Daniela Araya Vargas: Amereida XI

De Casiopea
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TítuloEl mundo como voluntad
AsignaturaTaller Amereida xi, Taller de Amereida
Del CursoTaller de Amereida 2014, Taller Amereida 2014
CarrerasArquitectura
Alumno(s)Daniela Araya Vargas


voluntad y representación.


El mundo se entrega a ser propio de uso. Dice Schopenhauer «El mundo es mi representación» 1. Los artistas como hemos de llamar a los creadores de la voluntad, son indispensables para el cambio de mundo. La arquitectura no es un lujo es una convergencia de necesidades pensada en una concepción artística de una espacio. A pesar de tener voluntad representativa el espacio de crecimiento creativo se ve condicionado a premisa de la limitación del conocimiento humano, idea tradicional en filosofía: «Nadie puede salirse de sí mismo para identificarse directamente con las cosas distintas a él; todo aquello de que se tiene conocimiento cierto e inmediato se encuentra dentro de su conciencia.» Lo desconocido, eso que esta fuera del conocimiento humano inmediato; el horizonte de la obra de cada arquitecto, lleva consigo un proceso que nos pide el atravesar

VOLUNTAD, voluntad de vivir, lejos de ser una hipóstasis arbitraria, 

o una palabra vacía, es la única expresión verdadera de su esencia más íntima.


Los actuales soñamos en un largo idioma luso-castellano en países que no alcanzan a ser naciones en razas múltiples aún tanteándose y nos decimos americanos la presencia y el nombre –esta nuestra presencia y nuestro nombre– se desprenden de europa la antigua robada sepamos que las historias registran las mediciones constatan los artificios operan más que la poesía tras toda luz es signo que vela y desvela el sentido jamás tendencia productora y producto yacen en la oscuridad paterna que nos sorprende su canto es cifra instinto y cálculo nunca sentimiento ella es el mismo modo de aparición y apariciones que ya no simulacros y fantasmas –realidad transparente en su vértigo

¿quién sino ella dice de un origen pues sólo poéticamente se aparece? un día nos hablaron las voces en el íntimo destierro ¿qué origen?


La voluntad [de aquel que ve más allá del principium individuationis] da un giro, ya no afirma su propio ser, que se refleja en el fenómeno (Erscheinung), sino que lo niega.

Encontrar el origen de lo qeu queremos expresar, o que queremos dar a conocer en este mundo como voluntad-objeto.


El NOÚMENO (del griego "νοούμενoν" "noúmenon": "lo pensado" 
o "lo que se pretende decir"), en la filosofía de Immanuel 
Kant, es un término problemático que se introduce para referir 
a un objeto no fenoménico, es decir, que no pertenece a una intuición
sensible, sino a una intuición intelectual o suprasensible.

(Sea lo que sea esto)

El FENOMENICO del término griego phainómenon (lo que aparece
o se manifiesta). Con este término nos referimos fundamentalmente 
a la realidad tal y como se muestra en la percepción. Todo 
objeto perceptible es fenómeno; la realidad perceptible es 
la realidad fenoménica. Un perro, un árbol, una piedra son 
fenómenos, y nuestro cuerpo también; Dios y el alma no son fenómenos.
El CONOCIMIENTO 
  # Hechos o información adquiridos por un ser vivo a través de la 
experiencia o la educación, la comprensión teórica o práctica de un 
asunto re ferente a la realidad.
  # Lo que se adquiere como contenido intelectual relativo a un campo
determinado o a la totalidad del universo.
  # Conciencia o familiaridad adquirida por la experiencia de un hecho
o situación.
  # Representa toda certidumbre cognitiva mensurable según la respuesta
a: ¿Por qué?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Dónde?



Para Schopenhauer hay un solo objeto de nuestro conocimiento en donde el conocimiento de lo fenoménico y de lo NOUMÉNICO se producen a la vez. Si todo proviene del noúmeno (sea lo que sea esto) la pregunta de Schopenhauer es: entonces ¿no somos nosotros también una realidad nouménica además de fenoménica? En otras palabras: aceptamos que el árbol que vemos como representación tiene una causa externa a nosotros mismos: el noúmeno; luego nosotros mismos también debemos tener una causa externa a nosotros mismos, al igual que el árbol: el noúmeno. Nosotros somos usualmente representación, pero cuando elaboramos un profundo conocimiento intra subjetivo estamos penetrando en la esencia de lo real que nos conforma. Este es el significado de la máxima “conócete a ti mismo”. El “si mismo” de nosotros, al igual que el de toda representación, es lo nouménico. Pero ¿qué encontramos cuando hacemos ese ejercicio de introspección y miramos dentro de nosotros, cómo se nos presenta esa, nuestra íntima esencia? Según Schopenhauer cuando miramos al Ser del Mundo dentro de nosotros mismos vemos que lo que define a esa esencia es la Voluntad.

