Diego Chocano EAD 4210-01. Tarea 1

De Casiopea



TítuloDiego Chocano EAD 4210-01. Tarea 1
AsignaturaSeminario de América
Del CursoSeminario de América 2020 2S
CarrerasMagíster
1
Alumno(s)Diego Chocano

La Hermenéutica: la palabra poética y el horizonte perpetuo, el “cada vez”, una y otra vez.

Para la lectura y entendimiento de esto que se podría llamar una discusión, antes es pertinente presentar su origen. Godofredo Iommi fue un poeta y profesor de la Escuela de Valparaíso, actual Escuela Arquitectura y Diseño. Una de sus clases, quizás la mas conocida y mas comentada, se titula “Hay que ser absolutamente moderno” (Iommi, G., 1979)[1], siendo esta la que origina el presente escrito; la cual se encuentra disponible para revisión en el Archivo Histórico José Vial Armstrong. Esta clase realizada en 1979 para el Taller de América, uno de los cursos impartidos en la Escuela de Valparaíso, forma parte de un cuadro de clases magistrales realizadas en continuo por diferentes profesores. Alberto Cruz, arquitecto y profesor de esta misma escuela, es otro de los expositores de este ciclo, y quien realizo la clase anterior a la de Godo, en un tono mas próximo al oficio de la arquitectura, que al de la poesía (Cruz, A., 1979)[2].

En ambas clases se toman partidas del poema de Rimbaud: Una Temporada en el Infierno; específicamente de la frase “Hay que ser absolutamente moderno” (Rimbaud, A., 1873)[3]; y la última clase ya mencionada de Alberto, toca además una frase de la Carta del Vidente, también de Rimbaud: “Yo es otro” (Je est un autre originalmente en francés) (Rimbaud, A., 1871/1995)[4], la cual trae a presencia dentro de su discurso. Estas clases exponen una nueva visión desde los oficios, hacia sí mismos, tomando partidas de las frases de Rimbaud, y prefigurando una suerte de manifiesto o principios para la actual Escuela de Arquitectura y Diseño, que se escuchan en el eco hasta la actualidad.

Si bien, el origen de estas exposiciones esta acentuado en la frase de Rimbaud y lo que se percibía del futuro próximo de aquel entonces –al presente de 1979 –, es posible distinguir la postura y los planteamientos de cada uno frente a esto. Los expositores, dentro de lo que les concierne en sus oficios, sostienen su discurso propio, con sus propios matices; y desde aquí, es que se abre el planteamiento central de la discusión. Entonces, luego de escuchar las exposiciones, es que se desprende para este escrito una idea, una visión que quizás sea la mas importante detrás de los discursos: la heredad de la palabra poética.

[1] La palabra poética: lenguaje y metalenguaje

Primero, la palabra poética. Definir o hacer alusión a lo que se entiende como palabra por si sola, quizás sea un excurso de esta discusión, por lo que no tiene sentido –al menos por ahora –, entrar en ello. Eso si, pareciera ser acertado traer lo que dice Godo sobre la palabra citando a Dante Alighieri:

“La esencia de la palabra no es decir lo que ya se sabe, la palabra dice lo que no se sabe. Y solo cuando la palabra dice lo que no se sabe, es esencialmente palabra. Cuando dice lo que se sabe, es conversación” (Iommi, 1979)[5].

Aquí, Godo se toma la libertad de no citar a Dante con toda precisión, sino que mas bien es una interpretación que al parecer infiere del análisis del texto original completo del poeta florentino (Alighieri, D., 1307/1919)[6]. Pues Dante, dice textualmente: “Porque las palabras están hechas para mostrar lo que no se sabe” (Alighieri, 1307/1919)[7]. Y nada mas, sin hacer referencia a lo demás. Con esto, se puede decir que “esencia” y “conversación” son conceptos que introduce Godo a la discusión.

Lo hacia con toda autoridad. Incluso validándose a si mismo, en este mismo hecho, indirectamente. Cuando Godo hace alusión a la exploración de la palabra en la que se la ha jugado la poesía de occidente, lo hace refiriéndose desde el origen griego de la palabra: “es un mito” (Iommi, 1979)[8]. Aquí, mito, de la palabra mythos, y esta del verbo meiein. Definiendo esta ultima como al contemplación –dicho de un modo reduccionista y brutal[9]–. Entonces, precisamente esa contemplación es la que, en palabras del mismo Godo, se a atendido la poseía –y el mismo –, por medio de la interpretación y el enriquecimiento, cada vez aun mas exploradas.

