Daniela Araya Vargas Tarea 4 - Módulo investigación T2 2015

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Las dos fridas.jpg


TítuloEscritura automática en el surrealismo, su desarrollo como vision de cocimiento explorativo en la escritura y la pintura.
AsignaturaMódulo Investigación T2 2015
Del CursoMódulo Investigación T2 2015
CarrerasArquitectura
4
Alumno(s)Daniela Araya Vargas
El cuadro de Frida presentado a la exposición surrealista de 1940, « Las dos Fridas », es un ejemplo de su proximidad al Surrealismo, por medio de la doble representación del cuerpo y la alegoría de la plasmación de lo manifiesto y, a la vez, de lo latente.


Escritura automática en el surrealismo, su desarrollo como visión de conocimiento explorativo en la escritura y la pintura.

  • Nombre: Daniela Araya Vargas
  • Carrera: Arquitectura
  • Profesor: David Luza, David Jolly, Úrsula Exss, María Paz Urrutia.

Abstract

André Bretón como fundador del surrealismo, proponía que fuese un movimiento de automatismo psíquico puro, por cuyo medio se intenta expresar verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento. Adentrarse en esta idea de la nueva forma de investigar el subconsciente, es una manera de inspirar el conocimiento del colectivo artístico, bajo una cierta locura, abriéndose para construir lo irracional, como comprensión de la creación de arte. A juicio de los surrealistas, nadie alcanzará jamás la sabiduría creativa o poética, si no se deja conducir por un arrebato apasionado.

En el siguiente ensayo, se expondrá sobre la escritura automática y su herencia dentro de las manifestaciones escritas — entiéndase por pintura y literatura— en algunos personajes relacionados con el movimiento y esta técnica, y en un plano más próximo con la experiencia dentro de la escuela de Arquitectura y Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y la formación académica dentro del campo de la observación siendo un observador consciente, con el dibujo como artefacto de presente y registro.

Este contexto nos apronta a una mirada inquisitiva de qué significó encontrarse con la escritura automática, muestra del florecimiento creativo a través de la exploración del inconsciente, como un estado de regalo-presente.


Palabras clave. Escritura automática, observadores conscientes, surrealismo, André Bretón


___________________________________________________________________

Desarrollo

La escritura automática, como movimiento artístico es una de las aperturas a la develación de un discurso del inconsciente, sin inhibiciones, proveniente del diálogo entre realidad consciente y la complejidad de lo interno que se mezcla con el surrealismo de Bretón, junto con inspiraciones de la asociación libre de Freud para dar paso a la escritura, literal y visual, en este.

Con gran disposición dentro del manifiesto surrealista, Bretón, habla de la escritura automática como una inspiración que se sostiene fuera de los cánones tradicionales y donde busca que se confíe de lleno en este, planteando cómo aproximarse a él y enfrentar estos espacios de expresión, diciendo con gran convicción “confía en el carácter inagotable del murmullo. Si el silencio amenaza imperar aprovechando la menor falla — que se podría llamar falla de distracción—, tacha entonces sin vacilar una línea demasiado clara, y a continuación de la palabra cuyo origen es sospechoso, coloca una letra cualquiera, la /, por ejemplo, y siempre la /, retornando de ese modo a lo arbitrario al imponer dicha letra como inicial del vocablo que ha de venir” [1]. En temas de lo pragmático que implica la escritura automática, se consensa una eliminación de la puntuación para que ninguna interrupción altere la producción maquinal. “Anotaban o dibujaban aprisa, guiados por las órdenes del deseo, sin refrenarse ni caer en la tentación de un relectura o remirada”. [2]

