Fernanda Munoz - Ciclo 1 - Primer Semestre 2018
Título | Fernanda Munoz Riffo - Ciclo 1 - Primer Semestre 2018 |
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Tipo de Proyecto | Proyecto de Taller |
Palabras Clave | ciclo 1 |
Período | 2018-2018 |
Asignatura | Taller del Acto y el Vacío: Habitabilidad y riesgos en el borde costero, |
Del Curso | Taller del Acto y el Vacío: Habitabilidad y Riesgos en el Borde Costero 1° Semestre 2018, |
Carreras | Arquitectura |
Alumno(s) | Fernanda Muñoz |
Profesor | Felipe Igualt |
Borde
Espacio de transición colectiva que une el vacío habitable y el exterior que contiene en altura
El vacío se revela ante un borde que lo contiene
Valparaíso es una ciudad configurada por sus características geográficas. La forma de ésta se relaciona con una cuenca: La ciudad se orienta hacia el mar (vacío mayor) conteniéndolo en altura y la inclinación natural de los cerros. El mar, asimismo, en su ocupación se orienta hacia la ciudad. Este vacío se revela en apertura y su extensión horizontal luminosa, contenida entre las verticales naturales o urbanas de la ciudad, además, nos da cuenta de la existencia de un borde desde su proximidad o lejanía. Nos da la posibilidad de estar frente al vacío e inmersos en él al mismo tiempo. El borde y el vacío tienen paridad visual entre sí. Los borden están emplazado en un exterior público y colectivo que admite múltiple interiores a distintas escalas. Permiten el acceder orientado en transición de exteriores e interiores, en un recorrido tanto longitudinal como transversal, según el vacío contenido y cómo éste esté en su contención. Cuanto más “adentro” estemos del interior, menos se asemejará la luz del interior a la del vacío luminoso (exterior). Los vacíos centrales luminosos (como las galerías) están configurados para que el borde retenga y refleje la luz, direccionando el cuerpo hacia donde hay más luz.
Esquemas
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Polígono de Relación
Croquis Conducentes
Acto
Acceder orientado en transición de gestualidades hacia un interior expuesto
En el borde, en su virtud colectiva y habitable, admite múltiples gestualidades según las interioridades presentes en su extensión. Nos da la posibilidad de un permanecer en él orientados hacia un vacío luminoso o recorrerlo de manera transversal o longitudinal. No existe una temporalidad permanente, pues, estos vacíos se emplazan en un exterior que dependen de factores como el clima y la hora. El acto se organiza en distintos ritmos según la interioridad que cobije al acto. El estar de paso (ritmo acotado), se da en una exterioridad; en cambio, el permanecer distendido se genera en una comodidad y una interioridad espacial y corporal. El borde sugiere la necesidad de un acceder desde un exterior hacia un vacío que admite interioridades orientadas, y salir de él cambiando la gestualidad y el acto en la transición. Es un ir y venir entre el vacío (interioridad) y aquello que lo cobija /contiene.
Vacío
Vacío bidireccionado que contiene un interior
El vacío se revela en su contención y luminosidad. Se relaciona a una extensión luminosa con distintos contrastes según la interioridad que cobije. El vacío necesita de un exterior, el contexto que lo acompaña y que da cabida a los actos. El cubo tiene dos vanos: uno diseñado para que la luz ingrese, y otro para ver/acceder a este vacío, sin que su luz sea mayormente afectada. Éste vano es de menor dimensión y se encuentra dejos del acceso, y el interior está en el espacio medio donde la luz comienza a revelar sus matices. Se ve LA TRANSICIÓN entre el exterior y el interior del vacío.