EAD3212-01. Poética General. Layla Mella. Tarea 2

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TítuloEAD3212-01. Poética General. Layla Mella. Tarea 2
AsignaturaPoética General 2021 S1
Del CursoPoética General 2021 S1
CarrerasArquitectura
2
Alumno(s)Layla Rayen Mella Herrero

Aprender Expresando Identidad

Una mirada de las dinámicas pedagógicas en la escuela de Arquitectura y diseño de la Pucv

Este ensayo, se enmarca dentro de la Escuela de Arquitectura y Diseño de la PUCV, que se caracteriza por tener un enfoque bastante artístico en el modo de aprender basado en la observación. En esta Escuela, el método de enseñanza- aprendizaje se acerca muchas veces a unas prácticas propuestas por las escuelas libres. En este ensayo se recogen diferentes dinámicas en que se desenvuelven algunas asignaturas, (como talleres disciplinarios, cursos complementarios o el taller de Amereida) analizando cómo se ven inmersas las relaciones de jerarquía o paridad entre estudiantes y profesores, el dialogo o la participación en clases, la confianza, la Identidad, la libertad, y responsabilidad.

Dinámicas de encuentro en las aulas

Uno de los valores fundamentales de la Escuela de Arquitectura y Diseño (e[ad]) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV); es la cercanía y confianza que existe entre profesores y estudiantes, y es que la ruptura del modo tradicional de aprender arquitectura, fue planteada en primera instancia cuando los talleres universitarios donde se aprende Arquitectura; dejaron las aulas y salieron a la ciudad, planteando un nuevo modelo educativo, basado en ir al encuentro cuerpo a cuerpo de lo que se busca aprender. Esta experiencia contribuye al proceso de aprendizaje, en parte porque, a mi parecer y el de otros autores, este queda registrado más fuertemente en la memoria, al respecto Jhon Dewey dice que “el hacer es de tal naturaleza que demanda el pensar o la toma de conciencia de las conexiones; el aprendizaje es un resultado natural.” [1] Además implica una búsqueda de la identidad, buscamos, la identidad del lugar y la expresamos por medio del dibujo a mano de lo que se ve in situ.

En la mayoría de los talleres diciplinares y del oficio (de arquitectura y diseño) la dinámica de la clase se desarrolla desde la profunda participación del estudiante, quien trae los aprendizajes recogidos mediante la observación y el dibujo en la ciudad y por medio de la exposición oral y gráfica, los comparte en el aula ante sus compañeres y profesores. El profesor viene a cumplir un rol estimulante, que reúne lo expuesto por varios estudiantes, complementándolo con mayor información técnica respecto a su especialidad (Arquitecto o diseñador) y con ello, abriendo nuevas preguntas y estimulando el espíritu investigativo del estudiante, que luego de las clases, vuelve nuevamente a la ciudad en busca de respuestas mediante el croquis y la observación. Así, de este modo los talleres se desarrollan en un diálogo estudiante-profesor y aula-ciudad. Aquí la nutrición es mutua, y el taller se construye con el aporte de todos; en palabras de Paulo Freire: " El educador ya no es solo el que educa, sino que, en tanto educa, es educado a través del diálogo con el educando, quien, al ser educado, también educa. Así, ambos se transforman en sujetos del proceso que crecen juntos"(Freire, 1970, p.86) [2] Si bien, esta relación dialogante suele ocurrir en un grado importante dentro de los talleres de formación de la disciplina; no ocurre de tal modo en algunas asignaturas más teóricas que se enfocan en el manejo de programas computacionales o de fórmulas estructurales, matemáticas o parámetros específicos sobre el clima o los materiales, Así en los ramos más teóricos, quien guía el aprendizaje efectivamente es quien sabe más sobre el tema abordado, así la situación jerárquica se justifica y el ambiente se torna más una cátedra donde los estudiantes profundizan en los contenidos aprendidos en tareas asignadas por dichos profesores. El Taller de Amereida; asignatura en donde prácticamente se abordan los fundamentos de esta escuela, también se ha vuelto una cátedra, sin embargo, esta asignatura no aborda lo técnico ni una especialidad donde uno sabe más que el otro; más bien tiene el espíritu de re-cuestionarse la realidad de una forma poética, aptitud que todo ser humano puede alcanzar con la suficiente estimulación. En el Taller de Amereida, los profesores (poetas y arquitectos) exponen temas de valores fundamentales que enriquecen el alma humana, a través de la poesía e incluso la filosofía. Se cuestionan los orígenes de América, se traen al presente las ideas y la memoria de los profesores fundadores de esta escuela, se habla de la hospitalidad y de la capacidad de oír a otro, reflexionan incluso sobre la existencia misma de las cosas, del valor del presente, de la creatividad, de la integridad. Se habla del encuentro cultural entre mundos divergentes, y de la posibilidad de construir mundo, entre otras tantas.

