Ida al campo

De Casiopea





TítuloIda al campo
Año1978
AutorFriedrich Hölderlin
CoautoresGodofredo Iommi, Claudio Girola
Tipo de PublicaciónLibro, Poema
EditorialEscuela de Arquitectura UCV
EdiciónSoledad Canobra
ColecciónPoesía
CiudadViña del Mar
Páginas11
Palabras Clavepoesía
Carreras RelacionadasDiseño Gráfico"Diseño Gráfico" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property., Formación y Oficio"Formación y Oficio" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
NotaTraducción de Godofredo Iommi, grabados en seco de Claudio Girola.

Der Gang aufs Land

Komm! ins Offene, Freund! zwar glänzt ein Weniges heute
Nur herunter und eng schließet der Himmel uns ein.
Weder die Berge sind noch aufgegangen des Waldes
Gipfel nach Wunsch und leer ruht von Gesange die Luft.
Trüb ists heut, es schlummern die Gäng und die Gassen und fast will
Mir es scheinen, es sei, als in der bleiernen Zeit.
Dennoch gelinget der Wunsch, Rechtglaubige zweifeln an Einer
Stunde nicht und der Lust bleibe geweihet der Tag.

Denn nicht wenig erfreut, was wir vom Himmel gewonnen,
Wenn ers weigert und doch gönnet den Kindern zuletzt.
Nur daß solcher Reden und auch der Schritt’ und der Mühe
Wert der Gewinn und ganz wahr das Ergötzliche sei.
Darum hoff ich sogar, es werde, wenn das Gewünschte
Wir beginnen und erst unsere Zunge gelöst,
Und gefunden das Wort, und aufgegangen das Herz ist,
Und von trunkener Stirn höher Besinnen entspringt,
Mit der unsern zugleich des Himmels Blüte beginnen,
Und dem offenen Blick offen der Leuchtende sein.
Denn nicht Mächtiges ists, zum Leben aber gehört es,
Was wir wollen, und scheint schicklich und freudig zugleich.
Aber kommen doch auch der segenbringenden Schwalben
Immer einige noch, ehe der Sommer, ins Land.
Nämlich droben zu weihn bei guter Rede den Boden,
Wo den Gästen das Haus baut der verständige Wirt;
[89] Daß sie kosten und schaun das Schönste, die Fülle des Landes,
Daß, wie das Herz es wünscht, offen, dem Geiste gemäß
Mahl und Tanz und Gesang und Stuttgarts Freude gekrönt sei,
Deshalb wollen wir heut wünschend den Hügel hinauf.
Mög ein Besseres noch das menschenfreundliche Mailicht
Drüber sprechen, von selbst bildsamen Gästen erklärt,
Oder, wie sonst, wenns andern gefällt, denn alt ist die Sitte,
Und es schauen so oft lächelnd die Götter auf uns,
Möge der Zimmermann vom Gipfel des Daches den Spruch tun,
Wir, so gut es gelang, haben das Unsre getan.

Aber schön ist der Ort, wenn in Feiertagen des Frühlings
Aufgegangen das Tal, wenn mit dem Neckar herab
Weiden grünend und Wald und all die grünenden Bäume
Zahllos, blühend weiß, wallen in wiegender Luft,
Aber mit Wölkchen bedeckt an Bergen herunter der Weinstock
Dämmert und wächst und erwarmt unter dem sonnigen Duft.


¿Qué ocurrió allí? A la vista de la señal clavada en la isla y sostenida por el viento se abriría el terreno. Alberto Cruz indicaría el lugar del ágora, pues, en razón misma de la orientación nacida en la isla, la ciudad es ciudad en tanto cuanto su espacio es el espacio público de la palabra. Parecía que Alberto Cruz trazaría en el terreno las formas de ocupación. Pero, ¿qué sucedió?

Antes que nada se indicó el lugar para almorzar que fue el pequeño bosque de pinos situado sobre una duna que, en su pendiente, se cubre con una capa de tierra y separada por el camino de las grandes dunas de arenas.

Allí se almorzó tras escuchar la lectura de una poema de Hölderlin en español y alemán: «Ida al campo. A Landauer»

«Ágora 7.1.1971»

Cuadernillo Ciudad Abierta



A Landauer

Ven! A lo abierto, amigo!
Cierto, lo brillante restado,
hoy, bajo y estrecho, nos encierra el cielo,
ni los cerros están ni aun abiertas de los bosques
las cumbres, al deseo
y vacío descansa de canciones el aire.

