Diferencia entre revisiones de «El "no" Dialogo»

De Casiopea
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"nadie conoce pero que todos comprendemos"
1. "nadie conoce pero que todos comprendemos"


1.    El concepto de comunicación no-verbal ha fascinado, durante siglos, a los no científicos. Escultores y pintores siempre tuvieron conciencia de cuánto puede lograrse con un gesto o una pose especial; y la mímica es esencial en la carrera de un actor. El novelista que describe la forma, en que el protagonista "aplastó con rabia el cigarrillo" o "se rascó la nariz, pensativamente" está penetrando en el terreno de la comunicación no-verbal. También los psiquiatras son agudos observadores que analizan los gestos de sus pacientes y hacen una práctica constante estudiando e interpretándolos.
El concepto de comunicación no-verbal ha fascinado, durante siglos, a los no científicos. Escultores y pintores siempre tuvieron conciencia de cuánto puede lograrse con un gesto o una pose especial; y la mímica es esencial en la carrera de un actor. El novelista que describe la forma, en que el protagonista "aplastó con rabia el cigarrillo" o "se rascó la nariz, pensativamente" está penetrando en el terreno de la comunicación no-verbal. También los psiquiatras son agudos observadores que analizan los gestos de sus pacientes y hacen una práctica constante estudiando e interpretándolos.
Pero sólo a comienzos de este siglo se inició una verdadera investigación acerca de la comunicación no-verbal. Desde 1914 hasta 1940 hubo un considerable interés acerca de cómo se comunica la gente por las expresiones del rostro. Los psicólogos realizaron docenas de experimentos, pero los resultados fueron desalentadores, hasta tal punto, que llegaron a la notable conclusión de que el rostro no expresa las emociones de manera segura e infalible.
Pero sólo a comienzos de este siglo se inició una verdadera investigación acerca de la comunicación no-verbal. Desde 1914 hasta 1940 hubo un considerable interés acerca de cómo se comunica la gente por las expresiones del rostro. Los psicólogos realizaron docenas de experimentos, pero los resultados fueron desalentadores, hasta tal punto, que llegaron a la notable conclusión de que el rostro no expresa las emociones de manera segura e infalible.
Durante el mismo período, los antropólogos señalaron que los movimientos corporales no eran fortuitos, sino que se aprendían de igual manera que el lenguaje. Edward Salir escribió: "Respondemos a los gestos con especial viveza y podríamos decir que lo hacemos de acuerdo a un código que no está escrito en ninguna parte, que nadie conoce pero que todos comprendemos. Pero los antropólogos, en su mayoría, no se han esforzado para tratar de descifrar este código. Sólo en la década del cincuenta un puñado de hombres —entre ellos Ray L. Birdwhistell, Albert E. Scheflen, Edward T. Hall, Erving Goffman y Paul Ekman— enfocaron el tema de manera sistemática. Aun después de esto, la investigación de la comunicación fue una especialidad esotérica. Los investigadores que se ocupaban del tema eran individualistas y trabajaban por separado. También tenían un cierto grado de audacia, ya que la especialidad era considerada pseudo-científica. Uno de ellos dijo al respecto: "En un tiempo, todos nos conocíamos, éramos un clan. Cuando dábamos conferencias a grupos de profesionales, con frecuencia nos recibían con una especie de curiosidad y rechazo."
Durante el mismo período, los antropólogos señalaron que los movimientos corporales no eran fortuitos, sino que se aprendían de igual manera que el lenguaje. Edward Salir escribió: "Respondemos a los gestos con especial viveza y podríamos decir que lo hacemos de acuerdo a un código que no está escrito en ninguna parte, que nadie conoce pero que todos comprendemos. Pero los antropólogos, en su mayoría, no se han esforzado para tratar de descifrar este código. Sólo en la década del cincuenta un puñado de hombres —entre ellos Ray L. Birdwhistell, Albert E. Scheflen, Edward T. Hall, Erving Goffman y Paul Ekman— enfocaron el tema de manera sistemática. Aun después de esto, la investigación de la comunicación fue una especialidad esotérica. Los investigadores que se ocupaban del tema eran individualistas y trabajaban por separado. También tenían un cierto grado de audacia, ya que la especialidad era considerada pseudo-científica. Uno de ellos dijo al respecto: "En un tiempo, todos nos conocíamos, éramos un clan. Cuando dábamos conferencias a grupos de profesionales, con frecuencia nos recibían con una especie de curiosidad y rechazo."
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<i>Flora Davis. La ciencia incipiente. El Lenguaje de los gestos.<br>
<i>Flora Davis. La ciencia incipiente. El Lenguaje de los gestos.<br>
2.”tipología”
El Animal laborans, como la propia expresión da a entender, es el ser humano asimilable a una bestia de carga, un siervo condenado a la rutina. Arendt enriquece esta imagen suponiendo a este siervo absorbido en una tarea que deja el mundo fuera, estado muy bien ejemplificado en la sensación de Oppenheimer de que la bomba atómica era un problema «tentador», o la obsesión de Eichmann por asegurar la eficiencia de las cámaras de gas. Con tal de lograrlo, ninguna otra cosa importa: para el Animal laborans el trabajo es un fin en sí mismo.