La herramienta utilizada por los surrealistas —la escritura automática de Bretón— se nos muestra como una fragmentación o discontinuo que lleva a la escena poética múltiple; la diversificación léxica, es una manera en que se articula la nueva concepción de lo que significa expresar el interior del artista, ampliando lo ya adquirido desde el conocimiento explorativo de Freud. Podemos ver que a través del discurso de Marta Ferreyra, lo automatizado abre una nueva vertiente de conocimiento que se posiciona dentro de sus nuevos discernimientos, donde “para el surrealismo la figura de Freud es absolutamente significativa; así la escritura automática, el azar objetivo ponen al descubierto los materiales correspondientes a lo onírico, al deseo…La fantasía y la imaginación desplazan a la coherencia tradicional e imponen sus propios criterios de mundo.”[3]

Dentro de la misma línea donde se sitúa a la escritura automática como fuente de conocimiento creativo propio, Mª. Palazón habla de la línea conceptual que envuelve al surrealismo, más que un método creativo, la sitúa como un método de investigación como base para entender el complejo de la creatividad, donde es “[…] el automatismo una manera de forzar la inspiración para investigarla.”[4] Con estos antecedentes, podemos hablar de cómo se ve el arte de la escritura automática, visual y literaria, como herramienta que atrapa a varios actores del arte en sus obras.



“La creación artística, es un acto donde hacen acto de presencia todos los sistemas psíquicos, todas las facultades. El artista del verbo mezcla lo sopesado intelectualmente con lo emotivo.” [5]

Dimensión de lo psíquico en lo escrito

Gerard Durozoi, en su texto hace hincapié en un aspecto psicológico y del psicoanálisis de la escritura de Bretón, dada su relación con Freud. Habla de que en el escrito de los “Les vases communicants” (“Los vasos comunicantes”) aunque se trata de hacer un paralelismo entre el contenido manifiesto del sueño y una serie hilada de sus recuerdos de infancia; el texto automático desarrollado en este libro, permite dar una imagen que aclara la razón de ser de este flujo creativo, fecundo, que desemboca en algo mucho más enriquecedor, una manera de anunciar “sobre el porvenir al dibujar las figuras del deseo”. [6] Suena a una declaración de que la escritura automática antecede a lo dicho y presenta lo que se desea, dicho de otra manera, habla de que esta herramienta en el libro no desarticula la relación que hay entre los sueños y los recuerdos, si no que estos se entrelazan de manera que apronta un conocimiento de proyección de lo que es el autor visto de sus deseos más íntimos.

Es así que el acto de escritura automática dentro del surrealismo, se proyecta dentro de las tendencias venideras siendo “más clarificador de lo que puede ser, que de lo que fue […] inaugura un cierto conocimiento de lo que podría ser el porvenir si no se obedeciera más que al deseo del escritor.” [7] El automatismo no busca conciliar las exigencias del placer con las propias de lo real; se orienta en búsqueda de una exaltación del propio principio del placer y del auge de la inspiración creativa.

Jesús Ferrer-Solá, hace un apunte en este tema sobre una visión más maquinada de la escritura automática, en un análisis de la metalingüística del español Miguel Labordeta, una visión de la poesía automática que asoma como un desenlace de otros acontecimientos; la pone en una perspectiva nueva que cuestiona la conjunción de la poesía metafísica con la escritura automática. “Labordeta no recoge el aspecto técnico de la escritura automática, por otra parte siempre profundamente elaborada, sino que hace ecos de su función ideológica y de sus valores transgresores de la realidad sensible.”[8] Continuando en este mismo aspecto señala a través de un texto de Mariano Anós que “La escritura automática pretende ser de alguna manera realización de la libertad (por encima o por debajo de las cadenas de la razón), albergue de la utopía. Miguel Labordeta traicionará felizmente esa confianza. Su escritura no pretende mostrarse como realización (ilusoria) del reino de la libertad, sino como escenario de un conflicto.”[9] Es esta una manera de ver como la herramienta surrealista pudo ser usada más allá de sus definiciones, más como un acceso para un visión de un meta-universo, utópico por lo demás, que deriva de una idea desproporcionada de la realidad en que nuestro mundo sensible forma parte, en menores dimensiones.


