El afiche político en Chile; 1970-1990; la mano como elemento gráfico

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TítuloEl afiche politico en Chile; 1970-1990; la mano como elemento gráfico
Tipo de ProyectoProyecto de Curso
Palabras Clavediseño efímero, afiche, política
Período2015-2015
AsignaturaPresentación 3° DG 2015,
CarrerasDiseño Gráfico"Diseño Gráfico" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
Alumno(s)Consuelo Santis Escudero
ProfesorKatherine Exss

El afiche politico en Chile 1970-1980; la mano como elemento expresivo

Contexto histórico político chileno

Nacional Desarrollismo (1925 – 1973)

Con anterioridad a las elecciones presidenciales de 1952 ganadas por Carlos Ibáñez del Campo, el país se encontraba en un descontento político debido a la corrupción por parte de lo que podemos denominar como los gobiernos Radicales; Carlos Ibáñez aprovecha este descontento político presentándose a las elecciones de ese año con un programa que critica frontalmente a los partidos políticos de la época Ibáñez promete un gobierno fuerte y eficiente que elimine la corrupción y de nuevo impulso a la economía nacional. Esta propuesta alcanza gran aceptación entre la ciudadanía, eligiendo a Ibáñez Presidente de la República por el periodo 1952 a 1958. El llamado gobierno populista de Ibáñez se ve afectado por la falta de apoyo político partidario, al tiempo que fracasa en el ámbito económico. Esto lleva a que su periodo presidencial acaba sumido en graves desórdenes y protestas callejeras.

En las elecciones presidenciales la ciudadanía se vuelca hacia la candidatura de Jorge Alessandri Rodríguez, un independiente de derecha, ingeniero de profesión ajeno a los partidos políticos, quien propone un gobierno de especialistas y técnicos, “el gobierno de los gerentes”.

Las políticas de estado de Alessandri van en son de trabajar en un crecimiento del país, sin embargo las políticas aplicadas carecen en son de solucionar problemas graves que aquejan a la ciudadanía chilena. Esto lleva a la ciudadanía a concebir los cambios políticos, económicos y sociales desde visiones globales. Estas visiones ideológicas de cambio estructural aspiran a dar soluciones a los problemas nacionales a través de proyectos políticos totalizadores, hecho que contribuye a debilitar el juego político imperante hasta entonces, fundado en la negociación, el compromiso y el acuerdo y que tiene como espacio privilegiado al Congreso.

En vista de ello, en 1964 es elegido Presidente de la República Eduardo Frei Montalva, “Revolución en libertad”, programa de reformas estructurales una opción alternativa al programa revolucionario de la izquierda chilena, que plantea superar el Estado burgués por uno popular revolucionario.

A pesar de las importantes reformas impulsadas por la administración demócrata cristiana, hacia el fin de su gobierno la población respalda el programa de la Unidad Popular, alianza de los partidos de izquierda chilenos que encabeza el socialista Salvador Allende, quien es elegido Presidente de la República para el periodo que corre entre 1970 y 1976. Allende y la Unidad Popular levantan un proyecto político de carácter socialista, que significa profundas transformaciones en la estructura económica y en la propiedad de los medios de producción y de la banca. Estas iniciativas son muy resistidas por los sectores conservadores de la sociedad chilena, los que sumados a la oposición de los sectores medios agrupados en la Democracia Cristiana y a las divisiones al interior de la propia izquierda, desembocan en una lógica de confrontación política aguda.

Los intentos de una salida política fracasan y el día 22 de agosto de 1973 el Congreso Nacional, dominado por la oposición, declara el quebrantamiento institucional y legal de la República. En esas circunstancias, el día 11 de septiembre de 1973 las Fuerzas Armadas y de Orden ejecutan un golpe de Estado que provoca la muerte del Presidente Allende, el cierre del Congreso Nacional y la toma del poder por una Junta Militar.

El Régimen Militar (1973 – 1990)

Derrocado el gobierno democrático en septiembre de 1973, la Junta Militar de Gobierno toma el poder público, clausura el Congreso Nacional, declaró en receso a los partidos políticos e instaura el Estado de Sitio en todo el país. Esta situación permite que se perpetran serios abusos y atropellos a los Derechos Humanos.

