cuando la palabra dice lo que no se sabe, es esencialmente palabra. Cuando dice lo que se sabe, es conversación.”[1]

2 Es desde el punto de vista de Iommi que surge la primera pregunta de base: ¿qué es una conversación?. En palabras de Alberto Cruz, la hospitalidad poética responde a “la capacidad de oír", y en acotación a esto, el poeta indica que ese oír debe ser con inocencia. Con respecto a ello, lo tomaré en directa relación a lo que siempre ha sido mi primer objeto de estudio al referime a a modernidad, y es lo que en arquitectura se denomina y trata, quizá ya hasta de forma caricaturezca, como el Movimiento Moderno. En este, se propone una situación disruptiva; se logra concebir no un estilo de arquitectura, sino que un modo de racionalizar los esfuerzos de la obra, más allá de fines estéticos u ornamentales, proponiendo un cambio intermedio desde su concepción inicial: que la arquitectura ya no es lenguaje; sino espacio. Si entendemos a esta corriente de pensamiento de diseño arquitectónico inscrita bajo el halo del estricto precepto del poeta ¿es el Movimiento Moderno, en efecto, una muestra de modernidad?

Según lo expuesto por el poeta, cuando Zeus crea a las musas para lograr la completitud del elogio a aquello creado, se nos presenta la idea de conclusión, un remate, el coronamiento de la creación del autor. Desde esto, podemos entender que el poeta propone que efectivamente allí reside la esencia de lo moderno: el remate y la conclusión de la obra. Simultáneamente toma un elemento anterior: la musa se inscribe en el lenguaje de su creación primitiva. Si homologamos esto al Movimiento Moderno es símil, el hormigón armado, el lenguaje de la racionalización, la preocupación por el espacio y algunos elementos estilísticos derivan de aquello que le inspiró: la arquitectura náutica, el buque, los trasatlánticos y sus curvas, la pureza de su imagen. En efecto, el Movimiento Moderno, adscribiéndolo a la lógica de “hay que ser absolutamente Moderno” no pareciera ser tal, pues antes que proponer un diálogo nuevo e instaurar palabra, propicia el diálogo de elementos tangibles antes presentes en el momento que la arquitectura experimenta su gran quiebre: del lenguaje estilístico a la concepción de espacio.

"El ser del hombre se funda en el habla; pero ésta acontece primero en el diálogo”, donde el diálogo es “hablar unos con otros de algo.” (Heidegger 1988). El habla no es sólo un conjunto simple de palabras ordenadas por las reglas de la sintaxis. Se entiende el habla como lo hacía Hölderlin, es decir, como una conversación." [2]

Desde lo propuesto por Heidegger, es posible pensar que no existe una relación directa de intercambio en el Movimiento Moderno, hay un traspaso de preceptos desde estilos y modos de diseño anteriores a lo que en la década de 1930 se planteó como un quiebre crítico, es decir, podríamos hablar de un diálogo, pero en el diseño arquitectónico esto debe evidenciarse en ciertas reminiscencias, estilísticas al menos, que se pueden notar en el art-decó: desde el historicismo se toma el valor del ornamento y se decanta en su eliminación, para evidenciar la pureza de los elementos constructivos y materiales en los preceptos de la Bauhaus, por ejemplo. Desde aquí, es posible aseverar que existió un diálogo, escueto por lo demás, pero que aconteció un pase desde un estilo al otro, y si esta conversación fue a conciencia y además produjo una transformación en quien oye, en este caso quienes diseñaron las bases de la arquitectura moderna [3], en efecto, podríamos aseverar que el Movimiento Moderno dialogó con sus antecesores y logró transformar sus bases para derivar en algo, no original, pero que fue parte de una conversación, y por tanto moderno.

En relación a lo que ya definimos como impronta de este modo de hacer arquitectura, entendiendo el avance tecnológico de su época y su quiebre con los historicismos anteriores, sostengo sobre el mismo Movimiento Moderno arquitectónico: y que este no lo es, es una conversación de arquitectura. Esto, entendiendo que presenta un cambio en la concepción general, remata su propuesta de racionalización de los esfuerzos estilísticos en una valorización del espacio, con la inclusión de un nuevo material: el hormigón. Ahora bien, ¿es el hormigón armado un material propio del Moderno? No, deriva del proceso de industrialización primitivo logrado décadas antes, de lo que nacen otros modos de hacer arquitectura, aún ligados al estilo: el art decó, art nouveau y la construcción industrial.

Como indica Hernández [4] se piensa aún en este proceso que la obra puede recurrir al restauro, a conservar y no iniciar desde su base como algo nuevo. Si bien se plantea una concepción general nueva, el lenguaje post-industrial y su imagen general derivan de preceptos ya establecidos

3 Según lo dicho, lo que plantea Iommi no tiene relación a lo que podemos llamar como Movimiento Moderno en lo que, desde mi visión de la modernidad, puede condecirse con los preceptos del Movimiento homónimo. Bajo mi mirada del oficio el ser “moderno” se relaciona directamente con tres acciones: desprenderse, reincorporar y proponer. Entendiéndolo así desde la lógica de Godofredo Iommi, no podríamos aseverar que el otrora Movimiento Moderno es una aseveración de modernidad, es, en efecto, una conversación de arquitectura ya que decanta la maduración de distintos preceptos, si, pero no es una puesta nueva, se habla de lo que ya se sabe habiéndolo trabajado bajo el tamiz de la conversación estilística formal y, por tanto, no es palabra.


Referencias

  1. Iommi, G. (1979) Hay que ser absolutamente moderno, [Audio].https://soundcloud.com/archivo-jose-vial-a/sets/hay-que-ser-absolutamente
  2. Reyes J.(2015) El Pueblo de las Mesas. The Open City or the People of the Tables
  3. Reyes J.(2015) El Pueblo de las Mesas. The Open City or the People of the Tables
  4. Hernández A.(2008) APUNTES vol.21.La arquitectura del Movimiento Moderno: entre la desaparición y la reconstrucción. Un impacto cultural de larga proyección