Grupo 6 Pedro Fernández, Angel Gonzalez, Nora Morch, Gionna Trentini

De Casiopea
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LAMINA DE FUNDAMENTO

C1.Viviendas enmarcadas dentro de los límites de la justeza en espacios inmersos en una extensión de un espesor denso.



Del quilombo

Viviendas enmarcadas dentro de los límites de la justeza en espacios inmersos en una extensión de un espesor denso. Los habitantes se abren refugio dentro de este espesor en pequeños núcleos que abarcan el exterior mediante espacios semi- abiertos como vanos sin vidrio y antesalas enmarcadas levemente; en general: espacios permeables a lo público. Así se da cuenta de la importancia de un elemento que aparece muchas veces leve pero se vuelve fundamental para el habitar y la reunión social: la vertical que desde el suelo se vuelve sostenedora de la cubierta que brinda la posibilidad del refugio, del encuentro y la permanencia entre los habitantes.


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C2.El refugio da lugar a la reunión , el espacio otorga los límites de contacto , proximidad ,entre los habitantes.
C3.RECORRER LA COMUNIDAD COMO NECESIDAD: El lugar se reconoce , hacia su extensión, el habitante reside desde el adentrarse . En la comunidad el recorrer se hace cotidiano por la necesidad.
C4.Las verticales en su sinuosidad construye un resguardo que da lugar al encuentro y por ende es posible la reunión.



ACTO

                      DESEMBOCAR CALMO A LA CONTEMPLACIÓN



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El ESPACIO otorga un tiempo de permanencia, este tiempo es manejado por la REFLEXIÓN.




La abertura de los espacios frondosos traen a presencia un cielo que en una conexión con el suelo da cuenta de una dimensión vertical fuertemente presente.


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Dentro del análisis espacial de la comunidad, se pueden reconocer dos tiempos de permanencia que se dan de manera transversal en esta, esto configurado a través de la dimensión vertical, otorgada por una relación climática y de tiempo entre dos extensiones el cielo y el suelo, dando al habitante un estar en cobijo.

El cobijo es una dimensión que transciende los ámbitos que configuran la cultura actual de las personas que residen en el lugar. Desde el punto de vista histórico la conformación de este se da en base a un asentamiento en resguardo de la esclavitud, esto se plasma de la misma forma en el ámbito espacial, es decir, el contexto histórico en el cual las personas se arraigan dice relación con el hecho de buscar un estar resguardado, una búsqueda mediante un recorrido que conlleva al estar en reflexión mediante la internación del cuerpo en un espacio selvático.

El lugar de la obra se encuentra en tanto el cuestionamiento de la accesibilidad se hace presente, es así como se plantean estos dos tiempos, el recorrido y la llegada, un primer momento que busca la vinculación entre lo publico y lo intimo de manera sutil, guardando el distanciamiento que el sector frondoso brinda desde los espacios habitables, introduciendo el estar en un aspecto distante pero cercano.

Es así como esta llegada se da mediante la búsqueda y el adentramiento que la calma va brindando, hacia un momento de relación intima entre lo próximo y lo lejano, la mirada como vinculador espacial.


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El sendero aparece con el paso. Como la cobra que recorre la pendiente, nuestra obra trae a presencia diferentes instancias:

La proximidad, el distanciamiento, el recorrido, la reunión y el proyectarse, internándose en la selva. Distanciarse de la extensión pública del restaurant para estar inmerso en la sonoridad de la selva.

Esta dimensión de sonoridad, de la música que respira la selva, donde lo oculto se hace presente, no la vemos, pero la escuchamos.

Al internarse en ella somos nosotros los visitantes, somos nosotros los que debemos rendirle homenaje a la madre tierra, tal cual los habitantes que construyeron la comunidad de Campinho, trabajando y honrando la tierra.

Nosotros en nuestra condición de arquitectos hemos creado un recorrido un sendero, una transición, un lugar de encuentro y reflexión, para admirar la naturaleza y de forma sutil, creamos un hito. El cual se proyecta en la extensión del mirador, para internarse en los árboles y desde ahí partir a recorrer América y su mar interior.


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Los senderos son un vacío que se da en la justeza enmarcada por el denso espesor de vegetación.

En el proyecto se potencia la cualidad de inmediatez con el espesor de la selva que se da en las viviendas de Campinho, definiendo senderos naturales y enmarcándolos de manera leve con barandas que encauzan el paso hasta llegar al mirador.

En el mirador se abre un espacio para la detención, y de modo de remate se enfrenta al habitante con un tercer plano de selva antes inexistente por la densidad y este es el regalo que se da al habitante: Una ventana que da al propio interior de la selva dando una mirada en distancia pero a la vez inmersa en ella.

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