Miles de ciudadanos son detenidos, se producen allanamientos masivos, hay torturas, asesinatos y desapariciones de personas, los que afectan principalmente a los militantes y simpatizantes de la depuesta Unidad Popular. Esto provoca que un número considerable de chilenos se refugie en embajadas extranjeras o salga del país, produciéndose un masivo exilio de compatriotas.

Con el gobierno militar instaurado tras el golpe de Estado es posible distinguir dos etapas. Una primera, desde el 11 de septiembre de 1973 hasta el 11 de marzo de 1981, fecha en que entra en vigor la Constitución de 1980, y una segunda, desde el 11 de marzo de 1973 hasta el 11 de marzo de 1990, con la restauración de la democracia.

Durante el primer periodo se produce la represión política más dura, de manos de la DINA. Así mismo, es la etapa en la cual el general Pinochet va consolidando su poder por sobre los demás miembros de la Junta Militar, asumiendo de manera consecutiva los cargos de “Jefe Supremo de la Nación”, “Presidente de la República” y “Capitán General”, al tiempo que conserva el cargo de comandante en jefe del ejército. A su vez, la Junta Militar reemplaza al Congreso en el ejercicio de la función legislativa, quedando investida de los poderes Legislativo y Constituyente, potestad que ejerce mediante la dictación de Decretos Leyes.

La segunda etapa del gobierno militar abarca desde 11 de marzo de 1981 hasta el 11 de marzo de 1990. Este periodo se inicia con la entrada en vigor de la Constitución de 1980. Esta Carta Fundamental es la herramienta política de institucionalización del régimen. En ella se establece un régimen presidencialista marcadamente autoritario, con una Presidencia de 8 años, un Congreso de poderes limitados y con un tercio de senadores designados y una serie de mecanismos institucionales que garantizan la influencia militar en los futuros gobiernos, complementados por numerosos artículos transitorios. Así mismo, contempla la elección de Pinochet en el cargo de Presidente de la República por ocho años más, al cabo del cual se realizaría un plebiscito para ratificar para un segundo mandato hasta el año 1997. Llamada a su aprobación mediante un plebiscito efectuado el 11 de septiembre de 1980, éste no cuenta con las garantías necesarias para sostener su legitimidad, en vista de la proscripción de la oposición, la censura de prensa y la inexistencia de registros electorales.

Entre 1983 y 1986 se suceden más de veinte jornadas de protesta, al tiempo que el Partido Comunista impulsa una política insurreccional que se traduce en el accionar de su brazo armado, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez. El fracaso de las protestas y de la lucha armada para derrocar al régimen provoca que la oposición, excepto el Partido Comunista y otros sectores de izquierda, acepte operar bajo la institucionalidad de la Constitución de 1980.

Esto significa participar en el plebiscito que la Carta estipula para el año 1988 y derrotar a Pinochet en las urnas. Agrupados en la denominada “Concertación de Partidos por el No” demócrata cristianos, socialistas, radicales, comunistas y sectores de derecha liberales se lanzan en una campaña que culmina el 5 de octubre de 1988 con la victoria de la opción “No” en el plebiscito con un 54% de los votos. Esto significa el llamado a elecciones presidenciales y parlamentarias para el año siguiente.

Es así que cuando nos referimos al afiche político en chile entre las décadas del 60 y 90 es posible establecer que el mayor auge de este instrumento de comunicación ocurre en momentos de crisis políticas; donde este hecho es corroborado a través de la historia por diferentes hechos puntuales como lo son las las propagandas políticas durante la Primera Guerra Mundial donde la utilización del papel de propaganda crea un juego claro dentro de la historia del Diseño Gráfico como disciplina misma, dentro de esta misma línea podemos encontrar el poder de la propaganda del Tercer Reich donde el uso de un logotipo es claro y conciso.

Es tras estas apreciaciones historias mundiales que podemos hablar que el afiche si ocurre en momentos de crisis políticas; donde en chile su mayor auge es entre la década de los 70 y 80 donde es posible hablar de dos periodos claros uno primero sobre el auge del afiche político en son de la Unión Popular y una segunda pero más disminuida etapa con el Exilio del Afiche, tras la irrupción de la democracia en el país.

