Diferencia entre revisiones de «Expresiones de Amor: Amor aprensivo y contemplativo»

De Casiopea
Línea 13: Línea 13:
==Estudio==
==Estudio==


===De Polífilo y su amor=
===De Polífilo y su amor===


===La mirada=
===La mirada=

Revisión del 01:33 17 jul 2018



TítuloExpresiones de Amor: Amor aprensivo y contemplativo
AsignaturaTaller de Diseño de Interacción
Del CursoTaller de Diseño de Interacción 2018
CarrerasDiseño, Interacción y Servicios"Interacción y Servicios" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
Alumno(s)Karen Aballay

El sueño de Polífilo

Capítulo XIX: Sinopsis

Polia persuade a Polífilo para que vaya a ver los antiguos epitafios en el templo destruido. Allí ve Polífilo cosas admirables y, al contemplar por último el rapto de Proserpina, teme haber perdido incautamente a su Polia y vuelve a ella asustado. Luego viene el dios Amor, que invita a Polia y a Polífilo a entrar en su navecilla. Habiendo llamado aquel a Céfiro, navegan felices y los dioses marinos demuestran a Cupido gran veneración.'

Estudio

De Polífilo y su amor

==La mirada

"Los primeros órganos que (los dioses) fabricaron fueron los ojos, portadores de luz"


Tras entender el amor de Polífilo como un amor aprensivo, que busca por sobre todo mantener s du amada sana y salva; además de que, al tratarse de un personaje cuya característica principal está satisfacerse al contemplar obras y detalles, es que aparece el concepto de la mirada como algo s estudiar.

Polífilo es un gran contemplador, y manifiesta su amor a través de la observación, describiendo y dándole interpretación.

Se dice que los ojos son el reflejo del alma, y una de las rszones puede estar aquí, entre las ideas planteadas en el mito de las cavernas de Platón, el concepto de mirada se explica como lo que aloja lo sensible. Así mismo Aristóteles habla de que el hombre busca el conocimiento en todo lo que hay a su alrededor por lo que aquello que entra por la vista genera sensaciones, entre las que se encuentra el placer de las imágenes. Muy similar es lo que acontece al contemplar a un ser amado.

El sentido de la vista entonces, es el que captura el reflejo de lo contemplado y lo lleva a sensaciones pasionales. Las emociones y placeres se crean tras un estímulo generado por la luz que entra a través del ojo.


“Esa parte es realmente divina y quien la mire descubre lo sobrehumano, lo divino, y así se conoce mejor a sí mismo (...) Mirando a la divinidad, nos servimos de lo mejor y viéndonos en ella, nos conocemos mejor”2.


Tal como se señala en el fragmento anterior, la mirada no sólo nos entrega sensaciones placenteras, sino que tambien se le atribuye la búsqueda del ser. Al contemplar al otro o a lo divino, se encuentra al ser, a uno mismo como ente, la mirada en introspectiva nos ayuda a conocernos y a reconocer al otro.

Tras la mirada se esconden entonces deseos y placeres, búsqueda y encuentros con lo divino, así es como la manifestación de un organo no solo tiene una connotación sensorial, sino emocional y cognitiva, como señala Nicolas de Cusa "En verdad, nuestro mirar sigue las pasiones del órgano y del alma. De ahí que alguien ora vea con amor y alegría y más tarde con dolor y con cólera, ora vea como niño, después como adulto y a continuación de un modo grave y senil. Con todo, el mirar desvinculado (absoluto) de cualquier contracción abarca simultáneamente y de una sola vez todos y cada uno de los modos de ver como si fuese la medida más adecuada y el modelo más verdadero de todas las miradas."3

Croquis

Referencias

1 Platon, Timée, Traduction et notes par E. Chambry, Paris, 1969, 45b 2 Ibidem, 133a-c 3 “Nam sequitur visus noster organi et animi pasiones. Unde iam videt aliquis amorose et laete, post dolorose et iracunde, iam pueriliter post viriliter, deinde seriose et seniliter. Visus autem absolutus ab omni contractione simul et semel omnes et cíngulos videndi modos complectitur quasi adaequatissima visuum omnium mensura et exemplar verissimum”, Nikolaus von Kues: Die Philosophisch-Theologischen Schriften, herausgegeben und eingführt von Leo Gabriel, Band III, Viena, Verlag Herder, 1989, p. 100. Traducción portuguesa: Cusa, Nicolau de, A visão de Deus, Trad. João Maria André, Lisboa, 1988, p. 140.