EAD 3212-01. Poética General. Mabel Núñez. Tarea 2

De Casiopea
Revisión del 14:25 24 may 2021 de Mabel (discusión | contribs.) (→‎Hallazgo ajeno a los descubrimientos)
(difs.) ← Revisión anterior | Revisión actual (difs.) | Revisión siguiente → (difs.)



TítuloEAD 3212-01. Poética General. Mabel Núñez. Tarea 02
AsignaturaPoética General
Del CursoPoética General 2021 S1
CarrerasDiseño, Magíster
2
Alumno(s)Mabel Núñez

El descubrimiento es mapeable, el hallazgo es poético

Actualmente, Chile cuenta con diez reservas de biósfera que abarcan cerca 11,4 millones de hectáreas, de las cuales cerca de 3 millones corresponden a áreas marinas, donde “las reservas de la biosfera no son áreas protegidas en el sentido tradicional del término, sino que tienen como objetivo el conciliar la conservación de la diversidad biológica, la búsqueda de un desarrollo socioeconómico y el mantenimiento de los valores culturales asociados.” (Reservas de la Biosfera La Campana Peñuelas, s.f)[1], Sin embargo, las personas que habitan en ellas realizan diversas actividades económicas y sociales que pueden tener un impacto negativo en la conservación de la biodiversidad, lo cual se puede ver reflejado en los conflictos y problemas ambientales que van surgiendo a lo largo de las regiones; por tanto nuestro proyecto de título quiere develar estas complejas interrelaciones que se dan dentro de estos territorios, enfocándonos principalmente en la Reserva de Biosfera de La Campana – Peñuelas. Por tanto, nos preguntamos ¿Cómo es que surge el mapa de estas interrelaciones? ¿Es posible rescatar la memoria histórica por medio del mapa?


Para adentrarnos en esta pregunta podemos decir que el mapa es el resultado de un proceso cartográfico, es decir el “arte y técnica que con ayuda de las ciencias geográficas y de sus afines, tienen por objetivo el levantamiento, la reproducción y la publicación de un mapa”[2], donde tratamos de unir esta disciplina con el diseño, por medio de este “gráfico” o “graphein” (describir, escribir, dibujar, grabar) que comparten, un elemento importante, sobretodo si miramos los mapas medievales, los cuales contienen una gran cantidad de “iconos” (ciudades, monstruos marinos, fauna o grupos raciales que habitan distintas regiones del mundo), esto les otorga un carácter enciclopédico, ya que no solo muestran el territorio de manera física, sino que también son soportes de lo que se plasma en la historia, la religión, el mundo natural, lo político o cultural; esto ya nos da pistas sobre cómo ir descubriendo este mapear de interrelaciones. Sin embargo, planteando este proyecto desde el punto de vista de la e[ad], Escuela de Arquitectura y Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; donde nos plantean que la condición humana es poética, es aquí donde la extensión americana queda abierta ante nosotros, donde nos preguntamos por el ser americano, lo cual puede distinguir nuestro proyecto de otros; y es por esto que tomamos como guía las primeras palabras del poema de amereida (Varios Autores, 1967):

¿no fue el hallazgo ajeno
  a los descubrimientos
  – oh marinos
sus pájaras salvajes
  el mar incierto
  las gentes desnudas entre sus dioses ! –
  porque el don para mostrarse
  equivoca la esperanza?

[3]

En este fragmento nos resuena en cómo el ser americano está presente en este desocultamiento, ya que en cierta medida lo americano ya está, lo que no tenemos es el camino para develarlo, así como Boris Ivelic (2005) nos dice que: “El mundo como naturaleza es inagotable. Al hombre le ha sido dado desocultar su misterio. Mientras exista el mundo es y será así, desde el origen mismo del hombre él ha sido un perpetuo desocultador.” [4] Ciertamente es que el “descubrimiento” de América cambió como se ve y como se entiende el mundo cartográficamente, “Al igual que las armas de fuego y los barcos de guerra, los mapas han sido armas del imperialismo. En la medida en que los mapas se usaron en la promoción colonial y se adueñaron de las tierras en papel, antes de ocuparlas efectivamente, los mapas anticiparon el imperio” (Harley, 2005) [5]El descubrimiento de América revolucionó las prácticas cartográficas y la forma de entender el mundo. En 1507 Martin Waldseemüller elaboró un nuevo mapamundi en el que introdujo a América, pero esta vez ya Jerusalén no aparecía en el centro como en los mapas T-O, sino que ahora era Europa.