La palabra impresa no puede ser leída, la radio puede cerrarse, a los mítines políticos no asistir, pero el cartel político no puede ser ignorado. Los ciegos los hospitalizados y los presos son los únicos que no toman contacto con el cartel[1]

EL AFICHE

Al hablar de afiche es posible encontrar desde su significado etimológico la presencia del afiche como como un papel pegado, traduciendo este concepto a través de la palabra que deriva del francés“affiche”, el cual, a su vez, emana de la palabra latina “affectum”, que puede traducirse como “pegado a” o “fijado”, es así cómo podemos establecer en una primera instancia el afiche como una como una hoja escrita o impresa aplicada en un muro, a un papel que tiene como finalidad comunicar algo de forma pública.

Savignac establece que la lectura del afiche debe ser de forma automática, instantánea, donde el hombre de la calle debe ser capaz de percibir lo que éste quiere decir en una fracción de segundos. Por tanto el afichista debe dibujar en grande: grande y con estilo, pero no llegar a ser vulgar. El afiche se establece ante nuestros ojos como una herramienta de comunicación directa para quien pase por su lado; de este modo es como podemos hablar del afiche como un “grito en la pared”.

Desde los comienzos y en son de que el objeto estudiado es capaz de comunicar algo inmediato es posible que hablemos que este medio de se tradujo con el paso del tiempo como la manifestación visual urbana, capaz de registrar y retratar a la sociedad en un tiempo constante, el afichista trabaja en son de lograr una armonía entre palabra-imagen, donde hay una trabajo en bipolaridad, además podemos hablar del rol cultural que suscitan sus obras, más allá de la función temporal del mensaje.

“El arte de dibujar para que las paredes pueden hablar, tiene un nombre preciso y un efecto preciso. Se llama cartel o afiche, una forma de expresión de expresión que cultivan esos artesanos de la imagen que regalan maravillas impresas en un papel . Con pocos elementos pueden construir un algo minúsculo y lo pequeño grandioso. Recreando fantasmas y monstruos, el afiche nos sorprende con la belleza de lo insólito.”[2]

Entonces podemos hablar de un nuevo momento en cuanto al que centrarnos en el estudio del afiche político este ya no visto entre en una época tan amplia 60-90, sino desde la década donde el afiche político en Chile cobra más relevancia y magnitud como propaganda y como medio de expresión entre 1970- y 1980 o desde una forma más clara la época pre y durante la erupción de la democracia del Estado Chileno.

El afiche político en Chile 1970-1980

Desde este nuevo punto de vista en cuanto a que momento de la historia abarcar el afiche político en chile es posible hablar de dos grandes momentos históricos pre y el durante de la erupción de la democracia del Estado Chileno.

Donde en modo de síntesis contextual historia podemos recalcar que durante la época de los 60 en Chile ocurrían cambios significativos en cuanto a la visión de una política de estado donde la sociedad chilena pasa de una sociedad rural a una sociedad con problemáticas de las grandes ciudades, donde el vivir en ciudades que no estaban preparadas para recibir la cantidad de habitantes de zonas rurales, generan aún más problemáticas en la ciudades chilenas en especial en Santiago donde la falta de lugares habitacionales hace proliferar los llamados cités y conventillos lugares donde no hay mayor seguridad y lugares de higiene para sus ocupantes, creando problemas dentro de la salubridad.

Es aquí donde los partidos de izquierda representados por Salvador Allende comienza a escalar y a ganar poder dentro de la política chilena, produciendo que el afiche político se sostenga de la mano de la Unión Popular, donde tras las elecciones presidenciales y el triunfo de Allende el afiche se desenvolviera dentro de la cultura chilena de la época como un pilar en cuanto a las luchas sociales.

La presencia de afiches utilizados como publicidad comercial indica en qué a medida una sociedad se define a sí misma como estable, en busca de un statu quo económico y social, mientras que la presencia de afiches políticos suele indicar que la sociedad se considera así misma en estado de emergencia.” Sontag, Susan; el afiche:publicidad, arte,instrumento político, mercancía”. En fundamentos del diseño gráfico. Buenos Aires, editorial Infinito, 2001 Cuando hablamos del afiche político la información que este nos trae con distintos iconos, símbolos y colores es clave, sin embargo qué pasa cuando separamos estos conceptos y realizamos una lectura individualizada con cada tipo, en especial la lectura de la mano dentro de la significación de la lucha, esta nueva lectura desde el primer periodo, el cual es posible llamar lucha por igualdad en democracia.

Primer periodo: Lucha por igualdad en democracia.

