Eloísa Herrera Tarea 3 - Módulo investigación T1 2017

De Casiopea



TítuloEloísa Herrera Tarea 3 - Módulo investigación T1 2017
AsignaturaMódulo Investigación T1 2017
Del CursoMódulo Investigación T1 2017
CarrerasArquitectura
3
Alumno(s)Eloísa Herrera

El desplace de la plaza pública -tipo Ágora- como consecuencia de los espacios privados -tipo Mall- en la ciudad contemporánea

Archivo:IMG 1442-min.jpg
Fotografía de Mall Marina Arauco frente a Plaza O'Higgins, Viña del Mar. El edificio pasando por encima de la calle (espacio público). Elaboración propia.

Alumna: Eloísa Herrera, Carrera: Arquitectura, Profesor guía: Mauricio Puentes.

Abstract

200p.

[1]

Palabras claves: Espacio público, ciudad, plaza, mall

Desarrollo

Introducción

La ciudad es un proceso vivo y dinámico, que si bien ha mutado muchísimo a lo largo de la historia, siempre ha estado ligada al concepto de lo público, a un alma colectiva.

En el contexto actual, la ciudad se ha caracterizado por un crecimiento desmesurado, en consecuencia al desplazamiento de la población rural a urbana –mundialmente- en los últimos cien años. El crecimiento demográfico y la absorción de la población rural ha ocurrido mucho mas rápido de lo que las políticas públicas han podido prever. Esto ha traído consigo una ciudad que crece inorgánicamente, en forma caótica y desintegrada.

Un somero diagnóstico nos habla de una ciudad contemporánea que ha extraviado su alma colectiva, que ha sacrificado plazas y avenidas arboladas a cambio de redes viales y estacionamientos y que ha perdido progresivamente sus espacios públicos -seguros y de calidad- para el cuidadano.

En este contexto urbano, donde el habitante de la ciudad acude al mall como panorama de fin de semana, en busca de recreación, interacción social y poder desenvolverse en un contexto seguro y cómodo estando fuera de su hogar, resulta curioso que sea éste uno de los principales espacios que la ciudad ofrece para la vida social. Lo que el ciudadano busca en este lugar es espacio público, y el centro comercial se disfraza de ello, pero realmente no lo es.

Si en la Antigua Grecia, el Ágora –espacio público por excelencia- reunía a los habitantes de la polis para discutir opiniones, tomar decisiones y desarrollar otras actividades sociales y cívicas, el día de hoy la reunión, el encuentro y la interacción se dan ya no sólo en la plaza, sino también en los espacios virtuales y, tristemente, el "mall".

Es entonces pertinente, para esta investigación, preguntarse: Dentro de todas las consecuencias que el fenómeno mall trae a la ciudad, ¿forma parte de la cadena el desplace de la plaza pública?.

Se reconoce que no hay bibliografía especializada y no hay una tradición establecida de abordaje al fenómeno del mall, puesto que la propia literatura lo trabaja de manera disgregada. Es por ello que en total, el trabajo teórico consistirá en dar cuenta de esta realidad, y en base a lo mismo, apuntar en la dirección del tema que nos convoca.

Espacio Público y Espacio Privado

Dentro de la discusión bibliográfica se entenderá el concepto de Espacio Público, como un lugar de dominio colectivo, de uso social, político y cultural, donde ocurre la interacción entre ciudadanos, el lazo entre los habitantes y su ciudad. Alberga lo cotidiano, la expresión y reunión. Un espacio vital, activo y humanizante, ligado inseparablemente a la noción de lo colectivo, porque es de todos.


El espacio público es, por definición, político, ya que es siempre compartido. La mayoría de los autores se refiere a esta misma definición de Espacio Público, que nace desde el concepto aristotélico del Ágora, cuando afirma: “… debe establecerse un Ágora de los hombres libres”, un espacio abierto que posibilita el encuentro cívico de la polis. Podemos reafirmar este concepto al tomar como ejemplo a M. Delgado, que desde una visión antropológica, entiende que el espacio público se relaciona directamente con el civismo y aspectos principalmente políticos, cuando dice: “Es ese espacio público - categoría política, lo que debe verse realizado en ese otro espacio público –ahora físico– que es o se espera que sean los exteriores de la vida social: la calle, el parque, la plaza...”.