Por el contrario, Homo faber es para Arendt la imagen de hombres y mujeres que hacen otra clase de trabajo, que producen una vida en común. Una vez más, Arendt enriquece una idea heredada. La etiqueta latina Homo faber no significa otra cosa que  «hombre en cuanto productor». La frase aparece en los escritos renacentistas sobre filosofía y en las artes; dos generaciones antes que Arendt, Henri Bergson la había aplicado a la psicología; ella la aplica a la política, y de un modo especial. Homo faber es el juez del trabajo y la práctica materiales; no el colega del Animal laborans, sino su superior. A juicio de Arendt, nosotros, los seres humanos, vivimos en dos dimensiones.
En una hacemos cosas; en esta condición somos amorales, estamos absortos en una tarea. También anida en nosotros otro modo de vida superior; en él detenemos la producción y comenzamos a analizar y juzgar juntos. Mientras que para el Animal laborans sólo existe la pregunta «¿cómo?», el Homo faber pregunta «¿por qué?».
Esta división me parece falsa, porque menosprecia a la persona práctica volcada en su trabajo. El animal humano que es el Animal laborans tiene capacidad de pensar, el productor mantiene discusiones mentales con los materiales mucho más que con otras personas; pero no cabe duda de que las personas que trabajan juntas hablan entre sí sobre lo que hacen. Para Arendt, la mente entra en funcionamiento una vez terminado el trabajo. Más equilibrada es la versión según la cual en el proceso de producción están integrados el pensar y el sentir.
Lo interesante de esta observación, tal vez demasiado evidente, reside en su relación con la caja de Pandora. Dejar que la «gente reconozca el problema» una vez terminado el trabajo significa confrontar a las personas con hechos habitualmente irreversibles en la práctica. El compromiso debe comenzar antes y requiere una comprensión mayor, más elaborada, del proceso por el cual se pasa mientras se producen cosas, un compromiso más materialista que el de pensadores como Arendt. Para tratar con Pandora es preciso un materialismo cultural más rotundo.”
<i>Richard Sennett. (marzo 2009). El artesano. Barcelona, España:Anagrama. <br>
3.”Expertos”
Los artesanos expertos trabajan sus materiales con sus instrumentos, de mismo modo que los músicos se relacionan con los suyos. El pintor o escultor, ebanista o el músico, sienten que sus herramientas e instrumentos forman parte de su cuerpo. Dicho de otro modo, los artesanos no actúan como si usaran herramientas, sino como si manipularan directamente los objetos de interés: la pintura al lienzo, el material esculpido, la madera o los sonidos musicales. El tacto del material ofrece retroalimentación a la persona: liso y resonante aquí, desigual o áspero allí. La interacción, cuando se da, es positiva, agradable y eficaz.
<i>Donald A. Norman. (Mayo 2010). Hacia una relación simbiótica natural. En El Diseño De Los Objetos Del Futuro(pag.29). Barcelona, España: Paidós. <br>
4.”Simbiosis”
la simbiosis, en el sentido que le dio Licklider hace medio siglo, es la unión o la fusión de dos componentes, una persona y una máquina, una fusión fluida y fructífera, una colaboración cuto resultado supera lo que una y otra pueden hacer por su solas. Debemos entender cuál es la mejor manera de lograr esta interacción de hacerla tan natural que, en general, la formación y la habilidad no sean necesarias.
<i>Donald A. Norman. Una advertencia.  El diseño de los objetos del futuro(pag.32). Barcelona, España: Paidós. <br>
5.”Creación”
…A la idea romántica de que la locura favorece la creación se le suele oponer la idea de que los trastornos mentales la imposibilitan. A la experiencia clínica de que el arte cumple una función terapéutica se le puede oponer la idea de que la creación puede enfermar, enloquecer y aun matar. El concepto metapsicológico de que el arte es un producto singular de la sublimación de las pulsiones y de la idealización de objeto decio ser confrontado, después de “mas alla del principio de placer, con la idea de que es el trauma, la pulsión de muerte, el corte en la organización simbolica lo que despierta la fantasmagorizacion artística y el deseo consciente de adquirir la técnica adecuada para darle figuración a lo mas inaccesible de la vida onírica.
<i>Eugenio López de Gomara María Cristina Melgar Roberto Doria Medina Eguía. (2000). Arte y Locura. España: Lumen. <br>
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Revisión del 18:25 19 abr 2016



TítuloInteración
AsignaturaMódulo Investigación T1 2016
Del CursoMódulo Investigación T1 2016
CarrerasDiseño, Diseño Industrial"Diseño Industrial" is not in the list (Arquitectura, Diseño, Magíster, Otra) of allowed values for the "Carreras Relacionadas" property.
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Alumno(s)Ariel Carrasco