Cuando hablamos de este primer periodo es posible referirnos a la campaña política de Salvador Allende en las elecciones presidenciales en 1970 donde su frase propagandística característica “por ti venceremos” crea una nueva trascendencia en cuanto al uso de una fotografía del candidato a una campaña capaz de llegar a una mayor población por el uso de imágenes de la sociedad; es así como el periodo pre campaña de la unión popular se ve marcado por el uso de elementos distintivos como el llegar a algo más que la fotografía del candidato en cuestión.

"Venceremos, venceremos,

con Allende en septiembre a vencer.

Venceremos, venceremos,

¡la Unidad Popular al poder!"

(Himno Venceremos)

Tras el triunfo la situación de inestabilidad tanto política como económica que se sucede de inmediato al triunfo de Salvador Allende, no sucede solo desde el punto de los partidos de la oposición ( partidos de derecha), sino también por la intervención del gobierno norteamericano Donde los próximos hechos de violencia ocurridos en el país estarían marcados por el asesinato del Comandante del Ejército de Chile René Schneider a fines de octubre de 1970.

Por su parte la renovación del cartel político, social y cultural de la izquierda chilena, cuyos efectos se manifiestan en nuevas modalidades estilísticas y en la eficiencia de los mensajes, respondió a una variedad de causas internas y externas, creando una nueva línea temática en cuanto a los temas a tratar en el afiche.

-La Reforma Agraria

Llevada a cabo por el gobierno de Eduardo Frei Montalva entre los años 1964 y 1970. Se tradujo en la repartición de la tierra a los campesinos así como en la expropiación de los grandes latifundios que existían en el país. El inicio de esta reforma se produce a fines del gobierno de Jorge Alessandri presionado por la Alianza para el Progreso, organismo impulsado por el gobierno de John Kennedy en respuesta a los acontecimientos de la Revolución Cubana del año 1959. Fue un tipo de apoyo financiero a los países latinoamericanos y políticamente una estrategia de contención de avance de los grupos revolucionarios de izquierda. Muchos de ellos se adhirieron a la insurgencia popular a través de la creación de grupos guerrilleros, los más destacados «Los tupamaros» en Uruguay, «Los montoneros» en Argentina y el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), en Chile.

La Reforma Universitaria

Reforma que comienza comenzó simbólicamente a mediados del año 1967, cuando una de las principales casas de educación superior, la Universidad Católica fue tomada por estudiantes pidiendo una reestructuración, lo que llevó a que esta situación se replicara en la mayoría de los centros universitarios del país. Se tiene que resaltar que, consecuencia de una educación deficitaria, provocó que los jóvenes estudiantes y un grupo de profesores pidieran reformas a la universidad, exigiendo cambios en sus estatutos y una reestructuración que fuera acorde a una sociedad chilena que buscaba salir del subdesarrollo. Sin embargo la «Reforma Universitaria» estuvo en un constante proceso y nunca se pudo terminar, ya que los acontecimientos del golpe militar la abortaron. -El Congreso del Partido Socialista realizado en la ciudad de Chillan. Llevado a cabo en noviembre de 1967, declarará en el párrafo n°1: «El Partido Socialista, como organización marxista-leninista, plantea la toma del poder como objetivo estratégico a cumplir por esta generación, para instaurar un Estado Revolucionario que libere a Chile de la dependencia y del retraso económico y cultural e inicie la construcción del Socialismo». Esto traerá consecuencias en el mundo político local, ya que implicaba que por primera vez el partido definía que no había solo una manera de alcanzar el poder, la vía democrática, sino que cabía otra posibilidad la vía armada. Así el clima comenzó a predefinirse como beligerante.

La irrupción del mundo juvenil.

En Chile, en 1960, predominaba una población joven, el 38,5 % tenía menos de 15 años, así como también el aumento de la población urbana producto de migraciones del campo a la ciudad en búsqueda de mejores expectativas de vida. En 1970 llegó al 71,3 % en las ciudades y solo el 28,7% pertenecía al mundo rural, ello conllevó una serie de problemas urbanísticos, además se produjo un estancamiento de la economía y una alta inflación, trajo una gran frustración en una parte importante de la sociedad chilena que vivía la pobreza extrema. El segmento juvenil comenzó a tener visibilidad pública por sus cambios sociales y culturales, desde la adopción de modos de vestir que poco se correspondía con una sociedad chilena conservadora en ese aspecto, nuevos estilos musicales, algunos de ellos venidos del extranjero y otros nacidos al alero de la recuperación del folclore local y latinoamericano, una creciente participación en el mundo político y un acercamiento a las ideas pregonadas por los partidos socialista y comunista y algunos movimientos mas radicalizados de la izquierda.