Mapamundi T en O de San Isidoro
Universalis Cosmographia (1507). Martin Waldseemüller














¿Entonces no fue el mapa el que dibujó (invento) América?

“América la inventa Europa, pero no la inventa, como se suele decir, América irrumpe. Todos sabemos que Colón nunca vino a América y que murió seguro de haber llegado a las Indias, y todos sabemos que el primero que se dio cuenta que estaba frente a algo inédito fue Américo Vespucio, y que por eso nos llamamos América y no nos llamamos Colombia. América emerge como súbito presente, inesperado presente, gratuitamente, inesperadamente.” (Iommi, 1982) [6]

¿Qué pasa cuando ya no necesitamos los mapas como representaciones cartográficas del territorio?

Para responder a esta pregunta ampliamos el sentido de “mapa”, ya no es solo el trazado de fronteras territoriales, sino el distribuir espacialmente un conjunto de elementos, empezamos a comprender que los mapas, al igual que el arte, lejos de ser una ventana abierta al mundo no son más que una forma humana particular de ver el mundo (Harley, 2005).[7]Y Aunque los mapas atraviesan los principales procesos históricos, desde los tratados territoriales hasta los planos de las ciudades” (Harley, 2005)[8], estos siempre son algo más que simples representaciones espaciales, estos nos ofrecen señales para aquellos que se preocupan por lo desconocido: ofrecen hábiles representaciones del terreno, al tiempo que sirven de guía para futuros que siempre corren el peligro implícito de desviarse; es por esto que la pregunta por el ser americano está presente, la necesitamos para develar los orígenes los cuales pueden guiar el futuro, entonces si los mapas son dispositivos de orientación, estos nos obligan a avanzar, con ellos podemos buscar nuevos caminos. Nos pueden sostener y enmarcar en nuevos puntos de vista; hacen visible el camino, o al menos lo hacen imaginable. Los mapas apuntan a las relaciones, trazando líneas de conexión impulsadas por el mandato de reconfigurar las versiones actuales del futuro. O de anclar de nuevo el presente. (Baskin, 2021) [9] como por ejemplo el mapa de Joaquin Torres Garcia, donde el mapa hace visible lo invisible, hace inmediato, lo distante (Harvey, 2001)[10]y por cierto es que hay cierto desocultamiento en el hecho de hacer un mapa y/o un atlas.

La idea de que “nuestro norte es el Sur. No debe haber norte, para nosotros, sino por oposición a nuestro Sur. Por eso ahora ponemos el mapa al revés, y entonces ya tenemos justa idea de nuestra posición, y no como quieren en el resto del mundo. la punta de América, desde ahora, prolongandose, señala inistintentemente el Sur, nuestro norte” (Torres, 1943) [11] simplemente se hace presente en gracias al mapa. Al igual que amereida, que reúne el hallazgo de América y la aventura latina de Eneas escrita en la Eneida, epopeya de Virgilio; este encuentro con lo desconocido abre la posibilidad para comenzar a pensar el “nuevo mundo” como un presente, un regalo; donde la seña principal es la Cruz del Sur, una luz que remonta el horizonte y guía.

amereida p.35.

dice
me volví hacia la derecha y puse mente
  al otro polo y ví cuatro estrellas
  nunca vistas sino por la primera gente
  gozar parecía el cielo con sus llamas
  oh septentrional viudo sitio
  que privado estás de mirar a aquellas

[12]

ellas abren en su cruz
todos los puntos cardinales
el norte la designa sur
pero ella no es el sur
porque en este cielo americano
también sus luces equivocan la esperanza
– regalo o constelación
para encender de nuevo el mapa

[13]

¿no iluminan así las estrellas a los hombres
  y esclarecen
para que haya pueblo?
 
la travesía consigue su cielo
  como los ojos
 
su tierra así transida
  ¿no expondrá en la carne
un ritmo
  que mueva a lenguaje?
  porque sin lenguaje
  todas las rutas hacia nuestra intimidad
  aunque se adueñen
  deforman y engañan

[14]