R. Díaz hace una distinción entre el espacio público y privado, entendiendo este último como el espacio del “uno mismo”, del adentro. En lo privado está el hogar, de lo que se es dueño, lo inviolable, lo conocido. Entonces en lo público debe estar lo otro, a lo que se opone lo privado: la socialización, el encuentro, el intercambio. Todo lo colectivo.

Entonces, cabe aclarar para efectos de la siguiente discusión bibliográfica, que el mall se sitúa dentro del espacio privado, jamás público. Por lo tanto, responde a necesidades individuales: yo compro.

La llegada del fenómeno mall

Encontramos en la bibliografía que el tratamiento canónico del mall ha sido replicar un modelo genérico importado de Estados Unidos situado en los distintos lugares del mundo, creando una atmósfera absolutamente genérica, homogénea, sólo para consumir. Como ha dicho Ecosistema Urbano, es un espacio privado con normas restrictivas, que emula al espacio público, donde ni siquiera los espacios comunes son capaces de funcionar como un verdadero espacio público.

La aparición del mall tiene sus raíces en la sociedad post-Revolución Industrial, donde surge el concepto de pasajes cubiertos donde se diera el comercio a ambos lados, en París del s. XIX. Podríamos considerar éste como principal antecedente del mall contemporáneo, donde estructuras de vidrio cubrían las lujosas calles comerciales.

El mall como lo conocemos en la actualidad, fue producto de Victor Gruen, arquitecto austriaco-americano que construyó el primer centro comercial cerrado en Edina, Minnesota, en 1956. Si bien el concepto original era incluir otros parámetros urbanos (escuelas, vivienda, vegetación), acabó consolidándose como meramente, un espacio comercial cerrado, sin nunca efectuar su fin inicial.

Posteriormente, Victor Gruen Associates replicó este modelo genérico de shopping malls en un gran número de ciudades, definiendo así una tipología específica de edificios de fin comercial. Este formato se fue extendiendo a otras ciudades y países, incluyendo a Europa, reemplazando la galería comercial de París, instaurando un nuevo arquetipo.

Ante el desarrollo de éste fenómeno, los autores se refieren a una pérdida del espacio público y de la ciudad. Tras la aparición de los malls, Ecosistema Urbano afirma que el modelo simplifica hasta el extremo la superposición de urbanidad, vida social y actividad comercial, modificando los hábitos de miles de familias norteamericanas (uso del automóvil, patrones de consumo, actividades de ocio); y que se encuentra totalmente centrado sobre el tema del consumo, dejando fuera la reflexión sobre espacio público y ciudad.

M. Baros respalda esta misma postura, cuando aclara que los protagonistas de estos espacios son los mercados y no las personas, y que en la actualidad, los malls presentan una directa amenaza para el espacio público en sí. Es de gran relevancia destacar su preocupación ante la obsolescencia de lo público, cuando dice: “El crecimiento cada vez más acelerado de estas megatiendas, nos sugiere que en el futuro próximo el mayor número de viajes personales se va a realizar entre la casa, el mall y viceversa, es decir, de lo privado a lo privado, dejando que lo público se convierta en el patio trasero de lo privado (…). Con la degradación y muerte de lo público muere, de alguna forma, el protagonista de este espacio que es el ciudadano.”

La reinvención de los mall

El debate bibliográfico en la actualidad respecto a los malls, ha planteado que es necesario reinventar la estructura en decadencia del prototipo arquitectónico, a fin de acercarse más al usuario y espacio público, ya que, si bien ha sido un modelo económicamente exitoso, que no requiere cambios puesto que su rentabilidad es tremenda, podría convertirse en una experiencia más agradable para el cliente siendo menos hostil con el exterior.

M. Crawford reconoce y aborda tres opiniones generales negativas respecto al mall. Primero, ser una tipología arquitectónica rígida y hermética. Segundo, ser una experiencia que pretende ser urbana pero no lo es. Tercero, ser un vehículo para la mercantilización, donde las experiencias sociales y comunes son absorbidas por el comercio. Plantea contraejemplos y defiende que los malls se han vuelto estructuras flexibles al cambio, que se han abierto al exterior, y han podido responder a nuevas necesidades sociales y económicas. La evidencia que presenta la autora no alcanza a sustentar para fundamentar que el acto arquitectónico del espacio público sea el opuesto al explicito propuesto del mall: el consumo. Se vuelve evidente que el centro comercial es, por definición, una contradicción al espacio público.