En el campo cultural, una serie de hechos fueron dando cuenta de un cambio en la sociedad chilena:

La muerte de Violeta Parra en febrero de 1967.

La muerte del líder revolucionario Ernesto «Che» Guevara en octubre del mismo año. Su deceso en un enfrentamiento en la selva boliviana lo convertiría en héroe para la izquierda latinoamericana y mundial, también transformarse en una imagen recurrente para el cartel político.

Otro tema abordado desde la lucha cultural fue la asociación de lo nuestro, el sentido identitario latinoamericano, buscado en los albores de los nacientes estados en el siglo XIX y asociado al concepto de nación, idea que se ha mantenido en la polémica permanentemente hasta hoy.

Otro aspecto fueron las vinculaciones con la plástica local, en especial el grabado. Hubo influencias estéticas internas de algunos pintores que también practicaron el arte de grabar, realizaron formas de expresión figurativa cercanas a un «expresionismo popular», es decir, la deformación de la figura humana, donde sus obras estaban pobladas de personajes del mundo social chileno como también referencias a héroes locales e internacionales. Cabe nombrar en especial a José Venturelli (1924-1988), autor de los grabados para la edición clandestina del «Canto General» (1950), del poeta Pablo Neruda; Pedro Lobos (1919-1968), profesor de dibujo en la Escuela de Artes y Oficios que le dio un tratamiento al cuerpo humano donde destacaba la exageración de la extremidades de sus personajes; Rafael Ampuero (1924-1984), también buscó lo mismo, dando cuenta de retratos de escenas costumbristas locales, Carlos Hermosilla (1905-1991), uno de los mas insignes grabadores chilenos mostró en especial la muchedumbre empobrecida, retratos de personajes del mundo cultural y político y Santos Chávez (1934-2001), presentando en sus obras un mundo onírico que aludía al paisaje y personajes de la zona de la Araucanía donde nació. De todos los artistas nombrados, varios de ellos formaron parte del PC chileno como otros cercanos al socialismo. Este tipo de referencias estilísticas, se pueden ubicar en especial en algunos carteles de la serie realizados por Waldo González y Mario Quiroz para la Polla Chilena de Beneficencia entre los años 1971 y septiembre de 1973.

El económico, bajo el lema del «anti imperialismo» pregonado por los partidos que se adhirieron a un pensamiento de izquierda, promoviendo por un lado la nacionalización del cobre que estaba en manos de empresas estadounidenses (Anaconda y Braden Cooper Company) y, por otro lado, la estatización de la industria y como se dijo antes la expropiación de los latifundios a través de la Reforma Agraria. Estos discursos fueron difundidos por el cartel, en especial la nacionalización del cobre, aprobada por el Congreso en pleno el día 11 de julio de 1971.

Este texto se presentó en forma de comunicación en el Congreso de la Design History Society [3]

Cuando hablamos de elementos de lucha dentro de periodo cuando asume Allende como presidente del Estado chileno, es posible hablar de una replicón del uso de la mano dentro de los afiches políticos, donde es posible distinguir la mano como un elemento de colectividad entre la ciudadanía y además un elemento representativo de la lucha entre.

Segundo periodo : Irrupción de la democracia

El 11 de septiembre de 1973, el gobierno del Presidente Salvador Allende es derrocado por un golpe de Estado dirigido por una Junta Militar del Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y los Carabineros de Chile.

Durante este tiempo el general del Ejército Augusto Pinochet asume el poder. La represión y la persecución militar contra los partidarios del régimen anterior, de los partidos de la izquierda y el movimiento popular comienza de inmediato.

Los primeros enfrentamientos armados entre Fuerzas Armadas y partidarios del gobierno de la Unidad Popular se producen en diversos puntos del país, en especial en los grandes centros urbanos. En Santiago, el Palacio Presidencial, en el cual se encuentran en ese momento el Presidente, Ministros y colaboradores fue rodeado y atacado por tropas del Ejército y unidades de tanques. Las Fuerzas Armadas exigen la rendición incondicional del gobierno del Presidente Allende y al no conseguir dichos objetivos La Moneda es bombardeada por aviones de la Fuerza Aérea.

