Entrega de Amereida, Diego Chocano
| Título | Entrega de Amereida, Diego Chocano |
|---|---|
| Asignatura | Taller Amereida |
| Del Curso | Taller Amereida 2014 |
| Carreras | Arquitectura |
| Alumno(s) | Diego Chocano |
La grandeza de servir.
El oficio, una palabra que perdura en la vida de cualquiera, sin duda, el oficio es lo que uno escoge para aportar a la sociedad, a los demás, el como nos reconocerán, la razón por las que nos elogiaran o nos juzgaran, es la imagen, la marca que cada uno llevara consigo, el rol que uno escoge cumplir y el servicio que se desea entregar.
Servir a la sociedad, como muchos dicen, dignifica al hombre, es parte de la vida tomar un papel a jugar, es la motivación de cada uno por trascender en el tiempo, la máxima inspiración, ser exitoso y ser reconocido por el otro…
Muchos no lo logran y es allí el problema, como las palabras juegan su rol fundamental, de dar un sentido a cada texto y párrafo, “ser reconocido por el otro” es una ambición egoísta, y contradictorio a la vez ya que el rol de cada uno, el servicio es “para” el otro, y no hecho “por” otro, quedando así fuera cada uno de su propio sueño.
El otro, no es quien debe ir por detrás de nosotros, siguiendo nuestros pasos, y cargando todo lo que necesitamos en nuestro camino, es mas bien lo que debería ir al frente, hacia donde nos dirigimos, a quien debería ir dedicado nuestro oficio, pues si bien pensamos los otros son quienes tienen el poder de escoger el servicio, de juzgarlo y calificarlo. Sin el otro no existiría nuestro servicio, nadie necesitaría de nuestro oficio.
Este mal enfoque a la hora de ofrecer un servicio es lo que nos mantiene a todos en una pieza oscura, donde solo sabemos de nosotros mismos, estamos cegados a ver ms allá, las consecuencias de nuestros actos, lo que sucede después de realizar una labor, el no dedicarse al otro es no entender el verdadero valor del oficio, no saben lo que es el verdadero oficio, ese que se realiza con pasión por lo que uno hace, que va mas allá de lo que se espera hacer, lo que marca la diferencia. Esa diferencia es el regalo del oficio, es ir un paso mas allá de lo suficiente, mostrar la verdadera dedicación y no esperar la grandeza en uno mismo, sino que en el otro que acepto tu servicio y lo valora de la misma forma que uno a él.
La grandeza no va en las personas, va en lo que hacen, en su oficio, y es allí donde se queda.
La trascendencia, sueño de muchos, inalcanzable para todos. Se sueña con trascender después de la vida, pero ¿de que sirve?, ¿por que motivo se aspira al reconocimiento si no somos capaces de reconocer mas allá de nosotros? ¿Por qué querer ir al frente, si es justo desde allí no ves a nadie?
La grandeza esta en ver la grandeza de los demás, la importancia de cada uno, y saber exactamente como realizar el oficio para cada uno, para el otro. Destacar la particularidad, saber mirar mas allá de lo que hay al frente, servir de manera dedicada, es un regalo.
La obra es un regalo, es nuestro oficio, a lo que nos dedicamos. Es una muestra del servicio, para el otro. Nosotros como arquitectos debemos dedicarnos al otro, nuestro oficio va totalmente relacionado a la interacción con el otro, descubrir sus necesidades, solucionarlas. Si no somos capaces de reconocer al otro en nuestro oficio, el servicio no será el esperado, no solucionaremos los problemas latentes, no habría regalo ni oficio.
Es por eso la importancia del otro, ser susceptible a su condición, mirar desde afuera, para lograr llegar a fondo.
Solo se es grande si se sirve siendo pequeño ante el otro.