Sin embargo, la participación del estudiantado es escasa, más allá de alguna pregunta que algún profesor hace a los estudiantes; pocas veces existe un diálogo integrado entre expositores y oyentes. Y de las veces en que la palabra se abre a la comunidad; el silencio y la timidez se hace eco entre las dunas de la Ciudad Abierta. Así, el taller de Amereida, en su afán de transmitir fundamentos, se ha transformado en una cátedra dogmática y jerárquica, donde lo que se dice está en una fuerte contradicción con el cómo se hace; pues, se habla del oír, y no se oye, se habla de que el taller lo hacemos tod@s y el rol activo permanece casi inamovible en el micrófono de quien expone oralmente ante el resto.

El grado de participación que pueda existir en un taller dice relación con el grado de confianza y de voluntad que se desarrolle entre las partes que lo componen (profesores/ estudiantes). Es responsabilidad, tanto del trabajo metodológico que hace el profesor, en cuanto, genera dinámicas que dan espacios para que los estudiantes compartan sus ideas, como de la respuesta de los estudiantes respecto a estas dinámicas, siendo capaces o no, de tomar las oportunidades de expresión para así construir en conjunto dinámicas de clase más libres. Respecto a ello el profesor Carlos Covarrubias en una clase de Amereida, señala la importancia de rescatar la "La Paridad que nos Reúne" como un modo de unir las jerarquías o roles académicos en una sola, como una relación paritaria entre quienes convergen en torno a lo que se aprende. (2018, Carlos Covarrubias). [3]. En palabras de Godofredo Iommi: “Acaso la hospitalidad no sea en su más aguda manifestación otra cosa que la capacidad de oír, de darle al otro el medio para ser oído. (…) en tanto que oír, no es escuchar estando ya decidido, sino dejar que el otro se entrometa en el propio discurso con decisión o escisión” [4] Y respecto a la poesía y a la Libertad, Alberto Cruz, en la Exposición 20 años Arquitectura UCV, 1972. Dice: "Nos parece que la condición humana es poética, vale decir que por ella el hombre vive libremente y sin cesar en la vigilia y coraje de hacer un mundo." [5]

Es decir, que a medida que, el taller de Amereida se abra al diálogo y se fomente la expresión poética de los estudiantes en el taller, se estará construyendo un modo de vivir la educación en Libertad, que vaya brindando las condiciones para el desarrollo humano.

Pero esto implica valentía y coraje pues implica un desapego del poder de la palabra, por parte de quien, hoy por hoy tiene la palabra, y sin ir más lejos la hace de la palabra, herramienta de su Arte, a través de la poesía (los poetas/profesores). Como también implica un coraje y una valentía por parte de quien, acostumbrado a oír sin hablar (rol del estudiante) ha olvidado como alzar su voz y pronunciarse en público para expresarse desde su propia identidad espontanea.

Conclusión

El Desafío de construir Mundo= Vuelvo a traer la cita anterior de Alberto Cruz; "Nos parece que la condición humana es poética, vale decir que por ella el hombre vive libremente y sin cesar en la vigilia y coraje de hacer un mundo." [6] Si la poesía es vínculo común e inherente a todos los seres humanos; a partir de este postulado, podemos decir que este coraje de “hacer mundo”, puede ser aplicado al modo de “hacer el mundo/ágora” donde convergen estudiante y profesores. Es decir, que bajo la lucidez de la vigilia y la voluntad; la construcción de un taller puede ser hecha por la participación todos. Con un equilibrio en la cuota de palabra entre estudiantes y profesores, donde la expresión oral de los estudiante aportaría al Taller de Amereida de una manera respetuosa con la Identidad del conjunto y de cada cual. Entonces una problemática que habría que seguir desarrollando entre profesores y estudiantes, es ¿Cómo el taller de Amereida, puede abrir instancias para oír y dar la palabra al estudiantado? Así, queda como desafío pedagógico y poético, generar el equilibrio en la palabra.

  1. Red de Profesionales de la Educación, Jon Dewey. Pegagogía.com. Recuperado de https://pedagogia.mx/john-dewey/
  2. Freire,Paulo.(1970). 'Pedagogía del oprimido'. Siglo veintiuno editores
  3. 2018, Carlos Covarrubias, Clase de Amereida. Ciudad Abierta. Refiriéndose al vínculo entre el profesores y estudiantes.
  4. Iommi, G. (1983) La Ciudad Abierta de la Utopía al Espejismo. Revista universitaria n°9 , PUCCH. Recuperado de https://wiki.ead.pucv.cl/De_la_Utop%C3%ADa_al_Espejismo
  5. Cruz, Alberto. (1972) 'Exposición 20 años Arquitectura'.
  6. Cruz, Alberto. (1972) 'Exposición 20 años Arquitectura'.