Después del bombardeo y de la muerte del Presidente son detenidos los sobrevivientes. Algunos serán ejecutados en ese momento, otros pasarán a engrosar las listas de "detenidos no reconocidos" los que, con el correr del tiempo, serán conocidos como los “detenidos-desaparecidos".

Pasados algunos días, con el control político y militar absoluto de la situación, sin resistencia masiva y organizada se desencadenará una represión y persecución en contra del movimiento popular sin antecedentes previos en la historia de Chile. De inmediato, las nuevas autoridades toman medidas represivas para consolidar el golpe de Estado y legitimarse en el poder.

El mismo día de la instauración del régimen militar se estableció un fuerte dispositivo represivo que significó la negación de los derechos civiles y políticos. Después de la clausura del Congreso Nacional, se decretó el Estado de Sitio, Estado de guerra interno, prohibición del derecho de reunión y organización. Las nuevas autoridades desconocieron la legitimidad de las instituciones democráticas y la sociedad fue conducida con lógica militar. Con la justificación del "enemigo interno" se cometen actos propios de las experiencias fascistas europeas: campos de detenidos, muertes, ley de fuga, torturas, allanamientos a domicilios y poblaciones, ejecuciones extrajudiciales, desaparecidos.[4]

Cuando hablamos de este segundo periodo es posible hablar de dos hechos cuando hablamos de afiche, si por un lado es posible establecer que hay un afiche político este es desde el exilio de los artistas nacionales, mientras que en el país ocurre una suerte de movimiento panfletista, dentro de este contexto el diccionario de la Lengua de la Real Academia Española define al panfleto como un libelo difamatorio o una obra literaria, de poca extensión, de carácter agresivo.

Es este último concepto carácter agresivo que nos evidencia el rol del panfleto durante esta época como una herramienta propagandística, el panfleto, a lo largo de la historia, ha adoptado diversas formas y ha jugado un papel relevante, sobre todo en circunstancias en que los medios de comunicación tradicionales han estado bajo el estricto control de unos pocos.

El volante con propaganda política irrumpió con fuerza junto con las primeras protestas masivas en contra de la dictadura y de ahí en adelante se transformó en un arma que fue profusamente utilizada tanto por la oposición como por el pinochetismo.[5]

Es de esta forma hay un momento de la historia donde el poder de la palabra desea estar por sobre la normativa establecida donde la lucha por ser escuchados es más fuerte que las disposiciones legales establecidas en el país en la época, la censura era clara, las calles tapizadas en panfletos eran quienes retratan sin un autor acerca de las tensiones existentes en el país además de la sistemática violación a los derechos humanos.

El Decreto Ley Nº 1009 del 5 de mayo de 1975, referido a delitos contra la seguridad nacional, indicaba: "...se presumirá autor de propaganda de doctrinas o de propagar o divulgar noticias o informaciones que las leyes describen como delito al que sea sorprendido portando volantes, panfletos o folletos que sirvan para su difusión”.

Formalmente, estos papeles propagandísticos adoptaron diversas apariencias y fueron confeccionados con distintas técnicas, pero siempre respetaron las características de un mensaje tan conciso como comprensivo, tan provocativo como exacto. Para conseguir este efecto se utilizó desde la proclama y el eslogan hasta la caricatura. Y así como existe diversidad en lo formal, también aquellos que utilizaron el panfleto abarcaron el más amplio espectro, yendo desde los grupos ultra hasta los movimientos estudiantiles, de los partidos políticos a las mujeres.[6]

Como hemos establecido si desde el país la propaganda política surgía a modo de panfletos en el exterior es posible seguir hablando del afiche, pero ahora desde un nuevo tema central marcado por un mensaje gráfico y textual basado en la defensa de los derechos humanos, en todas sus dimensiones pero como eje central el exilio social, sin embargo se continúa usando una misma línea iconografía marcada en el primer movimiento de los afichistas junto a la Unión Popular.

Es mediante estos elementos de continuidad que se logra crear una articulación en cuanto a forma y concepción de los afiches como chilenos, pero fuera del país.

….los carteles del exilio expresaron la sensibilidad de la gente exiliada, y los diseñadores sufrieron y compartieron los mismos efectos que padecieron los demás chilenos obligados a vivir fuera de su país. El sentimiento de pérdida de la identidad, del que el diseño fue en parte un antídoto al mantener vigente el registro de los símbolos de continuidad ya señalados; el sentimiento de transitoriedad, la transculturación y el biculturalismo.[7]

La mano como elemento gráfico dentro del afiche político

La mano como elemento gráfico dentro del afiche político. Cuando hablamos del afiche político nos resalta la mano como elemento gráfico dentro de un expresionismo, esta sostiene un sentimiento, este puede ser variado al mirarlo como un elemento representativo es posible ver diferentes conceptos con la mano como aquella que da, pide, amiga y luchadora.

