Entrar a la plaza
De Casiopea
Viña del Mar, Recreo.
Entrar a la plaza, cruzando un tramo, aparecen opciones tanto para el pie como para el ojo. Se puede mirar entre los árboles y optar por un fragmento para acceder a un plano de profundidad que presenta nuevamente aquella opción y su más allá. La mirada se ramifica para llegar a un fondo. En ese fondo hay más personas, niños jugando.
Volviendo a la periferia de la plaza, su presencia se torna tenue, lejana, y queda dentro de aquella luz de día a pleno sol, vuelve el azul del cielo y la retina se enfrenta nuevamente al brillo del pavimento.