Aproximación a la expresión de lo visual de la escritura automática

Dentro del surrealismo podemos encontrar una rama más académica [10] con las obras de Dalí y Magritte, Pollock y el chileno Matta, a pesar de ser de momento diferentes pero siendo contemporáneos, convergen en un metalenguaje, adaptando la escritura automática, y nuevas técnicas derivadas que se dejan caer sobre el lienzo sin un diseño predeterminado, sólo lo pertinente al caso de estar sentado frente a él. Es aquí donde artistas como Pollock encuentran una respuesta al dilema de la interpretación en sus obras, donde encontró “cómo responder emocionalmente al mundo sin copiarlo ni mejorarlo y sin comunicar nada acerca de él, sino compenetrándose puramente en su impulso creativo, involucrando tanto al artista como al espectador dentro de la propia pintura. Si un espectador optaba por leer el cuadro, la responsabilidad por la lectura y la escritura, por el desciframiento y la formulación de un código, no re caía sobre el artista, sino sobre el espectador.” [11]

Es un momento de reconocer que el artista expone y el espectador debe hacerse cargo de este nuevo momento donde se expresa visualmente una idea del semi-inconsciente.


Otra obra que está en el juego de la expresión verbal y dibujada es el Diario de Frida Kahlo. Dentro de la extensión de este escrito, la mirada casi nativa e impresa en la obra de Frida, es una de las aristas que vislumbran un acercamiento más puro de la práctica de la escritura automática dentro del surrealismo; la pintura es otra manera de escribir con pinceles —otra es la discusión de qué expresa mejor la idea conceptual de la escritura automática si la literatura escrita o la pintura—, expresar el interior anímico, hacerlo de manera espontánea y desembocar sin haberlo pretendido, en una línea de estilo de creación dentro del surrealismo. En este tema Mª. Fernández, habla de cómo una forma natural y propia de la expresión de un artista que no quiere ser encasillado en una corriente artística, se le considera la expresión más pura, siendo “[…] la gran paradoja de Frida Kahlo, que no quería ser considerada como adepta al grupo de Breton.”[12]

Frida, en su diario y pinturas, se aproxima a lo más fáctico de la reproducción del automatismo psíquico en el que resumía Breton la verdadera actitud surreal. “En su obra abundan pinceladas, rasgos y trazos que convergen con ese movimiento artístico e ideológico”; [13] el interés por el semi-inconsciente, las imágenes inquietantes y, a menudo, rudimentarias, así como por los motivos nada ortodoxos. Ella en sus cuadros representa una realidad quebrada o distorsionada que evadían el proceso racional, liberando el inconsciente.


“La Observación nos ha transportado a una nueva realidad”. [14]

El proceso de la observación arquitectónica como campo investigativo

Dentro de la escuela de Arquitectura y Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, en Chile; puedo aproximarme a una conjetura de cómo somos un grupo de observadores conscientes; dentro de la práctica académica, la observación arquitectónica y el croquis—como se le denomina al dibujo que acompaña a la observación—, están presentes en nuestros años de formación, una herramienta para aprender desde el registro como presente. Como dice Fabio Cruz —uno de los fundadores de la escuela— ¬¬en su texto “Sobre la observación” se tiene la posibilidad “[…]de ver el mundo, su mundo, siempre de nuevo, de verlo por primera vez”.[15] Es la observación algo más que un mecanismo de registro, es otra de las aperturas a la develación de un discurso a través de “[…] esa actividad del espíritu (y del cuerpo) que nos permite acceder, una y otra vez, a una nueva, inédita, visión de la realidad”. [16]