La mano habla por sí sola y es esto lo que los diseñadores gráficos y afichistas en general utilizan en parte de los afiches políticos en época de armonía democrática; en este sentido la necesidad de encontrar una validación acerca de como la mano es entendida en el mundo del diseño gráfico es necesario por un lado estudiar la mano como un elemento lógico es por esto que la creación de un “catalogo” cobra sentido.

La mano

Una mano no se refiere únicamente a un cuerpo , sino que expresa y es continuación de un pensamiento es preciso comprender y traducir. [8]

La mano es posible establecerla desde un sin fin de puntos de vistas al momento de desear definirla por si misma y desde un mundo biológico es posible hablar de mano cuando hablamos de la parte del cuerpo humano que va desde la muñeca hasta la punta de los dedos; sin embargo como ya hemos establecido esta es una concepción biologica, pero que pasa al momento de desear visualizar la mano como un elemento de significado por si mismo.

La mano es la ventana a la mente. [9]

Al momento de pensar la mano como un elemento con múltiples significados, es posible apreciar que la idea de una variedad de significados crea a su ves una disyuntiva en cuanto a como estos se oponen entre si, la mano puede ser armónica como asesina, también es posible establecer a modo de ejemplo la visualización de la mano derecha como la limpia y la izquierda como la sucia.

Si durante el primer momento es posible apreciar una primera categorización donde la mano en son de lucha y puño crean un referente de importancia, durante el segundo periodo es notorio una masificación de la idea de la mano de puño está utilizada en el afiche de exilio.

La mano en son de lucha. La mano en son de liberación. La mano representante de la unión. La mano artista. La mano en puño. La mano de unión. La mano en lucha compartida.

Entonces este Segundo periodo: irrupción de la democracia, es posible establecer una masificación de la mano en puño como la representación de la lucha para poder combatir la represión política.

La mano en representación de lucha es visible en el total del catálogo de afiches seleccionados es posible establecer que la relación del puño y la bandera de Chile, cabe recordar que esta relación es en base desde una relación del exterior con Chile, y no como un elemento influyente en nuestro país.


Porcentajes de lectura en bloque, elementos tipográficos y gráficos.

Es tras el momento posterior al de catalogar la implicancia de la mano dentro del afiche, que nace el cuestionamiento acerca de cuáles son los porcentajes de lectura en bloque cuando nos referimos a los elementos tipográficos, como los elementos gráficos, la mano, sin embargo es aquí donde al referirnos a porcentaje no viene a ser en base a elementos matemáticos sino de lectura en bloque de información, es decir el afiche va a ser el bloque total de lectura, mientras que tanto los elementos tipográficos como gráficos actuarán como bloques de lecturas inferiores.

En este sentido de distinguir conceptos mediante bloques de lectura es posible crear una relación directa a cuando hablamos directamente con la lectura de elementos tipográficos, lectura de textos netos, en este sentido la Lectura Dinámica parte de la idea que la mente es capaz de interpretar detalles de lo que la vista abarca en cada movimiento ocular, esto dándonos la capacidad de asimilar bloques completos de palabras cada vez que nuestros ojos se mueven sobre un texto; es esto lo que va a incrementar la velocidad de lectura y compresión.

Es así que cuando hablamos de una lectura por bloques de información podemos hablar de que un afiche en cuanto más tenga marcados estos sin caer en la separación de las partes más rápida será su lectura y comprensión. En este sentido es posible establecer un afiche bien construido cuando ambas partes se pueden leer por separado, pero a la vez como un total.

Catálogo general

Es dentro de este momento que cabe señalar que la selección de afiches tiene una directa relación por los afiches tomados por el libro de Mauricio Vico y Mario Osses, Un grito en la pared, publicado por la editorial Ocho libros en el 2009, y el catálogo online perteneciente al Congreso Nacional. De esta forma podemos establecer un contexto y una ubicación de años real en cuanto a la información a tratar. De este modo los afiches tratados son en referencia a cómo la mano trasciende sobre las manos como un elemento gráfico dentro del objeto efímero.

