Gabriel Salinas Ciclo 3 - Primer Semestre 2018

De Casiopea



TítuloGabriel Salinas Ciclo 3 - Primer Semestre 2018
Tipo de ProyectoProyecto de Taller
Palabras Claveciclo 3
Del CursoTaller del Acto y el Vacío: Habitabilidad y Riesgos en el Borde Costero 1° Semestre 2018,
CarrerasArquitectura
Alumno(s)Gabriel Salinas
ProfesorFelipe Igualt, Tomás Valladares Vergara


T E R C E R C I C L O: PROYECTO DE VIVIENDA EN LAGUNA VERDE

ACTO: CONTEMPLAR EN APERTURA DESDE UN BORDE INTERIOR

CROQUIS CONDUCENTES

La composición del acto está determinada por el carácter y las virtudes espaciales que disponen y emplazan al cuerpo de manera que este adopte un habitar en co-relación intrínseca a su entorno. En primera instancia, el sitio y sus alrededores dan de forma gruesa y radical los rasgos fundamentales del acto. El principal acceso al sitio se da por calle Edén, una extensión alargada que desde sus extremos conecta una de las calles principales con zonas eriazas próximas a la Laguna. En el transcurso de la aproximación del cuerpo al sitio, aparecen vacíos urbanos que dan lugar a que la mirada pueda atravesar y sostenerse en la apreciación del paisaje costero que abruptamente aparece ante el ojo. Esto da cuenta de la relación que establece el ojo con el paisaje costero y la disposición abierta que adopta el cuerpo durante la contemplación. Entonces, desde los primeros rasgos que muestra el sitio se define un acto único que da forma, tanto espacial como del habitar, a la proposición del proyecto de vivienda.

Desde lo urbano se accede a un borde propio que aparece por en apertura a raíz de vacíos urbanos que dan paso al atravesar de la mirada hasta el horizonte. El atravesar da paso a una contemplación de una extensión al llegar hasta el vacío último, apareciendo así el paisaje costero. Se determina una relación directa de lo costero y lo urbano a través de la contemplación.


El acto de contemplar lo defino como el perdurar de la mirada en pos y en homenaje de la virtud y belleza de una extensión, que otorga una disposición del cuerpo y del ojo de forma holgada. La vista tiende a escapar orientada al vacío, de manera que no encuentre una contención y se deje llevar hacia la extensión en una satisfacción visual. La importancia de la extensión radica en tener una visión general del horizonte y, a la vez, poder recorrer distancias con el ojo. De esto se desprende que la vista relaciona espacialmente lo urbano y el paisaje costero, ya que el cuerpo permanece emplazado en lo urbano, pero con el ojo es capaz de atravesar los vacíos intermedios y poder extenderse en el encuentro con el horizonte. Dicho esto, se define el modo en que el cuerpo y el ojo se disponen ante la extensión. La apertura da cuenta de una orientación y un vuelco desde lo contenido hacia lo abierto. Esto determina tanto el acto como la extensión espacial en el que el cuerpo habita: la curva. La forma radical de la curva distingue un límite en el espacio, donde aparece de forma separada –pero complementaria- un rasgo de interior y de exterior . El exterior está directamente construido a partir de la apertura, ya que da una forma panorámica de contemplar la extensión que aparece. Su rasgo abierto proyecta una amplitud, dando lugar a que el cuerpo quede ante un vacío extendido hasta el horizonte. La amplitud entrega lo holgado al cuerpo y define la extensión que aprovecha el ojo para la contemplación. Dicho esto, se determina que la apertura y su espacialidad curva dan noción a a definir el borde (que es una actualización de la ya definida en el primer ciclo de observación). El borde es una extensión prolongada y volcada hacia un vacío, que se recorre siguiendo el límite que existe con este. El límite está definido por distintos factores espaciales según su contexto, pero en este caso la elevación y su condición vertical dan c uenta del linde entre lo exterior y lo interior.

El cuerpo se emplaza en un borde y extiende su vista a través de una sucesión de vacíos y texturas urbanas.
El borde aparece como antesala de una transición de vacíos que se extienden hasta el horizonte, dando amplitud y espacio al escape de la vista y su atravesar. La postura que adopta el cuerpo da cuenta de una orientación para la contemplación de la extensión que aparece ante sí. .

Para concluir, la elevación del borde y su rasgo abierto hacen que el cuerpo se disponga a la contemplación de un vacío que aparece ante sí y que se extiende hasta un vacío último que sería el horizonte. La extensión otorga un recorrer y un escape de la mirada desde un interior contenido por la verticalidad hacia el paisaje costero.El borde como límite recorrible a una serie de transición de vacíos aparece de esta manera a partir de lo urbano. En otras palabras, el sitio como zona urbana -que mantiene una distancia considerable de la playa- adopta características y el rasgo de un borde costero, estando construido a partir de una elevación y recorriendo un vacío que se extiende hasta el horizonte. Esto permite que se pueda asociar y relacionar el acto del borde en lo urbano y en lo costero, pudiendo así determinar un acto que abarca desde la playa, los alrededores del sitio y el proyecto mismo.