De esto último es lo que trata esta discusión. De la constante exploración, la interpretación y la reinterpretación de la palabra poética. De un modo tal, que pareciera que existe una constante conversación entre las partes, y que cada vez que se da –casi como un ciclo perpetuo –, aparece algo nuevo, o se le agrega algo, o se interpreta de un modo diferente; o se enriquece. Aquí, Godo podría decir que entonces no es una conversación, sino que es siempre palabra, según su interpretación de lo que dice Dante (Alighieri, 1307/1919)[10]–. Y con toda autoría, si la comprendemos como un dialogo de algo de lo que aun no sabemos que fue lo que precisamente se dijo, como palabra –poética –.

Ahora, ¿Por que la palabra poética? Godo es muy explicito al respecto en el discurso que da en 1982 la Sala de Música en Ciudad Abierta (Iommi, G., 1982)[11]. Comienza, primeramente desde algo que le dice Alberto: “la condición humana es la de la imposibilidad de repetir el nido” (Cruz, A., s.f.)[12]; para luego traer a presencia lo que denomina –ahora Godo –el “cada vez” (Iommi, 1982)[13]. El cada vez, en Godo, aparece como reinterpretación o re-contextualización de la frase de Alberto –de la imposibilidad de repetir, al cada vez como algo nuevo –, y además, solo surgente de la palabra poética; no de la palabra filosófica o la religiosa, porque estas son incomunicables como él define.

Pareciera con esto que, si la condición humana es la imposibilidad de repetir, y esta imposibilidad es solo por medio de la palabra poética, es que, entonces, poética es la condición humana –quizás también como otro modo de comprender las frases del poema de Hölderlin, aunque habría que hacer un reparo en que si habitar y condición con respecto al ser humano poseen algún vínculo[14]–.

Referencias

  1. Iommi, Godofredo (Profesor). (1979). Hay que ser absolutamente moderno [grabación de audio]. Recuperado desde https://soundcloud.com/archivo-jose-vial-a/sets/hay-que-ser-absolutamente.
  2. Cruz, Alberto (Profesor). (1979). Clase inicial [grabación de audio]. Recuperado desde https://soundcloud.com/archivo-jose-vial-a/sets/1979-clases-iniciales-clases-y.
  3. Rimbaud, Arthur. (1873). Une saison en enfer. Alliance typographique, Francia.
  4. Conjunto de dos cartas escritas por A. Rimbaud, en 1871, a Georges Izambard y Paul Demeny respectivamente, bajo el nombre en francés: Lettres du voyant (cartas del vidente). Disponibles en distintas colecciones poéticas del autor. Esta vez, en: Rimbaud, A. (1995). Iluminaciones (Trad. Juan Abeleira A.). Ediciones Hiperión. Madrid, España. (Trabajo original realizado en 1871).
  5. Ibid.
  6. Alighieri, Dante. (1919). El Convivio (Trad. C. Rivas Cherif). Tipografía Renovación: Madrid, España. (Trabajo original publicado en 1307). Disponible versión digital en http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-convivio--0/
  7. Ibid.
  8. Ibid.
  9. Aquí, Godo define el verbo meiein como el hecho de abrir y cerrar los ojos, al momento de mirar una fuente de luz; da a entender la relación del ojo que obliga a ver y la fuente luz potente que obliga a cerrar, como una “miranda parpadeante”. Y eso, para Godo, es la contemplación (Iommi, 1979).
  10. Ibid.
  11. El discurso es dado en una reunión en la Sala de Música de Ciudad Abierta, en Ritoque, (1982). Aquí Godo responde a varios expositores respecto al Foro Abierto de Arquitectura realizado el mismo año en el Museo Nacional de Bellas Artes, en Santiago, a propósito de la Exposición de los 30 años realizada por la Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV. Se encuentra disponible bajo el titulo de Por qué Rimbaud en https://soundcloud.com/archivo-jose-vial-a/sets/1982-ciudad-abierta-actos
  12. No hay exactitud, ni al parecer registro de ello, pero Godo hace alusión a esto en la reunión en Ciudad Abierta, con Alberto presente. Probablemente haya sido de un discurso de Alberto, bajo el mismo contexto de la Exposición de los 30 años en el Museo nacional de Bellas Artes de Santiago.
  13. Ibid.
  14. “Lleno de méritos, sin embargo poéticamente, habita el hombre en esta tierra" (Hölderlin, ????).