Es un terreno explorativo que, símil a la escritura automática, requiere de encontrarse con un acto, una abertura que logre darnos “[…] una suerte de videncia de algún o algunos aspectos de la realidad.”[17]. Donde no se repite esta realidad para los demás de la misma forma en que la observamos, un proceso único, propio del observador consciente. Es al dibujar que se “construye la mirada, al dibujar estás haciendo algo autónomo y por lo tanto el dibujo puede pasar a otra mirada” [18] y es este dibujo “en cualquier caso nunca una representación realista de algo, sino una realidad autónoma”[19]


Consideraciones finales

Es esta aproximación de la misma idea de traducir el inconsciente y percepciones del recuerdo con la escritura automática representada en las obras de Bretón y de Frida Kahlo, se deja entrever en el caso del primero un dialogo que concreta una inconsciencia traducida a unas líneas en el papel y en la obra de la pintora, siempre propia reconstituyendo un esquema de ver la realidad, ingresando a un conocimiento explorativo de las tendencias del placer y la racionalidad impresa en los pensamientos y recuerdos que evocan y fluyen de la cabeza a la mano. Sus cuadros siempre evocando una compleja realidad interna diversa y única.

En la misma línea de pensamiento, dentro de los observadores conscientes de la Escuela de Arquitectura y diseño, existen estas realidades autónomas —la observación arquitectónica— son parte del proceso del dibujo a la observación-croquis una deconstrucción de lo obvio, lo normal y expreso en la realidad sensible, para dar espacio a otra realidad sujeta de esta, oportuna y propositiva, que es luego trasladada a la palabra que nombra el acto. Ese acto que es llevado a un plano reconocible, ya no está a manos del espectador su desciframiento.

A los arquitectos nos sirve como herramienta de aproximación al observar, un diálogo entre “la mente que abstrae y la mano que interpreta y ejecuta”. [20] y “se trata de un acto profundamente asertivo y poético. Se trata de un hecho constructivo e inédito.”[21] Es el proceso que nos lleva a la observación y su acepción más poética la que se nos hace presente la escritura automática, y bien conocida dentro de las artes poéticas-artísticas, como decía Iommi: “Desde que el hombre tiene memoria, ningún verdadero poeta la ha desconocido, aunque utilizando también otros procedimientos.” [22]

Este proceso decanta en el entendimiento y percepción a través de lo que se recoge, en sentido estricto el croquis no es automatizado porque implica escoger cada vez, “abstraer de entre las infinitas connotaciones luminosas que tenemos delante sólo algunas. […] y decidir también donde y cuando detenerse” [23] pero si abre paso a un pensar que reconstruye y se llena de ideas que forjan la nueva mirada. Un vuelco de lo que sucede entre el observar y el discurso escrito y dibujado.


Notas

1. Bretón, André. Primer manifiesto en “«Manifestes du surréalisme”. Traducido por: Aldo Pellegrini. (Buenos Aires: Argonauta, julio 2001).

2. Palazón Mayoral, María Rosa. “Alcances y limitaciones de la inspiración o de la escritura y dibujos automáticos. André Breton en la mira”. Devenires volumen 4, número 7, (México: Morelia, Mich., 2003). Pág. 99.

3. Ferreyra, Marta Magdalena. “Apollinaire y Bretón: la revolución en el espacio poético”. (México: Centro de Investigaciones Lingüístico-Literarias. Universidad Veracruzana, 1997) Pág. 167

4. Palazón Mayoral, María Rosa. “Alcances y limitaciones de la inspiración o de la escritura y dibujos automáticos. André Breton en la mira”. Devenires volumen 4, número 7, (México: Morelia, Mich., 2003). Pág. 111

5. Palazón Mayoral, María Rosa. “Alcances y limitaciones de la inspiración o de la escritura y dibujos automáticos. André Breton en la mira”. Devenires volumen 4, número 7, (México: Morelia, Mich., 2003). Pág. 113