Por otro lado, Ecosistema Urbano asume que, para quien diseña el mall, es necesario pensar en el ciudadano-cliente no como un mero consumidor sino como alguien que busca una experiencia. “Potenciar la idea de espacio público en un edificio de propiedad privada es un reto conceptual, que va contra la propia definición y objetivos de un centro comercial. Pero esta nueva realidad económica requiere un replanteamiento de los preceptos que han funcionado hasta ahora, lo que abre nuevas posibilidades y estrategias, que gracias a la crisis económica y urbana, tienen cabida”. Afirma que deben reinventarse pues no pueden seguir basando su existencia en un modelo decadente.

Queda claro que por mucho que se reinvente su estructura, se acabe con el cierre hermético, se vuelva más amigable con el cliente, más flexible estructuralmente o pretenda actuar de espacio público, jamás podrá serlo pues es por definición una contradicción. Espacio público es de todos y tiene como acto arquitectónico la interacción común, mientras que centro comercial es del dueño y tiene como acto arquitectónico el consumo individual.


El desplace de la plaza pública

Varios autores hablan sobre la pérdida de valor del espacio público ante el mall. Éste, con el fin de captar más clientes, propone que el consumo va acompañado de una “experiencia amena” y así, ofrece un panorama social y de encuentro dentro de su espacio privado, pretendiendo disfrazarse de público.

A M. Baros le parece preocupante el hecho que el habitante urbano esté omitiendo en su recorrido diario el paso por el espacio público. Afirma que los malls han captado el paso de los transeúntes que van del trabajo al mall en su camino a casa, saltándose lo público, yendo de lo privado a lo privado. Pone al mall como amenaza al espacio público, ya que lo va desplazando, dejando obsoleto, olvidado. V. Aguirre se extraña sobre el mall siendo un núcleo de entretención “Pareciera que esta idea del mall donde todos ganan, […] no es algo que en sí esté mal. Sin embargo, continúa resonando que un núcleo de consumo como el mall sea uno de los principales lugares de entretención de nuestra sociedad.” Para la autora surge la duda sobre el motivo por el cual los ciudadanos acuden al mall en busca de espacio público en vez de a las plazas. “Si las personas van al mall buscando espacio público y lo encuentran en este paseo comercial privado, ¿será porque faltan espacios públicos de calidad en la ciudad y, por ende, mejores lugares de recreación como parques, avenidas y plazas?”


Los autores revisados se extrañan de lo que ven en el mall, una simulación del espacio público, y echan de menos, que el espacio público sea algo a ser ofertado. Resulta preocupante que sea normal preguntarse si la ciudad no nos ofrece el espacio público que añoramos. El espacio público no sólo es de todos, sino también lo hacemos todos. No podemos esperar que venga a nosotros como oferta, sino que debemos contribuir a su construcción.


Conclusiones

Podemos constatar que el mall está desplazando a la plaza pública como consecuencia de su masificación mundial y estrategias de mercado que atraen a los ciudadanos, desviándolos de la participación en el espacio público.

Pero la plaza pública no ha muerto, y es de vital importancia recuperarla. No esperando que la ciudad me brinde a mí mejores espacios públicos, sino construyéndolos desde la colectividad.

Ante la estrategia del mall, que aparece y responde al individuo depositando un espacio privado donde pueda desenvolver ciertas –acotadas- necesidades sociales, podemos encontrar una contraposición en la propuesta del arquitecto japonés Tadao Andō, quien toma el espacio público y provoca mediante la arquitectura el ejercicio contrario.

Gaudí en el Parque Guell (Barcelona) plantea una reconexión del recorrido público a la ciudad, proponiendo un paseo que se integra al tejido urbano, promoviendo el habitar colectivo y en masa, proponiendo una lógica opuesta a la del mall, que responde a una necesidad individual.


Bibliografía

Anexo: fichas de lectura

Notas al pie

  1. Esta discusión bibliográfica forma parte del proyecto de título "Parque Cívico Placilla" que se centra en revitalizar el espacio público en un desenvolver urbano, que se parezca más al ágora griega que al mall del siglo XXI. Es importante recordar el núcleo vitalmente público, de interacción y encuentro, que la ciudad representa.