Entonces lo que se quiere decir es que por medio de un lenguaje propio es que nos hallamos en este eterno desocultamiento, donde lo desconocido es el limite del presente pero es el inicio de la palabra poética. En palabras de Alberto Cruz (1972) : “Nos parece que la condición humana es poética, vale decir que por ella el hombre vive libremente y sin cesar en la vigilia y coraje de hacer un mundo. El coraje de la condición humana, al que también llamaremos virtud, surge necesariamente. Sus apariciones abren un campo del cual se configuran los oficios y las artes humanas”(Cruz, 1972) .[15] Por tanto si la condición humana es poética, y sus aspiraciones abren el campo donde se configuran los oficios y las artes humanas, entonces los mapas pensados desde esas perspectivas, nos ayudan a entender tanto nuestro entorno, como es el espacio más allá de nuestra percepción directa, de una manera distinta, donde el territorio (América) es visto como un presente, por tanto estos mapas influyen en nuestra forma de pensar sobre el mundo, y en nuestra forma de actuar dentro de él. Nos conectan con nuestro entorno. Es así que cada uno de nosotros es un cartógrafo, en el sentido de que todos hacemos mapas mentales y a veces, incluso tenemos que dibujar esos mapas a otras personas, con el fin de ayudar a explicar cómo encontrar un determinado lugar o determinada idea.

Para concluir podemos decir que la pregunta por el ser americano, es la pregunta por nuestro origen “porque tenemos una estructura, oscura aún, pero densa y propia, que se enraiza en la tradición de quienes nos dieron forma de América, que fueron los latinos, es decir, la herencia del imperio romano” (Iommi, 1982) [16] y que de cierta manera este argumento vive en algún lugar de la relación triádica de imagen, el cuerpo y el texto, donde los descubrimientos son mapeables pero los hallazgos poéticos, donde la memoria de la experiencia y del camino vivido, es red de interrelaciones que se busca mostrar, la realidad del presente, tanto del regalo como del aquí y ahora.

Referencias

  1. Reserva de la Biosfera La Campana Peñuelas. (s.f). ¿Qué es una Reserva de la Biósfera?. Reserva de la Biosfera La Campana Peñuelas. http://www.reservadelabiosfera.cl/cms/index.php/reserva-de-la-biosfera/que-es-una-reserva-de-la-biosfera
  2. Gutiérrez, Juan (2010). Cartografía Temática - Recopilación de Apuntes. http://www.cartomap.cl/utfsm/Cartograf%eda%20Tem%e1tica/CARTOGRAF%cdA%20TEM%c1TICA%2001%20INTRODUCCION.pdf
  3. Varios Autores. (1967). Amereida, Volumen Primero (Editorial). p. 3 https://wiki.ead.pucv.cl/images/a/a3/AME_1967_Amereida.pdf
  4. Ivelic, Boris (2005).Embarcación Amereida Y la épica de fundar el mar patagónico. Ediciones Universitarias de Valparaíso, 2005.
  5. Harley, J. B. 2005. La nueva naturaleza de los mapas. Ensayos sobre la historia de la cartografía.
  6. Iommi, Godofredo. (1982). Eneida-Amereida. https://wiki.ead.pucv.cl/Eneida-Amereida
  7. Harley, J. B. (2005). La nueva naturaleza de los mapas. Ensayos sobre la historia de la cartografía.
  8. Harley, J. B. 2005.La nueva naturaleza de los mapas. Ensayos sobre la historia de la cartografía.
  9. Baskin Coffey, Victoria (2021). Mapping the anthropocene: A letter to the human navigator. Feral Atlas. https://feralatlas.supdigital.org/index?text=victoria-baskin-coffey-mapping-the-anthropocene&ttype=essay&cd=true
  10. Harvey, Miles (2001). La Isla de los Mapas Perdidos. Debate, Madrid.
  11. Torres, Joaquín (1943). América Invertida. Joaquín Torres García. Obra viva.
  12. Varios Autores. (1967). Amereida, Volumen Primero (Editorial). p. 34 https://wiki.ead.pucv.cl/images/a/a3/AME_1967_Amereida.pdf
  13. Varios Autores. (1967). Amereida, Volumen Primero (Editorial). p. 37 https://wiki.ead.pucv.cl/images/a/a3/AME_1967_Amereida.pd
  14. Varios Autores. (1967). Amereida, Volumen Primero (Editorial). p. 45 https://wiki.ead.pucv.cl/images/a/a3/AME_1967_Amereida.pdf
  15. Cruz, Alberto. (1972). Fragmento de la clase de Amereida del 1972 en unos pizarrones manuscritos por Alberto.
  16. Iommi, Godofredo. (1982). Eneida-Amereida. https://wiki.ead.pucv.cl/Eneida-Amereida