6. Durozoi, Gerard. “André Bretón. Escritura automática.” (Madrid, España: Guadarrama, 1976) Pág. 229

7. Durozoi, Gerard. “André Bretón. Escritura automática.” (Madrid, España: Guadarrama, 1976). Pág. 230

8. Ferrer-Solá, Jesús. “La poesía metafísica de Miguel Labordeta”. (Barcelona, España: Edicions Universitat Barcelona, 1983) Pág. 128

9. Ferrer-Solá, Jesús. “La poesía metafísica de Miguel Labordeta”. (Barcelona, España: Edicions Universitat Barcelona, 1983). Pág. 128

10. Palazón Mayoral, María Rosa. “Alcances y limitaciones de la inspiración o de la escritura y dibujos automáticos. André Breton en la mira”. Devenires volumen 4, número 7, (México: Morelia, Mich., 2003). Pág. 100

11. Manguel, Alberto. “Leyendo imágenes: una historia privada del arte.” (Bogotá: Grupo Editorial Norma, 2002). Pág. 40

12. Fernández, Mª del Carmen, “La ‘escritura’ surrealista de Frida Kahlo”. Volumen 16-17, (México: Estudios Románicos, 2007-2008), [visitada en julio 2015] pág. 418

13. Fernández, Mª del Carmen,”La ‘escritura’ surrealista de Frida Kahlo”. Volumen 16-17, (México: Estudios Románicos, 2007-2008), [visitada en julio 2015] pág. 417

14. Cruz, Fabio. “Sobre la observación”. (Viña del Mar, Chile: 2003). Punto 8.

15. Cruz, Fabio. “Sobre la observación”. (Viña del Mar, Chile: 2003). Punto 3.

16. Cruz, Fabio. “Sobre la observación”. (Viña del Mar, Chile: 2003). Punto 3.

17. Cruz, Fabio. “Sobre la observación”. (Viña del Mar, Chile: 2003). Punto 4.

18. Miàs Gifre, Josep. “Enric Miralles, para evitar equívocos”. Revista DPA, Número 17 (2001). Pág. 73

19. Miàs Gifre, Josep. “Enric Miralles, para evitar equívocos”. Revista DPA, Número 17 (2001). Pág. 73

20. Cruz, Fabio. “Sobre la observación”. (Viña del Mar, Chile, 2003). Punto 7.

21. Cruz, Fabio. “Sobre la observación”. (Viña del Mar, Chile, 2003). Punto 7.

22. Iommi M.,Godofredo. “Carta del Errante”. (Valparaíso: Escuela de Arquitectura ucv,1976)

23. Cruz, Fabio. “Sobre la observación”. (Viña del Mar, Chile, 2003). Punto 7.


Bibliografía

• Bretón, André. Primer manifiesto en “«Manifestes du surréalisme” . Traducido por: Aldo Pellegrini. (Buenos Aires: Argonauta, julio 2001).

• Cruz, Fabio. “Sobre la observación”. (Viña del Mar, Chile, 2003).

• Fernández, Mª del Carmen,”La ‘escritura’ surrealista de Frida Kahlo”. Volumen 16-17, (México: Estudios Románicos, 2007-2008), [visitada en julio 2015] Disponible en A

• Ferrer-Solá, Jesús. “La poesía metafísica de Miguel Labordeta”. (Barcelona: Edicions Universitat Barcelona, 1983)

• Ferreyra, Marta Magdalena. “Apollinaire y Bretón: la revolución en el espacio poético”. (México: Centro de Investigaciones Lingüístico-Literarias. Universidad Veracruzana, 1997) Disponible en B

• Iommi M., Godofredo. “Carta del Errante”. (Valparaíso: Escuela de Arquitectura ucv,1976)

• Manguel, Alberto. “Leyendo imágenes: una historia privada del arte.” (Bogotá́: Grupo Editorial Norma, 2002). Pág. 33-41

• Miàs Gifre, Josep. “Enric Miralles, para evitar equívocos”. Revista DPA, Número 17 (2001): Pág. 70-75

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