Entrega Título 1 - Francisca Oñate
| Título | Entrega Titulo 1 - Modalidad Investigación |
|---|---|
| Asignatura | Taller de titulación primer semestre 2021 D Luza |
| Del Curso | Taller de titulación primer semestre 2021 D Luza |
| Carreras | Arquitectura |
| Alumno(s) | Francisca Oñate |
Entrega Taller de Títulación 1 Profesor Guía: David Luza C.
TITULO
Parece evidente que para acercarse a la reapertura de una obra hay que hacerlo desde su comprensión como objeto de pensamiento(1), puesto que es precisamente la conciencia de su extensión aquello que permite que se le continue como unidad, y que no se la utilice, simplemente, para formar una distinta. Si no se alcanzan a reconocer sus lógicas por sobre sus atributos aislados de forma y materia, es muy probable que aquella obra que se pretende reabrir nunca lo conceda, acabando en una sumatoria incómoda de apreciar, que por mucho que perpetúe pormenores o generalidades, resulte en la desarticulación de la unidad original; no su reanudación, sino su anulación. En el sentido de este razonamiento, distingo dos tipos posibles, no excluyentes, de operaciones de reapertura. Si entendemos reabrir como celebrar aquello que es una obra o un objeto de pensamiento, resultará fundamental hacerlo aparecer, y para ello puede tomarse la vía de reafirmar o la vía de contrariar. Dentro del primer tipo de operaciones se encuentran, por ejemplo, favorecer, impulsar y fortalecer. El segundo tipo podría responder a operaciones como contrastar, tensionar o matizar. Desde antecedentes que posicionan al juego como una actividad que concibe interioridades, en específico aquellos referidos a las extensiones primitivas sobre los terrenos de la Ciudad Abierta de Amereida durante su fundación en 1970, la presente investigación pregunta sobre las capacidades de la actividad lúdica colectiva para el reconocimiento de las lógicas arquitectónicas de una obra que se plantea reabrir: la Galería Colgante.
(1) En el marco de la conferencia Labor, Trabajo y Acción (1957), Hannah Arendt se refiere a los objetos de pensamiento: El proceso del pensar no produce cosas tangibles, tal como tampoco los produce la simple habilidad para usar objetos. La concreción que se da al escribir algo, al pintar una imagen, o al componer una pieza de música, etc., es lo que hace realmente del pensamiento una realidad; y para producir estos objetos de pensamiento, a los que habitualmente llamamos obras de arte, se requiere el mismo trabajo que para construir, gracias al primordial instrumento de las manos humanas, las otras cosas menos durables y más útiles, del artificio humano.
[[Medio:]]
