GeoHumanidades y (Bio)Geografías Creativas abordando la sustentabilidad y co-conservación a través de “Inmersión Rizomática”

De Casiopea
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GeoHumanidades y (Bio)Geografías Creativas abordando la sustentabilidad y co-conservación a través de “Inmersión Rizomática”




TítuloGeoHumanidades y (Bio)Geografías Creativas abordando la sustentabilidad y co-conservación a través de “Inmersión Rizomática”
Carreras RelacionadasDiseño
Período2019-
FinanciamientoFONDECYT, otro, CONICYT
Área Forma, Cultura y Tecnología
Investigador ResponsableAndrés Moreira, Leticia Arancibia, Juan Carlos Jeldes, Sergio Elórtegui, Enrique Mundaca
URLhttps://biogeoart.cl/

Resumen

Vivir en el Antropoceno abarca una serie de desafíos para la humanidad y para las humanidades. Habiendo cruzado ya los in-cruzables «límites del planeta», el desafío parece ser inasequible; mientras que para otros la utopía sigue siendo un desafío que vale la pena perseguir. Desde la perspectiva del «sur global», esta crisis puede interpretarse como una consecuencia de los límites del razonamiento colonial moderno, que presenta a la cultura y la naturaleza en oposición. En este escenario, la mayoría de las personas viven en un status-quo, sin prestar atención a lo que le sucede al mundo (el único lugar habitable en el universo conocido), mientras que está siendo destruído. Otros dejan el desafío a los expertos en “ciencias del sistema de la Tierra”, quienes supuestamente en algún momento encontrarán soluciones técnicas para salvar al planeta de su colapso. Muchas (sino todas) las estrategias para la conservación de la biosfera y sus componentes (es decir, la biodiversidad), a pesar de sus buenas intenciones, parecen seguir esta última lógica, incluso grandes esfuerzos globales como los “Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU” (ODS) y la red global de reservas de la biosfera. Estos conceptos aplicados tan importantes son confiados a círculos de expertos, pero no van a la base. Esta confianza en las soluciones de los expertos para promover e impulsar la conservación claramente no ha ayudado a los esfuerzos de conservación y principalmente ha resultado en que los expertos en conservación sistematicen sin parar cómo se está perdiendo la biodiversidad mundial. Como lo han demostrado, ahora nos acercamos a la sexta extinción masiva global, poniendo también en peligro la vida humana, mostrando la crisis que está experimentando la relación humano-naturaleza. Dentro de este esquema ‘esquizofrénico’, hay enfoques que dan prioridad a qué zonas ‘deberían’ conservarse: los llamados puntos calientes de biodiversidad, a diferencia de los puntos fríos (donde las formas de vida también están al borde de la extinción) en donde no valdría la pena proteger y cuidar la vida. ¿Es esta una enfermedad a escala humanidad?

Sea como sea, es necesario presentar nuevas formas de abordar esta crisis. En este sentido, los conceptos tradicionalmente utilizados para abordar los problemas de conservación demuestran las debilidades del enfoque: 1) una perspectiva estática que no considera los ritmos y los tiempos, ni tampoco las formas en que la naturaleza está en constante evolución; 2) una perspectiva escalar fija del desarrollo de procesos naturales; 3) una perspectiva «areal», que define y delimita los hotspots, áreas protegidas y reservas de biosfera como entidades cerradas, sin relación con la matriz; y 4) una perspectiva singular de la naturaleza y del ser humano, que no reconoce la multiplicidad de formas de vida y las relaciones entre ellas. Estas perspectivas tradicionales, que podrían llamarse estáticas y arborescentes desde una perspectiva de Deleuze y Guattari, pueden cuestionarse desde una perspectiva rizomática que enfatiza las relaciones, conexiones y flujos entre actores humanos y no humanos. Al mismo tiempo, una forma innovadora de abordar esta crisis, requiere incorporar una perspectiva más amplia de la relación entre la naturaleza y el hombre, que involucra a actores no humanos a través de un enfoque constructivista y relacional de esta relación. Para los propósitos de este estudio, es fundamental entender a los actores no humanos como productores de prácticas y conocimientos que desarrollan estrategias de adaptación para enfrentar la crisis. Esta concepción del papel de los actores no humanos requiere una investigación que apunte a descentrar las perspectivas antropocéntricas existentes de la naturaleza, para impugnar el supuesto de la naturaleza como un «objeto» de estudio, e incorporar una perspectiva situada que proponga otros puntos de vista acerca de la relación humano-naturaleza; desde un punto de vista transdisciplinario.