Nublado está hoy, dormitan callejuelas y calles
y casi quiere aparecérseme, sea, como la plomiza edad.
Sin embargo logrado el deseo,
no por una hora el recto creyente desespera.
Y al gozo queda consagrado el día.

Pues, no menos alegra, lo que recibimos del cielo,
cuando él se resiste y protege a los niños al cabo
solo que semejante palabra, así mismo el paso y el ánimo,
merezcan el fruto pleno y veraz sea el deleite.

Por eso espero, aun, y si lo deseado comenzamos,
y, antes, nuestra lengua, decidimos y hallada la palabra
y abierto esté el corazón, de frentes ebrias
brotarán las más altas reflexiones
y con las nuestras, junto,
comenzará el apogeo del cielo
y a la abierta mirada lo luminoso se abrirá.

Pues no es grandioso, mas a la vida pertenece
lo que deseamos y aparece, a la vez digno y espontáneo
así también vienen las golondrinas, portadoras de prosperidad
siempre, tantas, prematuras del verano, al país.

De igual modo, arriba,
para consagrar con la mejor palabra el suelo
donde la casa de huéspedes construye el discreto anfitrión,
así ellos catan y ven la hermosura y plenitud del país
y que, como el corazón lo anhela, franco y abierto,
al espíritu conforme
banquete y danza y cantos,
el jubilo de Stuttgart sea coronado.
Por eso, hoy,
deseosos nosotros ascendemos la colina
puedan, aun mejor que la afable luz de mayo,
de ello hablar
los huéspedes
y de lo mismo la imagen dilucidar.

Bien de otro modo,
como algunos prefieren,
pues antigua es la costumbre
y se ve luego sonreir los dioses sobre nosotros,
pudiese el carpintero en la cumbre del techo
cumplir el adagio.

Nosotros, bien que se cumpla,
lo nuestro habremos hecho.

Pero bello es el lugar
cuando en las fiestas de la primavera
el valle se abre,
cuando a lo largo del Neckar
los sauces enverdecen, el bosque,
los árboles temblando,
sucesivos, blancos, ondulantes
en el aire mecedor
y cobijada por una nube en la roja colina,
la vid amanece y crece y entibia
bajo el asoleado aroma


Escuela de Arquitectura UCV

Diseño Gráfico

Edición de 25 ejemplares, diseñada y realizada por Soledad Canobra, alumna de IV Etapa en el período «C», de 1978.

Profesores Titulares: Claudio Girola, Godofredo Iommi

Profesor Auxiliar: Bernardo Cienfuegos

Profesores Ayudantes: José Balcells, Héctor Olivares

Profesor Invitado: Ernesto Rodríguez

Textos: Compuestos en IBM Composer, UN-10-L/UN-8-M/ en matrices de papel tamaño doble carta, grabadas mediante proceso fotomecánico, e impresas en Offset Multilith 1850.

Grabados: A cobre en papel Schoeller Karat 180 grs., en seco.


La escultura se abre en medio del bosque de pinos. Se abre en lo que aparentemente está cerrado: en ‹lo brillante restado›. ¿Pero cómo desengañarnos? Parece una paradoja. Hay que hacer que en verdad lo abierto se torne tangible. Si se rodea la escultura, varían sus expansiones y sus perspectivas. Su madera se confunde en el bosque al igual que el blanco en el blanco. Algo cambió la luz. Repentinamente una oquedad se abrió a lo brillante. Al rodearla, se ve que su perspectiva cambia en el mismo orden por un lado que por el contrario, abriéndose, cerrándose, abriéndose, cerrándose sucesivamente, eternamente... Y en los momentos en que se abre, deja pasar la luz del cielo, esta vez lo brillante sumado a los árboles meciéndose. Es como si la escultura cupiera dentro de su misma abertura. La mirada no debía resbalar por sobre las superficies, sino meterse dentro de esta oquedad. Está sucediendo lo que en el poema inconcluso: se plantea lo abierto, aparentemente inexistente, pero real al deseo, a la vida, a la primavera; y el poema es tangente a este eje. Friedrich Hölderlin: Fried es paz / Holde es estar a favor de, abierto a... El nombre en ambas instancias predice el tema».