Nuestra esencia más intima es una voluntad; voluntad de conocimiento, de satisfacer apetitos, de aferrarnos a los deseos, voluntad de vivir, de reproducirnos, de luchar… La esencia de nuestro ser es una voluntad informe, insaciable e incansable que si pudiera fagocitaría al universo. El DESEO es la esencia del hombre y la piedra maestra sobre la que se construyen todos los actos humanos. La esencia del mundo no es un algo ordenado y armónico sino todo lo contrario: el desorden, la hybris, la desmedida más absoluta es lo que definen la esencia de todo. Cuando salimos de nuestra mirada introspectiva y miramos al mundo comprobamos que en la representación se nos corrobora esta intuición radical: vemos la voluntad en la naturaleza destruyendo y creando incesantemente, en la historia en donde imperios nacen y desaparecen, en la política, la prensa diaria, etc. Para la mirada atenta del filósofo todo esta enseñoreado por la guerra como dijo Heráclito… y la guerra se llama Voluntad.

Nosotros buscamos la armonía en este desordenado mundo, nuestra VOLUNTAD y la del mundo como un lienzo que quiere ser trasnformado. La arquitectura como las artes tienen este papel de vital improtancia creadora, de ser y entregar.

ES MOMENTO DE ASOMBRARSE dicen en Amereida, escoger ser ASOMBRADO en la dicotomía, en este tiempo de rupturas. El asombro es, en definición literal, una impresión en el ánimo que alguien o algo causa a una persona, especialmente por alguna cualidad extraordinaria o por ser inesperado.


Y un hallazgo en nosotros es un regalo; es decir, puro presente. Es curioso, pero el hallazgo de cosas de Archivo, viejas y antiguas, puede ser puro presente. Cierro el excuso.

Una de esas proposiciones es que la modernidad implica el paso de la armonía como objetivo al desconocido como horizonte. Una proposición que se basa en la obra de poetas, pintores, arquitectos, artistas en general.

"En unos textos sobre los "BUSCADORES de lo desconocido" Godo deriva en su explicación sobre lo que es el desconocido; avanza hacia lo sagrado (que lo separa de lo religioso) y termina directamente en sus poemas, los que lee en clase, como si la explicación final no pudiese estar en otra parte que en la mismísima palabra poética dicha y cantada a viva voz.

El asombro los reúne, a artistas y científicos, en la ardua, delicada y maravillosa tarea de escudriñar la realidad, comprender a la naturaleza y así hacer que la condición humana sea coherente con la construcción de un mundo fundado en lo abierto. " [[1]]

- LO ABIERTO y el significado

El mundo del conocimiento debe ser adquirido en lo abierto, desde las experiencias de UNO y del OTRO, no pordemosdejar que esas culiaddes se separen si queremos armonía dispuesta. Todo lo significado que hallamos deriva de otro, deriva de otra palabra de otro pensamiento, del OTRO, siempre la O, SIEMPRE desde dentro de otro. Conocer significa entender, recopilar encontrarse y regalar este conocimiento nos deja frente a un mundo de voluntad abierto, regalado, apremiante. Siempre en juego, urgando, destapando, es necesario reconocer este paso de encontrar en el arte el reconocer. Hallar es algo maravilloso, puro presente, puro regalo. Todo se apresura y precipita hacia la existencia, y si es posible, hacia la orgánica, es decir, hacia la vida, y luego busca su mayor crecimiento posible.

Arie van't Rie busca ir más allá de lo visto, busca y halla lo subyacente, la radiolog+ia fisica se abre para dar a concoer lo que hay debajo, lo que se nos oculta a la vista pero que se revela en plena luz. Tal cual el conocimiento revela, el mundo representativo y la voluntad de vivir como escencia de lo íntimo.



REFERENCIAS.

  • [[2]]
  • El mundo como voluntad y representación, Arthur Schopenhauer.
  • [[3]]