Para re-conceptualizar la naturaleza de esta manera, necesitamos un cambio cultural importante que reduzca la división cultura/naturaleza, y que nos posicione como agentes de cambio (en lugar de espectadores pasivos), conscientes de nuestra propia relevancia y capacidad de acción hacia un posible futuro viable. Esto, además, nos ayudará a construir nuestra propia responsabilidad, para la relación entre la naturaleza/humanidad, y la conservación de nuestro medio ambiente, lo que, a su vez, también empoderará a las personas a involucrarse en los procesos de toma de decisiones (gobernanza) y tomar acción (agencia). Muy importante: en este estudio la cultura se ve como multidimensional y de múltiples capas, por lo que para lograr un cambio cultural, la relación humanidad (cultura)/naturaleza debe explorarse desde múltiples ángulos. Esto, como se propone en el estudio, puede lograrse fortaleciendo y articulando el papel de las ciencias sociales en la exploración de aspectos múltiples y complejos de la relación naturaleza/humanidad. Por lo tanto, este estudio propone ver a la naturaleza y a los humanos como actores interrelacionados. Un enfoque interdisciplinario de este asunto nos permitirá abordar el tema de la relación (y crisis) entre la naturaleza y los seres humanos desde múltiples perspectivas, como los estudios geográficos, la ciencia de conservación, el análisis del discurso y la formulación de políticas, para avanzar, según Anne Toomey «desde una nueva forma de conocer, a una nueva forma de hacer”.

Así, guiados por el trabajo inspirador de Harriet Hawkins (como Creative Geographies), las principales contribuciones de este estudio se encuentran dentro de los límites de las nuevas metodologías propuestas para investigar la relación entre la naturaleza y la humanidad, y proponer acciones de conservación que son aplicables a espacios concretos. Es decir, reservas de biosfera con múltiples espacios naturales y artificiales. Nuestra metodología, que a los efectos de esta propuesta hemos denominado «inmersión rizomática», se centrará en cuatro aspectos (y objetivos) principales: i) explorar (a través del análisis del discurso) los discursos actuales dominantes sobre la relación naturaleza/humanidad, con el fin de proponer nuevos discursos que apoyen el cambio cultural. ii) explorar lenguajes no humanos a través del análisis de la expresividad territorial, paisajes sensibles, flujos y trayectorias a través de paisajes sonoros y actos performativos (creando conciencia ecológica para crear una nueva atmósfera cognitiva); iii) aplicar gobernanza afectiva en el diseño de estrategias de co-conservación, basadas en metodologías innovadoras para apoyar el desarrollo de la conciencia ecológica, incluyendo el desarrollo de Blitzes BioGeoArt; y iv) cuestionar los sistemas de gobernanza tradicionales y reflexionar sobre la escalabilidad y replicabilidad de esta metodología en el marco de la biopolítica, la cosmopolítica, las geoHumanidades y los diferentes ángulos de la geografía (desde la biogeografía a las geografías críticas y creativas). Al lograr estos objetivos, esperamos reducir la brecha entre los seres humanos y la naturaleza, no solo teóricamente sino también como una respuesta a las soluciones idiosincrásicas y tecnocráticas para la biosfera, en espacios que nos incluyen a todos nosotros, nuestras intenciones científicas, pretensiones afectivas y la condición [humana-naturaleza].

El proyecto abarca la integración de una staff multidisciplinaria, con amplias conexiones internacionales (ver Apéndice). El proyecto abarca también la integración de al menos un postdoctorado en el tema “Geografías creativas”; dos estudiantes de doctorado en “análisis del discurso” y “ciencias de la conservación”, dos estudiantes de magister en “biopolítica y geografía”; y cuatro estudiantes de pregrado. Además de los posibles estudiantes que se integrarán desde el equipo de apoyo internacional.

La naturaleza del proyecto es la integración de diferentes actores ambientales y comunidades; por lo tanto, no hay una «transferencia» de conocimiento producido; sino una coproducción de conocimiento con diferentes actores, desde guardabosques, turistas, escolares, personas con otras habilidades, etc. Esta coproducción se basa en la integración del “Fab-Lab”, un vehículo para difundir actividades de diseño por todo Chile (ver Apéndice) y la integración de ONGs y organizaciones especializadas en actividades de alcance, como “Taller La Era” y “Bioma” (ver Apéndice). BioGeoArt Blitzes, talleres y seminarios regionales se llevarán a cabo en una variedad de espacios y entornos para que podamos desarrollar un verdadero camino hacia una nueva relación entre la naturaleza y el hombre.