Cuando nos referimos a la construcción de un catalogo catalogo general marcado en los dos tipos de análisis existentes dentro del proceso de investigación, es posible encontrar un primer momento donde hay una directa relación de el afiche mismo y la categorización de la mano dentro de éste, posteriormente es posible encontrar un momento de estudio relacionado con la lectura en bloque del afiche y su porcentaje de diagramación dentro del mismo.

Es así que podemos hablar de la existencia de la mano en son de lucha, La mano en son de liberación, la mano representante de la unión, a mano artista, a mano en puño, la mano de unión, la mano en lucha compartida, donde el segundo periodo está marcado por la mano en puño en son de lucha.

OBSERVACIONES

Al momento de hablar de este momento de análisis del afiche político en Chile y la mano como un elemento gráfico del mismo es posible establecer que la mano recae en su significación inicial y mencionada por Balzac, donde la mano permite ir más allá de la expresión del cuerpo, siendo capaz de mostrar el pensamiento y pudiendo dar pie a compresión del gesto. Es de este modo que podemos hablar que en el afiche político la mano es capaz de decirnos un todo, todo referido a la idea del afiche como un medio de expresión y de información instantáneo, donde la imagen está por sobre del texto.

Es decir que como primer momento de lectura podemos establecer que el afiche nos dice algo más allá del mismo bloque tipográfico donde la mano es el modo de entrada a una lectura de expresión y opinión del autor, es así que es posible establecer que el caso del afiche político y en sí la época misma estudiada es necesario hablar de un afiche subjetivo en cuanto a su construcción, donde es el mismo sentimiento político del afichista lo que hace que haya un sentido constructivo y una fuerza dentro del mismo.

Es por esto que al momento de realizar la clasificación de las diferentes manos fue posible realizar esto en base a interpretaciones personales del mismo gesto.

Esta categorización marcada por el lo que anteriormente llamamos como la mano en son de lucha, es mediante esta significación del gesto que podemos crear una una lectura continua cuando hablamos del Segundo periodo de estudio, refiriéndonos a la irrupción de la democracia en el país. Como ya hemos establecido cuando hablamos de una línea continua de información en el segundo periodo es necesario volver a recalcar que hablamos de la mano son de lucha y en son de libertad como la mano marcada por el puño.

Mientras que en un primer momento el hablar de elementos que podemos llamar como subjetivos crean un juego de construcción y significación del afiche, es posible encontrar una realidad de lo objetivo cuando hablamos de la relación de los elementos gráficos y tipográficos dentro del afiche, donde el porcentaje de tamaño de los elementos es diferente y crea un juego constructivo significante, además del hecho de la existencia de una lectura en bloques de ambos tipos de imagen informativa ( texto-imagen), sin embargo esta lectura en bloque crea elementos de disconcordancia en algunos casos donde el juego de aunque exista una lectura total en bloques es posible encontrar casos donde estos bloques no trabajan como uno y trabajan como elementos separados de información.

De esta forma es posible establecer que el afiche político en Chile durante la época de la Unión popular y el posterior quiebre de la democracia, se encuentra marcado por la construcción del afiche desde elementos subjetivos e ideales personales, mientras que la representación de estos está establecida entre la dualidad de la significación del gesto contra el uso del mismo dentro de la época social - política en la que se encuentra el país, de este modo hay una relación concisa con el argumento con el cual se presenta el afiche según Susan Sontag, donde se establece que el afiche político suele estar marcado por las problemáticas sociales, mientras que los afiches utilizados por la publicidad comercial están marcados en su uso cuando la sociedad se define a sí mismas como estable.


  1. Ibid.
  2. Una celebración de la lectura local, Oscar Ríos Carrasco, WALDO GONZÁLES OBRA GRÁFICA
  3. Design Activism and Social Change», celebrado en Barcelona en septiembre de 2011. Puede encontrarse una versión con notas y una bibliografía más extensa en Historia del Disseny
  4. Cuadernos de Historia Popular, Nº11 p.3
  5. Panfletos del período de la dictadura militar (1973-1988) http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3641.html
  6. Panfletos del período de la dictadura militar (1973-1988) http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3641.html
  7. Juan Carlos Carrasco, Juntos lograremos amanecer, en Escritos sobre el exilio y retorno 1978-1984, Santiago Chile, 1984, FASIC.
  8. Honoré Balzac
  9. Immanuel Kant

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